Anatomía de un zoocidio. La guerra contra los rinocerontes.

Querida hija: 

¿Recuerdas cuando te hablé de los rinocerontes asiáticos?. Te refrescaré un poco la memoria. En Asia hay tres especies de rinocerontes; el rinoceronte indio, el rinoceronte de Java y el rinoceronte de Sumatra. Aparte de describírtelos, te conté algo inquietante: el exterminio de los rinocerontes asiáticos debido a una creencia errónea, el hecho de que el cuerno de rinoceronte es usado en la medicina tradicional oriental con la suposición de que cura determinadas afecciones y, además, es afrodisiaco. Sobre este asunto te aclararé más adelante alguna cosa. Pero lo más triste de todo es que, según recordarás, el cuerno de rinoceronte está compuesto por queratina, una proteína que construye también, entre otras cosas, el cabello y las uñas humanas. Nunca se exterminó a un animal salvaje por una razón tan absurda y, además, equivocada. 

Las organizaciones internacionales luchan contra la ignorancia sobre el cuerno de rinoceronte

Mientras reunía información para hablarte de este tema, tomé conciencia de la magnitud del problema en África. Sí, yo sabía que los rinocerontes africanos también eran objeto de caza furtiva para alimentar los mercados negros asiáticos con su cuerno pero me quedé sorprendido del nivel de gravedad de este problema. Es tan, tan grave que la prestigiosa organización National Geographic lo ha bautizado como The Rhino Wars: las guerras del rinoceronte. ¿Te parece exagerado? Pues no lo es. No en absoluto. Es justamente eso. 

Una guerra. 

Una repugnante guerra contra una especie animal pacífica, herbívora, que no se come los ganados de nadie, que no ataca al ser humano, que no transmite enfermedades ni se comporta como una plaga. Y hoy quiero hablarte de esta guerra atroz y cruel. 

En primer lugar, te contaré los hechos biológicos básicos de las dos especies de rinocerontes africanos de las que no te hablé en el post de los rinocerontes asiáticos. A continuación te contaré la triste historia del exterminio histórico de los rinocerontes africanos, y la relación del cuerno de rinoceronte con la medicina tradicional oriental. Te hablaré también sobre la actual fase de la guerra, la más letal y enconada, y finalizaré haciéndote las reflexiones oportunas que podemos y debemos extraer de este triste problema. 

El rinoceronte blanco Ceratotherium simum 
La primera de las dos especies es el rinoceronte blanco. Se llama así no porque sea de color blanco (es más bien de color arena más o menos claro), sino porque los primeros europeos que lo vieron, los colonos holandeses de El Cabo, África del Sur, en el siglo XVII, lo denominaron con la palabra wijt, que en su idioma significa “chato”, haciendo referencia a la forma de su labio, que es completamente plano, hecho a pastar hierbas directamente en el suelo, que es su alimentación. Cuando los británicos se establecieron a su vez en El Cabo, malinterpretaron esta palabra holandesa, sonándoles en su oído como White, “blanco”, y así quedó el nombre para el futuro. 

Rinoceronte blanco

El rinoceronte blanco es el mayor de los rinocerontes, y el segundo animal terrestre más grande del mundo después de los elefantes. Mide un máximo de 4,2 metros de longitud, 1,85 metros de altura y hasta 4 toneladas de peso aunque la media está en torno a 2.300 kilos. Es un animal tan imponente que no tiene ningún depredador natural. Los leones sólo pueden atreverse con las crías. 

Las hembras alcanzan la madurez sexual entre los 6-7 años, y los machos más tarde, entre los 10 y 12 años. Después de 16 meses de gestación, la hembra pare una única cría, cuando la anterior ya ha madurado. 

Mapa de distribución del rinoceronte blanco

Existen dos subespecies de rinoceronte blanco: 

Rinoceronte blanco del Norte C.s.cottoni. 
Originalmente vivía entre Kenia, Uganda, Sudán y la República Centroafricana. Actualmente está al borde de la extinción, con sólo tres ejemplares vivos: el macho Sudan, y las hembras Fatu y Najin, que viven en la reserva de Ol Pejeta, en Laikipia, Kenia, fuertemente custodiados por guardas armados. Si quieres conocer su historia, haz click en este enlace

Rinoceronte blanco del Sur C.s.simum
Natural de África del Sur. El 93% de su población se encuentra en la República Sudafricana y ha sido reintroducido en Namibia, Botswana, Zimbabwe y Mozambique, e introducido en Zambia, Uganda y Kenia. 

Actualmente existen unos 20.000 ejemplares de rinoceronte blanco en África. Si lo comparas con las exiguas cifras que te daba sobre los rinocerontes asiáticos, te parecerá que es una población muy grande pero, si sigues leyendo, te darás cuenta de que en realidad es sólo una sombra de lo que fue. 

El Rinoceronte negro Diceros bicornis 
El rinoceronte negro se llama así por contraposición al rinoceronte blanco. Se diferencia por su menor tamaño: entre 140 y 180 cm de altura, de 3 a 3,75 metros de longitud y un peso entre 800 y 1.400 kilos. La otra gran diferencia con el rinoceronte blanco es la forma de su morro, en forma de gancho prensil, debido a su alimentación ramoneadora. Se da la circunstancia, por tanto, que tanto el rinoceronte blanco como el negro pueden convivir en una misma área sin entrar en competencia ecológica. Es lo que se llama diferenciación trófica

Rinoceronte negro

Es natural del Este y Sur de África. Históricamente fue más numeroso y estuvo más extendido que el rinoceronte blanco. Se le reconocen ocho subespecies, de las cuales tres han sido ya exterminadas durante la Guerra del Rinoceronte: D.b.brucii, D.b.bicornis y la última de ellas, en 2011, el rinoceronte negro occidental D.b.longipes

Actualmente es nativo en Kenia, Tanzania, Zimbabwe, Namibia y Sudáfrica, y ha sido reintroducido en Ruanda, Malawi, Zambia y Botswana. En 2008 se calculaba una población total de unos 4.200 ejemplares. Ves, pues, que es sólo un poquito más numeroso que el rinoceronte indio. 

Mapa de distribución del rinoceronte negro

Al igual que el rinoceronte blanco, su hábitat preferido es la sabana arbolada y sus datos biológicos y reproductivos son muy parecidos. 

Rhino Wars. Episodio I. Los grandes cazadores blancos. 
Se calcula que antes de la llegada de los europeos a África, debía haber un millón de rinocerontes por todo el Continente, al Sur del Sahara. Cuando los europeos irrumpen en el Continente Negro a partir del siglo XVIII, trajeron consigo un concepto de caza “deportiva” con armas de fuego que era desconocida por los africanos, que cazaban para comer. Cuando las potencias europeas afianzaron su situación en África y se repartieron su tierra, apareció una figura que se convertiría en mítica: el Gran Cazador Blanco. 

Eran éstos hombres rudos y duros, fundamentalmente anglosajones, que cazaban los grandes y emblemáticos elefantes, rinocerontes, leones, leopardos y búfalos para darse “prestigio” ante sus conciudadanos y, sobre todo, ante los nativos, a los cuales interesaba darles una imagen de “seres superiores”, capaces de señorear todo un continente, con su salvaje naturaleza y a sus no menos salvajes habitantes. 

El gran cazador blanco pronto se hizo un conocedor profundo de esa naturaleza y, en una segunda fase, hacía de guía para expediciones de caza que cada vez eran más numerosas. Turistas y “deportistas” venían a África a gastar su dinero y se daban tono contratando a esos míticos hombres del monte para, a su vez, adornar sus grandes mansiones de Inglaterra con pieles de leones y colmillos de elefante. El mayor ejemplo y epítome del Gran Cazador Blanco fue, sin duda, Frederick Selous (1851 – 1917), inspirador del personaje de ficción Allan Quatermain, protagonista de innumerables aventuras africanas. 

Caza del rinoceronte. Kenia, siglo XIX

El rinoceronte blanco se convirtió en la diana preferente de estos cazadores, debido a su mayor tamaño con respecto del rinoceronte negro. Pero no sólo fueron los cazadores “deportivos” los que declararon la guerra a los rinocerontes. También la agricultura industrial empezó a “despejar” terrenos para su actividad, y los rinocerontes sobraban. Por último, empezaron a extenderse las granjas para ganado vacuno al estilo europeo y los rinocerontes eran un competidor que “quitaba” a las vacas “sus” pastos. 

Así, por ejemplo, los rinocerontes blancos se extinguieron de lo que hoy es Zimbabwe en 1895. Por todas partes los rinocerontes eran cazados a mansalva, hasta que quedó sólo una única población relicta de rinocerontes blancos en toda África. 

En el año 1904 quedaban sólo diez rinocerontes blancos en África, en la Reserva de Caza de Umfolozi, Natal, en aquel entonces una colonia británica. 

Entonces, alguien en el Gobierno de Natal tuvo un momento de lucidez o una revelación, y decidió proteger estrictamente a estos últimos rinocerontes blancos. De esta manera, en 1916 ya había veinte ejemplares, doblándose la población inicial. El primer censo “oficial”, en 1930 arrojó la cifra de 120 ejemplares y en 1960 había 700 rinocerontes blancos desbordando ya los límites de la pequeña reserva, esquilmando los pastos disponibles. 

En aquel preciso instante se tomó una decisión trascendental para el futuro del desdichado rinoceronte blanco: la Autoridad de Parques Nacionales de Natal (ya integrada en la República Sudafricana), diseñó en 1961 la llamada “Operación Rhino”, que se extendería hasta 1997, relocalizando la población sobrante de Umfolozi en otros Parques Nacionales y reservas privadas sudafricanas y posteriormente en otros países africanos. En 1999 había 10.377 rinocerontes blancos del sur en 47 poblaciones de 8 países africanos. Lo peor parecía haber pasado. 

El conservacionista Ian Player (1927 - 2014) capturando un rinoceronte. Operation Rhino.

Los avatares del rinoceronte negro no fueron demasiado diferentes del rinoceronte blanco. Inicialmente mucho más numeroso que el rinoceronte blanco, ante la práctica extinción de este, los cazadores centraron su atención en el rinoceronte negro, que fue la especie más cazada durante el siglo XX. A finales de los años 60 quedaban unos 70.000 ejemplares en toda África. 

Entonces se produjo la catástrofe. 

Entre 1960 y 1995 la población de rinoceronte negro se desplomó en un aterrador 98%, pasando a unos 10.000 – 15.000 en 1981 y unos 2.500 a comienzos de los años 90. Un ejemplo de esta auténtica guerra de exterminio lo constituye la extinción de la subespecie occidental del rinoceronte negro. Originario de Camerún, Chad, África Central, Sudán y Sudán del Sur, a partir de los años 70 se incrementa su caza de forma que en 1980 quedaban sólo 110 en Camerún y 25 en Chad, que pronto desaparecerían. Sólo quedaban ya en Camerún donde en 1991 se contabilizaron 35, diez en 1997 y sólo cinco en 2001. Una investigación llevada a cabo en 2006 no encontró ni un solo ejemplar, certificándose su extinción oficialmente en 2011. 

¿Qué había pasado? 

Lo que pasó es que la época de los “cazadores blancos” llegó a su fin, y un enemigo mucho más terrible, implacable, inhumano y cruel protagonizaría la segunda parte de la Guerra: la caza furtiva pagada por las mafias asiáticas. 

Rhino Wars. Episodio II: El ataque de los clones. 
Para comprender esta nueva fase de la guerra, tienes que entender primero la relación histórica que tiene el rinoceronte con la milenaria cultura china. A finales del siglo XVI, el Bencao Gangmu (“Compendio de Materia Médica”), tratado escrito por Li Shizhen, describía las supuestas propiedades del polvo de cuerno de rinoceronte. Era bueno para tratar las fiebres, alucinaciones y pesadillas, vómitos, artritis, malestar de garganta y sangrado rectal. En Occidente se piensa (y yo también lo pensaba así) que el cuerno de rinoceronte es apreciado en Asia Oriental por sus propiedades afrodisiacas, pero esto no es cierto. Este dato fue traído por viajeros occidentales en el siglo XIX, sin duda fueron mal informados. 

Originalmente, el rinoceronte vivía ampliamente por toda China: Hainan, Fujian, Yunnan, Guangxi, Hunan, Guangdong, Sichuan, Gansu, Zhejiang y Jiangsu. La caza del rinoceronte en China está documentada desde el año 1200 AC, y está reflejado en la literatura clásica de la época. En un primer momento, los chinos usaban el cuerno de rinoceronte para la elaboración de copas de vino y luego por la piel, con la que se confeccionaban cinturones y también la corona del Emperador, así como armaduras para los soldados. Sus usos curativos o esotéricos son más tardíos: desde el siglo VI d.C. 

Monje budista con un cuerno de rinoceronte. Tíbet, 1938. Expedición Schäfer.

En China se consideraba que el cuerno de los rinocerontes asiáticos era superior al del rinoceronte africano, supuestamente porque sus propiedades estaban más concentradas. Por eso, y por la lógica cercanía geográfica, los rinocerontes asiáticos fueron los primeros en padecer el ataque de los clones. Como ya te expliqué en su momento, los rinocerontes de Java y de Sumatra tienen una población testimonial, y cuando llegues a adulta se habrán extinguido. Por tanto, había que mirar hacia África para seguir abasteciéndose de este producto. 

El 1 de Octubre de 1949 Mao Zedong proclama la República Popular China, después de décadas de división, guerra y anarquía y, como un medio de unificar el país al menos culturalmente, en 1950 lanza una campaña para promocionar y recuperar la Medicina Tradicional China, aunque él personalmente no creía en ella y usaba la medicina occidental.El veterinario sudafricano Hym Ebedes resume así este conflicto cultural: decirle a un chino que use una aspirina en lugar de la medicina tradicional es como decirle a un occidental que use la acupuntura antes de visitar a su médico de cabecera y usar la medicina occidental

Productos supuestamente "medicinales" procedentes del cuerno de rinoceronte en la medicina china

De este modo, revitalizada la medicina tradicional china y con el aumento del poder e influencia de China, así como el nivel de vida de sus habitantes, las mafias chinas establecen su macabro negocio en África, y así fue cómo en los años 70 del siglo XX se recrudeció la matanza de rinocerontes. El lubricante para estas mafias es la extrema pobreza en la que vive la mayor parte de la población local que, desesperados, se lanzan a cualquier cosa con tal de que les paguen un dinero con el que puedan alimentar a sus familias. Y eso es lo que hace esta fase de la guerra tan peligrosa. Los furtivos son pobres, están desesperados y no tienen nada que perder. Las mafias ponen en sus manos dinero y armas automáticas. Y una marea de sangre de rinoceronte inundó África. 

Con todo, la evolución social es inevitable y también se empezó a imponer en China. En 1993 la Medicina Tradicional China retiró oficialmente de su farmacopea el polvo de cuerno de rinoceronte. Es decir, de modo oficial, ningún médico tradicional chino prescribe dicho producto. Otra cosa es que el pueblo llano siga demandándolo porque dos mil años de tradición no se borran de un plumazo. Como consecuencia de los cambios sociales y económicos que China ha experimentado, el eje del negocio se desplazó a un nuevo país: Vietnam, que se considera hoy día como el mayor mercado mundial para el cuerno de rinoceronte. 

En Vietnam, como país de la órbita cultural de China, se asumieron los postulados de la Medicina Tradicional pero, en los últimos años los vietnamitas han aportado novedades: allí, el polvo de cuerno de rinoceronte se usa como droga recreacional en fiestas donde el alcohol corre desenfrenadamente. Es decir, se ha convertido en un símbolo de estatus social, siempre tan importante en la cultura oriental. Como consecuencia, actualmente el cuerno de rinoceronte se cotiza en el mercado negro a la astronómica cifra de 65.000$ el kilo, ¡más que el oro y más que la cocaína! 

Las autoridades aduaneras de los países emisores y receptores realizan un esfuerzo para aprehender cuernos de rinoceronte

En Hanoi, el polvo de cuerno de rinoceronte se puede encontrar en tienduchas de las atestadas callejas de la ciudad vieja, donde los “doctores” venden prescripciones a 10$ y muchos clientes lo usan como complemento de la medicina occidental. En Vietnam, los médicos son conscientes de lo absurdo de esta situación. El Doctor Nguyen Huu Truong, del Centro de Alergología e Inmunología Clínicas de Hanoi, declara que: muchos vietnamitas piensan que un producto tan caro debe ser bueno, pero si vas a gastarte esa cantidad de dinero en el cuerno de rinoceronte, mejor muérdete las uñas, haciendo referencia a que el cuerno de rinoceronte y las uñas están compuestos de la misma materia. 

Pero, no contentos con la boyante marcha de uno de los negocios más lucrativos del mundo, las mafias vietnamitas lanzaron a mediados de la década del 2000 un bulo: que el polvo de rinoceronte curó el cáncer de un político vietnamita. La noticia corrió como la espuma y la demanda aumentó hasta límites inconcebibles. Los enfermos de cáncer, desesperados y como último recurso, buscaron polvo de cuerno de rinoceronte hasta debajo de las piedras. Ni que decir tiene que esto es una absoluta falsedad: el cuerno de rinoceronte no es una medicina para nada, y mucho menos para el cáncer. Pero con la demanda disparada y con un precio por las nubes, en África sonaron tambores de guerra. Sólo tienes que mirar este gráfico. 

Estadística de la caza ilegal de rinocerontes

En Sudáfrica, se pasó de 13 rinocerontes muertos en 2007 a 83 en 2008, 122 en 2009 y a partir de 2013, más de 1.000 al año. Un aumento del ¡9.000%!, si bien en los dos últimos años parece disminuir la cantidad, pero siempre dentro de un intolerable nivel. 

¿Cómo se realiza esta infame guerra y comercio? 

Sudáfrica es el epicentro, al concentrar la mayor población de rinocerontes. Las mafias usan la permeable frontera entre Sudáfrica y Mozambique que, además, está ocupada en su mayor parte por el Parque Nacional Kruger. Llueve sobre mojado: esa frontera es bien conocida y transitada por las mafias de tráfico de personas que introducen inmigrantes ilegales en Sudáfrica. Quién sabe si no serán las mismas infraestructuras usadas por ambas mafias. Los furtivos están dotados con armas automáticas, drones, GPS…escrutan las redes sociales de internet para sacar información sobre avistamientos de rinocerontes para luego localizarlos y matarlos. Por el otro lado, los Parques Nacionales disponen de tropas armadas de rangers que protegen a los rinocerontes y a los turistas, tratan de localizar a los furtivos para detenerlos y ponerlos a disposición de la justicia. Y también padecen bajas: son innumerables los rangers que han caído víctimas de esta guerra. Dos ejércitos de humanos enfrentándose a muerte por un cuerno de queratina. 

La crueldad de esta guerra no conoce límites. Se han matado madres rinocerontes preñadas o en presencia de sus cachorros. Pero también estos desesperados han llegado a asaltar zoológicos en Europa como en Marzo de 2017 en el zoo de Thoiry, Francia, donde mataron a un rinoceronte blanco para llevarse sus cuernos. Inaudito. 

Mapa de las rutas del comercio ilegal de cuerno de rinoceronte

Los cuernos, una vez cortados del cuerpo del infortunado rinoceronte, se sacan clandestinamente a través de Mozambique. A veces, personal diplomático de Vietnam o de Corea del Norte ha sido sorprendido usando la valija diplomática para este nauseabundo comercio, con el revuelo correspondiente. Pero lo normal es usar el barco o el avión rumbo a Singapur, Hong Kong (desde donde se distribuye por China), Hanoi o, últimamente, a Bangkok, donde se han desarrollado mafias locales que lo distribuyen desde allí directamente a China o a Vietnam. Este mapa te ayudará a entenderlo mejor. Desde 2006 el 95% de los cuernos de rinoceronte africanos proviene de Sudáfrica y Zimbabwe. 

Rhino Wars. Epílogo. Una nueva esperanza. 
En resumen, hija, los rinocerontes han sido diezmados desde hace más de un siglo. Primero mediante la caza legal para colgar sus cuernos en las mansiones, y actualmente mediante la caza ilegal para moler los cuernos y esnifarlos o tomarlos como medicina. Es tan absurdo que me da la risa nerviosa. 

La caza legal de los rinocerontes sigue existiendo, contrariamente a lo que pudiéramos suponer. Está permitida en Namibia y Sudáfrica. En el caso del rinoceronte negro, que es el más escaso, se permite la caza de un máximo de 5 ejemplares por país y año, normalmente machos viejos y ya no aptos para la reproducción, o bien ejemplares problemáticos o agresivos. En cuanto a la caza del rinoceronte blanco, al ser más numeroso está menos regulada y se lleva a cabo en reservas privadas. Aproximadamente el 25% de los rinocerontes blancos son, digamos, propiedad privada. La “Operación Rhino” contempló la posibilidad de repartir rinocerontes blancos en fincas privadas donde sus propietarios pudieran rentabilizar la presencia de fauna salvaje mediante la comercialización de su caza, y es el propietario quien selecciona el ejemplar que se va a cazar, previo pago correspondiente. Y estamos hablando de pagos astronómicos: 350.000 dólares americanos por abatir legalmente a un rinoceronte. 

La caza legal del rinoceronte supone una fuente de ingresos para propietarios privados.

Es éste un tema muy controvertido. La caza legal ha contribuido a la recuperación numérica de la especie, porque ha hecho atractivo para muchos propietarios de tierras el disponer de rinocerontes y sacarles una rentabilidad económica. La conservación de los rinocerontes es muy cara: hay que pagar infraestructuras, ejércitos de rangers con sus armas, uniformes, vehículos…ante la equipación y arrojo de los furtivos, hay que hacer tal inversión en protección que incluso hay propietarios que se están planteando abandonar el negocio por no poder hacer frente a los gastos. 

¿Qué reflexiones podemos sacar de todo este trágico asunto? 

Entiendo que la caza legal tuvo una cierta razón de ser en el siglo XX, en el momento en que se estaba recuperando la especie y es indudable que los beneficios económicos que se sacaron (los Parques Nacionales vendiendo excedentes de población y los propietarios privados vendiendo derechos de caza) tuvieron un importante papel en la resurrección del rinoceronte blanco. Pero hay que pasar página pues estamos en el siglo XXI. La mejor prueba de que estamos ante otro tipo de sociedad es que, cada vez que en redes sociales aparece la noticia de algún dentista que posa ufano ante un rinoceronte muerto, se desata una auténtica tormenta, censurando este acto. 

No. Los rinocerontes no son propiedad de nadie ni son un producto para la venta. Pertenecen al Planeta Tierra. Son vecinos nuestros. Y el ser humano debe renunciar a todo tipo de propiedad con respecto a él. El turismo debe ser el negocio que dé de comer a las personas que viven en la vecindad de los rinocerontes. Acaba de finalizar en Madrid FITUR, una de las mayores ferias internacionales de turismo y, entre los destinos exóticos, los más demandados han sido los safaris fotográficos. A la gente que se lo puede permitir le encanta ir a África a disfrutar de la fauna salvaje. Y eso da dinero y puestos de trabajo a las empresas y habitantes locales. 

Las Mambas Negras, famosa unidad de Rangers completamente femenina. Sudáfrica.

Y por eso este tema de la Guerra del Rinoceronte debe importarnos a los españoles. Nos gusta ver rinocerontes en los zoológicos y también nos gusta ir a África a verlos y fotografiarlos. Al ritmo al que se los está exterminando…¿habrá rinocerontes cuando tú seas adulta? ¿por qué no podrás disfrutar de estos magníficos animales? Claro que nos importa este tema. 

Con respecto al comercio ilegal asiático de polvo de cuerno de rinoceronte…es algo más problemático. Yo pienso que cualquier tipo de comercio ilícito, sea de cuerno de rinoceronte, de drogas, de armas, de tráfico de personas, etc…la única manera de terminar con él es eliminando la demanda del producto. Si no hay demanda, las mafias perderán interés en vender un producto que no se compra. Y ahí es fundamental la educación. Los países de Asia Oriental deben hacer un esfuerzo educativo para ilustrar a sus habitantes y eliminar supersticiones y creencias medievales. 

Afortunadamente el nivel de vida de los chinos, los vietnamitas, los tailandeses, etc. está aumentando inexorablemente y sus sociedades cambian con rapidez. Por eso China dejó de ser ya el centro principal de este odioso comercio: sus nuevas generaciones están en otra dimensión cultural, y están más interesados en gastar su dinero en viajar a Europa para comprar sus productos de lujo que en comprar polvo de cuerno de rinoceronte o garras de oso. Las mafias lo saben. Y tal vez por eso sacaron el bulo de que el cuerno de rinoceronte curaba el cáncer. Tal vez para revitalizar un negocio que empezaba a languidecer. 

Al final, la verdad resplandecerá. Sólo que… 

¿Resplandecerá demasiado tarde para los rinocerontes?

Comentarios

  1. Me dan asco esos "cazadores" que por el simple echo de divertirse, tengan que sacrificar a un pobre animal que no les a echo nada, y lo que me da mas rabia es que lo publiquen con esa cara de felicidad y satisfacción y no solo eso, porqué tienes que ir a otro país que no es el tuyo para hacer esa crueldad.

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    1. Así es. Para mí, es una absoluta infamia. Pero afortunadamente nuestra sociedad, después de décadas de silencio cómplice, empieza a protestar y a señalar con el dedo a esos salvajes. El cambio social está ya en marcha, y ellos tienen el tiempo contado.

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