El cachalote: mito y realidad

Querida hija: Recuerdo la honda impresión que me causó, cuando era niño, la lectura de una edición resumida para niños de Moby Dick, la gran novela estadounidense del siglo XIX, de Herman Melville. Años después, la misma impresión fue corroborada cuando vi la versión cinematográfica de 1956, en la que Gregory Peck construyó el personaje del Capitán Ahab de tal forma que lo convirtió en un arquetipo universal: el hombre devorado por el odio y la sed de venganza irracionales hacia un ser supuestamente irracional: un cachalote blanco. Sin embargo, ya adulto, la novela completa me decepcionó. Me pareció excesivamente filosófica, y pido perdón a los amantes de la literatura universal. Pero el mito que creó sobre el cachalote lo convirtió en eterno, y por eso tienes hoy esta crónica: vamos a desbrozar el mito y la realidad de un animal de extremos. Moby Dick se dispone a atacar una chalupa ballenera El cachalote: animal de récords. En efecto hija mía, es difícil encontrar tal concentración d...