Noche en el Museo. Los 5 mejores Museos de Historia Natural

Querida hija: 

En una de las escenas más emotivas de la película Greystoke: la leyenda de Tarzán (1985), lord Greystoke, interpretado por Christopher Lambert, inaugura una nueva zona expositiva del Museo de Historia Natural de Londres. Con expresión grave y preocupada, observa los animales disecados, las colecciones de picos y patas de aves. Él, que ha vivido toda su vida en la selva africana, criado por una horda de chimpancés, con una creciente sensación de agobio, no puede creer lo que está viendo. 

La reproducción a tamaño natural de una ballena azul, en el Museo Americano de Historia Natural

Finalmente, sin respiración, logra zafarse del grupo de autoridades y escapa por una puerta lateral. Es aún peor: penetra en un laboratorio de vivisección, donde ve un chimpancé a medio abrir y, en varias jaulas, varios monos que esperan su turno. Incrédulo, se da cuenta de que uno de esos monos es el canoso chimpancé que le crió en la selva… 

Es algo que te chocará…pero en aquélla época victoriana los museos de historia natural mataban animales por todo el mundo para convertirlos en “especímenes”: animales para disecar, para analizar, diseccionar y exponer sus desnudos esqueletos. Incluso especies que estaban al borde de la extinción excitaban la codicia de estos museos que deseaban a toda costa tener uno de los últimos ejemplares en su colección, acelerando sin proponérselo su extinción. 

A nuestra mentalidad del siglo XXI le repugna esa ciencia victoriana inhumana y cruel, esa ciencia imperial antropocéntrica y rapaz. Pero, honestamente, en aquélla época ¿podía actuar la ciencia de otro modo? ¿había otra manera de poder estudiar, conocer y analizar especies para poder compararlas? Seguramente no. Aquéllos científicos actuaron con las luces y medios que tuvieron. Y los científicos de hoy actúan con otras luces y otros medios. Porque los Museos de Historia Natural han cambiado mucho y son los favoritos de los niños por todas partes. 

El Museo de Historia Natural de Londres es un ejemplo de la evolución desde la Ciencia victoriana a los criterios modernos

A los niños (puedo verlo en ti) los animales les gustan instintivamente, y en los Museos de Historia Natural dan rienda suelta a su curiosidad y su asombro. Lamentablemente, cuando los niños crecéis un poco más, a los adultos nos da por desanimaros y tratar de borrar vuestro interés por la fauna silvestre. A lo mejor es que pensamos que es un interés poco serio, demasiado infantil. No lo sé. Pero, querida hija, si tú manifiestas ese interés, no seré yo quien te desanime en ello. Por eso he seleccionado para ti los que, en mi opinión subjetiva, son los cinco mejores Museos de Historia Natural del mundo, con la esperanza de que puedas visitarlos todos en el futuro. Únicamente destacaré en dichos museos las colecciones de zoología, ya que estamos en un Blog de Fauna. El orden en el que te los presento es por antigüedad de su fundación. 


Con setenta millones de especímenes y objetos de colección, el Museo de Historia Natural de Londres es un centro de investigación de referencia a nivel mundial. 

El extraordinario edificio neorrománico del Museo de Historia Natural de Londres, obra de Alfred Waterhouse

Su origen se encuentra en la venta de las colecciones del naturalista Sir Hans Sloane (1660-1753) al Gobierno británico, que las albergó en 1756 en Montagu House, sede del actual Museo Británico, al que quedaron adscritas como sección de Historia Natural. Sin embargo, por diversos avatares, durante el siglo XIX la colección se fue deteriorando y desapareciendo casi por completo. 

Fue el superintendente de los departamentos de Historia Natural del Museo Británico, Sir Richard Owen, quien en 1856 decidió una reforma consistente en la construcción de un nuevo edificio para las colecciones de Historia Natural. Este edificio se construyó entre 1873 y 1880 por Alfred Waterhouse: un magnífico edificio de estilo neorrománico, de dimensiones catedralicias, que es hoy uno de los iconos de Londres. En 1963 finalmente el Museo de Historia Natural se independizaría del Museo Británico. 

La espectacular Sala de Grandes Mamíferos, en el Museo de Historia Natural de Londres

Aquí se guardan también todos los especímenes recogidos por Charles Darwin, en un excepcional legado histórico y científico. En cuanto a las colecciones zoológicas, destacan dos zonas: 

Zona Verde: Pájaros, Fósiles de reptiles marinos y Primates 
Zona Azul: Dinosaurios, Peces/anfibios/reptiles, Invertebrados Marinos, Sala de Grandes Mamíferos 

Destacan sobre todo, el esqueleto de un Diplodocus carnegii de 32 metros, llamado Dippy, en el recibidor de la entrada, el esqueleto y la réplica de una ballena azul Balaenoptera musculus de 25 metros de longitud, suspendidos del techo de la Sala de Grandes Mamíferos, otro magnífico esqueleto de ballena azul en la Hintze Hall, y un calamar gigante de ocho metros que fue capturado en una red de pesca en las Islas Malvinas y actualmente exhibido en un gigantesco tanque de formol. 

Dippy, el dinosaurio mascota del Museo de Historia Natural de Londres


Fue fundado el 10 de Junio de 1793, en plena fase del Terror de la Revolución, si bien sus antecedentes se encuentran en el Jardin royale des Plantes mèdicinales, fundado en 1635 y al cual sigue ligado en la actualidad. Entre 1739 y 1788 el Jardin des Plantes fue dirigido por el naturalista más notable de su época: Georges-Louis Leclerc, Conde de Buffon, quien lo convirtió en una institución puntera a nivel mundial. 

El Museo Nacional de Historia Natural de Francia, en París

Actualmente el Museo de Historia Natural de Francia es un conjunto de 14 edificios e instituciones subalternas dispersas por toda Francia: jardines botánicos, institutos de investigación, el Museo propiamente dicho…en Francia está considerado oficialmente como “institución educativa de nivel superior”, es decir, está equiparado a una Universidad en rango. El Museo se encuentra en el mismo recinto que el Jardin des Plantes, en el V Arrondisement de París. Destacan dos Galerías: 

Galería de Paleontología y Anatomía Comparada: en una espectacular exposición, cientos de esqueletos de animales actuales y extintos, entre los que destacan los Dinosaurios: Diplodocus, Iguanodon, Allosaurus, Carnotaurus, Tarbosaurus, etc, así como también mamuts, megaterios, etc, representantes de la Megafauna del Pleistoceno. 

Galería de Paleontología y Anatomía Comparada, en el Museo de Historia Natural de París

Gran Galería de la Evolución: Donde se explica toda la historia de la vida en nuestro planeta, en un magnífico recinto, amenizado por un gran desfile inmóvil de animales disecados de todos los tamaños. El impacto visual es tremendo. Corresponde a la antigua Galería de Zoología. 

Gran Galería de la Evolución

Aparte de estas dos grandes galerías, es interesante también la Sala de especies amenazadas y extinguidas, con un modelo de dodo Raphus cucullatus, y un calamar gigante de 9 metros, conservado y expuesto mediante la técnica de “plastinación”, basada en la liofilización de tejidos. 


El Museo Americano de Historia Natural, situado en el Upper West Side de Manhattan, cerca del Central Park, es uno de los museos más famosos del mundo de cualquier especialidad. Es un gigantesco complejo de veintiocho edificios, con cuarenta y cinco salas de exposición, y treinta y tres millones de especímenes, entre plantas, animales, fósiles, minerales, rocas, meteoritos, restos humanos y artefactos culturales. 

Museo Americano de Historia Natural, en Nueva York

Fue fundado a iniciativa del naturalista Albert S. Bickmore, quien soñaba con un Museo de Historia Natural para Nueva York. Pacientemente, durante años, reunió a patrocinadores y mecenas para poder hacerlo realidad. Finalmente, el 6 de abril de 1869 el Gobernador de Nueva York John T. Hoffman firmó el decreto de su creación, comenzando la construcción del actual edificio en 1874, y abriendo en 1877 al público. Desde entonces, no ha dejado de ampliarse. 

Dentro de la parte de zoología, destacan los dioramas, pequeñas escenografías, muy cuidadas, donde se exponen animales disecados reproduciendo su contexto y su hábitat, lo que ayuda mucho en el sentido didáctico. La Zoología está distribuida así: 

Sala de Mamíferos Asiáticos y Africanos. Aquí el naturalista y taxidermista Carl Akeley aportó una nueva visión de la taxidermia: los ejemplares que él mismo trajo de África fueron expuestos en actitudes dinámicas interrelacionándose entre sí, a diferencia de la concepción estática reinante hasta el momento. 28 dioramas. 

Sala de Mamíferos Norteamericanos. 43 dioramas. 

Diorama de Jaguar, en la Sala de Mamíferos de Norteamérica

Sala de Aves de Norteamérica: 25 dioramas. 

Sala de Aves del Mundo: 12 dioramas. 

Sala de Aves de Oceanía. 

Sala de Reptiles y Anfibios. 

Sala de Vida Oceánica. 14 dioramas, destacando un modelo de ballena azul de 29 metros suspendida del techo. 

Colección de Fósiles. Destaca la Sala de Dinosaurios, excepcionalmente bien dotada. Oficialmente se llama Sala de Orígenes de los Vertebrados, con ejemplares de Saurisquios, Ornitisquios, Mamíferos primitivos y Mamíferos modernos. El origen de buena parte de la excepcional colección de dinosaurios estriba en la famosa “Guerra de los Huesos” que, desde 1858, enfrentó a dos paleontólogos rivales: Edward Drinker Cope y Charles Othniel Marsh. Rivales acérrimos, prospectaron incansables los nuevos territorios del Oeste americano que se revelaron riquísimos en fósiles, y no dudaron en hacerse la puñeta una y otra vez en una lucha por hacerse con los mejores ejemplares. 

Sala de Dinosaurios, con Tyrannosaurus Rex

El Museo Americano de Historia Natural se hizo mundialmente famoso por su patrocinio de expediciones como las que, durante los años 20 del siglo XX dirigió el paleontólogo Roy Chapman Andrews al desierto de Gobi, Mongolia, en busca de fósiles de dinosaurios, descubriendo los primeros huevos: de Protoceratops o, la expedición que en 1913 dirigieron el expresidente y aventurero Teddy Roosevelt junto con su hijo Kermit al Río de la Duda, en la Amazonia brasileña, expedición que trajo 2.100 especímenes al Museo. 


Su origen se encuentra en la Exposición Colombina que se celebró en 1893, en Chicago, para conmemorar el IV Centenario del Descubrimiento de América. El magnate de los grandes almacenes Marshall Field financió el museo, que fue fundado el 16 de septiembre de 1893 y denominado hasta 1905 Museo Colombino de Chicago. 

Museo Field de Historia Natural, Chicago

Destacan los dioramas del Paseo Natural, Mamíferos de Asia y Mamíferos de África (donde se exponen los famosos Leones Devoradores del Tsavo). Se encuentra aquí el esqueleto más completo de Tyrannosaurus rex, llamado “Sue”, el símbolo del Museo, con 67 millones de años de antigüedad. Su cráneo es una réplica en yeso, ya que el original, expuesto aparte, sería demasiado pesado para que lo sostuviera sólo el esqueleto, sin músculos. En la Galería de Dinosaurios destaca también un esqueleto de Rapetosaurus kransei, encontrado y recogido en Madagascar por una expedición patrocinada por el Museo. Galería Stanley Field.

Estos pandas gigantes fueron los primeros ejemplares recolectados por occidentales.

Otras salas con dioramas: 

Mundo de los Pájaros 

Mundo de los Mamíferos Reptiles y Anfibios 

Y, más didácticas: Biología del Animal/Qué es un Animal y Planeta en Evolución. 

Recibidor del Museo Field. Ya impresiona según entras.


En el año 1846, el científico británico James Smithson, que nunca puso el pie en los EEUU, legó su fortuna al Gobierno de los EEUU quien, con dichos fondos, puso en pie una fundación cultural que se conoce como Instituto Smithsoniano, que es una institución pública del Gobierno estadounidense. 

Museo Nacional de Historia Natural, Washington DC

Dentro del complejo de Museos e instituciones científicas adscritas al Instituto Smithsoniano (la mayor maraña museística del mundo), el Museo Nacional de Historia Natural abrió sus puertas en Washington el 17 de marzo de 1910, en el edificio neoclásico diseñado en el National Mall de Washington. Tiene 125 millones de especímenes entre plantas, animales, minerales, rocas, meteoritos y objetos culturales. 

En materia de Zoología destacan: 

La Rotonda central con una gran réplica de un elefante africano. 

La Rotonda central del Museo de Historia Natural de Washington

Sala de Paleobiología/Dinosaurios con 46 especímenes de esqueletos completos, destacando los Tyrannosaurus y Triceratops

La Sala de Dinosaurios, todo un clásico en los museos estadounidenses

Sala de Mamíferos, con la mayor colección de vertebrados del mundo. 

Zoo de Insectos. 

Sala de los Océanos, con 674 reproducciones y especímenes marinos, destacando un modelo de ballena franca del Atlántico y un calamar gigante, así como un Basilosaurus, que era un Cetáceo prehistórico. 

La Sala de la Vida Oceánica.

Y hasta aquí mi selección de los cinco mejores museos de Historia Natural del Mundo. No sé si te habrá llamado la atención una cosa. Cuatro de ellos pertenecen al mundo anglosajón, y de ellos, tres en los EEUU. ¿Por qué sucede esto? En el mundo anglosajón, independientemente de si los Museos son públicos (Londres, Washington) o privados (Nueva York, Chicago), la iniciativa privada siempre es bienvenida en forma de financiación y donaciones (a cambio de generosas exenciones de impuestos y publicidad para los donantes). Existe una fuerte cultura de la donación a museos e instituciones, y eso hace que los museos anglosajones estén muy bien dotados de medios técnicos y económicos para hacer lo que crean conveniente. También tienen una mentalidad “mundial” en la que todo el conocimiento del mundo es de su incumbencia, y no suelen cerrarse en su parcela geográfica y local. En estos museos se celebran eventos privados (a cambio de sustanciosas cantidades de dinero), que serían impensables en los Museos Públicos de España. 

En los museos anglosajones es normal la celebración de todo tipo de eventos privados

Sin embargo, y aunque entiendo que las comparaciones son odiosas y a veces injustas, en los países latinos suele verse a la iniciativa privada con desconfianza, y las instituciones museísticas y culturales dependen en excesiva medida de los siempre escasos presupuestos generales del Estado, que dan para lo que dan. El Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, muy bueno a pesar de todo, ni siquiera dispone de un edificio propio, compartiéndolo con la Escuela de Ingenieros Industriales a pesar de haber en Madrid edificios abandonados o infrautilizados, como la Tabacalera, el Matadero, la Nave Boetticher de Villaverde o el frontón Jai-Alai. Por ponerte un ejemplo. 

¿Cambiará alguna vez la mentalidad en nuestro país?...en los niños como tú está la respuesta. No dejes de soñar, Princesa.

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