Los loros, graciosos pero...vulnerables
Querida hija:
Los loros se encuentran entre las mascotas más populares para los humanos. Su gran inteligencia y habilidad, junto con su capacidad para imitar la voz humana, lo han hecho imprescindible en todo tipo de espectáculos con animales y también en casas particulares. Pero esto tiene una "cara B": tráfico de especies (legal e ilegal), loros amenazados de exterminio y otros loros que se han convertido en invasores al escaparse de sus captores. Estamos en 2019 y hay que reflexionar sobre ello ya.
Si existe un Órden multicolor de aves, ése es el de los loros |
Los loros. Origen y Taxonomía
Los loros integran el Orden Psittaciformes. Se trata de aves inconfundibles, muy características por su tamaño mediano, su posición erguida, su pico fuerte, compacto y muy ganchudo que funciona como un verdadero cascanueces perfectamente adaptado a la dieta principal de los loros a base de frutos y semillas, y pies zigodáctilos (con dos dedos dirigidos hacia adelante y los otros dos hacia atrás), bien adaptados a agarrarse a las ramas de los árboles pues se trata de un grupo de aves eminentemente forestal. Muchas especies de loros tienen bellísimos colores entre los que destacan los verdes, los amarillos, los azules y los rojos.
Mapa de distribución de las Psittaciformes |
Estamos hablando de 92 géneros y 393 especies actuales, distribuidos fundamentalmente en bosques tropicales y subtropicales de todo el mundo, si bien algunas pocas especies penetran en áreas templadas como la cotorra austral (Enicognathus ferrugineus), que vive en el Cono Sur de América y las Islas Malvinas o como la exterminada cotorra de Carolina (Conuropsis carolinensis), que fue el único loro endémico de Norteamérica hasta su exterminio en 1918, tras décadas de persecución por consumir frutas de cultivos por la destrucción de los bosques donde vivía.
Son más abundantes en Australasia y en Sudamérica, que se consideran "centros de dispersión" y por esta razón se supone que las Psittaciformes son de origen Gondwánico, donde pudieron evolucionar hace unos 59 millones de años, si bien la escasez de fósiles de loros en el Hemisferio Austral hace que esta hipótesis sea difícil de demostrar, toda vez que el fósil más antiguo inequívocamente atribuido a un loro procede de la Europa subtropical de hace 50 millones de años.
Por otro lado, el fósil más antiguo de loros asiáticos, y el registro más norteño, data de la Isla de Oljon en el Lago Baikal, Siberia, y data de hace entre 18 y 16 millones de años, en el Mioceno Inferior. Este registro, junto con los otros fósiles de Europa hacen pensar en ciertos linajes de loros que pudieron colonizar África desde Australasia a través de Eurasia. Pero, como te digo, la escasez general de fósiles de loros nos dificulta el suponer cómo fue su dispersión.
En cuanto a su Taxonomía, el Órden Psittaciformes actualmente se divide en tres superfamilias:
Strigopoidea:
Son los más extraños de los loros, viven exclusivamente en Nueva Zelanda donde se establecen los géneros Nestor, con las siguientes especies:
- Kea (N. notabilis), el único loro que viven en ambientes alpinos, en la Isla Sur de Nueva Zelanda
- Kaka (N. meridionalis)
- Dos especies exterminadas por los humanos: el kaka de la Isla Norfolk (N. productus) y el kaka de la Isla Chatham (N. chathamensis)
Kea de Nueva Zelanda |
Y el género Strigops, con el emblemático kakapo (S. habroptilus), un loro terrestre, uno de los más grandes del mundo, que se encuentra en peligro crítico debido a la fauna invasora introducida en Nueva Zelanda.
Si bien los loros son frugívoros, la ausencia de mamíferos en Nueva Zelanda ha hecho que las Aves alcancen nichos ecológicos que en otras latitudes corresponden a otros animales, y los loros de Nueva Zelanda alcanzan dietas omnívoras, consumiendo carroñas e incluso depredando sobre polluelos de aves y, en el caso del Kea, también a las ovejas lo que le ha valido la persecución de los humanos.
Cacatuoidea:
Son las llamadas cacatúas, que se caracterizan por tener un penacho de plumas eréctiles en la cabeza, y por tener colores menos llamativos que los verdaderos loros: blancos, negros y, como mucho, rosas. Viven exclusivamente en Australasia, desde Filipinas hasta las Islas Salomón, pasando por Wallacea, Nueva Guinea y Australia. 21 especies y 44 subespecies.
Cacatúa de moño amarillo (Cacatua galerita) |
Psittacoidea, o "verdaderos" loros:
Se reconocen aquí dos familias:
-Familia Psittacidae: con 167 especies, está integrada por todos los loros neotropicales (subfamilia Arinae) y por dos géneros africanos: Psittacus y Poicephalus (subfamilia Psittacinae)
Los guacamayos son los loros sudamericanos más conocidos. (Infografía: Revista Río Verde) |
-Familia Psittaculidae: Está constituida por los loros de Oceanía (excepto los strigopidos que vimos antes) y el Viejo Mundo (excepto los dos géneros africanos antes aludidos, más emparentados con los loros sudamericanos).
Biología y ecología de los loros.
Los loros son animales monógamos que anidan en cavidades o agujeros con excepción de la cotorra argentina (Myopsitta monachus) y cinco especies de Agapornis, que fabrican nidos. Los lazos entre los miembros de la pareja son fuertes y estables, aunque vivan en colonias. Para mantener los lazos, los loros usan el acicalamiento mutuo de los respectivos plumajes. No mantienen territorios y sólo defienden el nido. Normalmente la hembra es la encargada de la incubación en exclusiva, y los polluelos permanecen en el nido durante unas tres semanas.
Algunas especies de loros son coloniales, como el loro barranquero (Cyanoliseus patagonus), que puede vivir en colonias de hasta 70.000 ejemplares, pero no es lo habitual en el Órden.
Los loros son admirados y apreciados por su gran inteligencia. De hecho, son consideradas las aves más inteligentes que hay junto con los Córvidos. Podría ser debido a su alimentación sobre todo centrada en semillas, puesto que para acceder a ellas muchas veces hay que vencer obstáculos como venenos o cáscaras muy duras. Su pico es la herramienta ideal para ello: el animal casca las protecciones de las semillas entre ambas partes del fuerte pico, y con la lengua y el propio pico realiza un movimiento rotatorio para liberar la semilla y comérsela. Frecuentemente se ayuda también de la pata (y usa el pico también para ayudarse al trepar por los árboles).
Incluso son capaces de retirar los envoltorios venenosos de determinados frutos para poder alcanzar las semillas sin problemas, y algunas especies incluso "comen" arcillas porque contienen sustancias que neutralizan estos venenos. Se ha determinado que la relación entre el tamaño del cerebro de loros y córvidos es similar a la de los Primates superiores, si bien no usan el córtex cerebral como los mamíferos, sino una región llamada el "núcleo HVC". Y, como toda especie "inteligente", se ha podido demostrar que el aprendizaje tanto individual como social tiene gran importancia entre los loros.
En cuanto al papel ecológico de los loros, puedo decirte que son animales que tienen una cierta "mala fama" en cuanto a consumidores de semillas y frutos. Digamos que tienen la imagen de "destructores de plantas", y como ya te he indicado antes, alguna especie como el loro de Carolina fue exterminado entre otras razones por sus "ataques" a cultivos humanos. Se les contrapone, así, a otros grupos de animales "dispersores de semillas" y que favorecen, por tanto, la expansión y la renovación de los bosques.
La cosa no es tan blanca ni negra. Los últimos estudios ecológicos que se llevan con los loros sitúan a éstos más bien en una difusa "zona gris" que podríamos denominar dispersores facultativos de semillas. Es decir, que siendo consumidores de ellas, tienen algunos comportamientos que favorecen indirectamente la dispersión de semillas, complicando un poco su papel ecológico. Por ejemplo:
1- Algunas especies de loros son el principal agente dispersante de ciertas especies de plantas mediante estomatocoria (transporte por la boca, de partes de semillas comestibles que no son engullidas por completo).
2- La proporción de semillas transportadas a larga distancia es mayor en ciertos sistemas plantas-loros.
3- Las semillas dispersadas por loros son capaces de germinar aún en casos de ser parcialmente consumidas.
4- Las semillas más pequeñas pueden ser perfectamente dispersadas por los loros mediante endozoocoria (paso por el tracto intestinal).
5- Las semillas que se le "escapan" al loro y caen junto al árbol madre pueden ser consumidas y dispersadas por otras especies animales.
6- Algunas especies de loros pueden polinizar plantas, y limpiarlas al consumir sus parásitos.
En definitiva, el papel ecológico de los loros es complejo en una dialéctica antagonista-mutualista que provoca efectos en cascada en los ecosistemas donde viven. Esto se ha estudiado particularmente en los bosques secos situados en los valles interandinos de Bolivia, donde no hay más especies frugívoras que nueve especies de loros. Se ha comprobado que proporcionan "servicios" a 113 especies de plantas correspondientes a 38 familias.
Mascotismo, invasiones y exterminios. La Cara B de los loros.
Como te he dicho antes, los loros son mascotas muy populares. En parte por su belleza innegable, en parte por su gran inteligencia, lo que les hace aptos para espectáculos donde se les amaestra, y en parte también por su gran capacidad de imitación. No sólo imitan cantos de otras aves en la Naturaleza sino que imitan la voz humana, lo que nos hace mucha gracia. En realidad los loros no tienen cuerdas vocales, lo que hacen es pasar aire a través de un órgano de la tráquea llamado siringe.
Pero para alimentar esta demanda de mascotas, existe un comercio de loros. Un comercio legal y otro comercio ilegal, al que le da igual si la especie está protegida o no. Al final, ambos comercios confluyen en el mercado, y le dan al consumidor lo que quiere. Con graves consecuencias.
A día de hoy, 19 especies de loros han sido exterminadas y 89 se encuentran amenazadas, de ellas 12 críticamente en peligro. Esto quiere decir que, de entre todas las familias de aves del mundo, las Psitaciformes son el Órden con mayor proporción de especies amenazadas de exterminio: nada menos que el 25% de todas sus especies. De estas especies, se considera que 18 de ellas están directamente amenazadas por el tráfico de especies o bien la combinación del tráfico con la destrucción de su hábitat. De ellos, por ejemplo, el guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus), con menos de 3.000 ejemplares en libertad, el guacamayo barbazul (Ara glaucogularis), con menos de 1.000 ejemplares, o el más raro de todos, el guacamayo de Spix (Cyanopsitta spinxii), próximo a ser declarado exterminado, o la amazona de Puerto Rico (Amazona vittata), con 50 individuos. Y muchos otros más.
La otra cara de este mascotismo de loros es que el 16% de las especies de psitaciformes tiene al menos una población introducida fuera de su rango natural. Es decir, a partir de ejemplares escapados o bien directamente soltados por sus propietarios, se originan poblaciones alóctonas invasoras, y esto es un fenómeno mundial, por ejemplo sólo en las Islas Hawai existen 11 especies alóctonas de loros, con lo que supone para una fauna insular autóctona. En España, por ejemplo, tenemos dos especies invasoras de este origen, la ya aludida cotorra argentina y la cotorra de Kramer (Psittacula krameri), que es originaria de África y el Sur de Asia. Estos loros invasores provocan en todas partes problemas ecológicos:
- Competencia con aves nativas
- Competencia con otras especies animales
- Efectos en comunidades de plantas autóctonas
- Daños a cultivos
- Transmisión de enfermedades y zoonosis
Por otro lado, los loros, al ser consumidores primarios (consumen directamente plantas, o partes de ellas) suelen adaptarse bien a ambientes insulares, donde se originan fácilmente especies endémicas que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo y se convierten en especialmente vulnerables dada la propia fragilidad de las faunas insulares ante cualquier desequilibrio introducido por los humanos. Por eso, de las 19 especies de loros que están registradas, nada menos que 17 corresponden a especies insulares. Esta es la lista completa, y destaco en negrita las especies insulares:
Hoy día siguen siendo los loros insulares los más amenazados pero también la deforestación generalizada a la que es tan aficionado el ser humano pone en peligro a tantas otras especies al tratarse de aves eminentemente forestales con muy pocas excepciones. Algunas de las especies de loros amenazadas de exterminio son: periquito ventrinaranja (Neophema chrysogaster), cacatúa de Filipinas (Cacatua haematuropygia), loro de El Cabo (Poicephalus robustus), amazona de Puerto Rico (Amazona vittata), guacamayo de Lear (Anodorhynchus leari), o el loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis).
Biología y ecología de los loros.
Los loros son animales monógamos que anidan en cavidades o agujeros con excepción de la cotorra argentina (Myopsitta monachus) y cinco especies de Agapornis, que fabrican nidos. Los lazos entre los miembros de la pareja son fuertes y estables, aunque vivan en colonias. Para mantener los lazos, los loros usan el acicalamiento mutuo de los respectivos plumajes. No mantienen territorios y sólo defienden el nido. Normalmente la hembra es la encargada de la incubación en exclusiva, y los polluelos permanecen en el nido durante unas tres semanas.
Algunas especies de loros son coloniales, como el loro barranquero (Cyanoliseus patagonus), que puede vivir en colonias de hasta 70.000 ejemplares, pero no es lo habitual en el Órden.
Loro barranquero |
Los loros son admirados y apreciados por su gran inteligencia. De hecho, son consideradas las aves más inteligentes que hay junto con los Córvidos. Podría ser debido a su alimentación sobre todo centrada en semillas, puesto que para acceder a ellas muchas veces hay que vencer obstáculos como venenos o cáscaras muy duras. Su pico es la herramienta ideal para ello: el animal casca las protecciones de las semillas entre ambas partes del fuerte pico, y con la lengua y el propio pico realiza un movimiento rotatorio para liberar la semilla y comérsela. Frecuentemente se ayuda también de la pata (y usa el pico también para ayudarse al trepar por los árboles).
Incluso son capaces de retirar los envoltorios venenosos de determinados frutos para poder alcanzar las semillas sin problemas, y algunas especies incluso "comen" arcillas porque contienen sustancias que neutralizan estos venenos. Se ha determinado que la relación entre el tamaño del cerebro de loros y córvidos es similar a la de los Primates superiores, si bien no usan el córtex cerebral como los mamíferos, sino una región llamada el "núcleo HVC". Y, como toda especie "inteligente", se ha podido demostrar que el aprendizaje tanto individual como social tiene gran importancia entre los loros.
La inteligencia de los loros es proverbial |
En cuanto al papel ecológico de los loros, puedo decirte que son animales que tienen una cierta "mala fama" en cuanto a consumidores de semillas y frutos. Digamos que tienen la imagen de "destructores de plantas", y como ya te he indicado antes, alguna especie como el loro de Carolina fue exterminado entre otras razones por sus "ataques" a cultivos humanos. Se les contrapone, así, a otros grupos de animales "dispersores de semillas" y que favorecen, por tanto, la expansión y la renovación de los bosques.
El papel ecológico de los loros es más complejo de lo que se creía |
La cosa no es tan blanca ni negra. Los últimos estudios ecológicos que se llevan con los loros sitúan a éstos más bien en una difusa "zona gris" que podríamos denominar dispersores facultativos de semillas. Es decir, que siendo consumidores de ellas, tienen algunos comportamientos que favorecen indirectamente la dispersión de semillas, complicando un poco su papel ecológico. Por ejemplo:
1- Algunas especies de loros son el principal agente dispersante de ciertas especies de plantas mediante estomatocoria (transporte por la boca, de partes de semillas comestibles que no son engullidas por completo).
2- La proporción de semillas transportadas a larga distancia es mayor en ciertos sistemas plantas-loros.
3- Las semillas dispersadas por loros son capaces de germinar aún en casos de ser parcialmente consumidas.
4- Las semillas más pequeñas pueden ser perfectamente dispersadas por los loros mediante endozoocoria (paso por el tracto intestinal).
5- Las semillas que se le "escapan" al loro y caen junto al árbol madre pueden ser consumidas y dispersadas por otras especies animales.
6- Algunas especies de loros pueden polinizar plantas, y limpiarlas al consumir sus parásitos.
En definitiva, el papel ecológico de los loros es complejo en una dialéctica antagonista-mutualista que provoca efectos en cascada en los ecosistemas donde viven. Esto se ha estudiado particularmente en los bosques secos situados en los valles interandinos de Bolivia, donde no hay más especies frugívoras que nueve especies de loros. Se ha comprobado que proporcionan "servicios" a 113 especies de plantas correspondientes a 38 familias.
Mascotismo, invasiones y exterminios. La Cara B de los loros.
Como te he dicho antes, los loros son mascotas muy populares. En parte por su belleza innegable, en parte por su gran inteligencia, lo que les hace aptos para espectáculos donde se les amaestra, y en parte también por su gran capacidad de imitación. No sólo imitan cantos de otras aves en la Naturaleza sino que imitan la voz humana, lo que nos hace mucha gracia. En realidad los loros no tienen cuerdas vocales, lo que hacen es pasar aire a través de un órgano de la tráquea llamado siringe.
Pero para alimentar esta demanda de mascotas, existe un comercio de loros. Un comercio legal y otro comercio ilegal, al que le da igual si la especie está protegida o no. Al final, ambos comercios confluyen en el mercado, y le dan al consumidor lo que quiere. Con graves consecuencias.
Los loros siempre fueron una mascota popular |
A día de hoy, 19 especies de loros han sido exterminadas y 89 se encuentran amenazadas, de ellas 12 críticamente en peligro. Esto quiere decir que, de entre todas las familias de aves del mundo, las Psitaciformes son el Órden con mayor proporción de especies amenazadas de exterminio: nada menos que el 25% de todas sus especies. De estas especies, se considera que 18 de ellas están directamente amenazadas por el tráfico de especies o bien la combinación del tráfico con la destrucción de su hábitat. De ellos, por ejemplo, el guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus), con menos de 3.000 ejemplares en libertad, el guacamayo barbazul (Ara glaucogularis), con menos de 1.000 ejemplares, o el más raro de todos, el guacamayo de Spix (Cyanopsitta spinxii), próximo a ser declarado exterminado, o la amazona de Puerto Rico (Amazona vittata), con 50 individuos. Y muchos otros más.
El guacamayo de Spix es uno de los loros más amenazados por el comercio ilegal de especies |
La otra cara de este mascotismo de loros es que el 16% de las especies de psitaciformes tiene al menos una población introducida fuera de su rango natural. Es decir, a partir de ejemplares escapados o bien directamente soltados por sus propietarios, se originan poblaciones alóctonas invasoras, y esto es un fenómeno mundial, por ejemplo sólo en las Islas Hawai existen 11 especies alóctonas de loros, con lo que supone para una fauna insular autóctona. En España, por ejemplo, tenemos dos especies invasoras de este origen, la ya aludida cotorra argentina y la cotorra de Kramer (Psittacula krameri), que es originaria de África y el Sur de Asia. Estos loros invasores provocan en todas partes problemas ecológicos:
- Competencia con aves nativas
- Competencia con otras especies animales
- Efectos en comunidades de plantas autóctonas
- Daños a cultivos
- Transmisión de enfermedades y zoonosis
Las cotorras argentinas se han convertido en invasoras en ciudades como Madrid |
Por otro lado, los loros, al ser consumidores primarios (consumen directamente plantas, o partes de ellas) suelen adaptarse bien a ambientes insulares, donde se originan fácilmente especies endémicas que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo y se convierten en especialmente vulnerables dada la propia fragilidad de las faunas insulares ante cualquier desequilibrio introducido por los humanos. Por eso, de las 19 especies de loros que están registradas, nada menos que 17 corresponden a especies insulares. Esta es la lista completa, y destaco en negrita las especies insulares:
El exterminado kaka de Norfolk (John Gould) |
Hoy día siguen siendo los loros insulares los más amenazados pero también la deforestación generalizada a la que es tan aficionado el ser humano pone en peligro a tantas otras especies al tratarse de aves eminentemente forestales con muy pocas excepciones. Algunas de las especies de loros amenazadas de exterminio son: periquito ventrinaranja (Neophema chrysogaster), cacatúa de Filipinas (Cacatua haematuropygia), loro de El Cabo (Poicephalus robustus), amazona de Puerto Rico (Amazona vittata), guacamayo de Lear (Anodorhynchus leari), o el loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis).
Fantástico artículo!
ResponderEliminarLos loros son unos animales espectaculares, que si decides tener uno como mascota, debemos cuidarlos como uno más de la familia.
Saludos
Infojaulas
Información muy completa sobre loros, es importante dependiendo de la clase elegir correctamente el pienso para loros.
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