Tigres dientes de sable: panorama para matar
Querida hija:
Los llamados "tigres" dientes de sable fueron, sin discusión, unos de los animales icónicos del la Era Cuaternaria. Con el permiso del mamut lanudo son el símbolo de la Megafauna como los Dinosaurios fueron el símbolo de la Era Mesozoica. Con sus larguísimos caninos en forma de daga o puñal, constituyeron la cumbre de la perfección del Depredador: grande, musculoso, poderoso, armado con sus dagas letales, compitieron con éxito durante millones de años con otros depredadores. Hoy quiero que los conozcas, porque hay aspectos de su biología que aún son oscuros.
Los "dientes de sable" fueron animales muy representativos de la Megafauna (Velizar Simeonovski) |
Los "dientes de sable", un grupo heterogéneo de depredadores
Para poder entender a estos depredadores, lo primero que tienes que tener claro es que el apelativo "dientes de sable" es genérico y se aplica a varios grupos de animales no emparentados entre sí que han desarrollado a lo largo de la evolución estas armas de una forma independiente. Voy a aclarártelo en seguida.
Los principales depredadores, los que persiguen, capturan y matan a una presa están dotados de unos dientes caninos normalmente largos, fuertes y puntiagudos para poder perforar la piel de la presa cuando se aplica el mordisco para su captura o su muerte. Digamos que son su principal herramienta de caza. Por ejemplo, los félidos y cánidos modernos como el león o el lobo disponen de caninos cónicos o ligeramente curvos que se clavan con facilidad en la carne de la presa. Pues bien, conocemos como dientes de sable un tipo particular de caninos: son muy largos, hasta el punto de que, con la boca cerrada, sobresalen más o menos de la mandíbula hacia abajo pues son siempre los caninos superiores.
Cráneo de un dientes de sable, mostrando los hipertrofiados caninos superiores |
Estos dientes de sable son verdaderos cuchillos: están aplastados lateralmente y tienen un borde serrado, que normalmente es el borde interno. Pues bien, este arma ha aparecido varias veces a lo largo de la evolución, en el seno de grupos de animales que no tienen nada que ver entre sí mediante un proceso de evolución convergente, concepto del que ya te hablé. Más concretamente, los dientes de sable han aparecido siete veces:
La primera, dentro de los Gorgonópsidos, un grupo de Sinápsidos ("reptiles tipo mamífero"), durante el Periodo Pérmico (Era Paleozoica).
La segunda, dentro de un grupo de Marsupiales primitivos llamados Deltatheroida, durante el Cretácico (Era Mesozoica)
La tercera, dentro de otro grupo de Marsupiales llamados Sparassodonta, que fueron grandes depredadores en Sudamérica durante el Periodo Mioceno/Plioceno (Era Cenozoica), cuyo más famoso ejemplo fue Thylacosmilus.
Thylacosmillus desarrolló los dientes de sable independientemente |
La cuarta, dentro de un grupo de Creodontos llamado Oxyaenidae. Acuérdate que te hablé sobre los Creodontos en esta Crónica.
La quinta, dentro del actual Órden Carnivora, pero en una familia extinta llamada Nimravidae, donde notables "dientes de sable" fueron los géneros Hoplophoneus, Eusmilus, Dinictis, Eofelis o Nimravus
La sexta, también dentro de Carnivora, en otra familia extinta muy cercanamente emparentada con los Félidos llamada Barbourofelidae. Los principales "dientes de sable" de esta familia fueron Barbourofelis, Albanosmilus o Ginsburgsmilus, entre otros.
Tanto los Nimrávidos como los Barbourofelidos se conocen como "falsos dientes de sable"
Esqueleto de Barbourofelis, un "falso" dientes de sable |
La séptima y última corresponde a una subfamilia de Felidae llamada Machairodontinae. Estos son los considerados "verdaderos tigres dientes de sable" ("gatos dientes de sable" en la literatura anglosajona). En esta crónica voy a referirme a éstos. A los verdaderos, los fetén. O sea, que tienes que tener claro que cuando te hablen de "tigres" dientes de sable se trata de Félidos, pero correspondientes a una subfamilia hoy extinta. Desde la extinción del último dientes de sable hace 10.000 años, no ha vuelto a surgir el carácter "diente de sable" en ningún otro grupo animal.
Seguramente te preguntarás si esto es normal. Sí, En la Evolución, muchas veces un cierto carácter fisiológico aparece y desaparece varias veces, o simultáneamente en diferentes grupos animales. Piensa, por ejemplo, en las alas, que han sido desarrolladas independientemente a lo largo de la Evolución por los Insectos, los Pterosaurios, los Quirópteros y las Aves.
En el caso de los dientes de sable, está claro que se trata de un carácter que otorga ventajas a sus poseedores. De otro modo no habría aparecido tantas veces durante la Evolución. Ahora bien, si tan ventajoso es, ¿por qué desapareció otras tantas veces?. Se ha calculado que cada grupo de "dientes de sable" que aparecía tardaba una media de ocho millones de años en ocupar el nicho ecológico correspondiente al anterior grupo de "dientes de sable".
Pero para determinar el por qué de la extinción de cada uno de estos grupos de dientes de sable hay que estudiar la influencia de varios factores: qué relación existía entre estos depredadores y sus presas, ¿co-evolucionaron con ellas? ¿se extinguieron con ellas?, ¿qué competidores tenían?, ¿qué tendencias en tamaño y biología mostraban estos grupos? y, sobre todo, ¿cómo usaban sus "dientes de sable"?, cosa nada fácil de responder como verás al final de esta Crónica.
Seguramente te preguntarás si esto es normal. Sí, En la Evolución, muchas veces un cierto carácter fisiológico aparece y desaparece varias veces, o simultáneamente en diferentes grupos animales. Piensa, por ejemplo, en las alas, que han sido desarrolladas independientemente a lo largo de la Evolución por los Insectos, los Pterosaurios, los Quirópteros y las Aves.
En el caso de los dientes de sable, está claro que se trata de un carácter que otorga ventajas a sus poseedores. De otro modo no habría aparecido tantas veces durante la Evolución. Ahora bien, si tan ventajoso es, ¿por qué desapareció otras tantas veces?. Se ha calculado que cada grupo de "dientes de sable" que aparecía tardaba una media de ocho millones de años en ocupar el nicho ecológico correspondiente al anterior grupo de "dientes de sable".
Pero para determinar el por qué de la extinción de cada uno de estos grupos de dientes de sable hay que estudiar la influencia de varios factores: qué relación existía entre estos depredadores y sus presas, ¿co-evolucionaron con ellas? ¿se extinguieron con ellas?, ¿qué competidores tenían?, ¿qué tendencias en tamaño y biología mostraban estos grupos? y, sobre todo, ¿cómo usaban sus "dientes de sable"?, cosa nada fácil de responder como verás al final de esta Crónica.
Y después de esta introducción, voy a hablarte de los "verdaderos" tigres dientes de sable.
Los Machairodontinos. Navajeros del Reino Animal.
Cada vez que ves en el DVD tu película favorita, Ice Age, sin darte cuenta estás viendo un machairodontino en el personaje de Diego, el tigre dientes de sable, seguramente un Smilodon. Como te dije antes, los Machairodontinos fueron una subfamilia dentro de la familia de los gatos, Felidae.
Las tres especies conocidas de Smilodon |
Estos depredadores tuvieron un éxito evolutivo bárbaro: esta subfamilia existió desde el Plioceno (hace 16 millones de años) hasta ayer mismo: el último Dientes de Sable se extinguió al final del Pleistoceno hace unos 10.000 años. Vivieron, además, en todos los continentes excepto en Oceanía. Es cierto que se trató de un grupo exitoso de depredadores, pero yo tampoco diría que fueron los depredadores dominantes. A lo largo de toda su existencia, los "tigres" dientes de sable tuvieron que competir con grandes depredadores: sólo en Norteamérica (¿recuerdas lo que te conté sobre el famoso Rancho La Brea?) compartió espacio con el león americano, el lobo terrible o el oso gigante, y en Eurasia tuvieron que vérselas con el lobo, el leopardo de las cavernas, el león de las cavernas o la hiena de las cavernas.
Los machairodontinos tuvieron probablemente su origen en África. Tradicionalmente esta subfamilia ha sido dividida en cuatro tribus:
- Homotherini, o "dientes de cimitarra", con géneros como Homotherium o Nimravides como más destacados. Sus caninos eran más cortos que el resto de dientes de sable, y su morfología era más esbelta, con patas más largas.
- Machairodontini, que eran propios del Viejo Mundo, con el poderoso género Machairodus como máximo exponente. Esta tribu vivió entre el Mioceno medio y el Pleistoceno temprano.
- Metailurini, distribuidos por todo el mundo entre el Mioceno y el Pleistoceno. Sus dos principales géneros fueron Dinofelis y Metailurus
- Smilodontini, también conocidos como "dientes de puñal", vivieron en todo el mundo entre el Mioceno y el mismísimo final del Pleistoceno hasta hace unos 10.000 años. Fue el último grupo de "dientes de sable" en extinguirse. Smilodon, con tres especies, fue su género "estrella", exclusivo del Continente americano.
Árbol filogenético de los Félidos, mostrando el lugar de los Machairodontinos en él |
A pesar de esta clasificación, otros estudios ponen en duda esta relación entre los machairodontinos, y se propone que existe un grupo de géneros basales (géneros a partir de los cuales aparecen otros géneros descendientes), que serían Promegantereon, Machairodus, Nimravides, Dinofelis y Metailurus, y se definiría un "clado" bien definido de taxones plio-pleistocenos: Megantereon, Smilodon, Amphimachairodus, Homotherium y Xenosmilus, que se denominaría Eumachairodontia. Según estos mismos estudios, la subfamilia Machairodontinae, como tal, no está definida por los "dientes de sable" en sí, sino por los pequeños incisivos inferiores y ciertos caracteres dentarios del primer molar superior y el tercer premolar superior, siendo los grandes caninos un carácter que apareció más tarde.
Los tigres dientes de sable no se parecían mucho a los felinos actuales. Se trataba de animales frecuentemente mayores que los leones y tigres actuales, aunque se daba la lógica variabilidad entre especies. Por ejemplo, Smilodon gracilis, el más pequeño de su género, pesaba entre 55 y 100 kg, S. fatalis, entre 160 y 280 kg y S. populator era el mayor de este género con un peso de entre 220 y 400 kg. Ten en cuenta que el peso promedio de un león actual no llega a los 200 kg.
Por su parte, Machairodus aphanistus estaría en el tamaño de un tigre (peso entre 100 y 240 kg), con M. alberdiae como especie más grácil con 100 kg, y el más grande de este género, M. horribilis, de China, podía pesar hasta 405 kg.
Anatomía general de un machairodontino (Velizar Simeonovski) |
Por tanto, los dientes de sable eran robustos. Su cola estaba reducida a un muñón, por lo que se deduce que no capturaban sus presas ni a la carrera ni con largas persecuciones porque la cola larga es un balancín que equilibra el cuerpo en la carrera. De ahí que se infiera que estos depredadores vivían en áreas boscosas o de matorral, donde pudieran emboscarse y cazar al acecho. En el Rancho La Brea se han conservado más de cien esqueletos de Smilodon perfectamente preservados en las pozas de alquitrán, y por eso está muy estudiado. Las hechuras eran más de oso que de gato, con un conjunto cabeza-cuello más bajo que la cruz y patas anteriores más altas que las traseras.
Alguien ha definido al dientes de sable como "un león con esteroides", lo que nos da idea de lo tremendamente musculado que estaba. Es verosímil imaginar que, una vez un tigre dientes de sable sorprendía a su presa, la debía inmovilizar y reducir usando sus poderosas zarpas. Debía ser todo un tour-de-force.
Cuatro especies de "dientes de sable" |
En la época dorada de los machairodontinos, Machairodus, de probable origen africano, se extendió por todo el Viejo Mundo, mientras que en Norteamérica era Smilodon el dientes de sable más poderoso. Cuando surge el Istmo de Panamá, uniendo Norte y Sudamérica, con el Gran Intercambio Americano llegan a Sudamérica los antepasados de S. populator, que fue la especie que se extendió en toda Sudamérica, hasta la mismísima Tierra de Fuego. Sin embargo, en el Pleistoceno Medio S. fatalis, presente en Norteamérica, emigra también a Sudamérica donde se pensaba que ocupó únicamente la vertiente occidental de los Andes, pero recientes investigaciones sugieren que pudo competir también con S. populator.
Por nuestra parte, en la Península Ibérica los machairodontinos están bien representados. Te voy a destacar especialmente el famoso yacimiento mioceno de las antiguas minas de sepiolita del Cerro de los Batallones, en Torrejón de Velasco, Madrid, donde se ha conservado una magnífica comunidad de carnívoros de la época. Aquí se han recuperado "dientes de sable" como Machairodus aphanistus y un primitivo smilodontino: Promeganthereon ogygia.
¿Qué comían los "dientes de sable"?. En el análisis molecular de los huesos de Smilodon del Rancho La Brea se ha podido averiguar que se alimentaba de grandes presas: el bisonte antiguo Bison antiquus, el camélido Camelops, así como pecaríes, perezosos gigantes y raramente gliptodontes. Esto coincide con la dieta de Smilodon populator en Patagonia, donde se han encontrado sus restos asociados a guanacos (L. guanicoe), vicuñas (Vicugna vicugna), perezosos gigantes como Mylodon darwini) o equinos como Hippidion saldiasi.
Los bisontes fueron presa frecuente de los dientes de sable (Mauricio Antón) |
Entonces, podríamos pensar, ¿eran sus largos colmillos una adaptación para capturar y matar presas grandes?. No sería descabellado pensarlo pero...si nos fijamos en los leones africanos, que cazan presas grandes como cebras o el búfalo cafre, vemos que el león no necesita esos caninos hipertrofiados para hacerlo. Esta reflexión me sirve para introducirte sobre uno de los mayores misterios sobre los tigres dientes de sable: ¿para qué usaban sus colmillos?.
Los grandes colmillos. ¿Para qué y cómo?
Porque la respuesta no es obvia. Lo primero que se nos viene a la cabeza es una bestia de 400 kg clavándole esos "puñales" en la grupa a un bisonte. Pero la cosa no va por ahí. Los especialistas en biomecánica se han pasado décadas devanándose los sesos y construyendo y probando modelos para determinar cómo usaban estos felinos sus "puñales". Han averiguado varias cosas.
Cuando un tigre dientes de sable abría las fauces, la mandíbula inferior tenía que abrirse exageradamente para poder liberar los colmillos. Por eso, los huesos, músculos y ligamentos estaban preparados para abrirse en un ángulo de 128º mientras que, por ejemplo, un león tiene un grado de apertura de 90º. Comparando ambas formas de morder, los especialistas han llegado a la conclusión de que los "dientes de sable" tenían una mordedura débil. Más débil que la del león. De hecho, si un Smilodon aplicase en su mordida la fuerza que usa un león, sus quijadas se partirían.
Los dientes de sable tenían que abrir exageradamente la mandíbula |
¿Recuerdas que te dije que estos colmillos tenían una forma de cuchillo?, pues bien, al tratarse de caninos aplanados en sentido lateral, si se clavaban en el dorso o grupa de una presa existían muchas probabilidades de que se partieran en el forcejeo. Curiosamente, la gran mayoría de los restos de Smilodon hallados en La Brea tienen los colmillos intactos. Era raro que se les rompieran. Por eso, los machairodontinos debían usar de otra manera sus "sables". Pero, ¿cómo?
Los felinos modernos matan a sus presas por sofocación. Muerden con fuerza en la tráquea de la presa para asfixiarla. Pero los dientes de sable no podían matar de esta manera, pues se arriesgaban a que sus espadones se rompieran contra las vértebras cervicales de la presa.
Sólo quedan dos posibilidades donde estos colmillos podían ser letales. O destripar, o degollar. ¿Cuál?
Los dientes de sable podrían abrir el vientre de sus presas para destriparlas, como hacen a veces los Cánidos o las hienas. Pero el inconveniente es que sería una muerte lenta y muy sangrienta, lo que podría atraer a otros carnívoros competidores del "tigre", que le disputarían la presa. Por otro lado, si los dientes de sable destripaban a sus presas, sería necesario que hubiera algún tipo de cooperación entre varios felinos, ya que para uno sólo sería muy complicado dominar a la presa y destriparla, todo en uno. El que los dientes de sable fueran felinos sociales, de todos modos, no es descabellado. En La Brea se han encontrado evidencias indirectas pero circunstanciales.
Lo más probable es que los dientes de sable seccionaran los vasos sanguíneos del cuello (B) |
Queda, como hipótesis más verosímil, la degollación. Según los modelos estudiados, podría ser el modo de empleo más eficaz para los "dientes de sable" y que, a la vez, los preservaría de toda rotura. Lo que haría el animal sería, una vez reducida la presa, dirigirse inmediatamente a su cuello (como hacen los felinos actuales) y, de un corte limpio, seccionarle los vasos sanguíneos del cuello. Si se consigue seccionar la carótida a la primera la muerte sería prácticamente instantánea con lo que se lograría esa muerte rápida y limpia que le interesa al dientes de sable.
MÚSICA RECOMENDADA: John Barry - A view to a kill
Es decir que mataban rápidamente como hacen los felinos en general, lo que los convierte en depredadores "compasivos".
ResponderEliminarGran artículo sobre este increíble felino, quizá algún día le puedan trear a a ka vida de nuevo. Tal ves les interese: https://www.detigres.store/tigre-dientes-de-sable-extincion/
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