Los colibríes: mensajeros del pensamiento.

Querida hija: 

Cuenta una leyenda maya que, cuando todas las cosas fueron creadas, faltaba alguien que llevara los deseos y pensamientos de un lado a otro. Los dioses tomaron entonces una piedra de jade y, con ella, tallaron una flecha muy pequeña. A continuación, soplaron sobre ella y ésta salió volando. Habían creado al xts´unu´um, el colibrí. Era tan frágil y ligero que podía acercarse a las flores sin moverles ni un solo pétalo. Un día, el hombre quiso atraparlo, y los dioses dijeron: “si alguien quiere atrapar un colibrí, éste morirá”. Por eso, si ves un colibrí, no lo asustes, concéntrate en pensamientos positivos hacia todo el mundo y especialmente para tus seres queridos, pues él difundirá esos pensamientos. 

Los colibríes han sido comparados con joyas con alas

Los colibríes son una de las aves más singulares del mundo. La primera vez que yo ví uno, cuando era niño y vivía en Venezuela, no podía creerlo: tan pequeño, libando una flor de un arbusto que crecía en un jardín, casi inmóvil en el aire aleteando como un poseso. Han sido comparados como “joyas con alas”, y no hay mejor forma de definirlos. Vamos a conocerlos mejor en la crónica de hoy. 

Mapa de distribución de los colibríes

Colibríes. Biología de una familia exitosa 

Los colibríes son aves pertenecientes al órden Apodiformes, que engloba a las golondrinas, los vencejos o los aviones. Su nombre significa “sin pies”, porque los tienen muy atrofiados y prácticamente no se pueden posar. A cambio, son voladores incansables. Los colibríes pertenecen, dentro de este Órden, a la familia Trochilidae, y son exclusivamente americanos, extendiéndose desde Alaska hasta la Tierra del Fuego. La enorme riqueza del castellano ha acuñado muchos nombres para ellos: colibríes, zunzunes, picaflores…mientras que en inglés se les denomina hummingbirds, que significa “pájaros zumbadores”, aludiendo al característico zumbido que emiten con su aleteo desenfrenado. 

Se contabilizan 338 especies de colibríes. Ensayo ornitológico de los troquilideos o colibríes de México. 1875

El colibrí llama la atención por dos hechos fundamentales que, como veremos, están relacionados entre sí. El primero de ellos es su tamaño. Los colibríes son las aves más pequeñas del mundo. Su tamaño medio oscila entre los 7,5 y 13 cm de longitud. El colibrí más pequeño y, por tanto, el ave más pequeña del mundo es el colibrí abeja o zunzuncito, Mellisuga helenae, exclusivo de la Isla de la Juventud, en Cuba, que tiene una longitud de 6 cm y un peso de 1 gramo. Por su parte, el mayor de los colibríes es el picaflor gigante Patagona gigas, que tiene una longitud oscilante entre los 18 y 23 cm, con un peso de 23 g. Dos subespecies: la nominal, que vive en el centro-sur de Chile y el oeste de Argentina, y P.g. peruviana, que vive en los Andes desde el Sur de Colombia al Norte de Chile y Noroeste de Argentina. 

El zunzuncito cubano es el pájaro más pequeño del mundo

El segundo hecho que llama la atención es su forma de vuelo. Mueven las alas como los insectos: tan rápidamente que el ojo humano no puede distinguirlo. Son capaces de aletear desde 12 veces por segundo hasta 200 veces por segundo, típicamente en torno de los 80 aleteos por segundo. Su dominio del vuelo es total: hacia arriba, abajo, a los lados, adelante y atrás. Esta característica les permite situarse delante de las flores de cuyo néctar se alimenta, fijar su posición y comer, ya que no pueden posarse aunque algunas especies pueden “colgarse” de perchas. Para poder volar así, los colibríes tienen un esternón muy desarrollado donde se insertan los poderosos músculos del vuelo, y han reducido el tamaño de los huesos del ala. 

Esquema descriptivo del vuelo del colibrí

Aquí está la clave de toda la biología del colibrí. Esa forma de volar consume una cantidad brutal de energía, y por eso los colibríes tienen el mayor metabolismo de los animales homeotermos. Su corazón puede alcanzar los 1.260 latidos por minuto, y respirar a un ritmo de 250 respiraciones por minuto. Para sostener este elevadísimo ritmo biológico, no pueden pasar más de diez minutos sin comer, y lo hacen como sesenta veces al día, atacando unas 1.000 flores diariamente. Toda esa energía la extraen de los azúcares del néctar de las flores. El pico de los colibríes está perfectamente adaptado para esta función: largo y fino, se introduce en la corola de las flores y, debido a su forma (las dos mitades del pico encajan entre sí), puede sacar su larga lengua con el pico muy ligeramente abierto, y absorber el rico néctar. Pero los colibríes desdeñan el néctar que no tenga un contenido mínimo del 25% de azúcar. El néctar les proporciona energía, pero las proteínas deben extraerlas de otro sitio, y lo que hacen es consumir todo tipo de Artrópodos que capturan en las mismas flores. 

El colibrí gigante es el mayor de los colibríes

No obstante, algunas especies de colibríes intentan atacar las flores de una manera que no les obligue a consumir tanta energía, y lo que hacen es perforar la base de las flores en lugar de introducir el pico en la corola. Son los llamados “ladrones” de néctar. El pequeño tamaño de los colibríes es una consecuencia directa de este elevado metabolismo, pues el reducir su tamaño favorece un menor consumo de energía. Su esperanza de vida es, pues, breve: de 2 a 5 años. 

En los EEUU los colibríes son algunas de las “aves de patio” más populares. Te recuerdo, cuando te hablé de las aves estatales de los EEUU, que las aves de patio son las aves que son atraídas por las personas a sus jardines mediante comederos artificiales. Con los colibríes se consigue usando unos recipientes cargados con una solución azucarada que pueden libar. El problema de esta práctica es que los colibríes que vienen a comer aquí, dejan de alimentarse de las flores que, además, polinizan. Éste es un concepto ecológico clave para entender los colibríes. 

A lo largo de la evolución, las flores se han desarrollado en formas y colores para atraer ciertos animales que, al alimentarse de su polen y néctar, pueden llevarlo pegado a su cuerpo de una flor a otra, efectuando la polinización. El colibrí es uno de esos animales. Incluso algunas flores han co-evolucionado con los colibríes de forma que dependen de ellos exclusivamente para polinizarse. Y viceversa, algunos colibríes sólo se alimentan de dichas flores. Un ejemplo de ello es el colibrí espada Ensifera ensifera, cuyo larguísimo pico está especializado en la flor de Passiflora mixta. Por otro lado, el colibrí austral Sephanoides sephanoides integra un curioso trío ecológico: poliniza la flor del quintral (Tryxteryx corymbosus) que, cuando madura, produce unas bayas que no pueden germinar sin pasar antes por el tracto digestivo del monito del monte Dromiciops gliroides, que defeca sus semillas ya aptas para germinar. 

El colibrí espada está especializado en un único tipo de flores

Las flores especializadas en atraer a los colibríes suelen presentar coloraciones en la gama de los naranjas y los rosas, contrastando con la gama de los azules que suelen atraer a los insectos. La dinámica flores-colibríes ha sido uno de los factores que explican el elevado número de especies de colibríes. En efecto, existen actualmente entre 330 y 340 especies de colibríes, dependiendo de la taxonomía que se utilice. Los colibríes más norteños viven en Alaska, y son el colibrí rufo Selasphorus rufus, el colibrí de garganta roja Archilochus colubris, el colibrí de Anna Calypte anna, el colibrí de Costa Calypte costa y el colibrí Calíope Selasphorus calliope. Por su parte, el colibrí más austral es el ya mencionado colibrí austral o picaflor rubí, que es el único colibrí sudamericano que vive fuera de las áreas tropicales. Las especies que viven en áreas de clima frío emigran durante el invierno a latitudes más templadas. 

El máximo número de especies se encuentra en el trópico: 163 especies en Ecuador, 135 en Colombia, 100 en Perú, 97 en Venezuela, que contrastan con las 57 especies de México, de las cuales 19 viven en los EEUU, y 5 en Canadá. Y, dentro de los trópicos, el área de los Andes es la que alberga la mayor diversidad de colibríes, que pueden llegar hasta los 5.000 metros de altitud. Como te decía antes, la simbiosis con las flores puede haber desempeñado un papel en la génesis de esta diversidad. Por ejemplo, se ha constatado que en los Andes hay muchas más flores “ornitófilas” (que favorecen su polinización por medio de pájaros) que en las tierras bajas tropicales. Se cree que cuando se elevaron los Andes, los antepasados de los colibríes que vivían en las tierras bajas, ante la dificultad de competir con los insectos polinizadores, cuyas flores no favorecían el acceso de los colibríes, pudieron diversificarse mediante la co-evolución con las nuevas plantas andinas. Estas flores suelen tener una forma tubular y colgante. 

La variedad física de los colibríes es asombrosa

El pequeño tamaño del zunzuncito cubano, que antes te mencionaba, es consecuencia de la competencia con otros colibríes de pico más grande. Esta especie prefirió desarrollar un enanismo para “bajar de nivel” y competir ya no con otros colibríes, sino con los insectos, para el acceso a las flores que les interesan. La gran variedad de flora tropical y subtropical proporcionó medios para que, mediante la diversificación de especies, se minimizara la competencia entre ellos. 

Existe también diferencia de tamaño entre machos y hembras. La regla general es que las hembras son mayores que los machos. La explicación está en el complicado cortejo que los machos ofrecen a las hembras en la época de la reproducción. El macho realiza una serie de cabriolas aéreas, ascensiones y descensos suicidas (algunas especies pueden volar hasta a 150 km/h, como Colibri thalassinus), y esto hace que el consumo energético del macho sea superior al de la hembra. Por eso, la evolución favoreció a los machos de tamaño más pequeño. Esto, a su vez, hace que machos y hembras se segreguen también en cuanto a las zonas de alimentación, ya que las hembras pueden alcanzar el fondo de flores más grandes que los machos. La coloración de los machos suele ser más intensa que en las hembras, y esta coloración se favorece por el fenómeno de iridiscencia que presentan sus plumas. Pero no es ésta una regla que se cumpla en la generalidad de la familia. 

En algunas especies el cortejo se realiza mediante la modalidad de “lek”, es decir, un terreno donde varios machos se exhiben en una lucha incruenta para atraer a las hembras. En cualquier caso los machos no participan en la construcción del nido, que consta de una depresión en forma de copa situada en ramas de los árboles, y forrada con telas de araña. Después de un periodo de incubación entre 14 y 23 días, la hembra pone dos huevos, del tamaño de un grano de café. 

Existen dos tipos de colibríes: los territoriales, que defienden sus fuentes de alimentación de un terreno dado, y los “ruteros”, que realizan una ruta de forrajeo más o menos constante. Estos últimos suelen alimentarse en las partes inferiores y posteriores de las plantas para evitar a los colibríes territoriales a los que “pertenecen” estas plantas. El estilo de vida de los colibríes depende de la vista. Por eso, tienen uno de los cerebros más grandes de las aves, que supone el 4,2% de su peso corporal. 

Origen de los colibríes 

Es complicado saber cómo y dónde se originaron los colibríes porque, debido a su pequeño tamaño, escasean fósiles que se hayan conservado. La teoría más aceptada es que los colibríes se originaron en golondrinas que experimentaron una mutación que les permitió “captar” el sabor de los azúcares del néctar de las flores. Mediante un proceso de “adicción” al azúcar (esto es cosecha mía, ya que es bien sabido que el azúcar provoca adicción), se fueron aficionando al néctar y este hecho fue el que estimuló las variaciones físicas tendentes a favorecer una forma de alimentación en vuelo suspendido delante de una flor. Los antecesores de los colibríes se cree que se originaron en Eurasia y posteriormente colonizaron Sudamérica. 

El suimanga malaquita es un Nectarínido africano. Ocupan el mismo nicho ecológico que los colibríes

Una vez allí, la colonización fue más importante que la vicariancia (especiación in situ) en la expansión de la familia. De hecho, los colibríes han sido capaces de superar obstáculos geográficos muy importantes, como cordilleras elevadas y anchos ríos, así como brazos de mar de moderada extensión. Son buenos voladores. Este proceso de colonización de Sudamérica se produjo hace unos 22 millones de años, y en el Mioceno, hace entre 12 y 13 millones de años se produjo una radiación adaptativa que dio origen a la gran variedad actual de especies, durante la elevación de la Cordillera de los Andes. De hecho, los colibríes han demostrado ser una especie tan plástica y dinámica que a día de hoy sigue produciéndose este proceso de colonización. 

La familia Trochilidae no es, a pesar de sus singularidades, única en el mundo. La alimentación nectarívora existe también en el Viejo Mundo, y se han dado interesantes fenómenos de convergencia evolutiva con los Nectarinidae de los trópicos del Viejo Mundo y Australia, y los Melliphagidae de Oceanía. En todos los casos se da el pequeño tamaño y una forma de volar parecida, si bien en los colibríes americanos estas características han alcanzado su perfección y sus últimas consecuencias. 

El picoespina oriental es un Melifágido australiano, equivalente a los colibríes

La principal amenaza para los colibríes está en la pérdida de su hábitat. La deforestación que se produce en América para lograr extensiones cada vez mayores para la ganadería y la agricultura industrial, así como para las actividades mineras legales e ilegales, lleva a la desaparición de las plantas de cuyas flores se alimentan. Actualmente existen 28 especies de colibríes en peligro de extinción, entre las que se encuentran la amazilia manglera Amazilia boucardi, el colibrí oaxaqueño Euperusa cyanophrys o el quicha de Soatá Amazilia costaneiventris.

Comentarios

  1. Los colibrís es muy interesante su forma de vida cómo es que se reproducen y también sus aparatos del cuerpo son también muy tímidos y aislados de las personas también es muy importante cómo hacen sus nidos para proteger a sus bebés es muy interesante el tema y su forma de vivencia

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  2. Fascinante. Es mi pajarito preferido
    Ellos ur en por mis flores a mi jardín
    Son tan especiales Love them
    Gracias por su artículo
    Vivo en baja CA

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  3. Buena información, ¡Te felicito! Un saludo desde Chile, uno de los lugares donde habita el Picaflor más grande del mundo.

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