Pasaje a la India (II). El elefante asiático.
Querida hija:
En el primer capítulo de esta serie dedicada a mostrarte la particular relación que la cultura india tiene con la fauna silvestre te hablé del tigre de Bengala. En esta segunda entrega te hablaré del elefante asiático, menos mediático que sus primos africanos pero igualmente interesante y, además, que forma una parte importante de la cultura de India, como vas a ver puesto que fue domesticado. Pero, además, tiene su propio papel en la religión hinduista. Vamos a conocer a elefante en India.
El elefante forma parte importante de la cultura india |
EL ELEFANTE ASIÁTICO: BIOLOGÍA Y GENERALIDADES
En el pasado, el Órden Proboscidea estaba muy diversificado y extendido prácticamente por todo el mundo: diversas especies de elefantes (incluso especies enanas), además de mamuts y mastodontes pululaban por diversos ecosistemas en todo el planeta. Este grupo de mamíferos entró en regresión y actualmente sólo existen dos géneros de elefantes: Loxodonta en África y Elephas en Asia. Voy a hablarte concretamente de este último, cuya única especie existente es Elephas maximus, el elefante asiático.
Parece ser que el género Elephas se originó en África hace entre 6 - 7 millones de años y a partir del Plioceno se extiende también por Asia hace unos 4 millones de años. Posteriormente desaparece de África y queda recluido en el Sur de Asia, especialmente en la región Indomalaya. Como curiosidad, te diré que el elefante asiático es el pariente vivo más cercano de los extintos mamuts.
El elefante asiático es muy distinto del africano |
Aunque su aspecto general es, inconfundiblemente, de elefante, tiene ciertas diferencias con el elefante africano. Es más pequeño, alcanzando una altura de entre 2 y 3,5 metros frente a los 2,7 - 4 de los africanos, con el peso en relación. El mayor elefante asiático conocido fue abatido en 1924 por el Maharajá de Susang, en Assam (India): arrojó un peso de 7,7 toneladas y una altura de 3,43 m. Las orejas son mucho más pequeñas, no llegan a cubrir los hombros, la espalda más arqueada y la cola más larga. La cabeza es abultada, a diferencia de la cabeza plana del africano.
Otra diferencia está en los colmillos (que, en realidad, son incisivos). Las hembras usualmente no tienen colmillos y cuando los tienen son muy cortos y se ven normalmente sólo cuando abren la boca. Algunos machos, por su parte, también carecen de colmillos. Estos machos reciben el nombre de filsy majnas, y es una característica que se da sobre todo en la subespecie de Sri Lanka. Los colmillos más largos registrados en un elefante cazado tenían 5 metros de longitud.
El elefante asiático ocupa hábitats boscosos, tanto en bosques tropicales húmedos como en bosques secos, donde consume todo tipo de materia vegetal (en 112 especies de plantas), y necesitan consumir diariamente entre 80 y 200 litros de agua. Se ha registrado la presencia de elefantes hasta una altitud máxima de 3.000 metros.
Elefantes tomando un baño |
Al igual que sucede con los elefantes africanos, el elefante asiático se estructura en grupos de hembras (dirigidos por una matriarca) con sus hijos, mientras que los machos se dispersan al llegar a la adolescencia y llevan una vida solitaria, aunque a veces forman "grupos de solteros", y buscarán a la hembra en la época de celo comunicándose mediante infrasonidos. De todos modos, los lazos sociales entre los elefantes asiáticos tienden a ser más laxos y fluidos que en el caso de las sociedades de elefantes africanos.
Los elefantes machos alcanzan la madurez sexual entre los 12 y 15 años, y entre los 10 y los 20 pueden experimentar "subidones" de testosterona (100 veces más que en condiciones normales) que los convierte en animales muy peligrosos. Este estado de peligrosidad dominada por la testosterona es denominado musth en India. El periodo de gestación dura entre 18 y 22 meses, y al cabo la hembra da a luz una cría, excepcionalmente gemelos. Si la cría es hembra, permanecerá en la manada. Las hembras suelen dar a luz cada 4 - 5 años ya que no vuelven a entrar en estro hasta que la cría se ha destetado por completo.
Situación taxonómica de los elefantes asiáticos |
Originalmente, el área de distribución del elefante asiático era más amplia: desde Mesopotamia hasta Borneo y Sumatra. Pero la presión humana, la caza, la domesticación y sobre todo la destrucción de su hábitat han reducido hoy la presencia del elefante a poblaciones dispersas y aisladas en India, Ceilán, Nepal, Birmania, Indochina, alguna localidad de China, así como Borneo y Sumatra. Se reconocen actualmente tres subespecies:
- Elephas maximus maximus, la subespecie nominal en Sri Lanka.
- E. m. indicus, el elefante indio, presente en el continente. Es la subespecie presente en India.
Existe controversia acerca de la población de elefantes de Borneo. Tradicionalmente ha sido incluido dentro de las subespecies india o sumatrana, y no queda claro si puede constituir una subespecie propia. Actualmente el elefante asiático se considera "En Peligro", y se calcula una población total de entre 41.000 y 52.000 ejemplares silvestres.
Al menos dos subespecies han sido exterminadas por los humanos: el elefante de Oriente Medio E. m. asurus, exterminado hacia el año 100 a. C. y el elefante chino E. m. rubridens, exterminado en torno al siglo XV.
Situación del elefante en India.
Por su parte, en India se halla aproximadamente el 60% de la población mundial de elefantes asiáticos, con una población de entre 28.000 y 31.000 ejemplares, que gozan del máximo nivel de protección, aunque eso no le libra de la caza ilegal por sus colmillos ni de la destrucción de su hábitat, ni de las capturas de ejemplares para domesticación.
Actualmente el elefante ocupa, en India, un área que constituye sólo el 3,5% de su extensión original, que era todo el subcontinente, del que empezó a desaparecer a partir de la extensión de la agricultura en el siglo XIX. Actualmente su población se estructura en cuatro núcleos geográficos separados entre sí:
Distribución del elefante en India |
- Núcleo 1: Noroeste. A lo largo de las faldas del Himalaya en Uttarajand, parte de Uttar Pradesh hasta el límite con Nepal. Destacan los Parques Nacionales de Rajiji y Corbett. Unos 1.700 ejemplares.
- Núcleo 2: Nordeste. Al pie del Himalaya Oriental, desde el norte de Bengala Occidental hacia los estados orientales de Assam, Nagaland, Arunachal Pradesh, Manipur, Mizoram, Tripura y Meghalaya. Entre 9.000 y 9.500 ejemplares.
- Núcleo 3: Este-Central. Meseta de Chota Nagpur en los Estados de Orissa y Jharkhand, con reciente expansión hacha Chhatisgarh y Andhra Pradesh. Unos 2.600.
- Núcleo 4: Sur. En las colinas boscosas de los Ghats en los Estados de Karnataka, Kerala y Tamil Nadu. Es el mayor núcleo de población de elefantes en India, con unos 14.000 ejemplares.
Existe, además, una pequeña población de 40 elefantes asilvestrados en las Islas Andamán, introducidos por una compañía maderera que cerró, abandonándolos en 1962.
EL ELEFANTE Y LA CULTURA INDIA
Domesticación
El elefante asiático ha sido domesticado desde antiguo. En India existe constancia de su domesticación ya en tiempos de la Civilización Del Valle del Indo, como atestigua el sello de Pashupati, encontrado en Mohenjo-Daro y datado hace entre 2.600 y 2.000 años antes de Cristo. En este sello de esteatita aparecen representados varios animales, entre ellos (y por primera vez) un elefante con lo que aparentemente es una especie de silla de montar.
Debido a su tamaño y su fuerza, el elefante ha sido usado para transportar y mover objetos pesados y cargas, pero también ha sido usado como arma militar: se les montaban encima plataformas donde se apostaban arqueros que podían disparar sus flechas desde una posición ventajosa. En el Imperio Maurya (siglos IV - III a. C.) existían varios miles de elefantes en el Ejército. Este uso del elefante como arma militar alcanzará su auge en la India mogol del siglo XVII, pero desde entonces su uso declina y es relegado a bestia de carga. En el Tratado Arthasastra se explicaba con detalle cómo se capturaba, entrenaba y usaba en el campo de batalla a los elefantes, todo ello testificado por Megástenes, embajador griego en la India Chandragupta.
Y éste es el problema de la domesticación del elefante asiático: no puede criar en cautividad, por lo que los elefantes se capturan en estado salvaje y se entrenan hasta que son capaces de cumplir las órdenes de su mahut, o jinete. Se ha calculado que en el periodo 1868 - 1980 se capturaron entre 30.000 y 50.000 elefantes para servir a diversos propósitos domésticos.
Un aspecto más macabro del uso doméstico del elefante fueron las "ejecuciones por elefante". En efecto, durante la mayor parte de la Historia de India, el elefante fue usado como "ejecutor" de pena capital mediante aplastamiento o desmembramiento del reo. Tremendo. Tanto los Estados hindúes como los Estados musulmanes en India prescribían esta horrible pena capital para evasores de impuestos, rebeldes o soldados extranjeros. Las "Leyes de Manu", compiladas hacia el 200, condenaba a la "pena capital por elefante" a una serie de delitos.
Los europeos, que ya en el siglo XVIII estaban ampliamente establecidos en India, describían con asco esta pena capital en la India mogol, y por eso conocemos sus horrendos detalles. Este tipo de ejecuciones continuaron bien avanzada la segunda mitad del siglo XIX. Así, en 1868, Louis Rousselet, que estaba conduciendo una expedición a India Central, describió una de estas ejecuciones de un criminal mediante aplastamiento por un elefante. Se puso la cabeza del reo en un pedestal, y el elefante se la aplastó de un pisotón.
Con la consolidación del Poder británico en India, y la imposición de un sistema judicial y penitenciario de corte europeo, terminó esta práctica progresivamente.
Actualmente, en India, se calcula que existen aproximadamente entre 3.500 y 3.700 elefantes en cautividad, para diversos propietarios: circos, zoológicos, templos religiosos, gestores y empresas madereras, o empresas turísticas. Según la Ley india, cada propietario debe exhibir un certificado de propiedad y tener instalado un "chip" que identifica al animal, Ley que sólo se cumple a medias.
El elefante en la religión
En las tradiciones religiosas de India el elefante tiene un fuerte simbolismo, pues representa la realeza, la majestad, la fuerza, la divinidad, la fertilidad, la abundancia, la inteligencia y el poder destructivo.
EL ELEFANTE Y LA CULTURA INDIA
Domesticación
El elefante asiático ha sido domesticado desde antiguo. En India existe constancia de su domesticación ya en tiempos de la Civilización Del Valle del Indo, como atestigua el sello de Pashupati, encontrado en Mohenjo-Daro y datado hace entre 2.600 y 2.000 años antes de Cristo. En este sello de esteatita aparecen representados varios animales, entre ellos (y por primera vez) un elefante con lo que aparentemente es una especie de silla de montar.
Sello de Pashupati, Museo Nacional, Nueva Delhi. |
Debido a su tamaño y su fuerza, el elefante ha sido usado para transportar y mover objetos pesados y cargas, pero también ha sido usado como arma militar: se les montaban encima plataformas donde se apostaban arqueros que podían disparar sus flechas desde una posición ventajosa. En el Imperio Maurya (siglos IV - III a. C.) existían varios miles de elefantes en el Ejército. Este uso del elefante como arma militar alcanzará su auge en la India mogol del siglo XVII, pero desde entonces su uso declina y es relegado a bestia de carga. En el Tratado Arthasastra se explicaba con detalle cómo se capturaba, entrenaba y usaba en el campo de batalla a los elefantes, todo ello testificado por Megástenes, embajador griego en la India Chandragupta.
En el Imperio Maurya ya se usaba el elefante con propósitos militares |
Y éste es el problema de la domesticación del elefante asiático: no puede criar en cautividad, por lo que los elefantes se capturan en estado salvaje y se entrenan hasta que son capaces de cumplir las órdenes de su mahut, o jinete. Se ha calculado que en el periodo 1868 - 1980 se capturaron entre 30.000 y 50.000 elefantes para servir a diversos propósitos domésticos.
Un aspecto más macabro del uso doméstico del elefante fueron las "ejecuciones por elefante". En efecto, durante la mayor parte de la Historia de India, el elefante fue usado como "ejecutor" de pena capital mediante aplastamiento o desmembramiento del reo. Tremendo. Tanto los Estados hindúes como los Estados musulmanes en India prescribían esta horrible pena capital para evasores de impuestos, rebeldes o soldados extranjeros. Las "Leyes de Manu", compiladas hacia el 200, condenaba a la "pena capital por elefante" a una serie de delitos.
La ejecución por elefante fue común en India hasta el siglo XIX |
Los europeos, que ya en el siglo XVIII estaban ampliamente establecidos en India, describían con asco esta pena capital en la India mogol, y por eso conocemos sus horrendos detalles. Este tipo de ejecuciones continuaron bien avanzada la segunda mitad del siglo XIX. Así, en 1868, Louis Rousselet, que estaba conduciendo una expedición a India Central, describió una de estas ejecuciones de un criminal mediante aplastamiento por un elefante. Se puso la cabeza del reo en un pedestal, y el elefante se la aplastó de un pisotón.
Con la consolidación del Poder británico en India, y la imposición de un sistema judicial y penitenciario de corte europeo, terminó esta práctica progresivamente.
Actualmente, en India, se calcula que existen aproximadamente entre 3.500 y 3.700 elefantes en cautividad, para diversos propietarios: circos, zoológicos, templos religiosos, gestores y empresas madereras, o empresas turísticas. Según la Ley india, cada propietario debe exhibir un certificado de propiedad y tener instalado un "chip" que identifica al animal, Ley que sólo se cumple a medias.
El elefante en la religión
En las tradiciones religiosas de India el elefante tiene un fuerte simbolismo, pues representa la realeza, la majestad, la fuerza, la divinidad, la fertilidad, la abundancia, la inteligencia y el poder destructivo.
El vehículo de Indra es un elefante llamado Airavath, que de acuerdo con los Puranas, surgió de la agitación del océano por los dioses y los demonios, y fue dado a Indra como regalo. Pero la deidad hindú que mejor se asocia con el elefante es Ganesha, que tiene cuerpo humano y cabeza de elefante. Existen muchas leyendas acerca del origen de Ganesha, pero la más extendida dice que es el hijo de Parvati, la Diosa de las montañas y esposa de Shiva. Un día, Parvati decidió tomar un baño y necesitó de un vigilante que guardara su pudor. Entonces Parvati creó a Ganesha a partir de su propia suciedad corporal, pero se trataba de un apuesto muchacho. Ganesha realizó tan bien su cometido que ni siquiera permitió el paso a su esposo, Shiva, quien, presa de los celos lo decapitó y sustituyó su cabeza por la de un elefante.
Cada parte del cuerpo de Ganesha tiene un simbolismo: su cabeza simboliza la capacidad para adquirir sabiduría y conocimiento, abundando en la idea popular de que el elefante es un animal sabio y muy inteligente. Sus grandes orejas representan la virtud de escuchar con paciencia, sus pequeños ojos pueden ver el futuro y reconocer la Verdad, y su trompa es capaz de oler el Bien y el Mal. El creyente hindú reza a Ganesha para que desaparezcan todos los obstáculos que lo separan de un propósito, ya que el elefante por su enorme fortaleza es capaz de eliminar obstáculos pesados.
El elefante también es un animal adorado por los budistas, no olvides que el Budismo nació en India, y los primeros grandes imperios indios fueron confesionalmente budistas. Según los budistas, cuando la madre de Buda quedó embarazada de él, tuvo un sueño consistente en un elefante blanco, que le dio una flor de loto y rodeó su cuerpo tres veces, penetrándola a continuación. Al despertarse supo que había sido una profecía divina y por eso Buda se considera especialmente ligado a la figura del elefante.
Por consiguiente, los elefantes son protagonistas de innumerables festivales y procesiones hinduistas que se celebran por todo el país, pero especialmente en los Estados del Sur donde, como en Kerala, existe una verdadera elefantemanía (el elefante es símbolo del Estado). Por eso, los templos son grandes propietarios de elefantes, que adornan profusamente para los festivales y festividades. En India, el templo de Guruvayur, en Kerala, posee la mayor granja de elefantes del país, en Punnathurkotta, con más de 60 elefantes en cautividad.
Importantes festivales donde los elefantes son protagonistas son, por ejemplo, Thrissur Puram, Sree Poornathrayesa, Chinakkathur Puram, Peruvanam Puram, o el Festival del Elefante de Kaziranga, que es laico, entre otros muchos más.
Conflictos con humanos
A pesar de esta íntima relación con los humanos, también existe un grave conflicto entre elefantes y humanos, debido a la progresiva desaparición del hábitat y refugio para los elefantes salvajes, lo que ha puesto a elefantes y humanos en más estrecho contacto. El elefante está cada vez más enclaustrado en hábitats cada vez más fragmentados y los roces son más frecuentes.
Sucede que los elefantes, sobre todo lo que se encuentran viviendo en áreas muy humanizadas, pueden causar graves daños a los cultivos de los humanos. Pero sobre todo existen situaciones en las que un elefante enfurecido puede cargar contra un humano, matándole. Normalmente el elefante rehúye al ser humano pero como te he explicado más arriba, los machos solitarios pueden ser peligrosos si están bajo el influjo del musth, o simplemente si interpretan algún movimiento humano como una amenaza para él. O, más frecuentemente, hembras con crías pequeñas pueden ser también peligrosas. Es mejor tener respeto por estos animales y saber mantener las distancias.
Por ejemplo, en el Nordeste de India, entre 1980 y 2003 estos conflictos han costado la vida a 1.150 humanos y 370 elefantes y, en todo el país, entre 1998 y 2001 fueron 900 los muertos humanos, a razón de 250 - 300 por año, y 400 en 2010. En represalia, los humanos mataron a 200 elefantes entre 2001 y 2011. Es todo un problema. Incluso se ha documentado un caso de una elefanta que mató y devoró a un humano: esta elefanta había perdido hacía poco a su hijo en un incidente con unos granjeros. Parece ser que este triste suceso le provocó un trastorno mental que le hizo ver a los humanos como una amenaza e incluso como fuente de comida, en un comportamiento completamente extraño. Cuando fue abatida esta elefanta, el análisis de su estómago confirmó que había consumido carne humana.
Para intentar prevenir este tipo de conflictos, se usan medios como barreras electrificadas, que pierden mucha efectividad en lugares de elevada pluviosidad, o patrullas anti-depredación dotadas de vehículos y luces, que "espantan" a los elefantes cuando se acercan demasiado a plantaciones de té o jardines privados, pero todos estos métodos sólo están teniendo éxitos parciales.
MÚSICA RECOMENDADA: Ravi Shankar/George Fenton: Gandhi
El Dios Ganesha |
Cada parte del cuerpo de Ganesha tiene un simbolismo: su cabeza simboliza la capacidad para adquirir sabiduría y conocimiento, abundando en la idea popular de que el elefante es un animal sabio y muy inteligente. Sus grandes orejas representan la virtud de escuchar con paciencia, sus pequeños ojos pueden ver el futuro y reconocer la Verdad, y su trompa es capaz de oler el Bien y el Mal. El creyente hindú reza a Ganesha para que desaparezcan todos los obstáculos que lo separan de un propósito, ya que el elefante por su enorme fortaleza es capaz de eliminar obstáculos pesados.
El elefante también es un animal adorado por los budistas, no olvides que el Budismo nació en India, y los primeros grandes imperios indios fueron confesionalmente budistas. Según los budistas, cuando la madre de Buda quedó embarazada de él, tuvo un sueño consistente en un elefante blanco, que le dio una flor de loto y rodeó su cuerpo tres veces, penetrándola a continuación. Al despertarse supo que había sido una profecía divina y por eso Buda se considera especialmente ligado a la figura del elefante.
Elefantes en el Festival Thrissur Puram, Kerala |
Por consiguiente, los elefantes son protagonistas de innumerables festivales y procesiones hinduistas que se celebran por todo el país, pero especialmente en los Estados del Sur donde, como en Kerala, existe una verdadera elefantemanía (el elefante es símbolo del Estado). Por eso, los templos son grandes propietarios de elefantes, que adornan profusamente para los festivales y festividades. En India, el templo de Guruvayur, en Kerala, posee la mayor granja de elefantes del país, en Punnathurkotta, con más de 60 elefantes en cautividad.
Importantes festivales donde los elefantes son protagonistas son, por ejemplo, Thrissur Puram, Sree Poornathrayesa, Chinakkathur Puram, Peruvanam Puram, o el Festival del Elefante de Kaziranga, que es laico, entre otros muchos más.
Conflictos con humanos
A pesar de esta íntima relación con los humanos, también existe un grave conflicto entre elefantes y humanos, debido a la progresiva desaparición del hábitat y refugio para los elefantes salvajes, lo que ha puesto a elefantes y humanos en más estrecho contacto. El elefante está cada vez más enclaustrado en hábitats cada vez más fragmentados y los roces son más frecuentes.
Sucede que los elefantes, sobre todo lo que se encuentran viviendo en áreas muy humanizadas, pueden causar graves daños a los cultivos de los humanos. Pero sobre todo existen situaciones en las que un elefante enfurecido puede cargar contra un humano, matándole. Normalmente el elefante rehúye al ser humano pero como te he explicado más arriba, los machos solitarios pueden ser peligrosos si están bajo el influjo del musth, o simplemente si interpretan algún movimiento humano como una amenaza para él. O, más frecuentemente, hembras con crías pequeñas pueden ser también peligrosas. Es mejor tener respeto por estos animales y saber mantener las distancias.
Elefantes invadiendo un terreno humano. Foto: Annette Bonnier |
Por ejemplo, en el Nordeste de India, entre 1980 y 2003 estos conflictos han costado la vida a 1.150 humanos y 370 elefantes y, en todo el país, entre 1998 y 2001 fueron 900 los muertos humanos, a razón de 250 - 300 por año, y 400 en 2010. En represalia, los humanos mataron a 200 elefantes entre 2001 y 2011. Es todo un problema. Incluso se ha documentado un caso de una elefanta que mató y devoró a un humano: esta elefanta había perdido hacía poco a su hijo en un incidente con unos granjeros. Parece ser que este triste suceso le provocó un trastorno mental que le hizo ver a los humanos como una amenaza e incluso como fuente de comida, en un comportamiento completamente extraño. Cuando fue abatida esta elefanta, el análisis de su estómago confirmó que había consumido carne humana.
Para intentar prevenir este tipo de conflictos, se usan medios como barreras electrificadas, que pierden mucha efectividad en lugares de elevada pluviosidad, o patrullas anti-depredación dotadas de vehículos y luces, que "espantan" a los elefantes cuando se acercan demasiado a plantaciones de té o jardines privados, pero todos estos métodos sólo están teniendo éxitos parciales.
MÚSICA RECOMENDADA: Ravi Shankar/George Fenton: Gandhi
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