Los reptiles marinos (y II). Las tortugas marinas
Querida hija:
Las tortugas marinas son el otro grupo existente de reptiles marinos hoy día. A diferencia de las serpientes marinas de las que te hablé en la crónica anterior, las tortugas marinas son pocas especies y todas ellas se encuentran en peligro de exterminio y por eso se han convertido en especies símbolo de la lucha contra la degradación de los ecosistemas marinos, y que desempeñan un papel clave en sus ecosistemas. Primero te daré las pinceladas básicas sobre este grupo de reptiles, con sus especies. Luego te daré más detalles sobre su biología y haré mención sobre las tortugas marinas que viven en España.
Tortuga carey (Stock/Overdose) |
Las tortugas marinas. Conceptos básicos.
Las tortugas marinas pertenecen al Orden Quelonios o, como se le denomina más modernamente, Testudines. Dentro de este orden, se encuadran en la superfamilia Chelonoidea, que engloba a su vez dos familias: Cheloniidae, con seis especies, y Dermochelydae, con una especie. La diferencia entra ambas familias es que las quelónidas tienen el caparazón rígido y formado por placas reconocibles, mientras que las dermoquélidas tienen el caparazón blando y sin placas reconocibles. En total, pues, tenemos siete especies de tortugas marinas. Compara con las 71 especies de serpientes marinas.
Al igual que sucedía con las serpientes marinas, las tortugas marinas llevan una vida completamente oceánica, si bien al igual que sucedía con las kraits, tienen que desovar en tierra pero en este caso únicamente las hembras son las que arriban a las playas para poner los huevos ya que los machos jamás pisan tierra.
Clasificación de las tortugas marinas |
Las tortugas marinas son animales de buen tamaño: entre 60 y 120 cm de longitud con un peso medio en torno a 50 kg, siendo la más grande de todas la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), única especie actual de la familia Dermochelydae, con una longitud que puede llegar a los 2 metros y pesar entre 700 y 900 kg.
El cuerpo de las tortugas marinas ha sufrido importantes modificaciones para adaptarse a la forma de vida marina. En primer lugar, sus extremidades se han transformado en palas o remos que no sólo permiten a la tortuga nadar de una forma eficiente sino que también le ayudan a sujetar o manejar su comida, a diferencia de lo que sucede con las tortugas terrestres o acuáticas, cuyas extremidades son exclusivamente locomotoras. En segundo lugar, las dos partes del caparazón (el espaldar y el plastrón) se han "soldado" entre sí a todo lo largo del borde para ofrecer un perfil hidrodinámico al desplazarse.
Las extremidades de la tortuga marina se han transformado en aletas (Jennifer Fairman) |
Las tortugas marinas no pueden retraer su cuello dentro del caparazón como sí hacen las tortugas terrestres, en parte debido a esta soldadura de las dos partes del caparazón. Al llevar una vida marina, las tortugas marinas deben, igual que hacían las serpientes marinas, expulsar de su cuerpo el exceso de sales marinas. Para ello, las serpientes tenían unas glándulas sublinguales y las tortugas, en este caso, usan las glándulas lacrimales, capaces de producir lágrimas con una concentración en sales mayor aún que la propia agua marina.
Como buenos reptiles, las tortugas marinas necesitan regular su temperatura interna (con una excepción que verás luego). Lo hacen ganando o perdiendo profundidad en la inmersión o aumentando el ritmo de natación para "entrar en calor". Una tortuga marina puede permanecer bajo el agua sin salir a respirar un máximo de 4 a 7 horas.
Anatomía básica de una tortuga boba. Infografía de Glauco Lara para O Estadao |
Las tortugas marinas están distribuidas en aguas tropicales y subtropicales/templadas de todo el mundo. Viven todo el año en las aguas próximas a los continentes (plataforma continental) y para desovar necesitan playas arenosas a las que se desplazan mediante migraciones que pueden alcanzar largas distancias. Suele decirse que las tortugas van a desovar a las mismas playas en las que nacieron pero esto es verdad sólo en parte ya que no es un comportamiento generalizado en todas las especies.
Estas son las siete especies de tortuga marina existentes:
Tortuga verde (Chelonia mydas). De gran tamaño (1,66 m de longitud y 200 kg de peso promedio), se distribuye en mares tropicales y subtropicales de todo el mundo con dos poblaciones bien definidas en el Atlántico y el Pacífico. La población atlántica tiene sus principales sitios de nidificación en las islas del Caribe, la costa Sudoriental de los EEUU, la costa caribeña de Costa Rica, la Costa Este de Sudamérica y en islas determinadas del Atlántico Sur. La población indo-pacífica tiene sus principales lugares de nidificación en Hawaii, en las islas del Pacífico Sur, México, la Costa Norte de Australia y el Sureste asiático, así como India/Pakistán y algunos puntos concretos de la costa oriental africana y Madagascar. Categoría IUCN: En Peligro.
Tortuga carey (Eretmochelys imbricata). Al igual que la tortuga verde, presenta dos sub-poblaciones que en esta especie constituyen subespecies separadas: E. i. imbricata en el Atlántico y E. i. bissa. en el Indo-Pacífico. Con 1 metro de longitud y 80 kg de peso promedio. La subespecie atlántica tiene sus mejores sitios de anidamiento en el Caribe (Antillas menores, Costa Rica y Yucatán) y la costa nordeste de Sudamérica. La población indo-pacífica tiene sus mejores lugares de anidamiento más dispersos desde la costa índica africana hasta la costa pacífica sudamericana.
Las siete especies de tortugas marinas. Ilustración de Roger Hall |
Tortuga boba (Caretta caretta). Unos 90 cm de longitud y 125 kg de peso promedio. Es la mayor especie de las quelónidas (caparazón duro) y sólo cede en tamaño a la tortuga laúd. Tiene la distribución y áreas de anidamiento más amplia y cosmopolita de todas las tortugas marinas, siendo vista comúnmente en el Mediterráneo y, por consiguiente, en aguas españolas. Si bien en el Océano Atlántico su mayor concentración se da a lo largo de la costa Sureste de los EEUU y el Golfo de México, con muy pocas en el Atlántico oriental. En el Océano Índico su mejor sitio de anidamiento es Omán, en la Península Arábiga. En el Pacífico, los mejores lugares de anidamiento se encuentran en Australia oriental y Japón.
Tortuga olivácea (Lepidochelys olivacea). Es la tortuga más abundante y la segunda más pequeña con 61 cm de longitud y muy raramente superando los 50 kg de peso. Se distribuye en aguas tropicales del indo-pacífico siendo mucho más rara en el Océano Atlántico. Sus mejores lugares de anidamiento en el Océano Índico están en el Estado de Odisha (India) y en el Pacífico en México y Costa Rica.
Tortuga bastarda (L. kempii). Con una longitud de 70 cm y un peso medio de 45 kg. Tiene una distribución restringida a aguas tropicales y templadas del Golfo de México, el Caribe y el Atlántico noroccidental. Casi todas las hembras acuden a anidar en una única playa: Rancho Nuevo, en el Estado mexicano de Tamaulipas adonde acuden en masa en acontecimientos llamados arribadas.
Tortuga plana (Natator depressus). Longitud entre 76 y 96 cm y peso medio de 70 a 90 kg. Tiene la distribución más restringida de todas las tortugas marinas pues sólo se la encuentra en aguas de plataforma continental en torno a las costas Oeste, Norte y Este de Australia, así como al Sur de Nueva Guinea, con cuatro áreas de playas de anidamiento a lo largo de las aguas subtropicales y tropicales de la mitad Norte de Australia y una playa al Sur de Nueva Guinea.
Tortuga laúd (Dermochelys coriacea). Como única representante actual de la familia Dermochelydae y tortuga marina más grande del mundo, su aspecto es inconfundible. En el pasado hubo más representantes de esta familia pero todos se han extinguido seguramente debido a que su caparazón blando les ofrece menos capacidad defensiva ante depredadores que las Quelónidas, de caparazón duro. Tal vez la tortuga laúd ha sobrevivido al aumentar su tamaño y poder sumergirse a mayor profundidad que otras tortugas marinas. Sus desplazamientos son también más largos: pueden llegar a 12.000 km y tienen una dieta muy especializada en medusas a diferencia del resto de tortugas marinas que son más omnívoras.
Otra característica que diferencia a la tortuga laúd con las otras es que ha logrado desarrollar algún tipo de endotermia pues mantiene su temperatura corporal más estable, a 18ºC por encima de las aguas circundantes lo que le permite moverse por aguas más frías que las demás tortugas marinas.
Tortuga laúd en una playa de Michoacán, México (imparcialoaxaca.mx) |
Su distribución es cosmopolita, con cuatro subpoblaciones:
-Atlántica: mayor sitio de anidamiento en Mayumba, Gabón (30.000 tortugas en cada estación)
-Pacífica: mejores sitios de anidamiento en Papúa/Islas Salomón
-Mar de China meridional. Esta población anidaba en la playa de Rantau Abang, en Terengganu (Malasia) pero el consumo excesivo de sus huevos por parte de la población humana ha exterminado esta subpoblación.
-Índica: anida en las Islas Nicobar y Sri Lanka.
Unas pequeñas pinceladas sobre el origen de las tortugas marinas. Las primeras aparecen hace 150 millones de años, en el Jurásico, con géneros como Plesiochelys. En el pasado, hubo varios linajes de tortugas marinas que no han llegado hasta nosotros, como la familia Bothremydidae, que pertenece al grupo de tortugas que pueden esconder su cabeza en el caparazón plegándola lateralmente (Pleurodiras), y que es una línea muy alejada de las tortugas marinas actuales.
El linaje que lleva a las tortugas marinas modernas y actuales se inicia hace unos 110 millones de años y que dio origen a cuatro familias, las dos actuales y las familias Toxochelydae y Protostegidae, familia ésta última a la que pertenece la más antigua tortuga marina conocida: Dermatochelys padillai, de hace 120 millones de años. También se dieron Protostégidos gigantes, como Archelon, la mayor tortuga marina de todos los tiempos, que vivió en el Cretácico Superior de América con sus casi 5 metros de longitud, o Protostega, contemporánea suya, con 3 metros. Estos protostégidos eran "primos" de las actuales tortugas laúd. Ambas familias desaparecen en el Oligoceno, mientras que los Cheloniidae actuales aparecen en el Mioceno tardío mientras que los Dermoquélidos aparecen en el Eoceno.
Biología básica de las tortugas marinas
La mejor manera, y la más sencilla, de explicarte lo que es el modo de vida de las tortugas marinas es considerar su ciclo de vida y seguirlo, destacándote lo más relevante de cada fase.
El macho y la hembra (que no presentan dimorfismo sexual) se aparean en el mar y para la puesta de los huevos las hembras realizan sus maravillosas migraciones en busca de playas arenosas, normalmente en latitudes tropicales y subtropicales y muy frecuentemente las mismas donde ellas nacieron, pero no sucede cada año sino un año de cada dos normalmente. ¿Cómo se orientan y cómo logran encontrarlas?
Bien, dependiendo de las especies, la distancia que recorren para encontrar sus playas de desove oscila entre los 1.050 y los 2.850 km, siendo la excepción la tortuga laúd que, como te dije, puede desplazarse hasta 12.000 km pues son las tortugas más pelágicas y más "vagabundas" de todas. La clave está en los campos magnéticos terrestres, una "técnica" que las tortugas comparten con muchas especies de aves migratorias. ¿Cómo sucede esto?. Para saberlo, primero debes continuar aprendiendo sobre el ciclo de vida.
La época del desove varía según la especie y la región geográfica. En general, en latitudes tropicales y subtropicales, suele suceder en la época del año de clima más favorable. Si la puesta se verificase en época de huracanes o ciclones, la mayoría de las puestas podrían correr peligro o malograrse por inundaciones o fuertes vientos. La tortuga boba, por ejemplo, verifica la puesta en el Atlántico Norte y el Mediterráneo a final de la primavera y el verano, y las exclusiones se verifican entre el verano y el otoño, evitando así los temporales del invierno. Se ha demostrado que la distancia de la playa de desove a la corriente marina más cercana es un criterio fundamental para la elección de esa playa. Así, las tortugas que eclosionan salen directamente (o lo más cerca posible) de la corriente marina que las va a dispersar. Por ejemplo, en África existen tres áreas en las que se concentra el grueso del desove de las especies de tortugas que frecuentan sus aguas: la zona desde Cabo Verde al Delta del Senegal, la zona del Golfo de Biafra hasta Gabón, y la zona de las Islas del Índico/Madagascar/Mozambique. En Norteamérica, la Península de Florida por su gran cercanía a la Corriente del Golfo.
Una vez la hembra está en la playa (normalmente de noche), excava con sus aletas un agujero en la arena de entre 40 y 50 cm de profundidad y realiza una puesta de entre 50 y 350 huevos según la especie, volviendo a rellenar el hoyo y retirándose al mar de nuevo. En cada estación reproductora, una hembra puede poner hasta 8 puestas distintas y normalmente lo hacen en solitario, salvo alguna especie como ya te dije antes, que "invaden" en masa una playa (arribadas).
La incubación en la tortuga boba oscila entre 52 y 56 días y la temperatura de la arena es fundamental pues va a determinar el sexo de las tortugas que eclosionarán: a una temperatura de 29,5ºC la relación de sexos saldrá equilibrada pero temperaturas superiores acelerarán el proceso y producirán más hembras mientras que temperaturas inferiores retrasan el proceso y producen más machos.
Este momento es el más crítico en el ciclo de vida, pues los huevos enterrados y las tortuguitas recién nacidas experimentan una elevada tasa de depredación por parte de animales pero también por parte de seres humanos, que recolectan huevos para consumo humano a pesar de estar prohibido en la mayoría de los países. Básicamente uno de cada cien huevos logrará dar desarrollo a una tortuga que llegará a estado adulto.
Cuando la tortuga nace, tiene que realizar una carrera contra el tiempo para alcanzar el mar lo más rápidamente posible y evitar así la depredación en tierra (aunque luego tendrá que hacer frente a la depredación en el mar). Siempre eclosionan los huevos durante la noche y se ha demostrado que las tortuguitas encuentran el camino del océano tomando como referencia el perfil más llano, bajo y brillante de la superficie marina en contraste con las siluetas más altas, oscuras e irregulares de la vegetación que tienen detrás. Una vez están en el agua, es la sucesión de las olas lo que les hace orientarse perpendicularmente a ellas, adentrándose en el océano.
Pero en este momento sucede algo importantísimo. Durante este primer (y crucial) recorrido de su vida, se ha demostrado en experimentos de laboratorio que la tortuga es capaz de traducir la ruta que ha seguido hacia alta mar a un rumbo regido por una brújula magnética grabada en su cerebro. Cada lugar de nuestro planeta se caracteriza por dos elementos de su campo magnético: su orientación y su intensidad, y la combinación de estos dos elementos le da a la tortuga unas coordenadas geográficas que será capaz de "recordar" puesto que se ha demostrado que las tortugas marinas pueden detectar las variaciones de orientación e intensidad del campo magnético en un lugar dado. Es así cómo encuentran su playa de desove cuando llega el momento de poner los huevos.
Las tortugas son excelentes nadadoras que pueden alcanzar los 35 km/h y durante los primeros 3 - 5 años las jóvenes tortugas pasarán el tiempo en aguas pelágicas, en alta mar frecuentemente asociadas a algas flotantes como en el Mar de los Sargazos en una fase oceánica que puede durar más años dependiendo de la especie. Allí se alimentan de zooplancton y, pasada esta etapa, las tortugas adultas pasarán la vida en las aguas más cercanas a la costa en las Plataformas Continentales, en la llamada "fase nerítica" en la que se alimentan en aguas cercanas al fondo.
Y llegamos así a la alimentación de las tortugas marinas. Es curioso, pero entre las tortugas sucede una segregación trófica dependiendo de su estilo de vida. Así, las tortugas terrestres son herbívoras, las tortugas acuáticas carnívoras y las tortugas marinas, omnívoras. Las tortugas marinas comen plantas marinas y algas, realizando un papel ecológico similar al de los herbívoros terrestres. Pero también consumen materia animal. Por ejemplo, la tortuga boba consume una gran variedad de invertebrados: Poríferos, Cnidarios, Poliquetos, Cefalópodos, Gasterópodos, Bivalvos, Crustáceos y Equinodermos, y también consumen Peces. Como ya te indiqué anteriormente, la excepción la constituye la tortuga laúd, que está muy especializada en el consumo de medusas.
Las tortugas marinas en España.
En aguas españolas se han registrado cinco de las siete especies:
-Tortuga boba: común pero no abundante. Es normal que ejemplares americanos se encuentren en aguas cantábricas, y se cree que ejemplares procedentes de Florida colonizaron el Mediterráneo hace 12.000 años. En el Golfo de Cádiz se dan cita ejemplares americanos, atlánticos y, tal vez, africanos. Especialmente abundante durante el verano en el Mediterráneo, donde se dan cita ejemplares atlánticos y americanos. Es la única especie que se ha reproducido en la Península Ibérica: el 27 de Julio de 2001 en una playa de Vera (Almería). Pero desde 2014 se han detectado 46 intentos (tanto fallidos como exitosos) de desove en la Península y en Julio de 2019 se produjo la primera puesta exitosa en las Islas Baleares: 58 huevos en Ibiza. Los especialistas indican que el calentamiento global puede estar detrás de este aumento en los intentos de desove de tortuga boba en nuestra Península.
-Tortuga verde: presencia ocasional en aguas españolas, de individuos divagantes procedentes de África, el Mediterráneo Oriental (donde desova) y el Atlántico Occidental en aguas de Galicia, Asturias, Canarias, Chafarinas y Levante.
-Tortuga carey: la más tropical de las tortugas marinas se ve muy raramente en nuestras aguas, normalmente de individuos procedentes del Caribe en Galicia, Andalucía atlántica y Lanzarote.
- Tortuga bastarda: sólo siete observaciones, dos en Galicia, una en Asturias, una en el Golfo de Vizcaya, dos en Andalucía y una en el Mediterráneo.
-Tortuga laúd: se considera una especie común en Gran Canaria y Fuerteventura donde se ha mencionado alguna puesta ocasional. En el Cantábrico se avista en Galicia y en el Atlántico en el Golfo de Cádiz. También presente en el Mediterráneo donde es más abundante en las Baleares, el Mar de Alborán y la zona del Estrecho.
Epílogo: el futuro de las tortugas marinas.
Desgraciadamente, tengo que decirte que todas las especies de tortugas marinas están amenazadas de exterminio y clasificadas por la IUCN como "En Peligro" o "En peligro crítico". Esto es así por tres razones fundamentales. La primera razón es que las tortugas marinas han sido consumidas históricamente por el ser humano: sus huevos, su carne y el aprovechamiento de su caparazón han hecho que se hayan cazado sin freno a lo largo y ancho de los siglos y las tierras. Aun hoy, que están protegidas, son víctimas de caza, comercio ilegal y recolección furtiva de sus huevos.
La segunda razón estriba en la captura accidental en redes de pesca y la tercera razón está en la contaminación oceánica por plásticos: ocho millones de toneladas cada año acaban en el mar, y las tortugas lo confunden con medusas, que son una de sus presas principales. La muerte por asfixia debido al plástico es un problema de primer orden para estos animales. Y, por supuesto, la destrucción de su hábitat por nuestra civilización depredadora, incluidas sus playas de desove, codiciadas por la rapaz industria turística.
MÚSICA RECOMENDADA: Thomas Newman - Buscando a Nemo
Unas pequeñas pinceladas sobre el origen de las tortugas marinas. Las primeras aparecen hace 150 millones de años, en el Jurásico, con géneros como Plesiochelys. En el pasado, hubo varios linajes de tortugas marinas que no han llegado hasta nosotros, como la familia Bothremydidae, que pertenece al grupo de tortugas que pueden esconder su cabeza en el caparazón plegándola lateralmente (Pleurodiras), y que es una línea muy alejada de las tortugas marinas actuales.
Archelon fue la mayor tortuga marina de todos los tiempos |
El linaje que lleva a las tortugas marinas modernas y actuales se inicia hace unos 110 millones de años y que dio origen a cuatro familias, las dos actuales y las familias Toxochelydae y Protostegidae, familia ésta última a la que pertenece la más antigua tortuga marina conocida: Dermatochelys padillai, de hace 120 millones de años. También se dieron Protostégidos gigantes, como Archelon, la mayor tortuga marina de todos los tiempos, que vivió en el Cretácico Superior de América con sus casi 5 metros de longitud, o Protostega, contemporánea suya, con 3 metros. Estos protostégidos eran "primos" de las actuales tortugas laúd. Ambas familias desaparecen en el Oligoceno, mientras que los Cheloniidae actuales aparecen en el Mioceno tardío mientras que los Dermoquélidos aparecen en el Eoceno.
Biología básica de las tortugas marinas
La mejor manera, y la más sencilla, de explicarte lo que es el modo de vida de las tortugas marinas es considerar su ciclo de vida y seguirlo, destacándote lo más relevante de cada fase.
El macho y la hembra (que no presentan dimorfismo sexual) se aparean en el mar y para la puesta de los huevos las hembras realizan sus maravillosas migraciones en busca de playas arenosas, normalmente en latitudes tropicales y subtropicales y muy frecuentemente las mismas donde ellas nacieron, pero no sucede cada año sino un año de cada dos normalmente. ¿Cómo se orientan y cómo logran encontrarlas?
Migración de la tortuga laúd en el Pacífico |
Bien, dependiendo de las especies, la distancia que recorren para encontrar sus playas de desove oscila entre los 1.050 y los 2.850 km, siendo la excepción la tortuga laúd que, como te dije, puede desplazarse hasta 12.000 km pues son las tortugas más pelágicas y más "vagabundas" de todas. La clave está en los campos magnéticos terrestres, una "técnica" que las tortugas comparten con muchas especies de aves migratorias. ¿Cómo sucede esto?. Para saberlo, primero debes continuar aprendiendo sobre el ciclo de vida.
La época del desove varía según la especie y la región geográfica. En general, en latitudes tropicales y subtropicales, suele suceder en la época del año de clima más favorable. Si la puesta se verificase en época de huracanes o ciclones, la mayoría de las puestas podrían correr peligro o malograrse por inundaciones o fuertes vientos. La tortuga boba, por ejemplo, verifica la puesta en el Atlántico Norte y el Mediterráneo a final de la primavera y el verano, y las exclusiones se verifican entre el verano y el otoño, evitando así los temporales del invierno. Se ha demostrado que la distancia de la playa de desove a la corriente marina más cercana es un criterio fundamental para la elección de esa playa. Así, las tortugas que eclosionan salen directamente (o lo más cerca posible) de la corriente marina que las va a dispersar. Por ejemplo, en África existen tres áreas en las que se concentra el grueso del desove de las especies de tortugas que frecuentan sus aguas: la zona desde Cabo Verde al Delta del Senegal, la zona del Golfo de Biafra hasta Gabón, y la zona de las Islas del Índico/Madagascar/Mozambique. En Norteamérica, la Península de Florida por su gran cercanía a la Corriente del Golfo.
Tortuga verde desovando en Cabo Hatteras, EEUU (National Parks Service) |
Una vez la hembra está en la playa (normalmente de noche), excava con sus aletas un agujero en la arena de entre 40 y 50 cm de profundidad y realiza una puesta de entre 50 y 350 huevos según la especie, volviendo a rellenar el hoyo y retirándose al mar de nuevo. En cada estación reproductora, una hembra puede poner hasta 8 puestas distintas y normalmente lo hacen en solitario, salvo alguna especie como ya te dije antes, que "invaden" en masa una playa (arribadas).
La incubación en la tortuga boba oscila entre 52 y 56 días y la temperatura de la arena es fundamental pues va a determinar el sexo de las tortugas que eclosionarán: a una temperatura de 29,5ºC la relación de sexos saldrá equilibrada pero temperaturas superiores acelerarán el proceso y producirán más hembras mientras que temperaturas inferiores retrasan el proceso y producen más machos.
Tortugas recién nacidas dirigiéndose al mar |
Este momento es el más crítico en el ciclo de vida, pues los huevos enterrados y las tortuguitas recién nacidas experimentan una elevada tasa de depredación por parte de animales pero también por parte de seres humanos, que recolectan huevos para consumo humano a pesar de estar prohibido en la mayoría de los países. Básicamente uno de cada cien huevos logrará dar desarrollo a una tortuga que llegará a estado adulto.
Cuando la tortuga nace, tiene que realizar una carrera contra el tiempo para alcanzar el mar lo más rápidamente posible y evitar así la depredación en tierra (aunque luego tendrá que hacer frente a la depredación en el mar). Siempre eclosionan los huevos durante la noche y se ha demostrado que las tortuguitas encuentran el camino del océano tomando como referencia el perfil más llano, bajo y brillante de la superficie marina en contraste con las siluetas más altas, oscuras e irregulares de la vegetación que tienen detrás. Una vez están en el agua, es la sucesión de las olas lo que les hace orientarse perpendicularmente a ellas, adentrándose en el océano.
Orientación de las tortuguitas al nacer (The Biology of Sea Turtles, Vol. I, CRC Press) |
Pero en este momento sucede algo importantísimo. Durante este primer (y crucial) recorrido de su vida, se ha demostrado en experimentos de laboratorio que la tortuga es capaz de traducir la ruta que ha seguido hacia alta mar a un rumbo regido por una brújula magnética grabada en su cerebro. Cada lugar de nuestro planeta se caracteriza por dos elementos de su campo magnético: su orientación y su intensidad, y la combinación de estos dos elementos le da a la tortuga unas coordenadas geográficas que será capaz de "recordar" puesto que se ha demostrado que las tortugas marinas pueden detectar las variaciones de orientación e intensidad del campo magnético en un lugar dado. Es así cómo encuentran su playa de desove cuando llega el momento de poner los huevos.
Las tortugas son excelentes nadadoras que pueden alcanzar los 35 km/h y durante los primeros 3 - 5 años las jóvenes tortugas pasarán el tiempo en aguas pelágicas, en alta mar frecuentemente asociadas a algas flotantes como en el Mar de los Sargazos en una fase oceánica que puede durar más años dependiendo de la especie. Allí se alimentan de zooplancton y, pasada esta etapa, las tortugas adultas pasarán la vida en las aguas más cercanas a la costa en las Plataformas Continentales, en la llamada "fase nerítica" en la que se alimentan en aguas cercanas al fondo.
Tortuga marina se dispone a merendar una medusa |
Y llegamos así a la alimentación de las tortugas marinas. Es curioso, pero entre las tortugas sucede una segregación trófica dependiendo de su estilo de vida. Así, las tortugas terrestres son herbívoras, las tortugas acuáticas carnívoras y las tortugas marinas, omnívoras. Las tortugas marinas comen plantas marinas y algas, realizando un papel ecológico similar al de los herbívoros terrestres. Pero también consumen materia animal. Por ejemplo, la tortuga boba consume una gran variedad de invertebrados: Poríferos, Cnidarios, Poliquetos, Cefalópodos, Gasterópodos, Bivalvos, Crustáceos y Equinodermos, y también consumen Peces. Como ya te indiqué anteriormente, la excepción la constituye la tortuga laúd, que está muy especializada en el consumo de medusas.
Las tortugas marinas en España.
En aguas españolas se han registrado cinco de las siete especies:
-Tortuga boba: común pero no abundante. Es normal que ejemplares americanos se encuentren en aguas cantábricas, y se cree que ejemplares procedentes de Florida colonizaron el Mediterráneo hace 12.000 años. En el Golfo de Cádiz se dan cita ejemplares americanos, atlánticos y, tal vez, africanos. Especialmente abundante durante el verano en el Mediterráneo, donde se dan cita ejemplares atlánticos y americanos. Es la única especie que se ha reproducido en la Península Ibérica: el 27 de Julio de 2001 en una playa de Vera (Almería). Pero desde 2014 se han detectado 46 intentos (tanto fallidos como exitosos) de desove en la Península y en Julio de 2019 se produjo la primera puesta exitosa en las Islas Baleares: 58 huevos en Ibiza. Los especialistas indican que el calentamiento global puede estar detrás de este aumento en los intentos de desove de tortuga boba en nuestra Península.
La tortuga boba es la más común en nuestras aguas (medioambientales.com) |
-Tortuga verde: presencia ocasional en aguas españolas, de individuos divagantes procedentes de África, el Mediterráneo Oriental (donde desova) y el Atlántico Occidental en aguas de Galicia, Asturias, Canarias, Chafarinas y Levante.
-Tortuga carey: la más tropical de las tortugas marinas se ve muy raramente en nuestras aguas, normalmente de individuos procedentes del Caribe en Galicia, Andalucía atlántica y Lanzarote.
- Tortuga bastarda: sólo siete observaciones, dos en Galicia, una en Asturias, una en el Golfo de Vizcaya, dos en Andalucía y una en el Mediterráneo.
-Tortuga laúd: se considera una especie común en Gran Canaria y Fuerteventura donde se ha mencionado alguna puesta ocasional. En el Cantábrico se avista en Galicia y en el Atlántico en el Golfo de Cádiz. También presente en el Mediterráneo donde es más abundante en las Baleares, el Mar de Alborán y la zona del Estrecho.
Epílogo: el futuro de las tortugas marinas.
Desgraciadamente, tengo que decirte que todas las especies de tortugas marinas están amenazadas de exterminio y clasificadas por la IUCN como "En Peligro" o "En peligro crítico". Esto es así por tres razones fundamentales. La primera razón es que las tortugas marinas han sido consumidas históricamente por el ser humano: sus huevos, su carne y el aprovechamiento de su caparazón han hecho que se hayan cazado sin freno a lo largo y ancho de los siglos y las tierras. Aun hoy, que están protegidas, son víctimas de caza, comercio ilegal y recolección furtiva de sus huevos.
La asfixia por ingestión de plástico es un problema de primer orden para las tortugas marinas (Shutterstock) |
La segunda razón estriba en la captura accidental en redes de pesca y la tercera razón está en la contaminación oceánica por plásticos: ocho millones de toneladas cada año acaban en el mar, y las tortugas lo confunden con medusas, que son una de sus presas principales. La muerte por asfixia debido al plástico es un problema de primer orden para estos animales. Y, por supuesto, la destrucción de su hábitat por nuestra civilización depredadora, incluidas sus playas de desove, codiciadas por la rapaz industria turística.
MÚSICA RECOMENDADA: Thomas Newman - Buscando a Nemo
Muy buen articulo enhorabuena, yo tengo una tortuga mira https://youtu.be/4fgKsx9oiEw
ResponderEliminarMuy buen documento, pero en algunas fotos de tortuga verde (Chelonia mydas) Aparecen con el nombre de carey (Eretmochelys imbricata)
ResponderEliminarEnhorabuena por la labor tan grande que realizáis en la divulgación de la acuariofilia, me gusta mucho vuestro contenido :D
ResponderEliminarExcelente articulo, gracias por aporte. Leemos mucho sobre tortugas marinas para documentarnos y poder documentar sobre la importancia de las tortugas marinas en el ecosistema marino.
ResponderEliminarSigue trabajando el contenido. Un saludo.