Los camélidos sudamericanos, un patrimonio de altura.
Querida hija:
A pesar de ser animales muy emblemáticos de la fauna sudamericana, los camélidos de aquel subcontinente son grandes desconocidos para el gran público y, en cualquier caso, mucho menos conocidos y apreciados que los camélidos del viejo mundo, el camello y el dromedario. Es más, para el no especialista o el que no trabaja con ellos, es difícil distinguirlos entre sí incluso para muchos sudamericanos. Por todo ello, hoy te quiero hablar sobre un patrimonio zoológico y zootécnico de primer orden, con un fuerte componente cultural asociado: los camélidos sudamericanos.
Un guanaco en el Parque Nacional Torres del Paine, Chile. Foto: Wikipedia |
Los Camélidos: generalidades, taxonomía, origen y evolución
La familia Camelidae es una de las que integran el Orden Artiodactyla. Actualmente consta de seis especies entre silvestres y domésticas:
- Tribu Camelini (Camélidos del Viejo Mundo): camello (doméstico y salvaje) y dromedario (doméstico). Viven en África y Asia y han sido introducidos en Australia.
- Tribu Lamini o Auquénidos (Camélidos del Nuevo Mundo): Guanaco (salvaje), vicuña (salvaje), llama (doméstica) y alpaca (doméstica). Viven exclusivamente en América del Sur.
Esquema filogenético de los Camélidos |
Los camélidos son herbívoros dotados de cuellos y patas largos y esbeltos. A pesar de ser Artiodáctilos no presentan pezuñas sino que sus manos y pies están dotados de dos dedos dotados de uñas, y completamente almohadillados (de ahí el otro nombre del grupo: Tilópodos, esto es, "pies almohadillados"). Su dentición es fundamental para diferenciarlos de otros Artiodáctilos, con rastros de incisivos en el maxilar superior y presencia de auténticos caninos tanto en el maxilar como en la mandíbula y separados de los premolares por un diastema (espacio vacío).
Todos los camélidos tienen una característica forma de caminar, moviendo las dos patas de cada lado al mismo tiempo. Tienen también unos labios característicos: muy hendidos y formando una "Y" con las fosas nasales.
Estos animales pueden considerarse semi-rumiantes ya que tienen el estómago dividido en tres partes (contra cuatro en los verdaderos Rumiantes), y porque pueden regurgitar la comida ingerida para volver a masticarla. Esto es una adaptación a los ambientes duros, pobres y difíciles donde viven para permitirles aprovechar hasta la última materia alimenticia y también el agua contenida en ella.
Pie de dromedario. Tiznit (Marruecos). Foto: http://lydienaturegreen.eklablog.com |
Otra característica que comparten los camélidos es que las hembras presentan ovulación inducida por el coito, y no la ovulación cíclica que presentan la mayoría de Artiodáctilos.
Los camélidos se originan en Norteamérica durante el periodo Eoceno, hace entre 40 y 45 millones de años, momento del que se conserva el camélido más primitivo conocido: Protylopus petersoni, que se cree tenía pezuñas y tenía el tamaño de un ciervo pequeño. A partir de ahí el grupo se diversificó en formas y tamaños, como por ejemplo Proebrotherium wilsoni, similar al actual guanaco, Stenomylus, parecidos a gacelas, formas parecidas a jirafas como Aepycamelus, y culminando en los mayores camélidos como Titanotylopus del Mioceno/Pleistoceno con sus 3,5 m de altura y el pleistoceno Camelops.
Camelops hesternus fue el último gran camélido norteamericano (Philip Edwin) |
Hace unos 11 millones de años se produce en Norteamérica la división entre camelinos y auquénidos y curiosamente fue un miembro de cada una de ambas tribus el que se expandió fuera de Norteamérica, en direcciones diferentes: Paracamelus se dirigiría hacia Asia a través del Estrecho de Bering dando origen al camello bactriano y al dromedario, y Hemiauchenia se dirigió al Sur durante el Gran Intercambio Americano dando origen con el tiempo al guanaco y a la vicuña. Otra oleada de camélidos auquénidos llegaría también a Sudamérica con Palaeolama, pero este linaje se extinguió sin dejar descendientes actuales.
Los camélidos se extinguieron finalmente en Norteamérica, quedando la distribución disjunta actual de los camélidos.
Mapa que muestra el centro de origen y la migración de los Camélidos. (Andrew Colvin) |
Los camélidos sudamericanos salvajes
Ya conoces lo básico de los Camélidos. Voy a hablarte un poco más ahora de las dos especies salvajes de los camélidos sudamericanos.
El guanaco (Lama guanicoe)
Se trata del más grande de estos camélidos con una altura de 1 a 1,3 m a la cruz y un peso de entre 90 y 140 kg, y si contamos la altura alcanzada por el largo cuello y cabeza, puede llegar a los 1,8 m. Su cuerpo es esbelto y de color que varía entre el marrón oscuro y el canela dorado. Su pelo está adaptado al clima duro de su área de distribución y es muy apreciado para realizar tejidos: es una constante en los camélidos salvajes sudamericanos y una de las razones de su domesticación, como verás más adelante.
Guanaco (Wikipedia) |
El guanaco es un animal plástico en cuanto a requerimientos ambientales y vive desde los 4.000 metros de altitud en los Andes Centrales y Meridionales hasta el nivel del mar en las estepas de Patagonia, con una pequeña población de unos 100 ejemplares en el Chaco paraguayo. El 95% de los Guanacos se encuentran hoy en territorio argentino donde tienen su mayor área de distribución. Su población en 2011 se estimaba así:
-Argentina: entre 466.000 y 520.000 ejemplares
-Chile: 66.000
-Perú: 3.500
-Bolivia: 150 - 200
-Paraguay: 100
Se le reconocen dos subespecies: el guanaco peruano (L. g. cacsilensis), desde el paralelo 8º S al 20º S, con poblaciones en Perú, Norte de Chile y Altiplano boliviano, en estepas, matorrales de altura y semidesiertos, y el guanaco sureño (L. g. guanicoe), desde el paralelo 22º S al 55º S, o sea, los Andes australes, el centro-este de Bolivia, la población paraguaya y en Argentina hasta la Patagonia y Tierra del Fuego.
Los guanacos viven en grupos formados por hasta 10 adultos formados por hembras, sus crías y un macho dominante, y grupos de hasta 50 machos "solteros" separados de los anteriores. Durante la estación reproductora los machos luchan entre sí por la posesión de los harenes mediante el entrecruzamiento de los cuellos buscando inmovilizar y reducir al oponente. La gestación es muy larga, durando casi un año, una constante que encontraremos en todos los camélidos sudamericanos. Da a luz una sola cría, llamada chulengo.
La vicuña (Vicugna Vicugna)
La vicuña es el otro camélido sudamericano salvaje. Vas a poder diferenciarla del guanaco por dos principales características. La primera es anatómica: la vicuña es más pequeña que el guanaco con una altura al hombro de entre 75 y 85 cm, y un peso máximo de 65 kg, es decir, que la vicuña aproximadamente es la mitad de un guanaco, siendo su color más claro.
Vicuña en Chajnantor (Chile). Foto: Wikipedia |
La segunda diferencia es ecológica. Su área de distribución es mucho más restringida: los Andes centro-meridionales de Perú, el Occidente del Altiplano boliviano y el rincón septentrional de los Andes argentinos y chilenos, y siempre por encima de los 3.200 metros, alcanzando incluso los 5.000 metros de altitud. Es, pues, un animal mucho más especializado en hábitats de Alta montaña que el guanaco, más plástico.
Se reconocen dos subespecies: la subespecie nominal V. v. vicugna, más grande, situada entre los paralelos 18º S y 29º S, y V. v. mensalis, más pequeña y norteña situada entre los paralelos 9º 30´S y 18 º S que es, además, la subespecie mejor estudiada.
Las vicuñas son tímidas y muy asustadizas y viven en grupos familiares parecidos a los que veíamos para el guanaco: un macho con hasta 15 hembras y sus crías, con un territorio asignado para cada grupo, estando los "solteros" en grupos aparte. La gestación dura también 11 meses. Al igual que con el guanaco, las vicuñas son depredadas normalmente por pumas y zorros.
El pelo de vicuña es uno de los materiales textiles más apreciados, finos y exclusivos del mundo, y es la base de su explotación económica. Te hablaré más detalladamente sobre ello cuando hable de la relación de los camélidos sudamericanos con las culturas andinas. Pero puedo adelantarte que la vicuña, a causa de este valioso pelo, fue cazada inmisericordemente hasta casi su extinción: si en la época prehispánica se calcula una población de dos millones de cabezas, en 1957 se calculaban unas 400.000 (250.000 de ellas en Perú), y en 1971 entre 5.000 y 10.000 en Perú más otras 2.000 en Bolivia. Desde entonces se protegió estrictamente la especie y hoy se encuentra en proceso de recuperación.
Los camélidos sudamericanos domésticos.
Los camélidos fueron los únicos ungulados que han sido domesticados en América. Y a partir de los camélidos salvajes se obtuvieron dos camélidos domésticos: la llama (Lama glama) y la alpaca (Vicugna pacos). Lo primero que tienes que tener claro es de dónde viene cada especie, o cuál es su agrotipo salvaje, esto es, la especie salvaje a partir de la cual los humanos obtuvieron la especie doméstica.
Los estudios moleculares son claros y contundentes: la llama es un guanaco domesticado (más concretamente desde la subespecie norteña), y la alpaca es una vicuña domesticada. A pesar de los rastros de antiguas hibridaciones entre las especies salvajes y entre salvajes y domésticas, el resultado no ofrece duda ninguna. De hecho, este resultado tuvo como consecuencia el cambio en el nombre científico de la alpaca, que originariamente estaba asignada al género Lama y ha pasado al género Vicugna.
Dicho esto, por alguna razón no se está aplicando a los camélidos domésticos americanos la regla general actual de asignar a la especie doméstica el carácter de subespecie de su agrotipo salvaje. Así, el perro ya no es Canis familiaris, sino Canis lupus familiaris debido a que desciende del lobo. Pero supongo que pronto se acabará imponiendo también este criterio para las llamas y las alpacas.
Fueron dos las razones que llevaron a los antiguos pobladores andinos a plantearse la domesticación del guanaco y la vicuña. La primera razón es que se trata de dos grandes ungulados que son capaces de transformar la rala vegetación de la puna andina en proteínas: una fuente de carne muy valiosa en un ambiente duro para vivir. En segundo lugar, y tal vez no menos importante, por su pelo. Como ya te he explicado antes, guanacos y sobre todo vicuñas presentan un pelo fino y de gran calidad muy apto para elaborar tejidos. La llama y la alpaca se seleccionaron para poder obtener lanas de estupenda calidad con la que los aborígenes andinos se han vestido desde entonces.
Para el ojo no habituado puede ser difícil distinguir una llama de una alpaca. Ambos animales son más grandes que sus agriotipos salvajes siendo la llama el camélido sudamericano más grande: con 1,8 metros de altura a la cabeza, y un peso máximo de 200 kg, mientras que la alpaca es algo más pequeña, con 90 cm de altura a la cruz y un peso que no supera los 80 kg. Además, la alpaca presenta orejas más pequeñas, un macizo facial más corto y un "flequillo" que llega a cubrirle los ojos frecuentemente. El pelo de la alpaca es normalmente más crespo y rizado que el de la llama.
La llama es el animal más completo de ambos puesto que se usa para carne (como por ejemplo la cecina de llama llamada charqui, de origen prehispánico), para fibras, para transporte de bienes y personas y también se usan sus excrementos como combustible en una región (el Altiplano) que no tiene árboles. La llama, no olvides que es un animal exclusivamente doméstico, está presente en toda la región altiplánica de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Fuera de estos países existen también explotaciones de llamas en los EEUU, Australia y Nueva Zelanda, con casi 4 millones de cabezas en total. Se conocen cuatro variedades básicas de llama, conocidas con los nombres de k´ara, chaku, Suri y llamingo, siendo la variedad "chaku" la que presenta una lana más densa.
En cuanto a la alpaca, se encuentra en los pastos de alta montaña entre los 3.500 y los 5.000 metros de altitud en los Andes del Sur de Perú, Ecuador, Bolivia Occidental y el norte de Chile y también en otros países del mundo se cría, correspondiendo a Perú más o menos la mitad del total de la población, que es menos numerosa que la de las llamas. Se reconocen dos tipos principales de alpacas: Suri y Huacaya. Las alpacas Huacaya constituyen el 90% del total, y se cree que tiene su origen en el Perú colonial mientras que las alpacas Suri serían una supervivencia de alpacas prehispánicas.
A diferencia de la llama, la alpaca no se cría por su carne sino por su lana, más gruesa que la de la llama. Su lana se usa para la elaboración de múltiples productos textiles. Curiosamente, en los tiempos del Imperio Inca la lana de alpaca, más difícil de tejer que la de llama, era usada sobre todo para el pueblo llano mientras que la aristocracia prefería la mucho más fina lana de vicuña. Pero hoy en día se aprecia la lana de alpaca como una de las más exclusivas por su textura sedosa, suave y lustrosa, muy apreciada también en alta costura. Las alpacas se esquilan una vez al año, en primavera.
De hecho, las alpacas protagonizaron una burbuja especulativa en los EEUU desde su introducción en 1984 hasta que la burbuja estalló en 2007: llegaban a pagarse 500.000 dólares por un ejemplar de la mejor condición. Hoy día en los EEUU se crían híbridos de vicuña y alpaca para comercializar su lana, y se considera una competencia desleal con las verdaderas alpacas peruanas.
Domesticación e Historia de los camélidos sudamericanos
Al igual que sucede con todas las especies animales domesticadas, no podemos decir que la llama y la alpaca se domesticaran en un único lugar y en una única fecha. Pero fue el guanaco el animal totémico para las principales culturas aborígenes del Cono Sur. Este animal lo era todo para las poblaciones de cazadores-recolectores que aprovechaban su carne, su piel para elaborar vestidos y viviendas, y sus huesos para elaborar herramientas. El guanaco aparece representado en múltiples pinturas rupestres por la región, como por ejemplo en el Valle de Río Pinturas, Santa Cruz, Argentina.
Así, el guanaco fue históricamente el principal recurso de los pueblos patagónicos como los tehuelches, los mapuches, los querandíes o los selk´nam de Tierra del Fuego, hasta tal punto que los selk´nam tenían 11 términos para referirse a sus distintas variedades o tipos. Este pueblo era un ejemplo de caza sostenible: por razones religiosas definían áreas donde no podían cazarse los guanacos, y además no desperdiciaban ni un gramo de su carne porque eso podría hacer que los Guanacos se enfadasen y desaparecieran de las áreas de caza.
Pero serían los pueblos andinos, mucho más al norte y mucho más arriba, los que domesticaron, en efecto, a los guanacos y las vicuñas para dar lugar a las llamas y las alpacas. La evidencia arqueozoológica más antigua que nos muestra pruebas de la domesticación de los camélidos sudamericanos se halla en el sitio arqueológico de Telarmachay, a unos 170 km al nordeste de Lima, y a una altitud de 4.420 metros sobre el nivel del mar. Es decir, los camélidos en América del Sur fueron domesticados en las alturas de la Puna.
Más concretamente estamos hablando de la domesticación de la alpaca, hace unos 6.000 años según la cronología de ese yacimiento, y hace 3.800 años la alpaca fue expandida hacia abajo, hacia los Valles Interandinos y finalmente, hace entre 900 y 1.000 años, a la zona costera del sur de Perú.
Por su parte, las evidencias arqueozoologicas y moleculares de la llama nos muestra que su domesticación tuvo lugar en varios lugares de los Andes, por ejemplo hace entre 5.000 y 3.800 años en la zona de la puna seca del noroeste de Argentina y Norte de Chile por encima de los 3.200 metros de altitud. Se ha identificado un segundo centro de domesticación de la llama en los Andes Centrales peruanos a más de 4.000 metros de altitud hace unos 4.000 años. Al igual que sucedió con la alpaca, la ganadería de la llama fue bajando en altitud hasta establecerse en la zona costera del norte de Perú y Ecuador hace unos 1.400 años.
En este punto debo llamar tu atención sobre el yacimiento arqueológico de El Yaral, situado a 1.000 metros de altitud en el Valle de Moquegua (Perú). En este sitio, y datadas hace entre 700 y 1.300 años años, se encontraron llamas y alpacas momificadas con su lana en perfecto estado. Este ganado pertenecía a la Cultura Chiribaya, pre-incaica, y que nos ha permitido entender los criterios de selección de este ganado por parte de aquellas culturas.
Se encontró que las alpacas de El Yaral tenían una fibra de lana más fina que las actuales y que el tamaño de los animales era también menor. Por tanto, el criterio de selección de los ganaderos peruanos pre-hispánicos fue en la dirección de obtener animales de mayor tamaño y de lana más gruesa. No olvides que te dije que la lana de vicuña es una de las más finas del mundo y posiblemente para la confección textil eran más adecuadas fibras más gruesas.
Pero fue durante el Imperio Incaico cuando la ganadería de camélidos alcanzó su máximo esplendor histórico. Aquí merece la pena hacer un pequeño exordio para que entiendas las particularidades del Imperio Inca.
Si examinas las primeras civilizaciones del Viejo Mundo te darás cuenta de que todas ellas se formaron en llanuras aluviales de grandes ríos: el Antiguo Egipto con el Nilo, Sumeria y Babilonia con el Tigris y el Éufrates, Harappa y Mohenjo Daro con el Indo, y la Civilización China con el Río Amarillo y el Yangtsé. Pero en la América prehispánica las civilizaciones surgieron en lugares ásperos, difíciles y hasta inhóspitos: los Mayas en la selva tropical y los Incas en duros altiplanos montañosos. Incluso las civilizaciones mexicanas como los mexicas o los toltecas surgieron en lugares donde el agua escaseaba.
Te cuento esto porque hay especialistas que proponen el hecho de que la civilización incaica sólo fue posible gracias a la domesticación de la llama. Este resistente animal proporcionaba carne, lana y sobre todo transporte para una civilización que no conocía la rueda. Al igual que sucedió con el Imperio Romano, el Imperio Inca dependía para su cohesión de eficientes comunicaciones que unían las Cuatro Partes del Imperio (el Tahuantinsuyo): Chinchaysuyo al Norte, Collasuyo al Sur, Antisuyo al Este y Contisuyo al Oeste. Estas cuatro partes del Imperio estaban unidas con la Capital, Cuzco, mediante calzadas recorridas por caravanas de llamas que, además, eran intercambiadas por productos agrícolas en las Tierras Bajas, en los Valles interandinos fértiles y templados donde se cimentó el Imperio.
La máxima extensión del ganado de llamas coincidió con los límites del Imperio Inca. ¿Casualidad?
Entre los Incas, la industria textil estaba controlada por el Estado, y los extensos rebaños de llamas estaban supervisados y controlados por un funcionario llamado llama camayoc, y que pertenecía a una prestigiosa estirpe de pastores de llamas. Se ponía énfasis en la crianza de los mejores ejemplares de colores puros marrón, negro y blanco para los sacrificios rituales y para la industria textil. Además de los rebaños estatales, existían también rebaños comunales y privados.
Pero las cosas iban a cambiar drásticamente con la llegada de los conquistadores españoles.
A partir de 1532, con la Conquista de Perú y la serie de guerras civiles entre los conquistadores que se desató después, hasta 1550, se produce un verdadero exterminio de llamas y alpacas. Los españoles querían "liberar" espacio para el nuevo ganado europeo introducido: vacas, cabras y ovejas, y esas incomprensibles "ovejas de tierra", como llamaban los españoles a las alpacas, no les servían para nada o, como mucho, para transporte de mineral en las minas que el Imperio Español explotaba en las montañas. Por otro lado, las propias zoonosis traídas por el ganado europeo dieron la puntilla al ganado camélido que sólo pudo refugiarse en las alturas del Altiplano, allá donde la oveja y la vaca no podían llegar. Se calcula que desapareció el 90% del ganado camélido prehispánico.
Para 1651 este ganado había desaparecido incluso de la Cuenca del Lago Titicaca, el epicentro espiritual de las culturas andinas.
Pero desde entonces poco a poco, y sobre todo desde la independencia de las nuevas Repúblicas americanas, este patrimonio zootécnico fue recuperándose y asimilándose a símbolos nacionales que aparecen incluso en escudos nacionales como el de Perú, por ejemplo.
Los camélidos y las culturas aborígenes.
En la cosmogonía de los pueblos andinos, los animales se clasifican en dos grupos: salka, o "de la Tierra", y que pertenecen a la Pachamama (Madre Tierra), y uywa, o "de la gente", que serían los animales domésticos. Como te indiqué antes, la lana de vicuña es la más fina del mundo, sólo seguida por la de alpaca suri y por esto en tiempos incaicos su uso estaba reservado a la realeza. Y la vicuña, al pertenecer a la Pachamama, y pastoreada por un duende llamado Coquena, no podía ser cazada porque sería como robársela a la Pachamama.
Por eso, los incas una vez al año en primavera realizaban una particular cacería incruenta de vicuñas llamada chaku: una línea de personas con sogas y chimpos (cintas) de colores van avanzando "empujando" a las vicuñas hacia un corral donde eran esquiladas sin necesidad de matarlas. Una vez esquiladas, eran devueltas a la vida libre y no podían volver a ser esquiladas hasta pasados tres años. Había dos clases de chakus: el chaku Real, dirigido por el Inca en persona, y los chakus regionales, dirigidos por los curacas locales.
Esta costumbre se perdió con los siglos. Como te dije antes cuando te hablé de las vicuñas, los occidentales con su sed de sangre y su explotación insostenible, a base de escopetas y balas dejaron a la vicuña al borde del exterminio hacia 1964. Entonces las autoridades de los distintos países andinos decretan su estricta protección y en 1969 se firma el Convenio para la Conservación y Manejo de la Vicuña entre Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador.
Según este convenio, se prohíbe la exportación de vicuñas vivas y sus materiales reproductivos y su explotación queda controlada y supervisada por los respectivos Estados, si bien la "propiedad" de las vicuñas varía: Argentina y Chile considera que las vicuñas no son de nadie, como corresponde a la fauna salvaje, en Bolivia la propiedad es del Estado y en Perú, de las comunidades campesinas, que se constituyen en empresas asociativas para la explotación de la vicuña.
Y es un negocio importante para las economías locales: en 2007, la tela de vicuña se pagaba en los EEUU a precios entre 1.800 y 3.000 dólares la yarda, y casi 1.000 dólares el kilo de lana. Actualmente sólo las casas de alta costura pueden comprar este material. Por eso, Perú recuperó y estimuló el chaku, y esta explotación sostenible vuelve a realizarse en los países andinos, usando esta vez corrales más móviles hechos de redes y postes de madera. Se realiza antes una chayada, u ofrenda a la Pachamama, y tal como hacían los incas, se esquila al grupo encerrado en el corral y se vuelven a liberar a la Naturaleza.
En cuanto a las llamas, los incas criaban unas llamas de un color blanco inmaculado y lana fina con propósitos rituales, llamadas napas. Eran adornadas con collares hechos de Spondillus (conchas rojas del Pacífico), oro y mantas multicolores, y su función era la de abrir el camino para el Inca. Las llamas se sacrifican a la Pachamama para agradecer sus dones e implorar su favor en el futuro. Esta práctica se sigue llevando a cabo hoy día, por ejemplo, en el ritual aimara boliviano conocido como wilancha: se degüella a la llama y se derrama su sangre en el suelo, hacia los cuatro puntos cardinales.
Las alpacas suelen criarse y pastorearse en bofedales (páramos húmedos andinos), por lo que las culturas andinas las consideraban animales intermedios entre el mundo terrestre y el mundo acuático: los aymarás y los quechuas consideran que viven al margen de la vida dividida en dos mundos. Existen unas alpacas llamadas wasis, que son mágicas: no se les corta nunca el pelo y tienen la capacidad de proteger al rebaño y a los pastores.
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Los camélidos fueron los únicos ungulados que han sido domesticados en América. Y a partir de los camélidos salvajes se obtuvieron dos camélidos domésticos: la llama (Lama glama) y la alpaca (Vicugna pacos). Lo primero que tienes que tener claro es de dónde viene cada especie, o cuál es su agrotipo salvaje, esto es, la especie salvaje a partir de la cual los humanos obtuvieron la especie doméstica.
Los estudios moleculares son claros y contundentes: la llama es un guanaco domesticado (más concretamente desde la subespecie norteña), y la alpaca es una vicuña domesticada. A pesar de los rastros de antiguas hibridaciones entre las especies salvajes y entre salvajes y domésticas, el resultado no ofrece duda ninguna. De hecho, este resultado tuvo como consecuencia el cambio en el nombre científico de la alpaca, que originariamente estaba asignada al género Lama y ha pasado al género Vicugna.
Dicho esto, por alguna razón no se está aplicando a los camélidos domésticos americanos la regla general actual de asignar a la especie doméstica el carácter de subespecie de su agrotipo salvaje. Así, el perro ya no es Canis familiaris, sino Canis lupus familiaris debido a que desciende del lobo. Pero supongo que pronto se acabará imponiendo también este criterio para las llamas y las alpacas.
Llama (Kim Foster/Wikipedia) |
Fueron dos las razones que llevaron a los antiguos pobladores andinos a plantearse la domesticación del guanaco y la vicuña. La primera razón es que se trata de dos grandes ungulados que son capaces de transformar la rala vegetación de la puna andina en proteínas: una fuente de carne muy valiosa en un ambiente duro para vivir. En segundo lugar, y tal vez no menos importante, por su pelo. Como ya te he explicado antes, guanacos y sobre todo vicuñas presentan un pelo fino y de gran calidad muy apto para elaborar tejidos. La llama y la alpaca se seleccionaron para poder obtener lanas de estupenda calidad con la que los aborígenes andinos se han vestido desde entonces.
Para el ojo no habituado puede ser difícil distinguir una llama de una alpaca. Ambos animales son más grandes que sus agriotipos salvajes siendo la llama el camélido sudamericano más grande: con 1,8 metros de altura a la cabeza, y un peso máximo de 200 kg, mientras que la alpaca es algo más pequeña, con 90 cm de altura a la cruz y un peso que no supera los 80 kg. Además, la alpaca presenta orejas más pequeñas, un macizo facial más corto y un "flequillo" que llega a cubrirle los ojos frecuentemente. El pelo de la alpaca es normalmente más crespo y rizado que el de la llama.
Alpaca (Wikipedia) |
La llama es el animal más completo de ambos puesto que se usa para carne (como por ejemplo la cecina de llama llamada charqui, de origen prehispánico), para fibras, para transporte de bienes y personas y también se usan sus excrementos como combustible en una región (el Altiplano) que no tiene árboles. La llama, no olvides que es un animal exclusivamente doméstico, está presente en toda la región altiplánica de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Fuera de estos países existen también explotaciones de llamas en los EEUU, Australia y Nueva Zelanda, con casi 4 millones de cabezas en total. Se conocen cuatro variedades básicas de llama, conocidas con los nombres de k´ara, chaku, Suri y llamingo, siendo la variedad "chaku" la que presenta una lana más densa.
Charki, o cecina, de llama |
En cuanto a la alpaca, se encuentra en los pastos de alta montaña entre los 3.500 y los 5.000 metros de altitud en los Andes del Sur de Perú, Ecuador, Bolivia Occidental y el norte de Chile y también en otros países del mundo se cría, correspondiendo a Perú más o menos la mitad del total de la población, que es menos numerosa que la de las llamas. Se reconocen dos tipos principales de alpacas: Suri y Huacaya. Las alpacas Huacaya constituyen el 90% del total, y se cree que tiene su origen en el Perú colonial mientras que las alpacas Suri serían una supervivencia de alpacas prehispánicas.
Alpaca. Foto: Cortesía de Annaïs Pascual |
A diferencia de la llama, la alpaca no se cría por su carne sino por su lana, más gruesa que la de la llama. Su lana se usa para la elaboración de múltiples productos textiles. Curiosamente, en los tiempos del Imperio Inca la lana de alpaca, más difícil de tejer que la de llama, era usada sobre todo para el pueblo llano mientras que la aristocracia prefería la mucho más fina lana de vicuña. Pero hoy en día se aprecia la lana de alpaca como una de las más exclusivas por su textura sedosa, suave y lustrosa, muy apreciada también en alta costura. Las alpacas se esquilan una vez al año, en primavera.
Textiles elaborados con lana de alpaca |
De hecho, las alpacas protagonizaron una burbuja especulativa en los EEUU desde su introducción en 1984 hasta que la burbuja estalló en 2007: llegaban a pagarse 500.000 dólares por un ejemplar de la mejor condición. Hoy día en los EEUU se crían híbridos de vicuña y alpaca para comercializar su lana, y se considera una competencia desleal con las verdaderas alpacas peruanas.
Domesticación e Historia de los camélidos sudamericanos
Al igual que sucede con todas las especies animales domesticadas, no podemos decir que la llama y la alpaca se domesticaran en un único lugar y en una única fecha. Pero fue el guanaco el animal totémico para las principales culturas aborígenes del Cono Sur. Este animal lo era todo para las poblaciones de cazadores-recolectores que aprovechaban su carne, su piel para elaborar vestidos y viviendas, y sus huesos para elaborar herramientas. El guanaco aparece representado en múltiples pinturas rupestres por la región, como por ejemplo en el Valle de Río Pinturas, Santa Cruz, Argentina.
Selk´nam vestidos con pieles de guanaco |
Así, el guanaco fue históricamente el principal recurso de los pueblos patagónicos como los tehuelches, los mapuches, los querandíes o los selk´nam de Tierra del Fuego, hasta tal punto que los selk´nam tenían 11 términos para referirse a sus distintas variedades o tipos. Este pueblo era un ejemplo de caza sostenible: por razones religiosas definían áreas donde no podían cazarse los guanacos, y además no desperdiciaban ni un gramo de su carne porque eso podría hacer que los Guanacos se enfadasen y desaparecieran de las áreas de caza.
Pero serían los pueblos andinos, mucho más al norte y mucho más arriba, los que domesticaron, en efecto, a los guanacos y las vicuñas para dar lugar a las llamas y las alpacas. La evidencia arqueozoológica más antigua que nos muestra pruebas de la domesticación de los camélidos sudamericanos se halla en el sitio arqueológico de Telarmachay, a unos 170 km al nordeste de Lima, y a una altitud de 4.420 metros sobre el nivel del mar. Es decir, los camélidos en América del Sur fueron domesticados en las alturas de la Puna.
Los camélidos sudamericanos fueron domesticados en la puna andina |
Más concretamente estamos hablando de la domesticación de la alpaca, hace unos 6.000 años según la cronología de ese yacimiento, y hace 3.800 años la alpaca fue expandida hacia abajo, hacia los Valles Interandinos y finalmente, hace entre 900 y 1.000 años, a la zona costera del sur de Perú.
Por su parte, las evidencias arqueozoologicas y moleculares de la llama nos muestra que su domesticación tuvo lugar en varios lugares de los Andes, por ejemplo hace entre 5.000 y 3.800 años en la zona de la puna seca del noroeste de Argentina y Norte de Chile por encima de los 3.200 metros de altitud. Se ha identificado un segundo centro de domesticación de la llama en los Andes Centrales peruanos a más de 4.000 metros de altitud hace unos 4.000 años. Al igual que sucedió con la alpaca, la ganadería de la llama fue bajando en altitud hasta establecerse en la zona costera del norte de Perú y Ecuador hace unos 1.400 años.
En este punto debo llamar tu atención sobre el yacimiento arqueológico de El Yaral, situado a 1.000 metros de altitud en el Valle de Moquegua (Perú). En este sitio, y datadas hace entre 700 y 1.300 años años, se encontraron llamas y alpacas momificadas con su lana en perfecto estado. Este ganado pertenecía a la Cultura Chiribaya, pre-incaica, y que nos ha permitido entender los criterios de selección de este ganado por parte de aquellas culturas.
Llamas y alpacas momificadas de El Yaral. Foto: Susan D. DeFrance |
Se encontró que las alpacas de El Yaral tenían una fibra de lana más fina que las actuales y que el tamaño de los animales era también menor. Por tanto, el criterio de selección de los ganaderos peruanos pre-hispánicos fue en la dirección de obtener animales de mayor tamaño y de lana más gruesa. No olvides que te dije que la lana de vicuña es una de las más finas del mundo y posiblemente para la confección textil eran más adecuadas fibras más gruesas.
Pero fue durante el Imperio Incaico cuando la ganadería de camélidos alcanzó su máximo esplendor histórico. Aquí merece la pena hacer un pequeño exordio para que entiendas las particularidades del Imperio Inca.
Si examinas las primeras civilizaciones del Viejo Mundo te darás cuenta de que todas ellas se formaron en llanuras aluviales de grandes ríos: el Antiguo Egipto con el Nilo, Sumeria y Babilonia con el Tigris y el Éufrates, Harappa y Mohenjo Daro con el Indo, y la Civilización China con el Río Amarillo y el Yangtsé. Pero en la América prehispánica las civilizaciones surgieron en lugares ásperos, difíciles y hasta inhóspitos: los Mayas en la selva tropical y los Incas en duros altiplanos montañosos. Incluso las civilizaciones mexicanas como los mexicas o los toltecas surgieron en lugares donde el agua escaseaba.
Las llamas fueron fundamentales en la construcción del Imperio Inca. Pintura: Ned M. Seidler |
Te cuento esto porque hay especialistas que proponen el hecho de que la civilización incaica sólo fue posible gracias a la domesticación de la llama. Este resistente animal proporcionaba carne, lana y sobre todo transporte para una civilización que no conocía la rueda. Al igual que sucedió con el Imperio Romano, el Imperio Inca dependía para su cohesión de eficientes comunicaciones que unían las Cuatro Partes del Imperio (el Tahuantinsuyo): Chinchaysuyo al Norte, Collasuyo al Sur, Antisuyo al Este y Contisuyo al Oeste. Estas cuatro partes del Imperio estaban unidas con la Capital, Cuzco, mediante calzadas recorridas por caravanas de llamas que, además, eran intercambiadas por productos agrícolas en las Tierras Bajas, en los Valles interandinos fértiles y templados donde se cimentó el Imperio.
La máxima extensión del ganado de llamas coincidió con los límites del Imperio Inca. ¿Casualidad?
Mapa del Imperio Inca en su máximo esplendor |
Entre los Incas, la industria textil estaba controlada por el Estado, y los extensos rebaños de llamas estaban supervisados y controlados por un funcionario llamado llama camayoc, y que pertenecía a una prestigiosa estirpe de pastores de llamas. Se ponía énfasis en la crianza de los mejores ejemplares de colores puros marrón, negro y blanco para los sacrificios rituales y para la industria textil. Además de los rebaños estatales, existían también rebaños comunales y privados.
Pero las cosas iban a cambiar drásticamente con la llegada de los conquistadores españoles.
A partir de 1532, con la Conquista de Perú y la serie de guerras civiles entre los conquistadores que se desató después, hasta 1550, se produce un verdadero exterminio de llamas y alpacas. Los españoles querían "liberar" espacio para el nuevo ganado europeo introducido: vacas, cabras y ovejas, y esas incomprensibles "ovejas de tierra", como llamaban los españoles a las alpacas, no les servían para nada o, como mucho, para transporte de mineral en las minas que el Imperio Español explotaba en las montañas. Por otro lado, las propias zoonosis traídas por el ganado europeo dieron la puntilla al ganado camélido que sólo pudo refugiarse en las alturas del Altiplano, allá donde la oveja y la vaca no podían llegar. Se calcula que desapareció el 90% del ganado camélido prehispánico.
Llama. Foto: cortesía de Annaïs Pascual |
Para 1651 este ganado había desaparecido incluso de la Cuenca del Lago Titicaca, el epicentro espiritual de las culturas andinas.
Pero desde entonces poco a poco, y sobre todo desde la independencia de las nuevas Repúblicas americanas, este patrimonio zootécnico fue recuperándose y asimilándose a símbolos nacionales que aparecen incluso en escudos nacionales como el de Perú, por ejemplo.
Los camélidos y las culturas aborígenes.
En la cosmogonía de los pueblos andinos, los animales se clasifican en dos grupos: salka, o "de la Tierra", y que pertenecen a la Pachamama (Madre Tierra), y uywa, o "de la gente", que serían los animales domésticos. Como te indiqué antes, la lana de vicuña es la más fina del mundo, sólo seguida por la de alpaca suri y por esto en tiempos incaicos su uso estaba reservado a la realeza. Y la vicuña, al pertenecer a la Pachamama, y pastoreada por un duende llamado Coquena, no podía ser cazada porque sería como robársela a la Pachamama.
Por eso, los incas una vez al año en primavera realizaban una particular cacería incruenta de vicuñas llamada chaku: una línea de personas con sogas y chimpos (cintas) de colores van avanzando "empujando" a las vicuñas hacia un corral donde eran esquiladas sin necesidad de matarlas. Una vez esquiladas, eran devueltas a la vida libre y no podían volver a ser esquiladas hasta pasados tres años. Había dos clases de chakus: el chaku Real, dirigido por el Inca en persona, y los chakus regionales, dirigidos por los curacas locales.
El chaku de vicuñas se sigue haciendo hoy igual que cuando los Incas |
Esta costumbre se perdió con los siglos. Como te dije antes cuando te hablé de las vicuñas, los occidentales con su sed de sangre y su explotación insostenible, a base de escopetas y balas dejaron a la vicuña al borde del exterminio hacia 1964. Entonces las autoridades de los distintos países andinos decretan su estricta protección y en 1969 se firma el Convenio para la Conservación y Manejo de la Vicuña entre Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador.
Según este convenio, se prohíbe la exportación de vicuñas vivas y sus materiales reproductivos y su explotación queda controlada y supervisada por los respectivos Estados, si bien la "propiedad" de las vicuñas varía: Argentina y Chile considera que las vicuñas no son de nadie, como corresponde a la fauna salvaje, en Bolivia la propiedad es del Estado y en Perú, de las comunidades campesinas, que se constituyen en empresas asociativas para la explotación de la vicuña.
La lana de vicuña es una de las más exclusivas del mundo |
Y es un negocio importante para las economías locales: en 2007, la tela de vicuña se pagaba en los EEUU a precios entre 1.800 y 3.000 dólares la yarda, y casi 1.000 dólares el kilo de lana. Actualmente sólo las casas de alta costura pueden comprar este material. Por eso, Perú recuperó y estimuló el chaku, y esta explotación sostenible vuelve a realizarse en los países andinos, usando esta vez corrales más móviles hechos de redes y postes de madera. Se realiza antes una chayada, u ofrenda a la Pachamama, y tal como hacían los incas, se esquila al grupo encerrado en el corral y se vuelven a liberar a la Naturaleza.
En cuanto a las llamas, los incas criaban unas llamas de un color blanco inmaculado y lana fina con propósitos rituales, llamadas napas. Eran adornadas con collares hechos de Spondillus (conchas rojas del Pacífico), oro y mantas multicolores, y su función era la de abrir el camino para el Inca. Las llamas se sacrifican a la Pachamama para agradecer sus dones e implorar su favor en el futuro. Esta práctica se sigue llevando a cabo hoy día, por ejemplo, en el ritual aimara boliviano conocido como wilancha: se degüella a la llama y se derrama su sangre en el suelo, hacia los cuatro puntos cardinales.
La wilancha, o sacrificio ritual de llamas, sigue realizándose hoy día |
Las alpacas suelen criarse y pastorearse en bofedales (páramos húmedos andinos), por lo que las culturas andinas las consideraban animales intermedios entre el mundo terrestre y el mundo acuático: los aymarás y los quechuas consideran que viven al margen de la vida dividida en dos mundos. Existen unas alpacas llamadas wasis, que son mágicas: no se les corta nunca el pelo y tienen la capacidad de proteger al rebaño y a los pastores.
Llamas adornadas. Foto: cortesía de Annaïs Pascual. |
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Muy buen post, muy informativo y entretenido
ResponderEliminarSuper interesante, he ampliado mucho mas lo que sabia de estos animales y su relacion con los seres humanos.
ResponderEliminarpodría mencionar por favor cuales son sus fuentes
ResponderEliminar¡Por supuesto!. Aquí tienes la lista de Fuentes consultadas:
Eliminarhttps://es.wikipedia.org/wiki/Camelidae
https://en.wikipedia.org/wiki/Camelidae
https://en.wikipedia.org/wiki/Lama_(genus)
https://en.wikipedia.org/wiki/Llama
https://en.wikipedia.org/wiki/Guanaco
https://en.wikipedia.org/wiki/Alpaca
https://en.wikipedia.org/wiki/Vicugna
https://en.wikipedia.org/wiki/Vicuña
https://pdfs.semanticscholar.org/4f37/fe98ebc113b1be3f5aca4b22cb0b5ef8b7f1.pdf
http://www.isocard.net/images/journal/FILE486198178b052d8.pdf
https://www.researchgate.net/publication/242712715_Genetic_Analysis_of_the_Origins_of_Domestic_South_American_Camelids
https://www.redalyc.org/pdf/1795/179531063014.pdf
https://www.redalyc.org/pdf/3699/369944282001.pdf
https://www.cbd.int/cepa/cepafair/2016/presentations/ar-vicam-patrimonio.pdf
http://www.fao.org/3/W0613T/w0613T07.htm
https://www.researchgate.net/publication/288636566_Una_aproximacion_a_la_etnozoologia_de_los_camelidos_andinos
https://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_incaico