Mares de hierba. La fauna de las praderas de Norteamérica.

Querida hija:

Lo que una vez fueron las Grandes Praderas de América del Norte, tan popularizadas por el "Western" hoy día no son más que un 1% de lo que fueron, devoradas por la agricultura industrial y la ganadería depredadora. En un contexto de calentamiento global, las últimas investigaciones nos revelan las praderas como un importantísimo sumidero de carbono, con un complejo funcionamiento y con un esperanzador potencial de restauración. En este ecosistema, la fauna tiene un papel absolutamente protagonista a la espera de que llegue su momento. Vas a conocer hoy uno de los ecosistemas más interesantes de nuestro planeta: la Gran Pradera (o lo que de ella queda).

El bisonte americano es el icono y especie clave de la Pradera de Norteamérica. Cuadro: Rob Dreyer


Qué son, y cómo funcionan, las Praderas de Norteamérica

Las praderas templadas forman un cinturón en latitudes medias continentales de ambos hemisferios. Se desarrollan en áreas donde el clima, la precipitación y las características geográficas locales no permiten la formación de bosques. De hecho, las praderas templadas se interpretan como un bioma de transición entre los bosques boreales y la sabana o el desierto, según los lugares. Así, en el Hemisferio norte tenemos las praderas de Norteamérica y la estepa eurasiática, mientras que en el Hemisferio Sur tenemos la Pampa/Estepa patagónica, el Veld sudafricano y las estrechas y casi testimoniales praderas y estepas australianas y de la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Mapa de las praderas norteamericanas mostrando sus tres grandes tipos


Centrándonos ya en América del Norte, las Praderas ocupan desde la parte meridional de las Provincias canadienses de Alberta, Manitoba y Saskatchewan hasta el Estado de Texas, y desde las faldas orientales de las Montañas Rocosas hasta más o menos Illinois/Missouri. En estas praderas la precipitación oscila entre los 250/450 mm en las resecas praderas del suroeste, hasta los 750/1.000 mm en su borde nororiental. El clima es continental extremado alcanzándose en verano máximas de 45ºC y mínimas en invierno de -40 ºC.

Debes entender la pradera norteamericana como un "puzzle" ecológico, lejos de la monotonía paisajística que se supone a este ecosistema. Nada más lejos de la realidad. De hecho, y para empezar, podemos hablar de tres grandes "praderas", que se diferencian por la menor pluviosidad de Este a Oeste: la Pradera de hierba alta, en lo que sería el Oeste Medio, caracterizada por una mayor pluviosidad y por vegetación a base de plantas herbáceas de cierta altura, la Pradera mixta, que ocupa una amplia banda intermedia de norte a sur, y que funciona como área transicional entre la pradera húmeda del este y la Pradera de hierba corta al oeste, pegada a las Montañas Rocosas, y de menor pluviosidad. La Pradera húmeda ha sido ocupada por la agricultura más productiva del mundo, mientras que la Pradera seca ha sido ocupada por la ganadería fundamentalmente.

Las praderas albergan también muchos animales pequeños. Poster: Gobierno de Texas


Cada una de estas tres grandes ecorregiones se subdivide, a su vez, en otras sub-regiones:

- Pradera de hierba alta
    - Pradera de hierba alta de Flint Hills (Kansas oriental)
    - Pradera central de hierba alta: fundamentalmente Iowa, norte de Missouri y sur de Minnesota
    - Zona de transición Pradera/Bosques templados : Illinois y partes de Wisconsin e Indiana.

- Praderas del Norte:
    - Praderas de hierba corta del Norte: la mayor parte de la Pradera canadiense, Montana, oeste de las Dakotas y parte de Wyoming.
    - Zona de transición con el bosque boreal: una franja en el norte de la pradera canadiense y partes de las Dakotas
    - Praderas de hierba alta del Norte: una pequeña zona entre Minnesota y el sur de Saskatchewan
    
- Praderas mixtas del Suroeste:
    - Pradera de hierba corta del Sur: ocupa la mayor parte, al oeste de Nebraska, Kansas, Oklahoma y norte de Texas, y este de Colorado y Nuevo México
    - Pradera mixta de las Colinas de Arena de Nebraska: Nebraska central
    - Pradera mixta del Centro-sur: en una banda central por Nebraska, Kansas, Oklahoma y parte de Texas
    - Zona de transición con bosque y sabana: al sureste de esta región
    - Sabana de la Meseta de Edwards, en el centro de Texas.

Como ves, la cosa no es tan sencilla como imaginar una inmensa llanura cubierta de hierba. El origen de la pradera de Norteamérica hay que buscarlo en la elevación de las Montañas Rocosas, lo que provoca una "sombra pluviométrica" que hace que el clima de esta región sea más seco y árido. Pero la pradera que contemplamos en estos momentos es más reciente y termina de formarse cuando se retiran los hielos de la Glaciación Wisconsin hace entre 10.000 y 8.000 años, dejando al descubierto el suelo que formará luego la fertilidad de la pradera hace unos 6.200 años.

La vegetación herbácea de la pradera se caracteriza por tener unas raíces muy profundas que pueden llegar a los 7 metros de profundidad. Esta maraña de profundas raíces compactan el suelo de tal forma que se protege de forma natural de la erosión. Sobre el suelo sólo crecen hojas, de tal forma que la planta está perfectamente adaptada a rebrotar rápidamente tras las sequías, los incendios y el pasto de los herbívoros. Los incendios son extremadamente importantes aquí. ¿Por qué?. porque la pradera produce mucha más biomasa de la que se descompone, por lo que este exceso de biomasa debe ser pastado o quemado porque su productividad disminuye si no se hace. 

Las plantas de la pradera tienen raíces profundas. Ilustración: Conservation Research Institute. Heidi Natura.


Tradicionalmente los rayos provocaban los incendios necesarios que complementaban la actividad de los herbívoros, y posteriormente los pueblos aborígenes aplicarían el fuego también de forma controlada y por esta razón la pradera ha subsistido hasta hoy incluso en contextos de climas más húmedos que el que originalmente había en el Holoceno inicial, ya que de lo contrario los árboles podrían haber ocupado en parte la actual pradera formando como mínimo sabanas.

Toda esta introducción sobre el funcionamiento ecológico de la pradera es importante para que entiendas los fundamentos sobre los que se desarrolló la fauna de las praderas. Básicamente tenemos dos grandes ámbitos: sobre el suelo y bajo el suelo. Sobre el suelo se va a desarrollar el importantísimo papel de los grandes herbívoros, y de un grupo de vertebrados e invertebrados vegetarianos de menor tamaño como las aves esteparias, los saltamontes y algunos roedores. Bajo el suelo tenemos un verdadero tesoro en forma de las raíces, tubérculos y rizomas de las plantas de la pradera, que serán explotados por roedores excavadores que, en la pradera, tienen una extraordinaria importancia.

Ejemplo de redes tróficas en la pradera. Ilustración: exploringnature.org


Por su parte, estos consumidores primarios serán controlados y aprovechados por los depredadores, o consumidores primarios. Desgraciadamente la acción del ser humano ha alterado de una manera brutal las redes tróficas de la Pradera, pero bueno yo te voy a explicar cómo se ha funcionado siempre en la pradera antes de la invasión de los colonos anglosajones y germánicos, y qué queda de todo aquello hoy día.

Los herbívoros: los arquitectos y jardineros de la Pradera.

Durante la mayor parte del Pleistoceno, la pradera de Norteamérica tenía una biodiversidad comparable a la de la sabana africana. Existían bisontes (de otras especies: de cuernos largos Bison latifrons y de estepa B. priscus), antílopes (Antilocapra), Camellos (Camelus, Camelops, Paracamelus), rinocerontes (Rhinoceros), elefantes (Elephas maximus), caballos (Equus) y un largo etcétera que alcanzaba 32 géneros de herbívoros. Pero la cosa cambió con las glaciaciones puesto que el hielo del Casquete Laurentiano llegó a cubrir la mitad nororiental de las praderas, y cuando se retiran los hielos las condiciones ecológicas y climáticas eran tan diferentes que la mayor parte de dichas especies se extinguió.

Bisonte americano. Foto: Don White


El gran beneficiado fue el bisonte americano (Bison bison), verdadera especie clave para el funcionamiento de la pradera. Descendiente de los bisontes de cuernos largos y de estepa, la especie se origina en las praderas del Sur y tras la retirada de los hielos coloniza las praderas del norte hasta hacerse el herbívoro dominante. Estamos hablando de un dominio abrumador que ayudó a extinguir a los caballos y los camélidos y otros herbívoros incapaces de competir con este magnífico jardinero especializado en las praderas. En mi serie de crónicas sobre la fauna de la Conquista del Oeste ya te hablé de los aspectos históricos y culturales del bisonte americano y de su triste exterminio. Ahora quiero que entiendas por qué es una especie clave en la prosperidad y mantenimiento de la Pradera.

Para entenderlo, debes saber que las plantas herbáceas se dividen en dos grandes grupos: las gramíneas, que son lo que comúnmente llamamos "hierbas", con sus hojas largas y muy estrechas, y las forbias, que tienen hojas anchas, más frondosidad y algo más de altura. Pues bien, el bisonte consume gramíneas en un 80% dejando las forbias en paz. Además, este porcentaje varía con las estaciones y no vuelve a pastar sistemáticamente donde ya lo ha hecho. El resultado es un paisaje en mosaico, con zonas de la pradera desigualmente pastadas, y con sólidos parches de forbias que suponen un refugio para muchas especies pequeñas, y fundamentalmente para los saltamontes. La forma de pastar del bisonte favorece tanto la biodiversidad vegetal como la animal. Tras el exterminio del bisonte en la pradera, se ha calculado que al menos 24 especies animales disminuyeron sus poblaciones como consecuencia.

Los ciervos de cola blanca (Odocoileus virginianus) y mulo (O. hemionus) también explotan la pradera, el primero más que el segundo (más distribuido al oeste de las Rocosas), y consumen más forbias que gramíneas, especialmente en la pradera de hierba alta oriental, donde es el herbívoro clave. Suele también citarse entre los principales herbívoros de la pradera el antílope americano o berrendo (Antilocapra americana), que en realidad no es un antílope sino que ocupa su propia familia, Antilocapridae. Bien, este bóvido, que hacia 1920 los cazadores estaban a punto de exterminar cuando se protegió y que hoy alcanza una población de entre 500.000 y 1 millón de ejemplares, en realidad casi no se encuentra en la pradera estrictamente hablando fuera de una pequeña zona hacia las praderas del Norte, pues es animal más propio de las cuencas semidesérticas del Oeste americano.

Berrendo americano


Una especie más de herbívoro de las praderas quiero destacarte aquí, el único herbívoro de la región que ha sido exterminado a tiro limpio por los de siempre: la subespecie de las praderas del carnero bighorn (Ovis canadensis auduboni), también llamado "bighorn de Audubon" y que vivía en las praderas del norte donde los cazadores lo exterminaron hacia 1903 aunque otras fuentes sitúan la fecha de su exterminio en 1926. No obstante, modernas investigaciones aseguran que esta subespecie no es válida y que en realidad las poblaciones de la pradera pertenecían a la subespecie nominal, por lo que Dakota del Norte ha reintroducido bighorns procedentes de California.

Los pequeños herbívoros

Por debajo de los grandes herbívoros, bien protegidas por las forbias que tan sabiamente los bisontes dejan crecer, una serie de aves esteparias  de la pradera consumen semillas, frutos, brotes y en ciertas condiciones, también insectos. Sobre todo destacan gallináceas fasianiformes conocidas colectivamente como "gallos de la pradera", con tres especies pertenecientes al género Tympanuchus: dos de ellos habitantes de las praderas del norte, el gallo de las praderas rabudo (T. phasianellus) y el gallo de las praderas grande (T. cupido), y la restante especie en las praderas del suroeste, el gallo de las praderas chico (T. pallidicinctus). Otro espectacular tetraónido de las estepas, el gallo de las artemisas (Centrocercus urophasianus) es más propio de la Gran Cuenca pero se le puede encontrar en el borde occidental de las praderas del Norte.

Gallo de las praderas grande. Colorado. Foto: Ron Knight


Las pequeñas aves esteparias que puedo nombrarte aquí como ejemplos son el turpial oriental (Sturnella magna), el tordo arrocero (Dolichonyx oryzivorus), el sabanero de Henslow (Centronyx henslowii), el sabanero colicorto (Ammodramus savannarum), el gorrión de Brewer (Spizella breweri) o la alondra cornuda (Eremophila alpestris).

Gorrión de Brewer. Foto: audubon.org


Como ejemplo de roedores de superficie que también se benefician de la forma de pastoreo que realizan los bisontes están el ratón ciervo (Peromyscus maniculatus), que a pesar de su nombre es un Cricétido, como también lo es el ratón cosechero común (Reithrodontomys megalotis), o el topillo de la pradera (Microtus ochrogaster).

Los roedores excavadores

Como te comenté antes, los roedores excavadores tienen una extraordinaria importancia en la pradera porque aprovechan el nicho trófico de consumidores de las abundantes y profundas raíces, tubérculos y rizomas de las plantas de la pradera. Además, las galerías que excavan airean el suelo y ayudan a mover los nutrientes, además de servir de refugio a otros animales de la pradera.

Perrito de las praderas de cola negra


Los más famosos de todos ellos son los perritos de la pradera, ardillas terrestres emparentadas con las marmotas, de cuyas cinco especies, todas en el género Cynomys, la más extendida por nuestras praderas templadas es el perrito de la pradera de cola negra (Cynomys ludovicianus), estando las otras especies distribuidas por los desiertos y semidesiertos norteamericanos. Existen otras especies de ardillas de tierra que también excavan sus madrigueras en las praderas: la ardilla de tierra de Franklin (Poliocitellus franklinii), propia de las praderas del norte, igual que la ardilla de tierra de Richardson (Urocitellus richardsonii).

Aparte de las ardillas de tierra, existe otro grupo de roedores que tienen especies excavadoras de la pradera. Me refiero a las tuzas o ratas de abazones, que forman una familia exclusivamente americana, Geomyidae. Un ejemplo de esta especie en las praderas sería la tuza de las llanuras (Geomys bursarius), distribuida en toda la región de las praderas, desde Manitoba en el norte hasta Texas en el Sur.

Tuza de las praderas


Los depredadores de las praderas

Con tantos herbívoros tiene que haber depredadores que los controlen. Desgraciadamente los colonos anglosajones exterminaron sin piedad al super-depredador de la pradera, el lobo gris. Ya te expliqué lo que fue la "Guerra contra el Lobo" que se desató allí durante el siglo XIX y que terminó con el exterminio del lobo entre 1880 y 1930. Este lobo de las praderas pertenecía a la subespecie Canis lupus nubilus, que no ha sido exterminada como tal, ya que quedan lobos de esta subespecie en el ángulo que forma Minnesota con la pradera canadiense. El lobo depredaba sobre los grandes herbívoros, junto con el oso grizzly de las praderas, que fue exterminado de esta región hacia 1880 y que no correspondía a ninguna subespecie propia sino que era una población del oso grizzly.

Coyote carroñeando un ciervo


El gran beneficiado del exterminio del lobo de las praderas fue el coyote (Canis latrans), que, originariamente confinado a las praderas, donde el lobo controlaba su población, se ha extendido por toda Norteamérica sin oposición, pero como depredador no puede sustituir el papel de lobos y osos, sino sólo de animales medianos y pequeños así como de ganado doméstico desprotegido.

En cuanto a la maraña de roedores y aves de la pradera, tenemos aves rapaces que se ocupan de ellas como por ejemplo el aguilucho de Hudson (Circus hudsonius), el gavilán de Swainson (Buteo swainsoni), el gavilán herrumbroso (B. regalis) o el mochuelo de madriguera (Athene cunicularia), que también aprovecha galerías subterráneas para establecer su nido y protegerse.

Gavilán de Swainson


Entre los mesodepredadores más comunes en la pradera tenemos al tejón americano (Taxidea taxus), el muy escaso turón patinegro (Mustela nigripes) o el zorro gris (Urocyon cinereoargenteus). No puedo cerrar este capitulo sin nombrarte alguna especie de serpientes de la pradera, que tienen a su disposición muchas presas de pequeño tamaño, como por ejemplo la serpiente de cascabel de las Praderas (Crotalus viridis), presente en toda la extensión de las praderas de Norteamérica, las del norte y las del sur.

¿Es posible "restaurar" la pradera?

Como ya te expliqué, hoy día sólo queda un 1% de extensión de la pradera original, devorada por la agricultura industrial y la ganadería depredadora. Seguramente te preguntarás si el ganado doméstico no es capaz de suplir el papel ecológico que realizaba el bisonte. La respuesta es no. Si bien la forma de pastar del ganado doméstico es muy similar a la del bisonte (si bien con un porcentaje algo mayor de consumo de forbias), el problema es el manejo de ese ganado, normalmente pastoreado en densidades muy superiores a las que en su momento ocupaba el bisonte en libertad, y que por tanto explota la pradera de una manera insostenible.

Paisaje de la pradera norteamericana. Foto: Denis Lingohr


Es más, las prácticas insostenibles agro-ganaderas en la pradera lograron lo que nunca había pasado: la erosión del suelo de las praderas, algo que es por naturaleza casi imposible, lo que provocó las trágicas tormentas de polvo que en la década de 1930 golpearon la zona de las praderas del Sur hasta hacerse llamar el Dust Bowl (el Cuenco de Polvo).

Tampoco pueden suplir al bisonte los caballos y burros cimarrones, de los que te hablé también en su momento. El caballo pasta de una forma diferente: al no ser rumiante, digiere peor la celulosa que el bisonte y por tanto se ve obligado a pastar allá donde otros herbívoros han pastado antes y poder comer plantas jóvenes y frescas que han desarrollado poca celulosa. Mucho me temo que los caballos cimarrones deben seguir siendo controlados como hasta ahora para que no proliferen.

Las tormentas de polvo de los años 1930 fueron consecuencia de la destrucción de la pradera


El movimiento "rewilding" también ha llegado a los EEUU y ahora que se está entendiendo mejor el papel ecológico de los grandes herbívoros se intenta aprovechar las zonas protegidas que están establecidas en la pradera para que los bisontes reintroducidos puedan poco a poco restablecer el equilibrio perdido. Un ejemplo de ello es el proyecto American Prairie, gestionado por una organización conservacionista privada y que lo que hace es comprar tierras adyacentes a dos reservas públicas situadas en el Estado de Montana (praderas del norte): el Monumento Nacional del Nacimiento del Missouri y el Refugio Nacional de Vida Silvestre Charles M. Russell, ambos a lo largo del Missouri.

Su objetivo es llegar a comprar 13.000 km2 de territorio que conecte y amplíe las reservas antes mencionadas con el objeto de usar manadas de bisontes para restaurar la pradera original a través de su pastoreo natural. Desgraciadamente, el proyecto está parado en los tribunales por la oposición de los rancheros y ganaderos locales, que se empeñan en esa explotación insostenible que ha llevado a la pradera a su destrucción.

No obstante, ése es e camino. Y más tarde o más temprano se logrará.

MÚSICA RECOMENDADA: Alfred Newman - La Conquista del Oeste

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