Ratas canguro y canguros rata. Los saltadores del desierto.

Querida hija:

Hace tiempo te hablé de la convergencia evolutiva: la semejanza morfológica total o parcial entre especies animales no emparentadas directamente entre sí como consecuencia de llevar un mismo género de vida. Uno de los mejores ejemplos de convergencia evolutiva entre los mamíferos terrestres nos lo proporciona un grupo de Roedores de distintas familias, y un grupo de marsupiales, que han desarrollado todos ellos una morfología como de "canguros en miniatura" como forma de adaptación a ambientes áridos, esteparios y desérticos. Su estudio nos hace entender mejor cómo funciona la Evolución.

Jerbo pigmeo de Egipto


Introducción: los saltadores del desierto

El bipedismo ha evolucionado independientemente dentro de los Mamíferos en varias ocasiones: entre los Primates, entre los Marsupiales macropódidos y entre un interesante grupo de Roedores pertenecientes a varias familias distintas entre sí.

Aspecto general de un jerbo


Todos conocemos a los jerbos, esos graciosos ratoncitos orejudos con unas larguísimas patas traseras que les ayuda a moverse a saltos por esos desiertos. Pero hay otros Roedores que han alcanzado aspectos físicos  y formas de vida muy parecidas a las de los jerbos. Me refiero a los gerbillos, los sicistas, los "ratones saltadores", las "ratas canguro" y, en Australia, los canguros-rata, que son marsupiales. Todos ellos tienen en común, en mayor o menor medida, ciertos rasgos:

- Cuerpo pequeño a mediano
- Extremidades traseras largas y modificadas en aparato saltador. Esto varía según los diferentes grupos pero en cualquier caso las patas traseras son visiblemente más largas que las anteriores.
- Una cola larga o muy larga
- Una dieta basada en semillas, complementada con Artrópodos y carroña ocasionalmente
- Distribución en áreas áridas, desérticas y/o esteparias.

Es interesante comprobar que todas estas características han aparecido sólo entre los Roedores Miomorfos ("con aspecto de ratón") pero no entre los Caviomorfos ("con aspecto de cobaya").

Esqueleto de jerbo


En la mayoría de los casos estos animales se desplazan a saltos ayudados por sus patas saltadoras, pero no sólo eso sino que alcanzan velocidades de desplazamiento significativamente mayores que sus equivalentes estrictamente cuadrúpedos del mismo tamaño y peso. Además de los saltos, estos roedores suelen realizar bruscos cambios de dirección en zigzag que ayudan a despistar a posibles perseguidores.

Posiblemente aquí esté la clave de una convergencia evolutiva en sentido saltador: la mayor facilidad de huida ante depredadores. Suele pensarse que la forma saltadora de desplazamiento es la más adecuada para moverse en terrenos arenosos, sueltos y movedizos como los que predominan en los desiertos pero lo cierto es que estos movimientos saltadores parecen estar más relacionados con el carácter abierto de estos ecosistemas más que con su carácter árido en sí mismo. Aquí, en estepas, desiertos y semidesiertos son los pequeños roedores (junto con los reptiles) la base de la cadena alimentaria y son numerosas las especies de aves rapaces, mesocarnívoros y serpientes los depredadores de estos roedores, que necesitan así un método perfeccionado para huir más eficientemente de ellos.

Rata canguro saltando para escapar de una serpiente (National Geographic)


También se ha dicho que, saltando, evitarían así las elevadas temperaturas que alcanza el suelo o la arena calentadas por el fuerte sol de los desiertos pero esta interpretación no se sostiene porque, como buenos animales adaptados a ambientes áridos, suelen moverse por la noche, en los momentos de menos calor. Por tanto, podemos estar razonablemente seguros de que los aparatos saltadores de estos animales son un producto evolutivo para maximizar el éxito de la huida en un ambiente que ofrece poco o ningún refugio ante numerosos depredadores de animales pequeños como éstos.

Por ejemplo, experimentalmente se ha determinado que, dentro de la misma familia Heteromyidae, donde conviven especies bípedas-saltadoras (Dipodomys, Microdipodops) y cuadrúpedas (como Chaetodypus o Perognathus), Dipodomys es significativamente más rápido que las especies cuadrúpedas estudiadas.

Además de la velocidad de huida y la mayor facilidad para cambiar bruscamente de dirección, las patas saltadoras, como su nombre indica, proporcionan una extraordinaria capacidad de salto. Esto se ha estudiado para el jerbo egipcio menor (Jaculus jaculus), que, dependiendo de la subespecie considerada, presenta una longitud de pata trasera de entre 5,6 y 6,9 cm, que es de unos 2/3 de la longitud de cabeza + cuerpo que está en 9,8 cm y un peso de 50 g. Pues bien, este pequeño jerbo puede dar saltos de una longitud de más de diez veces la longitud de su cadera. Una cola de nada menos que 18 cm de longitud ayuda a equilibrar al animal durante los saltos y su desplazamiento, actuando como balancín.

Jerbo egipcio menor


Se ha estudiado la biomecánica de esta especie, que puede en general extrapolarse: los músculos que más contribuyeron al trabajo del salto fueron los de la articulación del tobillo, con un total de 231,6 mJ por kg de masa corporal, para producir la energía de salto vertical mientras que los músculos que actúan en la articulación metatarso-falángica produjeron la mayor tensión (317,1 kPa). El jerbo usa una limitada energía elástica en el tendón, y esto se ha observado también en homólogos americanos como la rata canguro cola de bandera (Dipodomys spectabilis), lo que indicaría esa convergencia evolutiva dada la distancia genética entre jerbos y ratas canguro.

Sin embargo, comparando el "estilo" de salto de los roedores saltadores con el de los grandes canguros, se encuentra que en los canguros sí se almacena más energía elástica en el tendón, lo que indica que, evolutivamente hablando, el hecho de que haya una mayor contribución muscular en el salto de estos roedores que un "efecto muelle" en los tendones indica que la selección natural "premió" en estos animales una aceleración rápida para evitar a los depredadores que una economía locomotora que hiciera más "eficiente" el salto. Fíjate que en los canguros rojos (Macropus rufus) la energía elástica del tendón recupera entre el 40 y el 70% de la energía del salto, porcentaje que se reduce al 36% en el galope del caballo pero en el jerbo sólo recupera el 4% de la energía del salto.

Esta interpretación se refuerza por el hecho de que cuanto más adulto se hace el animal, existe una mayor desproporción entre la longitud de la pata saltadora, la cola y el resto del cuerpo, justo cuando necesitan huir con mayor frecuencia de los predadores.

Ahora ya estás en condiciones de conocer a este interesante grupo de mamíferos.

1. Los jerbos

Integran la familia Dipodidae. Son los más conocidos de los roedores saltadores del desierto, y los que presentan adaptaciones más perfectas a este medio. Sus largas patas traseras les facultan para ejecutar largos saltos y adquirir gran velocidad en la huida (máximo de 24 km/h), así como realizar bruscos cambios de dirección para despistar a sus perseguidores. La longitud corporal varía entre los 4 y los 26 cm. Muchos de ellos poseen grandes orejas para maximizar su percepción auditiva, ya que este sentido es muy importante en los jerbos para detectar predadores a tiempo.

Jerbos


Se distribuyen en áreas desérticas, semidesérticas y esteparias desde el Norte de África hasta Mongolia y China. Son animales nocturnos que evitan el calor del día refugiándose en madrigueras y saliendo de noche a alimentarse de semillas e insectos. Los jerbos construyen cuatro tipos de madrigueras:

- Temporal de verano
- Temporal secundaria de verano
- Permanente de verano, donde crían a los juveniles
- Permanente de invierno, donde hibernan las especies que presentan esta característica

Los jerbos son criaturas solitarias. Se reconocen cuatro subfamilias:

- Allactaginae: géneros Allactaga, Allactodipus y Pygeretmus con un total de 17 especies, todas asiáticas (desde Oriente Medio hasta China y Mongolia) excepto el jerbo de cuatro dedos (Allactaga tetradactyla), único presente en África, concretamente en Egipto y Libia.

Jerbo de cuatro dedos


- Cardiocraniinae: géneros Cardiocranius, Salpingotulus y Salpingotus, con 7 especies. Son los llamados "jerbos pigmeos", todos ellos distribuidos en Asia central.

- Dipodinae: géneros Dipus, Eremodipus, Jaculus, Stylodipus y Paradipus, con 10 especies, todas asiáticas excepto dos norteafricanas.

- Euchoreutinae: alberga una única especie: el jerbo de orejas largas (Euchoreutes naso), distribuido entre el sur de Mongolia y el noroeste de China. Su tamaño es típico de los jerbos, con una longitud corporal de entre 7 y 9 cm, una cola del doble de esta longitud, patas traseras saltadoras de entre 40 y 46 mm de longitud, o sea, la mitad de la longitud de su cuerpo y un peso de 38 g. Sus enormes orejas le ayudan a localizar insectos, ya que se trata de un jerbo predominantemente insectívoro y no granívoro.

Jerbo de orejas largas. Foto: Andreia Kotkina


El mayor de todos los jerbos es el gran jerbo (Allactaga major), que vive en Rusia, Ucrania, Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán. Presenta una longitud corporal de 18 cm y una cola de 26 cm, mientras que el más pequeño es el jerbo pigmeo de Beluchistán (Salpingotulus michaelis), que tiene una longitud corporal de sólo 4,4 cm, lo que le convierte en uno de los roedores más pequeños del mundo. Su cola, como es habitual en los jerbos, ocupa el doble de esa longitud, unos 8 cm, y 3,75 g de peso. Se distribuye en Pakistán y podría estar también en Afganistán aunque no se ha comprobado.

Gran Jerbo. Foto: Klaus Rudloff


Como reflexión final sobre los dipódidos, el hecho de que la abrumadora mayoría de especies sean asiáticas y sólo tres norteafricanas me hacen pensar en un origen asiático de este grupo, que ha debido colonizar más recientemente los desiertos norteafricanos.

2. Las ratas canguro

Las ratas canguro (kangaroo rats es su denominación habitual en los EEUU) pertenecen a la familia Heteromyidae y pueden considerarse como los equivalentes ecológicos de los jerbos en los desiertos y praderas de América del Norte, donde constituyen un extraordinario ejemplo de convergencia evolutiva. Son los "jerbos americanos" pero no están directamente emparentados con los jerbos afroasiáticos. Aquí la situación taxonómica es algo más complicada. Vamos a entender primero la composición de los heterómidos porque hay un poco de todo.

Ratas canguro. Mammals of the World - Lynx Editions


La familia Heteromyidae es norteamericana, a excepción de unas pocas especies del género Heteromys, que lograron colonizar Centro y Sudamérica en el Gran Intercambio Americano. Consta de las ratas canguro, los ratones canguro, los ratones de bolsillo y los ratones de bolsillo espinosos. Los heterómidos no están emparentados con los dipódidos (los jerbos), sino más bien con los geómidos y los castores. Por eso, es extraordinario el fenómeno de convergencia evolutiva que ha aparecido concretamente entre la subfamilia Dipodomyinae, que son las ratas canguro, que consta de 20 especies del género Dipodomys y dos especies del género Microdipodops, o ratones canguro. 

Todos ellos se distribuyen por los desiertos y las cuencas interiores semidesérticas de Norteamérica, desde las praderas canadienses hasta el centro de México. Es claro que la adopción de las "patas saltadoras" es una adaptación exactamente igual que la de los jerbos para la más rápida huida y más ágil desplazamiento en ambientes abiertos áridos, semiáridos y esteparios. Las otras dos subfamilias de Heteromyidae han permanecido cuadrúpedas.

Externamente las ratas canguro pueden diferenciarse de los jerbos por el hecho de ser más compactos y tener las orejas pequeñas, contra las orejas grandes y prominentes de los jerbos. Su tamaño es similar al de los jerbos siendo la mayor rata canguro la rata canguro gigante (Dipodomys ingens), muy escasa y que sólo se encuentra en el Valle de San Joaquín, en California (EEUU). Tiene una longitud de entre 18 y 21 cm, si bien la longitud promedio está en los 15 cm, siendo la más pequeña la rata canguro de Merriam (Dipodomys merriami), en el Sudoeste de los EEUU, México y Baja California, con una longitud de 9 cm.

Durante mucho tiempo se pensó que las ratas canguro no tenían demasiada tolerancia a temperaturas por encima de los 30 ºC y que por eso pasaban el día refugiadas en sus madrigueras, para salir de noche a buscar comida que, al igual que en el caso de los jerbos, es fundamentalmente granívora complementada con insectos. Pero investigaciones recientes han mostrado que esto no tiene fundamento, y que las ratas canguro aguantan perfectamente temperaturas de 35ºC, y que se activan inmediatamente tras la puesta del sol, lo que en realidad es el momento más cálido de la noche.

Rata canguro gigante


Claramente, las ratas canguro se diferenciaron hacia el Plioceno, cuando aparecen los desiertos norteamericanos, y se adaptaron a ellos para ocupar exactamente el mismo nicho ecológico que ocupan los jerbos en los desiertos asiáticos. Ambos grupos presentan modificaciones fisiológicas tendentes a ahorrar el gasto de agua: obtención de la misma de los alimentos ingeridos metabólicamente, y una orina y heces muy concentradas, que casi no tienen agua, aparte de su comportamiento crepuscular y nocturno. Su velocidad máxima a la carrera es de 19 km/h, algo menos que la que alcanzan los jerbos fundamentalmente porque las patas saltadoras de las ratas canguro son algo más cortas. Al igual que los jerbos, las ratas canguro son animales solitarios.

3. Los gerbillos

Tenemos un tercer grupo de roedores saltadores del desierto. En este caso se trata de las 110 especies integrantes de la subfamilia Gerbillinae de la familia Muridae. Es decir, la familia que alberga a las verdaderas ratas y ratones. Podríamos decir que los gerbillos son las genuinas "ratas saltadoras", y nos muestran la gran plasticidad de la familia, parte de cuyos miembros se adaptó también a la vida saltadora de los desiertos y zonas áridas o semiáridas. Los gerbillinos incluyen a los gerbillos, las ratas de arena y los jirds.

Gerbillo de Mongolia


La subfamilia comprende 16 géneros: Ammodillus, Brachyones, Desmodilliscus, Desmodillus, Dipodillus, Gerbilliscus, Gerbillurus, Gerbillus, Meriones, Microdillus, Pachyuromys, Psammomys, Rhombhomys, Sekeetamys, Tatera y Taterillus

El mayor de todos ellos, el gran gerbillo (Rhombhomys opimus) recuerda a una ardilla de tierra y alcanza una longitud del cuerpo de entre 15 y 20 cm, con lo que alcanza exactamente el mismo tamaño que el mayor jerbo y la mayor rata canguro. Esta especie vive en Asia central, desde Turkmenistán hasta China. Los gerbillos son afro-asiáticos y se encuentran en áreas desérticas y áridas desde el Sahara hasta China, Mongolia e India. Pero la mayoría se encuentran en África (incluso hasta el Sahel y la sabana y también en África austral) y Oriente Medio, y seguramente por eso los jerbos no han podido casi penetrar en el norte de África ya que están firmemente asentados y diversificados allí. Sólo los géneros Brachyones, Meriones y Tatera son predominantemente o exclusivamente asiáticos.

Gran gerbillo


Los gerbillos presentan una cierta variedad de formas, pero pueden diferenciarse de jerbos y ratas canguro en la fisonomía más "ratonil" de su cabeza, y cuyas orejas están a medio camino entre las grandes de los jerbos y las pequeñas de las ratas canguro. Al igual que con los grupos anteriores, las patas traseras están claramente más desarrolladas que las delanteras pero ya tenemos una cierta variedad de longitudes entre los distintos géneros, variando desde los "jirds" (Meriones), donde son claramente patas saltadoras, hasta especies pequeñas donde la diferencia no es tan acusada como por ejemplo en el gerbillo de cola gruesa (Pachyruromys duprasi).

4. "Ratones saltadores"

Si bien los tres principales grupos de roedores saltadores adaptados a ecosistemas áridos son los que ya te he comentado, quiero hablarte de un curioso grupo un tanto intrigante. Se trata de los "ratones saltadores", que hasta hace pocos años eran considerados una subfamilia de los Dipodidae (los jerbos), pero que hoy se consideran una familia por derecho propio: Zapodidae.

Se trata de roedores con apariencia de ratoncitos, que se distribuyen en China y en Norteamérica (curiosamente la misma distribución que los pikas). Tienen, en efecto, las patas traseras más largas que las delanteras pero no tienen esos hábitos claramente saltadores que tienen los jerbos, las ratas canguro y los gerbillos. Son once especies bajo los tres géneros: Zapus, Eozapus y Napaeozapus.

Ratón saltador de pantano (Napaeozapus insignis) Foto: Zac Cota


Lo más interesante de estos ratones saltadores es que no habitan en desiertos ni en zonas áridas, sino en zonas boscosas y montañosas, incluso por encima de los 3.000 metros. No encajan en el grupo de roedores saltadores del desierto. Pero la Paleontología puede darnos una pista para interpretar a este intrigante grupo: recientemente se encontraron fósiles de tres especies de zapódidos correspondientes al Mioceno temprano en Kazajistán y Mongolia, por lo que podemos suponer un origen centroasiático de roedores adaptados a la estepa (lo que sí encajaría) pero que, posiblemente por no poder competir con éxito con jerbos y gerbillos, acabaron "emigrando" a otras latitudes y adaptándose a otros ambientes, toda vez que claramente sus patas "saltadoras" son más pequeñas que en otros grupos.

5. Australia: canguros-rata y kultarrs

Y finalmente llegamos a los desiertos y estepas australianas, donde los marsupiales dominan el cotarro, y los únicos roedores autóctonos que existen, los Múridos, llegaron demasiado recientemente para adaptarse tan exactamente a los ambientes desérticos. Aquí, son los marsupiales los que han liderado la adaptación a formas saltadoras del desierto.

Fundamentalmente hablo de los canguros-rata, que en Australia llaman bettongs. A pesar de su nombre común, los betongs no son canguros (esto es, Macropodidae) sino que pertenecen a la familia Potoroidae. Son actualmente cinco especies, pertenecientes a dos géneros: Bettongia, 4 especies, y Aepyrymnus, con una especie. Los betongs tienen el tamaño de conejos, con pesos entre 1,2 y 2,8 kg, y por lo demás parecen verdaderamente canguros en miniatura.

Betong cavador (Bettongia lesueur)


Los betongs no son animales propios de zonas áridas. De hecho, los betongs que viven en la actualidad tienen una distribución restringida a las zonas boscosas del tercio oriental australiano, y también en Tasmania. Pero como ya hemos razonado anteriormente, las patas saltadoras no son seleccionadas evolutivamente por el hecho de que existan desiertos sino por el hecho de que es ventajoso para huir de los depredadores, al menos si tienes un tamaño pequeño. Conque tengas como mínimo una estepa o sabana boscosa, ya puede surgir esta morfología.

El verdadero marsupial saltador de los desiertos de Australia es un asombroso "clon" de los jerbos, y es un  dasiúrido llamado kultarr (Antechinomys laniger) y conocido, cómo no, como "jerbo marsupial". Es un carnívoro especializado en invertebrados, y está ampliamente distribuido en los desiertos del interior de Australia. Sus dimensiones y aspecto son idénticos al de un jerbo, con una longitud de entre 70 y 95 mm, una larga cola y un peso de entre 14 y 29 g. Su cuerpo puede inducirle un estado de torpor cuando su temperatura corporal cae por debajo de los 11 ºC, similar al estado de hibernación.

Kultarr


Como le sucede a todos los marsupiales australianos de pequeño tamaño y hábitos terrestres, el kultarr se encuentra amenazado por los depredadores introducidos (gatos, perros, zorros, etc...) y por los incendios, o la destrucción del hábitat en general. De hecho, mientras la población de kultarr parece estar pujante en Australia occidental y en el Territorio del Norte, ha sido exterminado de Victoria y su población disminuye claramente en Nueva Gales del Sur, Queensland y Australia meridional. Existe un Plan de Recuperación para la especie en Australia, que confiemos dé sus frutos.

MÚSICA RECOMENDADA: Frank DeVol - El Vuelo del Fénix

SI TE GUSTA MI LABOR DIVULGATIVA, ¡APÓYAME! Patreon.com/cronicasdefauna


Comentarios

Entradas populares de este blog

Tarántulas. Dame veneno...

Errores comunes: los pingüinos no existen

La gallina doméstica: características, origen y domesticación