Los moluscos: babosos pero sabrosos.

Querida hija:

Históricamente hablando, los moluscos han tenido una extraordinaria importancia en la alimentación de la Humanidad. Aunque hoy día ya no es para tanto, siguen siendo animales culinariamente muy apreciados y buscados y forman parte de lo que gastronómicamente se denomina "marisco". Pero más allá de la cocina y la alimentación, los Moluscos se nos revelan como uno de los grandes grupos zoológicos de nuestro planeta, y que cumplen una función ecológica de primer orden por lo que deberías conocerlos un poco mejor. De modo que termínate tu sopa de almejas y empezamos.

Los cefalópodos están entre los moluscos más conocidos. Lámina: Ernst Haeckel

Cosas básicas que debes saber sobre los Moluscos.

La palabra "molusco" proviene del latín molluscus, que significa "blando" aludiendo indudablemente a su anatomía informe y blanduzca. Esta palabra tiene la misma raíz que el griego malakós, que significa lo mismo: blando. De ahí viene la ciencia que estudia a los moluscos, la Malacología.

Para que te hagas una idea de la importancia de los moluscos como grupo zoológico, te diré que se trata del segundo Filo más numeroso en especies (tras los Artrópodos) con unas 85.000 especies conocidas (y en estado fósil se conocen entre 60.000 y 100.000, nada menos). El grueso de los moluscos son criaturas acuáticas y, contrariamente a la idea popular de que los peces son los organismos dominantes en los mares, en realidad son los moluscos el grupo dominante en especies con el 23% de todos los organismos marinos conocidos. Pero los moluscos como grupo zoológico está desequilibrado a favor de los Gastrópodos (caracoles, babosas y similares), que suponen a su vez el 80% de todas las especies de moluscos.

Algunos ejemplos de moluscos actuales

Se trata de un grupo exitoso evolutivamente puesto que se les encuentra en aguas de todo el mundo hasta profundidades de más de 5.000 metros, y en tierra también a altitudes de hasta 5.000 metros.

Ya te hablé específicamente de los caracoles en una crónica anterior de modo que en esta crónica te hablaré más genéricamente de los moluscos como Filo. Como recordarás cuando te hablé de los Crustáceos, un "Filo" es un grupo zoológico caracterizado por poseer una organización anatómica y corporal original y exclusiva de él. ¿Cuál es el plan de organización corporal que caracteriza a los Moluscos?. Pues varias cosas:

Esquema de un molusco genérico

- Un pie locomotor. El pie de los moluscos es una estructura sencilla, musculosa y ancha, que le sirve al animal para desplazarse mediante reptación. El ejemplo clásico es el pie de los caracoles pero más adelante te contaré otras formas y funciones que evolutivamente ha ido adoptando el pie de los moluscos.

- Un manto. El manto es un saco membranoso que contiene las vísceras del animal, normalmente situado en una posición dorsal con respecto al pie. Un ejemplo claro es el "cabezón" del pulpo.

- Una rádula. La rádula es, al igual que el pie, un órgano exclusivo de los moluscos: es una especie de "lengua" o aparato bucal dotado de multitud de dientes microscópicos que le dan una función de lija o de escofina, permitiendo al animal obtener su alimento royendo. Los moluscos pueden ser herbívoros, como los caracoles terrestres, carnívoros como los cefalópodos o los conos, filtradores como las almejas y los mejillones, o detritívoros como una amplia variedad de especies.

Visión al microscopio de la rádula de Limacus flavius, foto de Cedric Lee

Una interesante característica de los moluscos es que el manto segrega una concha calcárea. Esto es verdad en el grueso de los moluscos pero en algunas especies esta se ha perdido, se ha atrofiado o se ha convertido en una estructura interna como en los Cefalópodos (pulpos, calamares y sepias) o bien en forma de espículas o placas calcáreas. Pero, ¿cómo segrega el animal su concha?

El calcio que el molusco necesita para construir su concha proviene de su alimentación. Ahora bien, ¿mediante qué procesos ese calcio ingerido se convierte en una concha situada sobre su manto?. Verás, el sistema digestivo del molusco tiene unas células especiales que almacenan el calcio ingerido y lo vierten al torrente sanguíneo. Este calcio se vuelve a almacenar en otras células especializadas que están situadas en el manto, y mediante la acción de una enzima, éste calcio precipita (se hace sólido) en forma de calcita o aragonito según el plan genético del animal. Maravillas de la evolución.

Taxonómicamente hablando, los Moluscos se dividen en siete Clases:

- Aplacophora: exclusivamente marinos y bentónicos (habitantes del fondo). No tienen concha sino espículas calcáreas y tienen formas alargadas y blandas. Dos grandes grupos: Solenogastros y Caudofoveados.

Ejemplo de aplacóforo

- Polyplacophora: son los conocidos como "quitones": forma aplastada y ovalada, con un pie ancho y no segregan concha como tal sino una alineación de placas calcáreas longitudinalmente en el dorso. Exclusivamente marinos.

Quitones de las Azores

- Monoplacophora: de forma redondeada y con un pie también amplio. Viven en las profundidades marinas y se caracterizan por segregar una concha en forma de "sobrero chino". Estaban considerados un grupo fósil hasta que en 1952 se descubrió Neopilina, y desde entonces se han redescubierto más especies de este grupo de fósiles vivientes.

Esquema de monoplacóforo

- Gastropoda: son los conocidísimos caracoles y babosas, aunque también se incluyen en este grupo los nudibranquios. Se encuentran tanto en aguas marinas como aguas dulces, y los caracoles y babosas tienen también representantes en tierra, los únicos de su Filo. Nada menos que 476 familias actuales.

Selección de conchas de gasterópodos

- Cefalophoda: son los no menos conocidos pulpos, calamares, nautilos y sepias. Exclusivamente marinos.

Selección de cefalópodos

- Bivalvia: las almejas y mejillones, presentes tanto en aguas marinas como continentales.

Tridacna gigas es la mayor almeja que existe

- Scafophoda: o "conchas colmillo", por su concha de forma alargada y afilada. Son animales que se hunden en la arena o el limo de fondos marinos y playas.

Esquema de escafópodo enterrado en la arena

Taxonómicamente hablando, existe división de opiniones sobre si se trata de un grupo monofilético o polifilético. Los defensores de esta última opción propugnan que Bivalvos y Escafópodos serían grupos con un origen diferente al de los Moluscos, y habría que separarlos pero los estudios moleculares aún no han resultado concluyentes y por el momento aceptaremos los moluscos como grupo monofilético y compacto.

Su origen es muy antiguo, pues data de la frontera del Precámbrico y el Cámbrico hace 540 millones de años, siendo las primeras clases que aparecen Polyplacophora, Monoplacophora, Gastropoda y Bivalvia, apareciendo luego Cefalophoda en el Cámbrico final, Scafophoda en el Ordovícico y los Aplacophora en el Silúrico.

Los moluscos pueden alcanzar tamaños inmensos: así, los calamares gigantes y los calamares colosales pueden alcanzar los 15 metros de longitud y los 500 kg de peso, las tridacnas son las mayores almejas del mundo, que viven en arrecifes coralinos y alcanzan tamaños de 140 cm de longitud y 330 kg de peso, y en estado fósil se conocen almejas gigantes del género Inoceramus (Cretácico) con diámetros de 178 cm.

Comparativa del tamaño de los calamares flecha, gigante y colosal

La reproducción de los moluscos es sexual pero existen varias modalidades: hermafroditismo con o sin auto-fecundación, fecundación interna o fecundación externa. En cualquier caso, cuando los huevos eclosionan, surge una larva con forma de peonza denominada "trocófora", que luego se transforma en otro tipo de larva denominada "vela", que finalmente se instala en una superficie y se metamorfosea en el individuo adulto. La excepción la constituyen los cefalópodos, que emergen directamente del huevo como adultos en miniatura, sin ningún tipo de metamorfosis.

El versátil pie de los moluscos

Como ya te expliqué anteriormente, el pie de los moluscos es su principal órgano locomotor. Y como tal, sirve para el desplazamiento del animal mediante reptación adhiriéndose a la superficie de desplazamiento, como sucede normalmente en el grueso de especies de Aplacophora, Polyplacophora, Monoplacophora y Gastropoda. Pero a lo largo de la evolución, el pie ha sufrido modificaciones que favorecían a las distintas especies según su modo de vida.

Así, el pie se ha convertido en un órgano excavador en Bivalvos, en Gastropoda como los caracoles barrenadores Terebra, el azote de los barcos de madera de siglos pasados, o los Escafópodos. Se ha modificado como órgano saltador en géneros como Cardium, Trigonia, Poromya o Mytilus; como órgano circular en Pedipus, como órgano fijador en mejillones u ostras, ayudando al animal a adherirse a sustratos inmóviles.

Almeja usando su pie para excavar y enterrarse en la arena

También como órgano nadador, como en los cefalópodos, donde el pie se ha dividido en tentáculos y ayudan al animal a nadar impulsándose con ellos en el agua o modificados en forma de "vela" o "remo" como en los caracoles pelágicos del género Pteropoda; e incluso como órgano auxiliar de la reproducción , desarrollando "brazos" que fungen como espermatóforos que transfieren el esperma a la hembra.

Existen formas parásitas que habitan el interior de pepinos de mar, que al no necesitar desplazarse han perdido el pie por completo.

Ingenieros de los ecosistemas acuáticos: el papel ecológico de los moluscos

Los moluscos realizan un insospechado papel ecológico que pasa normalmente inadvertido pero que se nota cuando están ausentes.

En primer lugar, sus conchas (tanto en activo como vacías) se convierten en superficie de reposo para epibiontes (animales que viven sobre ellas), pero también sirven de refugio para multitud de animales cuando están vacíos. Un ejemplo muy ilustrativo son los cangrejos ermitaños, que usan conchas vacías de caracoles marinos para proteger su blando abdomen. Y muchas veces, anémonas de mar se establecen sobre estas conchas "okupadas" por los cangrejos ermitaños.

En segundo lugar, influyen y regulan el flujo de sedimentación en aguas. Los moluscos que se encuentran semi-enterrados en los fondos (nunca se entierran por completo sino que asoma parte de la concha) lo que hacen es interceptar parte de los sedimentos que transporta el agua, forzando a que se precipiten al fondo y ayudando a que se distribuya más o menos uniformemente.

Los moluscos realizan un importante papel filtrando el agua donde viven

La labor filtradora del agua por parte de Bivalvos es impresionante: un mejillón común filtra hasta 25 litros de agua al día, purificando el agua y librándola de contaminantes y plásticos...pero al precio de acumularlos en su organismo, por lo que hay que vigilar que luego no vayan a consumo humano. Ellos bombean agua para alimentarse del fitoplancton que deriva con ella, pero en el camino "se queda" con elementos indeseables. Por tanto, también se convierten en bioindicadores de la calidad de un medio acuático, y ésto ya se convierte en un servicio ecosistémico que presta gratuitamente al ser humano.

De hecho, los mejillones han sido usados para "testar" la composición química del agua en estuarios como los del Támesis o el Elba para detectar concentraciones anormales de contaminantes.

Con todo lo que te he contado antes, es fácil imaginar que, allá donde hay una población sana y diversificada de moluscos, éstos ponen bases para una mayor biodiversidad de otras especies, a las que ofrecen refugio físico, una sedimentación uniforme y equilibrada, y un agua limpia y filtrada. Y esto se ha comprobado experimentalmente: donde hay moluscos, hay más especies de otros grupos zoológicos que donde no los hay.

Los moluscos como indicadores climáticos.

En estos tiempos revueltos climáticamente, los moluscos fósiles constituyen una herramienta de primer orden para conocer los climas del pasado y la composición química de las aguas donde vivieron. Por su propia naturaleza, el carbonato de calcio de los moluscos fosiliza con facilidad, y son incontables los yacimientos disponibles con restos de moluscos. La composición química de sus conchas fosilizadas son una gran fuente de información para los paleo-climatólogos.

El estudio de las conchas actuales y fósiles nos revela información sobre los procesos climáticos. Foto: colección del Berlin Naturkundemuseum

Pero no sólo con moluscos fósiles. También los moluscos vivos como la almeja Arctica islandica, que tiene una esperanza de vida de 500 años por lo que sirve como un verdadero archivo viviente del clima en el Atlántico Norte y el Ártico. Un estudio realizado con estas almejas sirvió para determinar patrones climáticos de 1.357 años en esa zona del Atlántico, mostrando evidencias del Óptimo Climático Medieval hacia mediados del siglo XIII seguida por el incremento en la formación de hielo en la Pequeña Edad del Hielo, una estabilización en el siglo XVI y un recrudecimiento del enfriamiento hacia finales del siglo XVII.

Sobre todo, el estudio de los moluscos nos sirve como monitorización de la acidificación de los océanos como consecuencia del calentamiento global. El nivel del CO2 atmosférico ha crecido un 36% en los ultimos 150 años, y el 48% de este incremento lo ha absorbido el océano, produciéndose lo que se llama "acidificación de los océanos". Y esta disminución del pH del agua oceánica tiene consecuencias que se pueden observar y medir en los moluscos, como el decrecimiento de la capacidad de generación del carbonato necesario para construir las conchas, así como perturbaciones en el desarrollo del ciclo vital de estos animales.

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