El tiburón peregrino. El gigante tranquilo.

Querida hija:

Al ser humano le fascinan los animales de gran tamaño. Tal vez porque le recuerdan de algún modo el inmenso poder y grandeza de la Naturaleza, que sigue moviendo algún olvidado gen de nuestro ADN. Aunque el pez más grande del mundo actualmente es el tiburón ballena (Rhincodon typus), el segundo en el ranking, el tiburón peregrino (Cetorhinus maximus) es también un impresionante animal que desgraciadamente para él ha sido eclipsado por su grandioso pariente. Por eso no es mucho lo que el gran público conoce sobre él, y ni siquiera los sabios científicos conocen todo ya que es un animal que presenta dificultades para estudiar muchos aspectos de su biología. Hoy quiero que conozcas a este gigante tranquilo. 

Tiburón peregrino en su característica actitud de comer plancton mientras nada con la boca abierta


Quién es el tiburón peregrino

Seguramente si estuvieras nadando en el mar y vieras acercarse a ti a un mastodonte de nueve metros de longitud te paralizaría el miedo. Pues tranquila, que el tiburón peregrino es uno de los tres únicos tiburones que se alimentan de plancton, junto con el tiburón ballena y el tiburón boquiancho (Megachasma pelagios) que, aunque no alcanza los tamaños gigantescos de los dos primeros, con sus 5.5 m de longitud máxima tampoco es un alfeñique.

El tiburón peregrino forma parte del Orden Lamniformes (como el tiburón blanco o el tiburón tigre) pero ocupa una familia propia donde es la única especie: Cetorhinidae, con lo que se reconoce su especificidad. El tiburón peregrino es un magnífico animal, que alcanza una longitud media de entre 7 y 8,5 m, y hoy día excepcionalmente entre 9 y 11 metros. El récord mundial de longitud conocida para un tiburón peregrino fue los 12,3 m alcanzados por un ejemplar que quedó atrapado en una red de pesca de arenques en la Bahía de Fundy (Atlántico canadiense) en 1851, y que pesó 16 toneladas (el peso medio normal está en las 4,65 toneladas).

Comparativa de tamaño entre el tiburón peregrino (arriba) y el tiburón ballena (abajo)


Su coloración es marrón oscuro que vira a blanquecino en la parte ventral. Tiene un morro prominente y de punta redondeada, muy característico, y sobre todo unas aberturas branquiales muy largas, que ocupan casi toda la sección transversal del perfil de la cabeza. Estas grandes branquias son la clave de su biología ya que le permiten filtrar el plancton mientras nada lentamente con la boca muy abierta. Cuando lo hace así, la cabeza parece muy ancha en relación al cuerpo fusiforme y cilíndrico. Pero, a diferencia de lo que podría suponerse, el tiburón peregrino sí tiene dientes lo que pasa es que son pequeños, de una longitud de 5-6 mm, de forma ganchuda y dispuestos en filas (como en el tiburón blanco) donde sólo las primeras son verdaderamente operativas.

Anatomía general de un tiburón peregrino


El tiburón peregrino recibe su nombre en español por tratarse de un animal pelágico en continuo movimiento y migración en busca de las mejores concentraciones de plancton. Más adelante profundizaré en su biología y ecología. En inglés, su nombre es curioso: Basking shark, que significa algo así como "tiburón que toma el sol", nombre muy relacionado con sunfish (pez sol) que se le daba tradicionalmente en las Islas Británicas, y que alude a su costumbre de alimentarse muy pegado a la superficie del mar, dando la impresión de que está tomando el sol.

Biología, ecología y migraciones

Lo primero que te recomiendo es entender la distribución geográfica de la especie. Lo encontramos en aguas templadas y frías (pero no árticas) tanto del hemisferio norte como del sur, y está ausente de las aguas tropicales y ecuatoriales. Está también ausente del Océano Indico puesto que no lo encontramos más allá de Sudáfrica ni más acá del sur de Australia. También se le encuentra en el Mar Mediterráneo, donde se le puede observar mayormente entre Marzo y Mayo.

Mapa de distribución del tiburón peregrino


Dentro de este rango de distribución, el tiburón peregrino frecuenta la plataforma continental y más concretamente las aguas costeras e incluso en alguna ocasión se le ha visto en aguas salobres. Alcanza profundidades máximas de 910 m y prefiere temperaturas del agua de entre 8 y 14,5 ºC. Seguramente por eso está ausente de las latitudes correspondientes del Océano Índico, por la ausencia de aguas continentales en esa región.

Centrémonos ahora en el Atlántico Norte, donde el tiburón peregrino ha sido más estudiado, tanto en la orilla euro-africana como en la norteamericana. Allí, los pescadores y los marineros observaron secularmente que el tiburón peregrino se veía normalmente en los meses de primavera y verano, pero desaparecía en invierno. Como esta especie es desconocida en aguas ecuatoriales, los investigadores Bigelow y Schroeder teorizaron en 1948 que, puesto que durante el verano se observaban hasta la latitud del Cabo Cod (Massachussetts) y luego en invierno no se avistaban, los tiburones peregrinos "hibernaban" en aguas más profundas donde permanecían cerca del fondo marino hasta que en primavera volvieran a subir las temperaturas.

Sin embargo, en 1960 J. C. Briggs lanzó la teoría de que en realidad los tiburones peregrinos realizaban migraciones trans-ecuatoriales. Esto tenía sentido, dado que esta especie se encontraba tanto en el Hemisferio norte como en el sur, y no se había encontrado evidencia de que hubiera dos poblaciones genéticamente diferenciadas ni se han definido subespecies para el tiburón peregrino, lo que implicaba que de algún modo había intercambio genético entre ambos hemisferios.

Desplazamientos de tiburón peregrino detectados en el trabajo de Skomal (2009)


Esta teoría finalmente se demostró en 2009 tras una interesante investigación de la División de Pesquerías de Massachussetts y la Universidad de Nueva Inglaterra liderada por Gregory Skomal: equiparon a varios tiburones peregrinos con transmisores vía satélite y realizaron su seguimiento. Encontraron que, en efecto,  encontraron localizaciones de tiburones peregrinos en aguas subtropicales y tropicales del Atlántico occidental como el Mar de los Sargazos, la Fosa de Puerto Rico, el Mar Caribe, las Bahamas, la costa sudamericana de las Guayanas, y Brasil, encontrándose al menos dos ejemplares que pasaron el Ecuador y se adentraron en el Hemisferio Sur, en desplazamientos de más de 2.400 km.

En estas aguas tropicales y ecuatoriales, los tiburones peregrinos seguidos ocuparon aguas mesopelágicas, esto es, las situadas entre los doscientos y los mil metros de profundidad donde permanecieron durante cinco meses seguidos, aunque algunos hacían algunas visitas a la superficie. Se observó que estos tiburones dejaron las aguas de Massachussetts a comienzos del otoño (tal como siempre se había observado) pero que en lugar de viajar hacia el Sur siguiendo las aguas costeras enfilaron directamente hacia la Corriente del Golfo en dirección a Puerto Rico entrando inmediatamente en la zona mesopelágica.

Se ha teorizado que esta migración otoñal de los tiburones peregrinos estaría motivada por el declive estacional del zooplancton del que se alimentan. Cuando llega la primavera, con una mayor duración del fotoperiodo, el fitoplancton produce una "explosión" que es seguida por el zooplancton al poder realizar la fotosíntesis en una mayor extensión, y sucede lo contrario durante el otoño-invierno. Sin embargo, mientras podría parecer lógico que los tiburones sólo tuvieran que moverse un poco más al Sur para volver a encontrar abundancia de plancton, energéticamente hablando no tiene sentido que el tiburón peregrino invierta tanto esfuerzo y energía alejándose tanto hacia el Hemisferio Sur incluso.

El tiburón peregrino frecuenta las aguas costeras. Foto: George Karbus

A comienzos del siglo XXI se realizaron algunos avistamientos de tiburón peregrino junto a la costa norte de Florida, y al estudiar sus desplazamientos los científicos se dieron cuenta de que, en su migración de primavera (en la que los tiburones regresan a aguas norteñas), los tiburones aprovechaban las "Corrientes de Lazo", que aparecen en el Golfo de México como una ondulación de corrientes procedentes del Caribe y que forman bucles que les sirven como "cintas transportadoras" en su camino hacia el Norte.

Por tanto, se cree que puede haber un motivo reproductivo en estas migraciones: el tiburón peregrino encontraría un ambiente favorable para su reproducción en las aguas más estables y cálidas de la zona tropical y ecuatorial, toda vez que el tiburón peregrino es ovovivíparo: los huevos eclosionan en el interior de la hembra, que "pare" crías bien formadas. Es decir, y en otras palabras, los tiburones peregrinos migrarían a aguas ecuatoriales y tropicales para dar a luz de la misma manera que las tortugas marinas vuelven a sus playas natales para poner los huevos.

Este comportamiento migratorio, no obstante, está más marcado en el Atlántico occidental que en el oriental debido a la mayor inestabilidad y contraste climático en dicha parte del océano, aquí más estabilizado por la influencia de la Corriente del Golfo. De hecho, las aguas íbero-canarias están consideradas como un refugio invernal para los tiburones peregrinos de este lado del Atlántico. En Galicia, por ejemplo, es posible observar tiburones peregrinos entre Febrero y Abril.

Precisamente el hecho de que pase gran parte del año fuera del alcance de los estudios humanos (al encontrarse en aguas profundas remotas durante el otoño-invierno) hace que en realidad se sepa muy poco sobre su biología, y lo poco que se sabe son estimaciones y conjeturas. Por ejemplo, es rarísimo ver juveniles de tiburón peregrino, por lo que se cree que al nacer están entre el 1,5 y 2 m de longitud y sólo se conoce una hembra capturada que estaba preñada, y tenía seis fetos en su interior. 

Qué hacer y qué no hacer cuando se nada en compañía de tiburones peregrino. Infografía: www.baskinsharks.org


Se cree que los machos alcanzan la madurez sexual entre los 12 y 16 años y las hembras entre los 16 y los 20, estimándose la esperanza de vida en 50 años. Se cree también que el tiburón peregrino tiene la gestación más larga de cualquier especie animal: entre 2,6 y 3,5 años y claro, se ignora por completo por qué esto es así. Tampoco se sabe qué animales pueden depredar sobre él, creyéndose que las orcas u otros tiburones pueden depredar juveniles.

El tiburón peregrino y el ser humano

Posiblemente te va a sorprender mucho lo que te voy a contar: históricamente el ser humano ha cazado al tiburón peregrino. Y lo ha hecho porque brindaba aprovechamientos: se aprovechaba su carne, su piel y sobre todo el aceite de su hígado, que competía con el aceite de ballena como combustible para arder lámparas, en la época en la que no se había generalizado la electricidad. Tradicionalmente se cazaba a este tiburón con redes y con arpones, y el animal sin saberlo le facilitaba las cosas a los humanos con su lento navegar y su querencia por las aguas superficiales.

En Irlanda, por ejemplo, su pesquería era tradicional en toda su costa occidental desde Donegal a Cork, y hay evidencia de que tan temprano como en 1742, el aceite de hígado de tiburón peregrino era usada para el alumbrado público de ciudades como Dublín, Waterford y Galway. A finales del siglo XVIII, aproximadamente 40 - 50 barcos faenaban en esta pesca sólo en el Condado de Galway. Pero como siempre sucede con la caza o con la pesca, al final se esquilma el producto y en esa zona el tiburón peregrino se dejó de pescar en 1873 al acabar con los ejemplares.

Pesca del tiburón peregrino en las Islas Achill (Irlanda)


Siempre en Irlanda, hubo que esperar hasta 1946 (¡setenta años!) para que la pesquería se recuperase algo y surge un nuevo caladero en las Islas Achill, Condado de Mayo, y se llegaron a cazar nada menos que 1.000 tiburones anualmente entre 1951 y 1955. Y no falla: el ser humano es el único animal que tropieza tropecientasmil veces en la misma piedra y esta nueva pesquería colapsó por sobrepesca. Entre 1974 y 1975 se volvieron a cazar tiburones peregrinos en Waterford, pero ya en los años 1980 fue Noruega el país que lideró la captura de tiburón peregrino, obteniendo de la Unión Europea cuotas de pesca en sus aguas hasta 1993. La pesca del tiburón peregrino en aguas irlandesas se verificaba entre abril y mayo, justo cuando se produce la explosión primaveral de plancton, y los tiburones se concentran en aguas costeras que, al ser menos profundas, tienen mayor iluminación y por tanto son más productivas.

Otra zona donde el tiburón peregrino ha sido exterminado por la caza es el Pacífico Canadiense, donde se le veía en la costa de la Columbia Británica. Se da la circunstancia de que Canadá lanzó una campaña de exterminio sobre el tiburón peregrino entre 1955 y 1969 porque, según sus "expertos", el tiburón peregrino "molestaba" a la pesquería de salmones, más interesante económicamente en aquellas aguas. Me gustaría saber qué clase de lumbreras podían vomitar una conclusión tan gilipollesca. 

Tiburón peregrino de 9,75 m cazado en San Pedro, California, 1909


Total, que entre 1996 y 2004 sólo ha habido seis avistamientos confirmados en aquellas aguas. Finalmente Canadá protegió al tiburón peregrino pero no por sí mismo sino dentro de la protección general que se da a los tiburones en sus aguas. Se calcula que hay hoy entre 300 y 550 tiburones peregrinos en la costa pacífica norteamericana entre México y la Columbia Británica y unos 20.000 a nivel mundial. La IUCN lo clasifica como "En Peligro"

Finalmente, entre los años 1990 y comienzos de los 2000 todos los países han ido prohibiendo la caza del tiburón peregrino, entre ellos por supuesto toda la Unión Europea. China y Japón fueron los últimos países en decretar la completa protección del tiburón peregrino pero hay evidencias de que, al menos en China se le sigue cazando ilegalmente, y yo sospecho que en Japón y Taiwan probablemente también.

Hoy día la principal amenaza para el tiburón peregrino es la captura accidental en redes de pesca, que es actualmente la principal causa de mortalidad no natural para esta especie.

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