Cómo se consigue pareja en el Reino Animal. El cortejo.
Querida hija:
Cuando una pareja de humanos da rienda suelta a sus deseos sexuales sin mucho miramiento, las lenguas venenosas suelen compararlos desfavorablemente con los animales. "Lo hacéis como animales", dicen. Una vez más, distorsionamos lo que es el Reino Animal. La gran mayoría de especies animales, cuando se juntan el macho con la hembra, no se abandonan al "aquí te pillo, aquí te mato" sino que antes de producirse la cópula, se despliega un elaborado y vistoso cortejo previo. Sólo si ese cortejo convence a la hembra, se producirá la cópula. ¿Te sorprende que el cortejo no sea un invento "romántico" de los humanos? Tienes mucho que aprender, y por eso hoy quiero que conozcas y entiendas bien lo que es el cortejo animal.
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| Dos gallos de las praderas macho luchando por dos hembras en primer plano |
¿Qué es el cortejo y para qué sirve?
Podemos definir intuitivamente el cortejo como un conjunto de comportamentos que un individuo de una especie despliega y exhibe ante otro individuo del sexo contrario con el fin de inducir a éste a realizar la cópula. Normalmente es el macho quien corteja a la hembra, quien valora y evalúa al macho que la pretende y es quien decide si se verifica la cópula o no con este macho. Existen excepciones, claro, de hembras que cortejan a un macho pero son casos muy minoritarios. Más adelante te daré algunos ejemplos.
Existe una razón por la que es el macho quien realiza el cortejo hacia la hembra. Las hembras del Reino Animal producen normalmente gametos grandes y energéticamente costosos de producir y mantener, por eso durante el cortejo suelen adoptar una posición pasiva y expectante y es el macho, quien produce gametos abundantes y poco costosos, el que puede permitirse gastar una cantidad de energía no desdeñable en preparar y ejecutar el cortejo.
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| Esquema del cortejo de la abeja Heriades truncorum |
Esta es la razón por la que en muchas especies (especialmente entre las Aves, cuyo cortejo es seguramente el mejor estudiado de entre los Vertebrados), los machos presentan un aspecto más vistoso y colorido que las hembras: primero hay que "entrarles" por los ojos, parecer hermoso, magnífico y saludable. Así, el fantástico colorido y espectacular plumaje del pavo real (Pavo cristatus), o el morro multicolor combinado con su melena para el macho del mandril (Mandrillus sphinx) como ejemplos clásicos.
Pero también sucede que macho y hembra pueden tener el mismo aspecto durante todo el año a excepción de la época de celo, cuando el macho experimenta una "muda" nupcial. Una vez más esto es frecuente en aves como por ejemplo el macho del maluro soberbio (Malurus cyaneus, Passeriformes, Maluridae), ave que vive en Australia y Tasmania, que durante el año se cubre con un plumaje marronáceo similar al de la hembra (plumaje de eclipse), mientras que durante el celo muda a un plumaje azul y negro intensos. O, entre los anfibios, el tritón jaspeado (Triturus marmoratus), que en época de celo desarrolla brillantes colores y una serie de crestas dorsales que no tiene normalmente.
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| Maluro soberbio macho en plumaje nupcial (izquierda) junto a hembra (derecha) |
Sin embargo, un aspecto magnífico y atractivo por sí solo no es suficiente para que la hembra consienta en aparearse con el macho. Precisamente se necesita del cortejo para enviarle a la hembra una serie de mensajes de vital importancia. Voy a explicarte a continuación cuáles son las funciones del cortejo.
Reconocimiento de especies: Puede parecerte obvio que un individuo de una especie reconozca a otro, pero esto no es tan evidente en caso de especies con aspectos físicos muy similares, o que incluso sólo podemos diferenciar genéticamente. El cortejo es una forma de reconocerse como miembros de la misma especie, ya que no tienen por qué coincidir entre especies. Esto redunda en profundizar el aislamiento reproductivo con respecto a otras especies.
Reconocimiento de sexo: Es evidente que el dimorfismo sexual hace mucho en favor del reconocimiento mutuo como macho o hembra, pero no todas las especies son sexualmente dimórficas, y los diferentes comportamientos y respuestas masculinas y femeninas ante el cortejo determinan claramente quién es quién en el proceso reproductivo.
Eliminación de comportamientos agresivos: Los individuos de muchas especies viven separados todo el año, y se muestran ferozmente territoriales unos con otros. Lo que sucede durante la época de celo es que esa agresividad defensiva y territorial debe desaparecer o atenuarse de algún modo porque si no, será imposible el apareamiento. Los comportamientos del cortejo tienen también esa función de atenuar la agresividad (sobre todo de la hembra). Es como si el macho le dijera a la hembra: "Eh, oye, no vengo aquí a disputarte tu territorio sino como macho. Quiero que me conozcas y valores si quieres aparearte conmigo".
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| Cortejo del pingüino rey |
Podrías pensar que eso no sirve en especies sociales. Bueno, hay que ver caso a caso. En el caso de los ciervos, por ejemplo, aunque se trata de especies sociales en sí mismas, las manadas de machos y hembras están separados durante todo el año. Más compleja es la situación entre los primates sociales, que viven juntos todo el año. Podrías pensar entonces que el macho no necesita cortejar a la hembra pero nada más lejos de la realidad ya que el apareamiento es un comportamiento invasivo que la hembra no está obligada a aceptar sin más, por muy en celo que se encuentre. El macho debe convencer a la hembra de un modo u otro de que le conviene aparearse con ese macho y no con otro.
Estimulación sexual y sincronización del comportamiento sexual: Una vez aclarados los aspectos debidos al reconocimiento mutuo y a la atenuación de la agresividad mutua, el cortejo en sí mismo puede disparar la estimulación sexual de la hembra por sí mismo, desatando en la hembra procesos fisiológicos (inclusive la ovulación) que permitirán la futura fecundación. Esto sucede por ejemplo en la araña lobo (Stegodypus lineatus) o en las salamandras de la familia Pletodonthidae, donde el macho emite feromonas que inducen la receptividad sexual de la hembra. En la tórtola rosigrís (Streptopelia risoria), el cortejo desplegado por el macho provoca cambios hormonales en la hembra responsables del crecimiento del oviducto.
En suma, el cortejo es un verdadero "protocolo de comunicación" entre el macho y la hembra a través del cual el macho anuncia a la hembra su interés en aparearse con ella y la hembra valora las aptitudes del macho para permitir que sus genes se unan a los de ella: fortaleza física, vigor, aptitudes como cazador o incluso como padre (en las especies donde el macho tiene aunque sea un mínimo papel parental). Si todo va bien, el macho exhibe un comportamiento A que induce en la hembra un comportamiento de respuesta B que, a su vez, puede desencadenar en el macho un comportamiento C...si para la hembra todo es satisfactorio, el cortejo termina cuando la hembra muestra su disposición al apareamiento. Y ahí entramos ya en otra fase diferente del comportamiento reproductivo.
En qué consiste el cortejo
El cortejo que exhibe un macho puede constar de los siguientes elementos, que pueden presentarse por separado o combinados entre sí:
El canto: muy extendido en las aves, aunque podríamos generalizarlo hablando de "vocalizaciones". La hembra del carricerín común (Acrocephalus schoenobaenu) elegirá machos que, a través de su canto, le susciten la idea de que son vigorosos y saludables. El colibrí conocido como "estrellita ecuatoriana" (Oetrochilus chimborazo) es capaz de cantar a frecuencias superiores a 13,5 kHz, esto es, una frecuencia más alta de lo habitual en estas aves. El murciélago colicorto chico (Mystacina tuberculata) es capaz de emitir 100.000 sonidos en una noche para impresionar a su posible pareja.
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| Cantos del cortejo de la polilla del melocotón Conogethes punctiferalis |
El baile: es muy conocido el ejemplo del cortejo del pez espinoso (Gasterosteus aculeatus), que prepara un "nido" donde pretende que la hembra desove para luego fertilizar los huevos. El cortejo del espinoso consiste en un baile que el macho realiza junto a la hembra ejecutando movimientos en zigzag que lentamente intentan inducir a la hembra a desovar en su nido. La decisión de la hembra viene determinada porque, una vez fecundados los huevos, el espinoso macho es el encargado de oxigenar las aguas agitándolas con esos mismos movimientos de zigzag. El baile, pues, le sirve a la hembra para darse cuenta de cuán adecuado puede ser, o no, para desempeñar esa tarea.
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| Baile sincronizado de grullas |
Arquitecturas: es espectacular la inventiva de la Madre Naturaleza. El mejor ejemplo de ello es la técnica usada por los pergoleros australianos (familia Ptilonorhynchidae), que edifican una enramada cónica que puede llegar al metro y medio de altura por 2 metros de diámetro con una entrada claramente diseñada y adornada con toda clase de objetos de colores (entre los que predomina el color azul) para impresionar a la hembra e inducirla a entrar en "su" cabaña y copular dentro si es que las habilidades del macho la han convencido. Se trata de una construcción exclusivamente destinada a la seducción, ya que el nido propiamente dicho donde la hembra pondrá los huevos se construye aparte.
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| Construcción nupcial de un pergolero australiano |
Luchas: Es bien sabido que en muchas especies los machos compiten y luchan entre sí para lograr el acceso a las hembras. Estas luchas pueden servir como un elemento de cortejo por sí mismas. Esto se hace muy evidente en las aves que se cortejan en el sistema de leks, que son espacios abiertos donde los machos se concentran y luchan incruentamente exhibiendo sus encantos visuales, ante las hembras, aparentemente pasivas, que acaban haciendo su elección. Las avutardas o los urogallos son ejemplo de este tipo de cortejo.
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| Exhibición de machos de gallo de las praderas en un lek |
Regalos: El regalo es una técnica seductiva en la que el macho le muestra directamente a la hembra su capacidad como proveedor de comida y cuidados para con ella y su prole. Un ejemplo de ello es el pingüino papúa (Pygoscelis papua), cuyos machos rebuscan intensivamente en las playas buscando la que, a su juicio, es la piedra más bella. Entonces el macho deposita dicha piedra a los pies de la hembra acompañando el regalo con algunas vocalizaciones. Si la hembra acepta, juntarán sus picos y se convertirán en pareja de por vida.
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| Pinguino seleccionando una piedra para regalar |
También existen cortejos llamados "multimodales", que combinan los elementos anteriores en diferentes medidas. Evolutivamente se cree que surgieron de la posibilidad de "reforzar" mutuamente los mensajes que llegan a la hembra de parte de cada elemento por separado, aumentando así las posibilidades del macho de llegar a la cópula. Un ejemplo de este tipo de cortejo lo da el pájaro azulito coroniazul, de África (Uraeginthus cyanocephalus), cuyo cortejo incluye elementos visuales, auditivos y táctiles, en el que interactúa tanto el macho como la hembra.
Tal como te indiqué al comienzo de esta crónica, en algunas ocasiones es la hembra la que lleva la voz cantante del cortejo, destinado a atraer al macho a la cópula. Un ejemplo de ello es el topi (antílopes del género Damaliscus), donde las hembras son fértiles sólo un día al año y al llegar ese día las hembras se comportan agresivamente mientras que los machos son distantes. La hembra es la que busca y acosa al macho hasta aparearse varias veces con cada uno de los cuatro machos con los que cortejan de promedio.
Algunos ejemplos de cortejo
Te pondré aquí algunos ejemplos prácticos de cómo esta teoría se lleva a la práctica en algunos grupos animales.
Invertebrados: en la araña pavo real (Maratus volans), un saltícido que habita en Australia y Nueva Guinea, el macho exhibe su colorido abdomen, que hace vibrar delante de la hembra. A la vez levanta sus patas delanteras en actitud aparentemente agresiva y se da unos pequeños golpes en el estómago. Más vale que esta danza convenza a la hembra porque, de lo contrario, ésta podría atacar y devorar al macho.
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| Araña pavo real macho |
Peces: un singularísimo cortejo entre los peces lo protagoniza el macho del pez globo Torquigener flavimaculosus, quien se decanta por el estilo arquitectónico. Usa pequeñas conchas para lijar pequeñas estructuras que, con ayuda de sus aletas, construye una verdadera estructura palaciega geométrica que le obliga a trabajar 24 horas diarias durante una semana, y que puede medir hasta 2 metros de diámetro. La hembra, valorativa, se sitúa en el centro de la estructura mientras que el macho nada haciendo círculos en torno a ella. Si todo va bien, la cópula será inmediata y depositando los huevos en el centro de la misma estructura.
Anfibios: en el tritón común (Lissotriton vulgaris), el macho libera feromonas que son enviadas hacia la hembra con ayuda de la cola, agitándola. Se ha comprobado que, en algunas especies de tritones, el tamaño de la cola se relaciona precisamente con la decisión de la hembra de acoplarse con ese macho. En esta especie al menos, el tamaño importa.
Reptiles: en la tortuga del desierto (Gopherus agassizi) se despliega un complejo cortejo en el que el macho realiza movimientos con su cabeza de arriba abajo como asintiendo, luego se mueve describiendo círculos en torno de la hembra para continuar dando suaves golpes a la hembra con la cabeza y mordiéndola. Estas hembras son "duras de pelar" y para que se decidan varios machos tienen que repetir varias veces este ritual de cortejo.
Aves: Sin duda, el comportamiento de cortejo más famoso entre las aves es el desplegado por los machos de varias especies de aves del paraíso. El macho prepara una "pista de baile" y atrae a la hembra con un canto muy ruidoso. Una vez situada la hembra, el macho danza exhibiendo su magnífico y colorido plumaje y, dependiendo de la especie, o bien danza alrededor de la hembra o realiza un espectacular vuelo nupcial lleno de acrobacias. Si este despliegue no convence a la hembra, ésta simplemente se marcha levantando el vuelo.
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| Despliegue del macho de ave del paraíso soberbia (Lophorina superba) |
Mamíferos: entre los mamíferos, uno de los cortejos más espectaculares es la famosa berrea del ciervo rojo. Los machos realizan impresionantes llamadas roncas que llenan el amanecer, para atraer a las hembras. En esta especie, los machos deben luchar entre sí para rodearse de un "harén" de hembras a quienes cubrir. Si todo va bien para el macho, sus hembras esperarán su turno para la cópula, tras comprobación vía olor, del estado receptivo de la hembra.
¿Y en los humanos? ¿existe el cortejo en la especie humana?. Aquí tenemos que matizar un poco la terminología ya que lo que nosotros habitualmente denominamos "cortejo" es una convención social para encontrar pareja, pero no es un cortejo sexual propiamente dicho. Socialmente se da por supuesto que, una vez formada una pareja humana, la cópula "viene de serie" pero recuerda lo que antes te contaba sobre los primates sociales. El hecho de que una hembra humana esté emparejada no quiere decir que esté obligada a aceptar la cópula con su compañero si ésta no la desea. Aquí entra propiamente dicho el "cortejo sexual" animal, que es el que te he estado contando en esta crónica. Una cosa es el "cortejo romántico" (buscar pareja) y otra cosa es el "cortejo sexual".
En la especie humana, igual que en otras especies, existe un cortejo específico para llegar a la cópula, que normalmente está formado por estímulos visuales, miradas, vocalizaciones, modulación de voz, caricias y besos. Este cortejo comunica al sexo contrario (porque puede ser ejercido tanto por el macho como por la hembra humana) el deseo de realizar la cópula, y ya depende de muchos factores el que la otra persona responda positiva o negativamente a dicha solicitud.
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