La vida se abre camino. De cómo la vida crea la vida.

Querida hija:

Los humanos damos por sentado que las condiciones favorables que nuestro planeta ofrece para la vida siempre han estado aquí y siempre se van a mantener. La distancia justa al Sol, la gravedad justa, la existencia de agua, la temperatura justa, la composición atmosférica justa...todo eso favoreció la aparición, desarrollo y evolución de la Vida en nuestro planeta, hasta donde sabemos un fenómeno único y excepcional en el Universo. Sin embargo vivimos tiempos aciagos donde una sola especie, la nuestra, ha encontrado la manera de alterar de forma irreversible esas condiciones para la vida. Y eso es una catástrofe. Porque en una importante medida esas condiciones para la vida fueron creadas...por los propios seres vivos. Esos mismos que estamos exterminando. Tal vez si viajamos al pasado y tratas de entender ese increíble proceso puedas entender lo que supone el exterminio de una sola especie. Y ponerle freno.

La interdependencia entre el ser humano y la biosfera es total

Introducción

La Tierra se formó hace entre 4.570 y 4.540 millones de años. En aquel momento no había vida en ella. Era un lugar caliente, devastado por continuas erupciones volcánicas, sin atmósfera, sin agua, abrasado por un viento solar que llegaba al planeta sin oposición alguna. No sería hasta hace 3.400 millones de años cuando se forma el núcleo ferromagnético de la Tierra que, a su vez, generó un campo magnético que acabo frenando el viento solar y protegiendo al planeta de él, aunque la radiación ultravioleta del Sol sí penetraba hacia la Tierra, una radiación letal para cualquier organismo vivo que no estuviera bien sumergido en un agua que no existía de forma estable en el planeta.

¡Qué diferente del planeta que hoy vemos!. ¿Qué es lo que ha pasado para que ese mundo hostil a la vida se haya convertido en un vergel?

La atmósfera era entonces un cóctel de gases donde predominaba el CO2 producto de las erupciones volcánicas. Si intentaras respirar en esa atmósfera envenenada morirías asfixiada. También se expulsaba vapor de agua pero la elevada temperatura del planeta impedía que se precipitase en estado líquido. Se cree que fue hace 4.200 millones de años cuando la temperatura del planeta se enfría lo suficiente para que las nubes de vapor de agua pudieran precipitarse en forma líquida: 60.000 años ininterrumpidos de lluvia fueron suficientes para cubrir el planeta con un vasto océano de un agua mucho más salina que en la actualidad. Ya tenemos el primer paso para que pudiera surgir y sobrevivir la Vida.

Al principio la Tierra era inhabitable para la vida tal como la conocemos hoy

No es objeto de esta crónica explicar cuál fue el origen de la Vida. Es un tema complejo y con muchas aristas, en el que los científicos han llegado a muchos consensos pero en el que todavía ignoramos muchas cosas. Lo que sí parece claro es que, al menos en la Tierra, la existencia del Océano por sí misma no es una condición para que surgiera la Vida pero sí que la Vida no pudo haber surgido sin el Océano.

Hace 3.800 millones de años se datan las evidencias más antiguas que conocemos sobre el surgimiento de la Vida: concretamente en las montañas de Groenlandia occidental, donde se ha encontrado una concentración de ciertos isótopos de Carbono cuya existencia sólo puede ser debida a procesos químicos asociados a la Vida. Esa Vida se reducía entonces a moléculas químicas que cumplían las funciones básicas de la vida: absorción de energía y auto-replicación. Se cree que la Vida pudo surgir en las chimeneas hidrotermales, grietas submarinas de la corteza terrestre de donde salían grandes cantidades de elementos químicos a una elevada temperatura. El Océano se convierte así en una sopa primordial donde todo empezó. 

Se puede decir que la propia vida hizo habitable el planeta

Se desataron entonces una serie de acontecimientos que modelaron la vida posterior. Se empezó a construir una escalera por la que cada ser vivo ascendía apoyándose en los peldaños que habían construido los seres vivos anteriores, y creando los siguientes escalones por donde ascenderían los seres vivos posteriores. Tú estás aquí porque aquellas moléculas primordiales crearon las condiciones para ello.

De cómo la Vida creó la Vida.

Estas moléculas "vivas", para entendernos, "comían" el hidrógeno y el CO2 expulsados por las chimeneas hidrotermales obteniendo energía, "defecando" metano y "orinando" agua. O sea, que lo primero que hizo la Vida en nuestro planeta fue producir metano. Este metano también se producía como subproducto de reacciones de fermentación. Y este gas tendrá una gran importancia para configurar la subsiguiente atmósfera terrestre. Este metano acabó pasando a la atmósfera y, ya que es un gas de efecto invernadero (favorece la retención de calor en la atmósfera) más eficiente que el CO2, actuó como el primer "termostato" que regulaba la temperatura terrestre, estabilizando la temperatura en la horquilla que necesitaban las bacterias metanogénicas. Y eso lo hicieron las primeras moléculas vivas, la primera influencia que la Vida ejerció sobre nuestro planeta.

Pero tampoco podrías haber respirado esa atmósfera que más bien se parecía a un smog de hidrocarburos. Debes entender que la selección natural empezó a actuar en la Tierra desde el minuto uno de la Vida: el más apto sobrevivía y se replicaba, mientras que el menos apto desaparecía o se veía "obligado" a innovar de tal forma que obtuviera ventajas selectivas en un ambiente aún cambiante e inestable. En ese contexto surge la fotosíntesis anoxigénica hace 3.700 millones de años. Te lo cuento sólo para que tengas claro que la Vida ensayaba nuevas estrategias que eran favorecidas o penalizadas por la selección natural.

El oxígeno que respiramos es de origen biológico

La verdadera fotosíntesis aparece hace 3.000 millones de años. Funciona a base de luz solar, CO2 y agua, y se producían carbohidratos como fuente de energía y, atención, oxígeno como subproducto. Al principio, este oxígeno se combinaba con hierro y otros minerales, oxidándolos. Pero cuando en el océano se oxidó todo lo que se podía oxidar, el oxígeno que seguían produciendo los organismos fotosintéticos (fundamentalmente las cianobacterias), escapó a la atmósfera alterando su química. Sí, el oxígeno que respiras ahora mismo es de origen biológico. Pero en aquella Era su concentración atmosférica era aún muy débil y si respirases aquella atmósfera aún te asfixiarías.

No obstante, el proceso de oxigenación de la atmósfera sería muy lento: no alcanzaría el 5% de composición atmosférica hasta hace 1.850 millones de años, y no empezaría a salir masivamente de los océanos hasta hace 850.000 años. Y durante este tiempo, incluso ese pequeño porcentaje de oxígeno provocó una gran catástrofe: la Gran Oxigenación, en la cual hace 2.400 millones de años el oxígeno, que es un gas tóxico para los organismos no adaptados a él, exterminó masivamente a la biodiversidad de la época, un fuerte cambio para el que la selección natural favoreció a los organismos que acabarían respirando oxígeno. 

Y cuando se había superado esta crisis, viene la Glaciación Huroniana (hace entre 2.400 y 2.100 millones de años), en la que la Tierra se convierte en una gran bola de hielo, quedando la incipiente biosfera congelada o exterminada. El oxígeno liberado por las cianobacterias alteró la química atmosférica disminuyendo la proporción de gases de efecto invernadero, provocando un desplome de la temperatura de la Tierra. Sería el vulcanismo terrestre quien nos sacaría del apuro al inyectar a la atmósfera CO2 que acabaría volviendo a formar un efecto invernadero que derritió la "bola de nieve" y permitió que la biosfera se reiniciara.

La Tierra "bola de nieve" de la Glaciación Huroniana

Pero el oxígeno liberado por las cianobacterias, que lentamente iba ganando presencia en la atmósfera, realizó un importantísimo servicio a la vida futura ya que parte de ese oxígeno reacciona con la luz solar formándose ozono (O3), un gas que bloquea las letales radiaciones ultravioleta: quedaba abierta la posibilidad de que la vida pudiera colonizar algún día el medio terrestre, algo que hasta ese momento era imposible ya que cualquier ser vivo que osara salir del agua sería exterminado por dicha radiación solar. La pregunta es: ¿saldría la Vida de los Océanos?

La Vida coloniza la Tierra

Date cuenta, pues, que la vida pudo, en efecto, colonizar las tierras emergidas gracias a que el ozono atmosférico, cuyo origen último era bacteriano, bloqueó la radiación ultravioleta solar que la hubiera exterminado ipso facto. La Vida creó las condiciones para el siguiente nivel de la Vida. ¿Vas entendiendo el asunto?

Pero antes, y aún en el Océano, surgen los primeros organismos pluricelulares y otros que, además, pueden respirar oxígeno. Dos pasos que la Evolución favoreció y que también facilitarían el paso de la vida marina a la terrestre. El primer fósil de una célula eucariota (con núcleo) data de hace 1.450 millones de años y hace 1.200 millones de años se tiene constancia de la existencia del primer organismo pluricelular capaz de reproducirse sexualmente: el alga roja Bangiomorpha pubescens. En aquel momento había ya Arqueas, Bacterias y seres Eucariotas. Y, atención, las primeras plantas pluricelulares surgen a partir de algas verdes hace 900 millones de años.

Explosión Cámbrica

En vísperas de que la Vida colonice la tierra firme, en el Océano no se perdía el tiempo y hace 540 millones de años se verifica la "Explosión Cámbrica", un verdadero estallido evolutivo que puebla todos los océanos con muchos de los grupos zoológicos que hoy conocemos, como Esponjas, Ctenóforos, Cnidarios, proto-artrópodos, etc. Pero la Vida, si la dejan, tiende a expandirse, a buscar más posibilidades. Y las tierras emergidas estaban ahí para quien quisiera colonizarlas.

El registro fósil nos ofrece evidencias de que la primera ocupación conocida por seres vivos en las tierras emergidas fueron plantas hace 460 millones de años. Estas plantas tuvieron que adaptarse a obtener nutrientes de la roca desnuda, en estados más o menos disgregados. Pero también hay evidencias de que prácticamente esas primeras plantas en tierra firme ya vinieron con una simbiosis con ciertos hongos (micorrizas) que ayudarían a estas plantas a crear suelo. Volveremos en seguida sobre esto.

Por su parte, el primer animal del que se tiene evidencia fósil que ocupó las tierras emergidas fue un Artrópodo, concretamente el miriápodo Pneumodesmus newmani hace 428 millones de años, que fue seguido por otros miriápodos, por Arácnidos y por Colémbolos (que no son exactamente Insectos aunque están muy cerca de ellos). Te quiero insistir en que ni estos artrópodos ni las primeras plantas terrestres habrían podido sobrevivir sin el ozono que previamente habían "creado" las cianobacterias, que bloqueaba las radiaciones ultravioletas. Pero sucedió algo más. Entre la aparición de la primera planta terrestre y el primer animal terrestre pasaron 32 millones de años durante los cuales las nuevas plantas terrestres empezaron a producir oxígeno a mansalva, dado que el metabolismo en tierra es más eficiente que en el mar.

Reconstrucción de Pneumodesmus newmani, el primer animal terrestre conocido

Así, el porcentaje de oxígeno atmosférico pasó en aquella época a cifras en torno del 20% que tenemos hoy día, lo que a su vez favoreció el desarrollo increíble de insectos gigantes durante el Carbonífero, cuando el oxígeno alcanzó un pico excepcional del 35%, que luego se normalizaría en torno del porcentaje que hoy disfrutamos. Ese mayor porcentaje de oxígeno favoreció, a su vez, la aparición de los vertebrados terrestres hace entre 372 y 365 millones de años, como ya te expliqué en esta crónica. De ahí vendrían los Anfibios, los Reptiles, las Aves y los Mamíferos, desembocando en el ser humano hace 2 millones de años, y el Homo sapiens hace unos 300.000 años.

El último gran servicio que la Vida realizó para el Planeta fue la creación del humus, o capa orgánica que recubre casi todos los suelos de la Tierra. Los restos de los seres vivos terrestres eran reciclados por bacterias y hongos, formando una capa orgánica que se iba haciendo cada vez más profunda y permitía, a su vez, el desarrollo posterior de más plantas que sustentaban a más animales, iniciando un círculo virtuoso que ha durado hasta hoy.

Desde entonces, las condiciones que el planeta ofrece para la vida se han mantenido relativamente estables, y los cambios climáticos que han sobrevenido desde entonces han tenido causas geológicas y astronómicas. Hasta ahora.

Epílogo: jugar con las cosas de comer

En resumen hija mía, tú estás viva aquí y ahora porque puedes respirar un oxígeno difundido por seres vivos, a partir del cual se formó un ozono que impide que la radiación ultravioleta solar te achicharre. Y porque puedes comer productos agrícolas que existen gracias a que hay un suelo fértil formado por la acumulación de cantidades inconcebibles de seres vivos muertos durante cientos de millones de años, y porque ese suelo se forma gracias a una miríada de microorganismos que lo reciclan y lo renuevan incesantemente. También porque el planeta mantiene un rango de temperaturas que, en buena parte, está regulado entre ciertos límites por esa misma biosfera. En otras palabras, estás viva gracias a otros seres vivos. No encuentro otra forma de definirlo.

Todo eso se ha terminado ya. La salvaje e inconsciente civilización industrial humana basada en la quema de combustibles fósiles ha alterado la química de la atmósfera con las emisiones de CO2 que ese rango de temperaturas se ha roto: es el calentamiento global. Entiendo que hace 100 años no se sabía. Pero hoy día se sabe y la Ciencia lo ha puesto de manifiesto. A pesar de ello nos obstinamos en seguir un estilo de vida destructor para el planeta...y para nosotros mismos como especie.

Con el calentamiento global, la especie humana ha "roto" el planeta

También la agricultura industrial está contribuyendo a la destrucción y esterilización de los suelos que deberían sustentarnos. Llegará el tiempo en que el ser humano no tendrá nada que comer a menos que cambiemos de rumbo y apostemos por una agricultura regenerativa, ecológica y de alcance local. ¿En qué nos convertiremos entonces, en caníbales despiadados?

Pero también nos perjudicamos a nosotros mismos al exterminar a las plantas y los animales que crean y mantienen las condiciones para que sigamos vivos. Lo explica genialmente Enric Sala en su libro: La naturaleza de la Naturaleza. En él, Enric nos explica que las lluvias que caen en Etiopía se generan en la Selva del Congo y que, a su vez, gran parte del agua del Nilo se forma en la Meseta etíope. Si seguimos talando y destruyendo la selva del Congo, todo el Nordeste de África caerá en la sequía, el hambre y la anarquía. Ya está sucediendo. Pero las selvas del Congo no sólo dependen de que dejemos de talar sus árboles sino de que conservemos vivas y sanas a las especies animales que dispersan sus semillas (ungulados, aves y primates), y los invertebrados que reciclan la materia orgánica para esos grandes árboles.

La agricultura regenerativa es otro camino para recuperar la vida y nuestro sustento

¿Entiendes por dónde voy? 

Solía explicarse el "efecto mariposa" diciéndose que el aleteo de una mariposa en China podría provocar un huracán en Buenos Aires. Pues bien, dándole una vuelta de tuerca yo podría decirte que exterminar a la ballena azul puede causar el hambre en Canadá. Estamos interconectados e interrelacionados inseparablemente. Cuanto antes reconozcas este hecho y te plantees una vida sencilla, apegada a la tierra y sin consumo innecesario de bienes, productos y servicios (en definitiva, energía), mejor para el planeta pero también para ti, porque vivirás mejor y te alimentarás mejor.

MÚSICA RECOMENDADA: James Horner - Avatar


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