El aguará guazú: discreto y diferente.

Querida hija:

¿Cómo es que el cánido más grande de Sudamérica es un animal desconocido fuera de sus fronteras?.  Además, se trata de un cánido atípico en muchos aspectos. Completamente inofensivo para el ser humano y para el ganado doméstico, este interesante cánido es un triste ejemplo de cómo los humanos buscamos siempre excusas reales o imaginarias para acosar a la vida salvaje. Hoy voy a hablarte de este cánido discreto y diferente.

El aguará guazú es uno de los cánidos más singulares

Quién es.

El nombre aguará guazú viene del guaraní, y significa "zorro grande". Para los científicos, es Chrysocyon brachyurus, o sea, "lobo dorado de cola corta". Y, en toda su área de distribución, recibe nombres como lobo guasú, lobo de crin, lobo colorado y lobo de los esteros.

Físicamente no se parece a ningún otro cánido, y no puede ser confundido con otra especie. La longitud de la cabeza con el cuerpo llega a un metro, al que hay que añadir unos 45 cm de cola. Es un animal alto: unos 90 cm de altura a la cruz merced a sus patas largas y finas, muy diferentes de lo que suelen ser entre los Cánidos. El peso oscila sobre los 23 kg. El color de su pelaje varía desde el marrón rojizo hasta el dorado, con las patas y la cola de color negro. En torno al cuello tiene una "melena" de color negro que le da ese nombre de "lobo de crin". Como ves, inconfundible.

Anatomía básica del aguará guazú

Por los nombres comunes, podría despistarte el hecho de que se le denomine "zorro" y "lobo". En realidad, no tiene que ver nada con ellos. Los cánidos sudamericanos constituyen un grupo monofilético, esto es, que descienden de un antepasado común. Y, dentro de los cánidos sudamericanos, el aguará ocupa un lugar taxonómico aparte. Su pariente más cercano fue el zorro de las Malvinas Dusicyon australis, actualmente exterminado por los humanos, y queda como el actual pariente más cercano el zorro vinagre Speothos venaticus. Si consideramos al aguará dentro de los cánidos en general, veremos que no pertenece ni al grupo de los zorros ni al grupo de los lobos. Es, pues, un cánido original que pertenece a un linaje propio. Pero los humanos somos así, y en Sudamérica la influencia europea ha sido determinante, buscando comparativas con los zorros y los lobos que existían en Europa cuando la época de la Conquista.

Árbol filogenético de los Cánidos. En verde los cánidos sudamericanos

El aguará se distribuye por la llamada "diagonal árida" sudamericana: el Cerrado brasileño, la llanura nor-oriental de Bolivia, penetrando incluso en un lugar muy concreto de Perú: la Pampa de Heath. Continúa por la parte central de Paraguay, parte del Chaco y la región Nororiental de Argentina. Históricamente, el área de distribución del aguará llegaba por el Sur ampliamente hasta la región pampeana, a la altura de la Provincia de Buenos Aires, pero ha sido exterminado de toda esa región, además de Uruguay, donde sólo hay citas dispersas, y el Sur de Brasil. Las mayores poblaciones y con mayor densidad parecen hallarse en Bolivia.

Mapa de distribución del aguará guazú

El aguará guazú fue dado a conocer al mundo por parte de los frailes jesuitas que tan incansables eran para estudiar la Historia Natural de América, allá por el siglo XVIII. En 1801, fue el famoso naturalista Félix de Azara el primero en realizar estudios detallados sobre este cánido y su hábitat, aunque no fue oficialmente "descrito" y bautizado hasta 1811.

Biología y ecología

El aguará es un cánido propio de regiones abiertas: sabanas, pastizales y bosques abiertos. Los humedales también son un lugar propicio para encontrarlos. De hecho, las larguísimas patas del aguará constituyen una adaptación para desplazarse en lugares de altas hierbas y matorrales.

El aguará está adaptado a un hábitat de sabana y pastizal. Santa Fé (Argentina)

A pesar de ser un cánido grande y, de hecho, el más grande de Sudamérica, el aguará no depreda sobre presas grandes. Prefiere consumir presas pequeñas como roedores, reptiles, insectos y aves de tamaño mediano. Pero sobre todo es un animal omnívoro que consume grandes cantidades de frutos (hasta el 50% de su dieta), especialmente el fruto de la "lobeira" (Solanum lycocarpum). En la provincia argentina de Corrientes, se llevó a cabo un estudio de la dieta del aguará, arrojando un 28% de roedores (que alcanzaron el 55% del volumen de sus heces), el 22% frutos nativos, el 14% crustáceos y el 14% peces, indicando que, si dispone de masas de agua cercanas, los peces son un recurso más para él. El aguará realiza también un importantísimo papel ecológico como dispersante de semillas. Estamos, pues, ante un cánido de marcado carácter hipocarnívoro (que consume menos carne de la esperada), en oposición al cuón, que como recordarás, ofrecía un perfil hipercarnívoro.

El aguará guazú es un reconocido consumidor de roedores

El aguará, a diferencia una vez más de otros cánidos, es un animal marchador. Captura a sus presas mediante el acecho y el salto, y no a la carrera. También es original su manera de marchar: mueve las extremidades de cada lado del cuerpo de forma simultánea, tal como hacen los camellos y las hienas, por ejemplo. Su físico estilizado y alto (prácticamente subido a unos zancos) le hacen muy apto para sorprender a los roedores "desde arriba" y, lanzando su cabeza ahusada (muy apta para moverse abriéndose camino entre las altas matas), capturarlos sin que puedan reaccionar.

El aguará es un animal solitario que tolera mal la presencia de otros aguarás, y también es intolerante con la presencia y actividad humanas. Defiende y marca territorios de entre 7,5 y 130 km2, dependiendo de la disponibilidad. Prácticamente no se juntan entre sí más que para la estación reproductiva, que se verifica entre noviembre y abril. Son animales monógamos y, tras 60 - 65 días de gestación, la hembra da a luz de dos a seis cachorros. Como sucede con los demás cánidos, el aguará utiliza la comunicación química (orina y heces) para marcar el territorio y "mandarse mensajes" con otros congéneres. Es bastante frecuente que el aguará deposite sus heces sobre termiteros, que ayudan a "hacer más visible" el mensaje.

A veces puede ser visto en campos de cultivo

Generalmente es un animal crepuscular y nocturno, pero no es infrecuente poder verlo a La Luz del día, incluso en la vecindad de pueblos y cultivos humanos, aunque no tolera la presencia de personas, caballos y perros.

En cuanto a sus interacciones con otras especies, el aguará guazú ha de hacer frente a la competencia más o menos directa de muchas otras especies de carnívoros, algunas omnívoras, otras especializadas. Por ejemplo, en el Parque Nacional Mburucuyá (Corrientes, Argentina), se ha determinado que el aguará guazú convive con el gato montés Leopardus geoffroyi, el yaguarundi Puma yagouarundi, el zorro de las Pampas Pseudalopex gymnocercus, el zorro cangrejero Cerdocyon thous, el puma (Puma concolor), el mapache cangrejero Procyon cancrivorus o la nutria neotropical Lontra longicaudis. De entre todos ellos, el mapache parece ser el verdadero competidor directo del aguará que, a su vez, puede ser depredado por el puma.

El aguará guazú y su relación con los humanos

La relación del aguará con los humanos es, cuando menos, extraña. Ante todo tengo que decirte que no se trata de una especie conflictiva. Como ya te he explicado, el aguará está especializado en la captura de presas de tamaño pequeño, por lo que no le interesa el ganado doméstico. Es verdad que en ciertas ocasiones puede atacar gallineros y corrales, pero se ha estudiado que las aves domésticas no superan el 1,5% de su dieta. Junto a su dieta, su carácter tímido que le hace rehuir a los humanos termina de redondear un perfil nada problemático para los humanos.

Sin embargo, esta casi inexistente conflictividad no ha preservado al aguará guazú de la amenaza humana. Existe el problema de siempre: la voracidad humana por roturar terreno silvestre para dedicarlo a tierras agrícolas y ganaderas (y no precisamente para asegurar el sustento de poblaciones locales, sino más bien plantaciones industriales orientadas a la exportación) ha destruido y degradado gran parte de su área de distribución. Así, la extensión actual del Cerrado brasileño es sólo un 20% de su extensión original. En el Sur, la intensa antropización y degradación de las Pampas ha sido la principal causa de su exterminio en el extremo meridional de su área.

La transformación del Cerrado en campos de cultivo es una de las principales amenazas para el aguará guazú

Y luego se encuentran los problemas derivados de su imagen "cultural" entre los habitantes humanos. Estos problemas "culturales" empiezan en el siglo XVI cuando los conquistadores españoles y portugueses asocian inmediatamente la imagen del aguará guazú al lobo europeo. Por eso nombres como "lobo guará" o "lobo de crin". A ojos de los europeos, si se parecía a un lobo tenía que ser un peligro y un problema como el lobo. Y sólo por eso fue perseguido en gran parte de su área de distribución.

Por otro lado, y seguramente heredado de los ancestrales pueblos aborígenes que convivían con el aguará, en la medicina tradicional de varios pueblos de la región, diversas partes del aguará se utilizan para "curar" males reales o imaginarios. Por lo que el aguará puede ser víctima, en determinadas zonas, de caza ilegal para alimentar este "mercado esotérico".

Sin embargo, lo más desconcertante e influyente para la imagen del aguará guazú fue su asociación con la licantropía, o sea, los hombres - lobo. No me mires así, que es la pura verdad. A ver cómo te lo explico.

El aguará guazú ha sido asociado a la leyenda del "Lobizón"

Entre los pueblos guaraníes y su zona de influencia cultural, existe una versión del hombre lobo europeo llamada Lobizón o Luisón. Según la mitología guaraní, se arrojó una maldición sobre la pareja formada por dos personajes llamados Tau y Keraná: sus siete hijos acabaron convertidos, todos, en monstruos debido a la maldición, y concretamente el séptimo, llamado "Luisón", si era varón, se convertiría en lobo los martes y los viernes de luna llena, o mitad humano y mitad perro de patas largas. Por el contrario, si fuera una niña, ésta se convertiría en bruja. Este licántropo se alimenta de heces de gallina, de cadáveres desenterrados y de bebés humanos.

Esta maldición que pesa desde entonces sobre cualquier séptimo hijo llegó a convertirse en una creencia tan arraigada que, en Argentina y Paraguay, desde el siglo XIX no era raro que los Presidentes apadrinaran a estos niños para quitarles el estigma. Incluso en 1973, el Presidente argentino Perón oficializó esta costumbre, pagando becas y estudios a todo séptimo hijo.

Ni que decir tiene que el aguará ha pagado el pato de esta leyenda, y ha sido perseguido por ella entre los pobladores de los medios rurales y más atrasados, pues entre la población urbana y educada, el aguará tiene una buena imagen. El aguará ha sido asociado a este monstruo mitad humano y mitad perro, tal vez debido a su desgarbada figura.

Es curiosa la similitud entre el Lobizón sudamericano y el licántropo europeo. En Europa, una antigua creencia sostenía que el séptimo hijo de un séptimo hijo tenía poderes mágicos, curativos o clarividentes, y que tenía también todas las papeletas para convertirse en lobo en las noches de luna llena. En España, estas leyendas han tenido siempre mayor predicamento en la zona Noroeste, sobre todo en Galicia, donde se acuñó el nombre Lobishome, de donde sale "Lobizón". En mi opinión, esta leyenda fue llevada a Sudamérica por conquistadores y emigrantes gallegos y portugueses, donde seguramente se mezcló con las tradiciones guaraníes.

En cualquier caso, y debido también a que el aguará tiene un aullido ciertamente aterrador, y sus hábitos sobre todo nocturnos, fue rápidamente identificado con la licantropía, y perseguido o molestado por inoportunos curiosos. La superstición hace también muchísimo daño a la vida salvaje.

Esperemos que los humanos pongamos los pies en la tierra, y disfrutemos de la belleza de un aguará guazú corriendo libre y seguro por las amplias llanuras de Sudamérica.


Comentarios

  1. Los aguará guazu son mis animales favoritos. Siempre que veo noticias de que los matan sin razón o por superstición me pongo mal.
    Ademas de eso esta el hecho de que también se los cazan y atrapan para exponerlos en zoológicos en otras partes del mundo.

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    1. En efecto, da mucho coraje comprobar cómo, en pleno siglo XXI, todavía se acosa o mata animales por supersticiones. Queda mucho por hacer en materia educativa y divulgativa.

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  2. Buenas tardes, estoy buscando información de si el Aguara guazú cambia el pelaje y cuando lo hace? Gracias

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    1. Cambian el pelaje de crias a adultos, las crias tienen un pelaje gris ceniza que los ayuda a camuflarse en la vegetacion y de a poco lo cambian al color colorado de los padres

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