Por la terrible estepa castellana. Las aves esteparias ibéricas.

Querida hija:

Una de las mayores satisfacciones que he podido experimentar como naturalista fue la primera vez que contemplé avutardas en libertad, en algún lugar del Sur de la Comunidad de Madrid. Desde los prismáticos pude observar un grupo mixto de once de estas magníficas aves que aun caminan por nuestra Península. La avutarda es la más emblemática y conocida de un grupo de aves denominadas colectivamente "aves esteparias", un singular y valioso patrimonio zoológico del cual la Península Ibérica es un referente en Europa. Un patrimonio que está en vías de desaparición y que quiero que conozcas.

Avutardas en una estepa agraria de Murcia (Murcia Enclave Ambiental)

Introducción: las estepas ibéricas y sus aves.

Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.

Castilla - Manuel Machado.

En primer lugar, ¿a qué llamamos "estepas"?. En nuestro planeta existe un cinturón geográfico en el cual el clima no permite el crecimiento de árboles siendo la vegetación dominante el matorral y los prados herbáceos. Así, en el Hemisferio Norte tenemos las Grandes Praderas norteamericanas y las estepas asiáticas que se extienden desde Ucrania hasta Manchuria o, en el Hemisferio Sur, las estepas patagónicas o el Veld sudafricano. Sin embargo, en la Península Ibérica no existen verdaderas estepas puesto que la vegetación climácica (esto es, la vegetación que se da naturalmente de acuerdo con nuestro clima) permite el bosque templado mixto en el Norte y el bosque mediterráneo en el Centro-Sur.

Estepa cerealista de Guadalajara con una avutarda

Lo que llamamos "estepas" en la Península Ibérica son, en realidad, "pseudoestepas" creadas por las roturaciones llevadas a cabo por los humanos desde el Neolítico. Así, hablamos de "estepas cerealistas" allí donde se dan cultivos herbáceos en régimen extensivo y de secano, normalmente con parcelas que se dejan en barbecho (sin cultivar durante un cierto tiempo) o rastrojeras. Y también hablamos de "estepas" referidas a pastizales para el ganado o zonas más o menos improductivas. Se trata, pues, de "estepas" artificiales que comparten con las estepas genuinas un relieve más o menos llano y la ausencia de árboles. Su presencia está generalizada por la Meseta Castellana, las Depresiones del Ebro y Guadalquivir y amplias zonas de Extremadura, Andalucia y Murcia.

Las zonas de cultivo de cereal son las principales pseudoestepas ibéricas

Pero, a pesar de tratarse de un paisaje agropecuario de origen antrópico, las estepas ibéricas no son ese lugar inhóspito y extremo que su clima continentalizado podría hacer suponer al observador no iniciado. Las estepas cerealistas son ricas en vida animal, demostrando así que una explotación agro-ganadera adaptada a nuestra geografía y nuestro clima no es incompatible con la vida animal e incluso puede ser beneficiosa para muchas especies, entre ellas las llamadas "aves esteparias", que nos ocupan hoy.

Las aves esteparias ibéricas. Generalidades.

¿Quiénes son, pues, estas aves esteparias?. Se trata de un conjunto heterogéneo de aves que tienen varias cosas en común:

- En primer lugar, pasan todo su ciclo de vida en el ambiente estepario.
- En segundo lugar, nidifican en el suelo
- En tercer lugar, ostentan colores crípticos para mimetizarse en el suelo

Sin embargo, cuando se realizan listados de las aves esteparias presentes en la Península Ibérica, no siempre se sigue esta forma de discriminarlas, y se incluyen aves como por ejemplo el cernícalo primilla, que no puedo aceptar aquí como ave esteparia porque no nidifica en el suelo, y porque no pasa todo su ciclo de vida en estepas, dada su frecuente presencia en ambientes urbanos. O incluso la perdiz roja, que en realidad puede encontrarse también en ambientes no esteparios. La codorniz también es un ave que no explota exclusivamente el ambiente estepario, por lo que tampoco la consideraré aquí como "ave esteparia".

Aves esteparias de la provincia de Cáceres (aunque no son todas las que están). Diputación Provincial de Cáceres-Turismo

Las aves esteparias también presentan comportamientos etológicos derivados de su dependencia de estos ecosistemas. El hecho más importante es la elevada tasa de depredación que soportan sus nidos al estar en el suelo, siendo sus huevos y polluelos objeto "fácil" para zorros, serpientes u otras aves. Estamos hablando de niveles de depredación en nidos que no bajan del 60%, como por ejemplo el 83,5% de la Alondra ricotí, el 80,2 de la bisbita campestre, el 67,9 de la alondra común o el 69,9 de la ganga ortega.

Ante este elevado nivel de depredación, estas aves exhiben estrategias que compensan la pérdida de huevos y polluelos como un elevado número de puestas de sustitución, un tiempo de permanencia de los polluelos en el nido más corto o una elevada esperanza de vida en los adultos.

Otro importante factor que afecta al comportamiento de las aves esteparias es la escasez de agua sobre todo durante el duro y seco verano mediterráneo. Así, los paseriformes esteparios, que son las más pequeñas de este grupo como las alondras, las calandrias o las terreras por ejemplo, orientan siempre sus nidos hacia el Norte, para minimizar el efecto de la insolación y ahorrar así en gasto de energía en buscar y traer agua. Otras especies como las gangas (común y ortega), que tienen una disposición de las plumas ventrales que les permiten "empaparlas" como una esponja cuando encuentran un manantial o estanque y llevar el agua a su nido aunque esté alejado del agua.

Bando de gangas ibéricas. Foto: Ignacio Yúfera

Pero la pregunta seguro que te ha surgido ya. Si la vegetación original de la Península ibérica es boscosa, ¿de dónde salieron estas aves esteparias? ¿cuándo vinieron? En realidad, estas aves son singulares en Europa dado que se originan en las estepas asiáticas y norteafricanas. Pero fue a lo largo del Neolítico cuando los humanos empiezan a roturar bosques y a crear estas estepas artificiales a las que estas aves se iban extendiendo y acomodando desde sus lugares de origen, presumiblemente siguiendo un patrón "en mancha de aceite".

En Europa, se dio la paradoja de que estas aves serían exterminadas por la caza abusiva (como siempre). Así, por ejemplo, las grandes avutardas fueron exterminadas de Inglaterra en 1832 y sólo hace muy pocos años han sido reintroducidas otra vez. Fue precisamente la Península Ibérica donde ha sobrevivido el conjunto de aves esteparias más importante de Europa. En nuestro continente, éstas se refugian sobre todo en Europa occidental (Portugal, España, Francia e Italia), y algunos países de Europa oriental como Hungría, Ucrania y Rusia. Y, a las puertas de Europa, en Anatolia.

El área de distribución del sisón común es típica de muchas aves esteparias: un núcleo centroasiático y otro europeo occidental / norteafricano

Pero es España el baluarte de estas aves singulares: con 25 especies (de ellas 15 consideradas amenazadas), donde algunas de ellas provienen del Norte de África como la Alondra ricotí, la cogujada montesina o la collalba negra. En la Península Ibérica, el feudo principal de estas especies es la Iberia mediterránea y especialmente Andalucía, Comunidad Autónoma donde se encuentra la totalidad de las 25 especies descritas para nuestra Península.

Para que te hagas una idea, en España se encuentra el 100% de las poblaciones europeas de ganga ortega, Alondra ricotí y collalba negra, el 95% de las poblaciones de ganga ibérica, cogujada montesina y camachuelo trompetero, más del 75% del sisón común y más del 50% de la avutarda común, entre otras varias especies más. Todo un patrimonio avícola que ha sido favorecido por una actividad humana adaptada a nuestra geografía y nuestro clima. Hasta tal punto, que es precisamente el abandono de estas actividades la principal amenaza para la desaparición de estas aves. Vamos a conocer las especies más importantes.

Las principales aves esteparias ibéricas

Otidiformes: Dentro de este Orden tenemos las dos mayores aves esteparias presentes en nuestra Península. En primer lugar la avutarda (Otis tarda), de la cual España alberga más de la mitad de la población mundial, aproximadamente unos 25.000 ejemplares repartidos por las estepas cerealistas del Centro peninsular y Andalucía. Ocupa zonas con mosaicos de cultivos de cereal extensivo de secano, con barbechos y leguminosas. Son aves que siguen el sistema de cortejo en lek: un terreno en el que los machos realizan espectaculares exhibiciones para atraer a las hembras. Es, además, el ave voladora más pesada y su inconfundible silueta es un símbolo de este tipo de ecosistemas ibéricos.

Avutarda (Seo/Birdlife)

La otra otídida presente en nuestra Península, y segunda en tamaño absoluto, es el sisón (Tetrax tetrax), con una longitud pico - cola de hasta 45 cm , una envergadura alar de entre 90 y 110 cm y un peso máximo de 1 kg. Si bien la mayor parte de su área de distribución se encuentra en una amplia zona de Asia central, en Europa occidental se da una población relicta cuyo grueso europeo se encuentra en España, con un número que oscila entre 43.000 y 71.000 individuos. Durante todo el año, machos y hembras son muy similares en aspecto, pero cuando llega la época de cría, en primavera, los machos desarrollan una característica "corbata" de plumaje negro y blanco, con la que se exhiben para atraer a las hembras. Le favorecen la heterogeneidad del paisaje y los barbechos de larga duración y la existencia de setos y linderos.

Macho de sisón exhibiendo el plumaje nupcial

Caradriformes: el único representante estepario ibérico de este Orden es el alcaraván (Burhinus oedicnemus), con más o menos la mitad de tamaño que el sisón, pero un inconfundible aspecto larguirucho y con grandes ojos amarillos de pupila negra. Tiene preferencia por vegetación más "natural" y está presente tanto en pastizales como en estepas cerealistas y arbustivas. Su presencia en zonas de cultivo está favorecida por los barbechos, los eriales y los parches de vegetación natural. De todas las aves esteparias es la más difícil de observar y estudiar debido a sus hábitos nocturnos y crepusculares.

Alcaraván (Ángel Enrique Díaz)

Falconiformes: el aguilucho cenizo (Circus pygargus) es una de las rapaces más características en nuestras estepas cerealistas, donde anida en el suelo entre los cultivos. Patrulla las estepas en busca de roedores, lagomorfos, aves pequeñas e insectos, que constituyen sus presas principales. Sigue un patrón de distribución geográfica muy característico de las aves esteparias: un grueso de población en las estepas orientales (en este caso, en Rusia), y una población relicta en Europa occidental de la que la población ibérica forma parte. Es ave migratoria que inverna en África subsahariana y reaparece en la Península entre marzo/mayo y julio. En cuanto al aguilucho pálido (C. cyaneus), no puede considerarse un ave esteparia pero se está observando que durante los inviernos cada vez son más los que comparten este hábitat con el aguilucho cenizo. Tal vez en el futuro podamos incluirlo en este grupo.

Aguilucho cenizo (Raúl Baena Casado)

Pterocliformes: en este Orden tenemos a las gangas, de las cuales dos especies están presentes en la Península. En primer lugar, la ganga ibérica o común (Pterocles alchata), de distribución en el Sur del Paleártico y Norte de África. Parece una paloma rechoncha de 39 centímetros de longitud, con un bonito diseño de plumas en negro, crema y ocre con una característica pechera ocre. En época de cría, los machos mudan de plumaje con el resultado de un diseño más llamativo para las hembras. En Europa, sólo está presente en la Península Ibérica y una zona concreta de Francia, con lo que el 95% de sus efectivos europeos están aquí, con la subespecie nominal, única presente en Europa. Frecuenta las estepas cultivadas más en invierno. Su población oscila entre los 20.000 y 40.000 ejemplares.

Ganga ibérica

La otra ganga presente en nuestra Península es la ganga ortega (P. orientalis). Se distingue de la ganga ibérica en que ésta presenta el vientre de color blanco mientras aquélla lo presenta de color negro, además, la ganga ibérica presenta una "cola" larga que no presenta la ortega. Es menos abundante aquí, con una población que oscila entre los 5.500 y 20.000 ejemplares. Ambas especies son famosas por frecuentar abrevaderos en la época de más calor y empapar sus plumas ventrales, que pueden absorber hasta 40 g de agua, y transportarla al nido para dar de beber a su prole.

Ganga ortega

Paseriformes esteparios: Además de las especies "grandes" que has visto hasta el momento, tenemos una mayoría de especies de tamaño pequeño y pertenecientes al Orden Paseriformes. Vamos a repasar las más significativas.

De entre éstos, destaca la familia Alaudidae, que cuenta con varias especies esteparias como la alondra ricotí (Chersophilus duponti), tal vez la más escasa de todas ellas, que se encuentra distribuida por el Norte de África y la Península Ibérica, único lugar de Europa donde se encuentra. Tiene querencia por estepas no cultivadas, como páramos y herbazales secos, sobre todo del Valle del Ebro y el ángulo Sureste de la Península. También son inseparables de estos ecosistemas las cogujadas común (Galerida cristata) y montesina (G. theklae), fáciles de reconocer por su "penacho" triangular de plumas sobre la cabeza, pero más difíciles de distinguir entre sí: la montesina tiene tal vez el tono más grisáceo, el aspecto más estilizado y el pico y cresta más cortos, y por un moteado del pecho más marcado que la común. También la Cogujada común sea más "esteparia" que la segunda.

Cogujada común (ef3alfmiguel)

La alondra común (Alauda arvensis), que da nombre a la familia, puede parecer igual a las cogujadas, pero su cresta de plumas es claramente más pequeña. Su hábitat estepario no se reduce únicamente a estepas cultivadas, sino también a zonas desarboladas en general, páramos, pastizales, matorral bajo y también saladares. Para cerrar el capítulo de los aláudidos, te nombraré aquí a la calandria común (Melanocorypha calandra). una vez más es la Península Ibérica el baluarte de su población europea, junto con Rusia. Se distingue de los demás aláudidos aquí nombrados en su ausencia de cresta de plumas y la posesión de un collar de color negro, además de un aspecto más estilizado.

Calandria común

Otro aláudido típico de estas estepas es la terrera común (Calandrella brachydactyla), cuyo nombre común ya te lo dice todo. Muy ligada a estepas cerealistas con barbechos, de la zona cálida de la Península. En un estudio realizado en la Meseta de Ocaña (Toledo), se encontró que el 47% de las observaciones hechas pertenecían a esta familia de Alaudidae.

Ya fuera de los aláudidos puedo destacarte la bisbita campestre (Anthus campestris), que pertenece a la familia Motacilidae, un ave estival en nuestra Península y que nidifica en estepas, páramos y baldíos de la Meseta norte y El Valle del Ebro, siendo muy rara en la mitad Sur. En el Paleártico nidifica en las estepas asiáticas y algunos países mediterráneos aparte de España, emigrando en invierno al Sahel y Península Arábiga, además de zonas de India y Pakistán.

Bisbita campestre

El futuro de las aves esteparias ibéricas

Como te he dicho antes, España es el país europeo que presenta una mayor riqueza en aves esteparias. Sin embargo, también se trata del grupo de aves más amenazado y actualmente se calcula que el 83% de las especies presenta un estado de conservación desfavorable y existe un peligro real de su desaparición en las próximas décadas.

La razón estriba en el progresivo abandono de las prácticas agrícolas tradicionales y sostenibles que han creado las estepas artificiales de las que dependen en su mayoría. El sector agrícola, tan esencial, ha sido históricamente maltratado y los agricultores no encuentran rentabilidad en los cultivos tradicionales, presos de una maraña de intermediarios comerciales sin escrúpulos, la burocracia de Bruselas y la indiferencia de un mundo urbano cada vez más cerrado en una burbuja de fantasía.

Evolución de la población de aves esteparias de Madrid (SEO/Birdlife - El País)

Como resultado, los tradicionales cultivos de secano se abandonan en pro de cultivos de regadío (o incluso olivares intensivos), teóricamente más rentables pero también más insostenibles ecológicamente al requerir consumos de agua que la región ibérica de clima mediterráneo no puede permitirse. Por otro lado, este tipo de cultivos suele ser más intensivo, con un mayor uso de pesticidas, fertilizantes y herbicidas y la variedad de mosaicos cultivo-barbecho-rastrojera que tanto favorece a estas aves esteparias desaparece en beneficio de un monocultivo monótono y vacío de vida salvaje. Se termina así con la base alimentaria de invertebrados y las cubiertas y refugios herbáceos que les sirven de hogar.

La instalación de "invernaderos" (muchas veces una simple extensión de plásticos sostenidos por palos de madera) es otro factor de pérdida de terreno agrícola tradicional que favorece a las aves esteparias.

Además, el calentamiento de la atmósfera induce un adelanto cada vez mayor de la cosecha de cereales, lo que perjudica a los pollos que están criando en el suelo. Muchos voluntarios llegan a acuerdos con propietarios de terrenos para "peinar" el cultivo en busca de pollos a los que "salvar" del paso de la cosechadora. Pero este esfuerzo no es suficiente.

Cartel de concienciación sobre el aguilucho cenizo (www.manuelsosa.com)

Y, por supuesto, a las aves esteparias les afecta también otros factores más generales como los tendidos eléctricos, infraestructuras eólicas, atropellos y la caza ilegal, cómo no. Todavía se cazan ilegalmente avutardas, cuya caza se prohibió en 1980, tras un fuerte declive poblacional provocado por la caza "legal".

Finalmente, el propio abandono rural propicia en muchas ocasiones la rectificación de terrenos agrícolas de secano para la insaciable expansión de ciudades y urbanizaciones ligadas a ellas, amén de la reforestación y matorralización de estepas cerealistas abandonadas.

¿Cuál es la solución?

En primer lugar, el mantenimiento de los sistemas agro-ganaderos aptos para nuestro clima. El secano es, y será siempre, el régimen adecuado para una Región siempre escasa de agua. Pero ahora viene el segundo lugar. Para que estos cultivos sean rentables y puedan mantenerse, urge una nueva consideración social de la Agricultura y el agricultor. Hay que buscar los productos de proximidad: volver a apreciar esos productos en lugar de deslumbrarnos por productos exóticos llegados De Dios sabe dónde. Sólo desde la consideración social del agricultor y sus servicios desde los mercados urbanos podrá crearse el caldo de cultivo social que exigirá un pago adecuado por todo lo que nos dan los agricultores verdaderamente apegados a la tierra.

MÚSICA RECOMENDADA: Miklós Rózsa - El Cid 

Comentarios

  1. Quiero agradecer al Dr. Padman por ayudarme a curarme de mis enfermedades de HERPES, por como 6 meses. Ahora he estado sufriendo de HERPES, pero un día, mientras navegaba por Internet, encontré una publicación sobre una mujer que fue curada por el Dr. Padman, así que decidí intentarlo para ver si podía salvarme la vida. Por suerte para mí, fui curado por él. No puedo dejar de agradecerle por lo que ha hecho por mí, Dr. Padman, muchas gracias por su cura inmediata de mi enfermedad de HERPES, debo decir que para curar mi enfermedad, soy dueño de usted a cambio. Gracias y sea bendecido Dr. Padman. si necesita su ayuda, también quiere curarse de la misma manera que yo obtuve la mía, solo envíe un correo electrónico a través de su padmanlovespell@yahoo.com o agréguelo en WhatsApp +19492293867 Su sitio web: https://padmanspell.com y obtenga su curación

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  2. Excelente crónica como siempre, me gustan especialmente cuando son de nuestra fauna. Y para quien quiera conocer todas las especies de aves esteparias de la Península Ibérica, dejo este listado con opción de poder jugar a diferentes juegos visuales y sonoros: Aves esteparias de España

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