La fauna de México (y III). Los bosques tropicales.

Querida hija:

La mayoría de españoles que pasan unos días de vacaciones en México no suelen pasar de Cancún. Indudablemente, las maravillosas playas y aguas de la Riviera Maya merecen una visita pero atravesar el Atlántico y el Caribe para llegar a México y quedarse sólo en Cancún es como decir que se ha estado en España sólo por estar en Benidorm. Justo a la espalda de Cancún se extiende una de las regiones más biodiversas de México: la Península de Yucatán. Y más allá aún las maravillosas selvas de Chiapas o Tabasco. Cierro aquí esta trilogía sobre la fauna de México hablándote del México neotropical y las selvas lujuriantes.

La fauna tropical de México es la joya de su Corona. (Miguel Ángel Sicilia/Lilia Isabel López/Iván Montes de Oca)

Introducción: el México de los bosques tropicales

Como ya debe de haberte quedado claro tras leer las dos entregas anteriores, sobre el Desierto y las Sierras templadas, al Sur del Sistema Volcánico entramos de lleno en la Región Neotropical, y tanto el paisaje como el clima como la fauna cambian con respecto de lo que habíamos visto hasta ese momento.

Los bosques tropicales mexicanos se extienden en todo el Sureste: los Estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, pero también partes de los Estados de Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Jalisco. Los grandes árboles como la ceiba, la caoba o el hule se encuentran aquí, así como nada menos que 450 especies endémicas sólo de orquídeas.

En rosa y en naranja, los bosques tropicales de México. (Enlace aquí)

Pero tenemos que distinguir ciertos ecosistemas dentro del nombre genérico de "Bosques tropicales". Por un lado, están los Bosques tropicales secos, caracterizados por estar sometidos a una estación seca anual, que provoca un fuerte estrés hídrico que provoca que muchas plantas de este bosque pierdan sus hojas al tratarse de la estación más desfavorable. Por eso se habla también de "Bosque tropical caducifolio o subcaducifolio". Podemos encontrar este tipo de bosque a lo largo de la ladera Sur de la Sierra Madre del Sur, desde Jalisco a Oaxaca y también en el Estado de Yucatán y en la zona costera influída por el Golfo de México.

Por otro lado, están los Bosques tropicales húmedos de tierras bajas, que son los bosques típicos de las regiones donde llueve todo el año, son las clásicas selvas tropicales de densa vegetación que compite por un rayo de luz, y de ahí sus hojas anchas. Podemos encontrar este ecosistema en Campeche, Tabasco, la Depresión Central de Chiapas con su famosa Selva Lacandona, la Región de las Huastecas al Sur de Tamaulipas, en la Cuenca del Balsas y a lo largo de la Costa del Pacífico. Existen, por supuesto, amplias zonas de transición entre el bosque seco y el bosque húmedo, en función de la geografía y el clima locales.

Bosque nublado de Chiapas (Foto: Turismo de México)

En tercer lugar, tenemos el ecosistema estrella de la zona neotropical de México: el Bosque nublado o, como se le conoce en México, el Bosque mesófilo de montaña. Se trata de un bosque tropical húmedo que se da en laderas montañosas expuestas a la humedad oceánica: las nubes directamente se "estrellan" contra el bosque provocando una perpetua niebla o lluvia horizontal. Son verdaderas esponjas ricas en plantas epífitas y donde se encuentra el mayor porcentaje de especies animales endémicas. Se encuentran entre los 600 y los 3.100 metros de altitud, en las partes altas de la Sierra Madre Oriental, la Sierra Norte de Chiapas, la Sierra Madre de Chiapas y la Sierra Madre del Sur.

Finalmente, no podemos dejar esta exposición sin hacer referencia a los magníficos manglares que, en México, están perfectamente representados sobre todo en la Península de Yucatán.

Como no podía ser de otra manera en la región más biodiversa de México, se han definido muchas áreas protegidas como por ejemplo la Reserva de la Biosfera Los Petenes (Campeche), las Reservas de la Biosfera El Triunfo, Lacan-Tun, Montes Azules y el Parque Nacional Palenque (Chiapas) o el Área de Protección de Flora y Fauna Cañón del Usumacinta (Tabasco), entre varias otras. Pero también se trata de la zona más amenazada por la deforestación: se calcula que cada año se pierden en México 600.000 hectáreas de bosque tropical y la extensión actual de bosque tropical es sólo una sombra de lo que fue. Las principales causas son el establecimiento de tierras ganaderas y también para plantaciones industriales de soja y palma aceitera.

La fauna de la Sierra Madre del Sur y sus bosques secos

Empezamos. La Sierra Madre del Sur se extiende a lo largo de 1.000 km de distancia, en sentido este-oeste desde el Sur de Michoacán hasta el Istmo de Tehuantepec a través de los Estados sureños de Guerrero y Oaxaca, donde se une con el Sistema Volcánico Transmexicano.

Ubicación de la Sierra Madre del Sur (enlace aquí)

Aquí se dan cita varios tipos de vegetación, empezando por el bosque de pino-encino en las partes más altas, bosque que ya conoces porque te lo expliqué en la segunda entrega de esta serie. También existen varios lugares donde se da el bosque de niebla, pero quiero destacar especialmente el bioma, a mi entender, más representativo de esta Sierra que es el bosque seco, aquí presente en dos modalidades según su altitud: la selva baja caducifolia y la selva media caducifolia. Es la avifauna la parte más interesante de la fauna de esta región, y de ella te voy a hablar.

He tomado como ejemplo dos lugares del Estado de Guerrero: Petatlán y los Pueblos Santos. En ambos lugares se dan cifras similares en cuanto a la ecología de sus respectivas avifaunas:

-En Petatlán, de 69 especies registradas, la mayor diversidad de las mismas se dio precisamente en el bosque seco, siendo el 81% de las especies residentes, y el 19% migratorias.

-En los Pueblos Santos, de 136 especies registradas, una vez más la mayor biodiversidad se encontraba en el bosque seco (tanto selva baja como selva media), y sólo 12 especies eran consideradas migratorias, habitantes mayoritariamente del bosque seco, mientras que el mayor número de especies residentes se encontraba en el bosque de niebla. Este último dato no es nada sorprendente, al ofrecer el bosque de niebla más recursos alimenticios y defensivos y de forma más estable en el tiempo.

Empezaré por destacarte las especies endémicas de esta región o que tienen una distribución más restringida. Como por ejemplo dos colibríes: la coqueta de Guerrero (Lophornis brachylophus), endémica de esta Sierra y En Peligro Crítico, en un área muy restringida de 25 km de longitud y el colibrí de cola larga (Eupherusa poliocerca), endémica de una pequeña área fronteriza entre Guerrero y Oaxaca. También endémica de esta zona fronteriza, pero en el bosque nublado, se encuentra otro córvido: la chara de Omiltemi (Cyanolyca mirabilis).

Coqueta de Guerrero (Foto: Ryan Shaw)

Otras especies endémicas a nivel mexicano presentes en la región son: la chachalaca pacífica (Ortalis poliocephala), una pava de monte (Cracidae) distribuida por toda la costa del Pacífico, la perdiz coluda (Dendrortyx macroura), el carpintero cariamarillo (Melanerpes chrysogenys), o entre los paseriformes, el video dorado (Vireo hypochryseus), el mulato común (Melanotis caerulescens),  el toquí nuquirrufo (Melozone kieneri) y el zacatonero de pecho negro (Aimophila humeralis).

Algunas especies presentes sólo en el bosque seco (y también en zonas cultivadas) son: la tortolita mexicana (Columbina inca), el correcaminos tropical (Geococcyx velox), que no debes confundir con el correcaminos que vimos en el Desierto de Sonora (G. californianus), o el atrapamoscas pechirrojo (Pyrocephalus rubinus), entre otras varias.

Correcaminos tropical o menor. (Foto: Luke Seitz)

En ambas zonas de estudio se detectó que las familias más numerosas de aves representadas aquí eran de Paseriformes: Parulidae, Tyrannidae y Cardinalidae.

La fauna de Chiapas: el corazón verde de México.

Es difícil imaginar cómo es la biodiversidad de un Estado como el de Chiapas, fronterizo con Guatemala, que está considerado como el más biodiverso de México junto con el vecino Estado de Oaxaca. Nos encontramos, sin duda, en un punto caliente de biodiversidad ya no mexicana o americana, sino mundial. Aquí destacan sin duda los dos tipos principales de bosques tropicales húmedos: el bosque de niebla, muy bien representado en Chiapas en su Sierra Madre, en la Reserva de la Biosfera El Triunfo, en la Reserva de la Biosfera Montes Azules o en el Parque Nacional Lagunas de Montebello, y el bosque tropical de tierras bajas, como en la Reserva de la Biosfera Lacan-tún, el Área Nacional Protegida Chan-Kin, entre otras varias.

Empezaré dándote algunos ejemplos de los herpetos (anfibios + reptiles), siempre tan abundantes en estos bosques húmedos. México está considerado como el 5º país a nivel mundial en abundancia de anfibios, con 221 especies de las que 113 están presentes en Chiapas. Con referencia a los reptiles, ya te expliqué que México sólo cede el primer lugar mundial a Australia, con 864 especies de las que en Chiapas se encuentran 220. Compara con las 57 especies presentes en España. Sólo en la Reserva de la Biosfera de El Triunfo se encuentran 97 especies de herpetos...

Así, entre los anfibios te puedo destacar la rana ladradora de montaña (Craugastor lineatus), la salamandra lengua de champiñón (Bolitoglossa franklini), representante aquí de la interesante familia Plethodontidae, que respiran sin pulmones a través de la piel. Endémicas de Chiapas son la rana ladradora enana chiapaneca (Craugastor montanus), la rana de dedos delgados (Plectrohyla lacertosa) o la salamandra de bromelia de Xolocalca (Dendrotriton xolocalcae), endémica además de la Reserva de El Triunfo. Y esto sólo es una pequeñísima muestra.

Salamandra de bromelia de Xolocalca (Foto: Sean Michel Rovito)

Para los reptiles, destaco los endemismos mexicanos: el dragoncito verde (Abronia smithii), la lagartija nocturna de Smith (Lepidophyma smithii) y la serpiente excavadora de Oaxaca (Adelphicos latifasciatum). También está presente la iguana verde (Iguana iguana), la iguana rayada (Ctenosaura similis) y termino esta pequeña selección con una de las serpientes venenosas presentes en el territorio: la coral centroamericana (Micrurus nigrocinctus).

Entre las aves, el rey indiscutible de los bosques nublados chiapanecos es el quetzal (Pharomachrus mocinno), una auténtica joya emplumada que tuvo una extraordinaria importancia en las culturas mesoamericanas debido a su asociación con el Dios Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada y, como tal, muy representado en códices, pinturas y monumentos mayas. Es un pájaro frugívoro y muy huidizo, difícil de observar. Si bien fue conocido por los españoles durante la Conquista de México, su conocimiento cayó en el olvido y fue redescubierto por el médico Mariano Mociño en 1794, comisionado para explorar Guatemala por parte del Virreinato de Nueva España, y descrito oficialmente en 1832 por uno de sus discípulos, Pedro de la Llave.

Quetzal macho. Foto: Francesco Veronesi

Además del maravilloso quetzal, puedo destacarte el pavón cornudo (Oreophasis derbianus), endémico de estos montes de Chiapas y sólo muy raramente visto en Guatemala, la tángara chiapaneca (Tangara cabanisi), endémica también de estas Sierras, y otro crácido (pavas de monte): la pava paujil (Penelopina nigra), más ampliamente distribuida por toda Centroamérica.

Los mamíferos están admirablemente representados también en Chiapas: nada menos que 205 especies de mamíferos, que podríamos subir a 207 si añadimos un mamífero marino: el manatí (Trichechus manatus) y la liebre de Tehuantepec (Lepus flavigularis), que desgraciadamente fue exterminada del Estado, si bien vive en el vecino Istmo. Estamos, por tanto, ante el Estado mexicano más diverso en mamíferos. De éstas, 9 especies son endémicas de México: 3 musarañas, 3 murciélagos, 2 ratones y un Roedor, el agutí negro o guaqueque (Dasyprocta mexicana). Otro gran roedor de estas tierras es la paca o tepezcuintle (Cuniculus paca)

Tamandúa norteño (Foto: Dirk van Der Made)

Aparecen aquí ya los marsupiales americanos, con 10 especies de didélfidos como el tlacuache (Marmosa mexicana) y osos hormigueros como el tamandúa norteño (Tamandua mexicana) y nada menos que cinco especies de felinos salvajes: además del puma y del jaguar (que tiene en estos bosques tropicales húmedos su principal bastión mexicano), tenemos representado al yaguarundi (Herpailurus yaguarondi), el ocelote (Leopardus pardalis) y el tigrillo (L. wiedii). El herbívoro más grande representado es el tapir centroamericano (Tapirus bairdii). Otros herbívoros son: el pecarí de labios blancos (Tayassu pecari).

Aprovecho para decirte que en los bosques tropicales húmedos tanto de montaña como de tierras bajas mexicanos se encuentran tres especies de primates, constituyendo esta región el límite norte para estos animales en el continente americano: el mono araña, con dos subespecies: Ateles geoffroyi vellerosus y A. g. yucatanensis, el mono aullador de manto, en su subespecie mexicana Alouatta palliata mexicana y el mono aullador negro, o saraguato negro (Alouatta pigra).

Mono aullador negro (Foto: Expresocampeche.com)

La Península de Yucatán: bosques tropicales de tierras bajas y manglares

La Península de Yucatán, el "cierre" de México, es un lugar singular: aquí se dan cita los ecosistemas terrestres como el bosque tropical de tierras bajas, muy bien representado en los Estados de Campeche y Yucatán, el bosque seco en el borde norteño de la Península y, sobre todo, ese mundo anfibio que es el manglar y del que las costas de Yucatán, Quintana Roo y Campeche ofrecen algunos de los mejores ejemplos del mundo.

Y nada mejor que homenajear a este mundo acuático diciéndote que en México hay representadas tres especies de cocodrilos: el cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletti), que se encuentra en hábitats de agua dulce en toda la zona de influencia de la costa del Golfo, desde Tamaulipas hasta Yucatán, y en la costa del Caribe, también en Quintana Roo, el cocodrilo de río (Crocodylus acutus), más ampliamente distribuido en territorio mexicano que el cocodrilo de pantano, en toda la costa del Pacífico y toda la región del Istmo, Chiapas, Tabasco y la Península de Yucatán, y el único caimán mexicano, el caimán de anteojos (Caiman crocodilus), representado en México por la subespecie C. c. chiapasus, sólo en el Estado de Chiapas.

Las tres especies de cocodrilos mexicanos, de arriba a abajo: río, pantano y caimán. (Paisdelasmaravillas.mx/CONABIO)

Los mamíferos terrestres de Yucatán son mayoritariamente Quirópteros (64 especies) y Roedores (20), que juntos constituyen el 68% de la mastofauna de la Península. Puedo destacarte algunos como  el armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus), el hormiguero pigmeo (Cyclopes didactylus), el ratón yucateco (Peromyscus yucatanicus) o el agutí centroamericano (Dasyprocta punctata), además de muchas de las especies citadas para los bosques tropicales chiapanecos.

Pero es el manglar el ecosistema "estrella" de la Península de Yucatán, con cuatro especies de mangles. ¿Te acuerdas de lo que era un manglar?. Recuérdalo en la crónica que te escribí sobre este ecosistema. Aquí viven los dos cocodrilos que he descrito para México (no así el caimán), moluscos (Crassostrea rhizophorae), jaibas (Callinectes sapidus), camarones (Macrobrachium), insectos, juveniles de peces como bagre (Arius), lisa (Mugil), mojarras (Eucinostomus Diapterus), pargos (Lutjanus), robalo (Centropomus) y sábalo (Megalops atlanticus).

Reptiles como la boa constrictor (Boa constrictor), la lagartija espinosa de Cozumel (Sceloporus cozumelae) o la tortuga de monte mojina (Rhinoclemmys areolata).

Espátula rosada (Foto: Rich Lindie)

Y, por supuesto, las aves marinas y acuáticas como la garza gris (Ardea herodias), la fragata (Fregata magnifiscens), la espátula rosada (Platalea ajaja), el jabirú (Jabiru mycteria), el flamenco americano (Phoenicopterus ruber), la aguililla negra de manglar (Buteogallus subtilis) o la cigüeña (Mycteria americana), entre otras muchas más.

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