Insecticidio: el apocalipsis de los (humanos) insectos

Querida hija:

Cuando era niño me quedaba fascinado obsesrvando el radiador del coche de tu abuelo y, en realidad, también el de los coches de los parientes que venían a visitarnos. Los veía completamente atestados de insectos de todas las formas y colores, al quedar atrapados allí durante el movimiento del automóvil. Pero haz una cosa: sal a mirar los radiadores de los coches de hoy y te desafío a que encuentres un sólo insecto. No se trata de ninguna mejora tecnológica que impida que los insectos queden atrapados allí, sino que hay muchos menos insectos hoy que hace 30, 40 o 50 años. Y eso es malo, muy malo. Malo para ellos, malo para el planeta y, por descontado, malo para nosotros que, como siempre, estamos detrás del desaguisado. Voy a contarte qué pasa con los insectos.

A los insectos les ha llegado la hora del exterminio


El exterminio de los insectos

Los insectos han sido mirados secularmente por los humanos con asco, desprecio y miedo. Con muy pocas excepciones como las abejas o las mariposas, los Artrópodos en general y los insectos en particular han despertado en la Humanidad un odio atávico, una fobia insólita y una furia asesina completamente irracional. Es cierto que hay insectos peligrosos y molestos como los mosquitos y algunas plagas agrícolas (luego matizaremos esto), pero albergar tamaño odio hacia todo un grupo zoológico sólo por algunas especies es como querer exterminar a todos los reptiles de la Tierra sólo porque algunas serpientes son venenosas. ¿A que nadie aboga seriamente por exterminar a las tortugas o las iguanas?. Pues eso.

Portada de "National Geographic" de mayo de 2020


Se trata, además, del mayor grupo zoológico sobre la Tierra: actualmente el 55% de todas las especies animales conocidas son insectos, y se cree que potencialmente pueden rondar el 90%. Se encuentran en todos los ecosistemas de tierra firme y de agua dulce donde participan de todos los procesos ecológicos. 

Pero no se trata sólo de que los insectos constituyan muchísimas especies. Se trata de que su número de individuos es tan astronómicamente enorme que en términos de biomasa constituyen el mayor grupo zoológico sobre la Tierra: si pusiéramos a todos los insectos del mundo en una balanza, pesarían 300 veces más que toda la Humanidad, puesta en el otro plato de la balanza. Este dato por sí solo debería hacerte sospechar que los insectos tienen una importancia extraordinaria en el funcionamiento de nuestro planeta, y que algo muy grave sucedería si desaparecieran.

Aunque la concienciación sobre especies en peligro es muy insuficiente, más o menos el común de los mortales "sabe" que un lince ibérico es un animal en peligro de exterminio mientras que una rata gris no lo es. Incluso podemos afinar también en el caso de las aves y tener más o menos claro que el quebrantahuesos es un ave escasa mientras que el gorrión es extremadamente abundante. Pero con los insectos no tenemos esa conciencia. Su astronómico número pero su tamaño ínfimo los hace pasar generalmente desapercibidos en grietas, bajo la hojarasca, en matorrales. Incluso los enjambres de insectos voladores que están a nuestro alrededor sólo son para nosotros un molesto ruido de fondo. 

Porcentaje de declive de diversos grupos de insectos en la última década. Fuente: Sánchez Bayo y Wyckhuys (artículo referenciado abajo)


Para el común de los mortales es imposible distinguir un insecto amenazado de uno abundante, uno importante de otro no tanto.  Básicamente son invisibles en ese aspecto para nosotros. Y lo que no se ve ni se conoce, ni importa ni duele. Es muy complicado que comprendamos que también ellos necesitan políticas de protección y conservación. Fobias aparte.

Debes entender que entre los insectos se da también una separación que aparece en todos los grupos zoológicos. Existen insectos "generalistas", capaces de vivir en un amplio rango de condiciones ecológicas y tróficas, como las aparentemente indestructibles cucarachas, mientras que otros muchos insectos caen en la categoría de "especialistas", que sólo pueden desenvolverse en estrictas condiciones ecológicas: un ejemplo de especialista puede ser la larva de la mariposa monarca, que únicamente se alimenta de una planta denominada algodoncillo. Es fácil imaginar qué sucedería con las mariposas monarca como especie si desaparecen los algodoncillos porque los humanos arrasemos sus campos para construir, qué se yo, campos de golf.

¿Por qué decimos que los insectos están desapareciendo?

Evidentemente los insectos están desapareciendo no porque ya no los vemos en los radiadores de los coches sino porque los científicos han estudiado su abundancia a lo largo de las últimas décadas y han llegado a esa conclusión. Vamos con los datos disponibles.

En Alemania se ha registrado un descenso en biomasa de insectos voladores del 76% en los últimos 26 años, y en Gran Bretaña se ha perdido un 58% de mariposas en suelo agrícola en la primera década de este siglo. En Puerto Rico se ha medido un declive de hasta el 98% de los insectos de tierra en los últimos 35 años y en Europa se ha constatado que el 28% de las especies de ortópteros (saltamontes y grillos) está en peligro de exterminio.

Pero hay más. No sólo estas cifras son aterradoras sino que la tasa a la que estamos exterminando a los insectos es ocho veces mayor que la tasa correspondiente de aves, mamíferos y reptiles. Y los datos siguen cayendo: en los últimos 50 años han disminuido el 80% de las poblaciones monitorizadas de mariposas nocturnas, y una de sus especies más icónicas, la mariposa monarca, ha disminuido sus efectivos 4/5 partes en las dos primeras décadas de este siglo.

Índice de abundancia de lepidópteros y otros invertebrados entre 1970 y 2010


De todos los estudios que los científicos han realizado en los últimos años sobre este verdadero insecticidio, seguramente el más influyente o que más "ruido"· ha hecho en los últimos tiempos es Worldwide decline of the entomofauna: A review of its drivers, ("declive mundial de la entomofauna: un examen de sus causas) por el español Francisco Sánchez Bayo, de la Universidad de Sydney y su colega Krys Wyckhuys de la Universidad de Queensland.

Sus datos básicos van en la misma línea de lo que te he comentado antes: siguiendo las actuales tasas de exterminio, estos especialistas han pronosticado el exterminio de nada menos que el 40% de las especies de insectos en las próximas décadas, siendo los taxones más afectados, en ecosistemas terrestres, lepidópteros, himenópteros y los escarabajos peloteros (los que reciclan los excrementos, sí.). En cuanto a los ecosistemas acuáticos, grupos como odonatos, plecópteros, tricópteros y efemerópteros quedan también afectados en buena parte. Según estos especialistas, un tercio de las especies está en peligro de exterminio y un 41%, en declive. Para dilucidar las causas de este verdadero apocalipsis, seguiremos este mismo estudio:

Causas del apocalipsis de los insectos

Estos especialistas han identificado 13 causas, que agrupan en cuatro grupos:

1-Destrucción de los hábitats

Básicamente la destrucción de tierras salvajes para su conversión en campos de cultivo o para la expansión urbana e industrial. Incluso la reconversión de cultivos tradicionales en cultivos industriales: pastizales convertidos en campos de trigo, humedales convertidos en campos de arroz, bosques tropicales en cultivos de soja, y así hasta el infinito. Muchísimos insectos pierden así su sustento y su refugio, muchas veces el último en un territorio donde ya no tienen adónde ir.

La agricultura intensiva es un desierto biológico


Especialmente grave es el abandono de cultivos tradicionales, en general respetuosos con los animales y que durante siglos han logrado una convivencia ejemplar con los insectos, en cultivos industriales derrochadores de agua y energía, y convertidos en verdaderos "desiertos biológicos" donde no hay lugar para plantas ni animales, ni "perjudiciales" ni "beneficiosos".

2-Contaminación

La industrialización ha contaminado el suelo, el agua y el aire. Y los insectos sufren esta lacra igual que cualquier otro animal, incluidos los seres humanos a los que supuestamente la industrialización iba a beneficiar.  Pero un tipo de contaminantes va específicamente dirigido contra los insectos: los plaguicidas, sustancias tóxicas dirigidas especialmente a matarlos, por considerarlos (a todos, sin excepción), plagas dañinas para los cultivos. También tóxicos que, en principio, no van dirigidos contra los insectos, como los herbicidas, también acaban envenenando a los insectos. Y es verdad que matan a las verdaderas plagas pero también a los que no son plagas. Pagan justos por "pecadores". Incluso a los que son abiertamente beneficiosos como abejas, mariquitas, avispas parasitoides y larvas de libélulas.

Los pesticidas son la principal causa del declive de los insectos


Ciertos plaguicidas empleados en los arrozales japoneses, además, se disuelven en el agua y luego acaban siendo absorbidos por plantas ribereñas que nada tienen que ver con el arrozal, y se concentran en el polen que luego es libado por abejas y otros insectos, quedando igualmente envenenados. Una cadena absolutamente perversa.

Por no hablar de la eliminación de los abonos naturales por abonos químicos, o los medicamentos asociados a la ganadería industrial, que acaban también contaminando terrenos y campos vecinos, afectando a los insectos directa o indirectamente.

3-Organismos dañinos

La introducción (consciente o fortuita) de especies exóticas por parte de los humanos en un territorio dado también son una importante causa de declive de insectos. Ejemplos como el ácaro varroa, parásito de las abejas melíferas, originario de la isla de Java (Indonesia), los colonos neerlandeses introdujeron allí la abeja melífera occidental, que acabó infectándose y, a través del movimiento internacional de colmenas, a partir de 1978 se extiende por todo el mundo excepto Australia, que aún se mantiene a salvo de este ácaro.

O el opossum australiano, introducido en Nueva Zelanda, donde se dedica a devorar a los escarabajos gigantes endémicos de aquel archipiélago, o la trucha arcoíris norteamericana, introducida en casi todo el mundo, y que devora las larvas de libélulas que están en peligro de exterminio.

4-Calentamiento global

Y cómo no, el calentamiento global también aporta su granito de arena al apocalipsis de los insectos. Al parecer, mientras los insectos de zonas templadas de momento están resistiendo bien el aumento de las temperaturas, no es así con los insectos tropicales, que lo están acusando mucho más, y obligándolos a desplazarse a otros ámbitos geográficos provocando desequilibrios. Pero también en las latitudes templadas se están produciendo desfases entre floraciones cada vez más tempranas y su desacople con el consumo de polen por parte de sus "cosechadoras" habituales, que acaban viendo cómo su disponibilidad de alimento disminuye.

¿Por qué es tan grave el declive de los insectos?

Como te dije al comienzo de esta crónica, los insectos son despreciados y odiados por el común de los mortales. Por eso no le damos importancia a este apocalipsis. Al contrario, seguramente muchas personas respirarán aliviadas en plan "¡qué bien, no hay insectos!". Craso error.

Un mundo sin insectos sería inhabitable. Y, una vez más, los humanos escupimos al aire pero nuestro salivazo nos cae luego en la cara. Un grupo zoológico que, por sí solo, constituye al menos la mitad de todos los organismos vivos tiene que tener una enorme influencia en el funcionamiento de los ecosistemas. Y, en efecto, la tiene.

Los insectos no son los únicos polinizadores pero sí los más importantes. Infografía: Comisión Europea


Para empezar, en la polinización del 75% de las plantas que consumimos los humanos. Es cierto que se puede realizar la polinización de una forma manual, pero sería un trabajo tan penoso que forzosamente la producción agrícola caería hasta niveles insostenibles. Y qué decir de las plantas silvestres que luego nos dan sombra, oxígeno y absorben CO2. Y hay más. Los insectos (sobre todo los coleópteros) tienen un papel importante en el reciclaje de nutrientes como los excrementos. Un mundo sin escarabajos sería un mundo donde los excrementos del ganado en el campo permanecerían años, y esos nutrientes no llegarían a reciclarse en el suelo, escapando del ciclo trófico.

Los insectos son tan abundantes en términos numéricos que forman una de las bases alimentarias de casi todas las redes tróficas. Son innumerables las especies animales de todos los grupos zoológicos que se alimentan exclusivamente o parcialmente de insectos. Elimina éstos, y la red trófica se deshará como un azucarillo con consecuencias catastróficas para el planeta, porque el efecto dominó que provocaría llegará, tarde o temprano, a los humanos-

Es gravísimo esto. O reaccionamos, o moriremos de hambre. Tan simple como eso. ¿Qué puedes hacer tú para evitarlo?

En primer lugar, cambia tu mentalidad respecto de los insectos (y Artrópodos en general). No tienen por qué gustarte pero respétalos y reconoce su derecho a vivir en nuestro mundo como cualquier otro ser vivo.

En segundo lugar, haz todo lo posible dentro de tu forma de vida para ayudar a los insectos: pon un jardín natural en tu casa si tienes esa posibilidad, con hoteles para insectos. Exige a tu Ayuntamiento que renaturalice los parques y jardines de la ciudad para que los insectos puedan prosperar.

En tercer lugar, rechaza la agricultura intensiva e industrial y sus productos, y demanda productos de agricultura ecológica o, al menos, tradicional. En un sistema capitalista de libre empresa, si el público deja de demandar ciertos productos, obliga a su productor a abandonar o a reconvertirse.

Toda propiedad con jardín o terreno debería contar con un hotel de insectos


A nivel de Gobiernos, los consumidores tenemos que exigir esa agricultura regenerativa, que use para controlar las plagas el control biológico y no agroquímico, y que se centre en producir productos de temporada para un mercado de proximidad, y olvidarse ya de esas absurdas exportaciones que a nadie benefician.

Nos va la vida en ello.

MÚSICA RECOMENDADA: Randy Newman - Jim y el melocotón gigante


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Comentarios

  1. Excelente artículo que habla acerca de un asunto trascendental que la mayoría ignora. Después de todo, ¿a quién le importan los "bichos"? La verdad, a veces no entiendo qué diablos le pasa al ser humano moderno, industrial y tecnológico, que parece vivir totalmente desconectado de la realidad y únicamente obsesionado por las sandeces más nimias. Importa muchísimo seguir a tal o cual "influencer" en las redes sociales, colgar un montón de fotos e historias en tu muro de Instagram (para que todos vean lo maravillosa que es tu vida) o consumir compulsivamente cualquier cosa, desde bienes materiales, pasando por productos de entretenimiento, hasta "experiencias" de cualquier tipo. Cosas al fin y al cabo por completo inútiles y que de nada sirven para llenar nuestro vacío, pues después de todo eso no vivimos mejor ni somos más felices.
    Sin embargo las cosas realmente importantes, como el gravísimo insecticidio del que habla el artículo, pasan mayormente desapercibidas. Los "bichos" son depreciados incluso por esos "animalistas", que sería mejor llamar "defensores de las mascotas", que se ponen muy tiernos con la foto de un perrito o un gatito y luego no tienen el menor miramiento en aplastar a una araña o un escarabajo porque "les dan mucho asco". No sé si queda tiempo para una auténtica concienciación en este asunto.

    Un saludo

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  2. de ver el frontal del coche me di cuenta hace muchos años , igual que cuando antes uno andaba por el campo saltaban cientos de bichos,,, ahora nada en problema es gravisimo

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  3. Me ha gustado mucho el articulo, tiene un estilo que pareciera estuviera viendo un documental. Te agradezco mucho el trabajo que haces, esto es un aporte al conocimiento que muchos ignoramos.

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