100 años de la gripe "española". Los virus y la fauna.

Querida hija: 

En el año 1997, dos patólogos estadounidenses desenterraron el cadáver de una mujer inuk enterrada en Brevig Mission, Alaska. Su objetivo era tomar muestras de su tejido pulmonar. Tuvieron éxito, pues la mujer al fallecer era obesa, y esa circunstancia junto con el subsuelo helado de Alaska, hicieron que los restos se preservaran muy bien. ¿Por qué estos científicos tenían interés en este cuerpo en concreto? 

En el año 1918 Brevig Mission era una misión luterana que trabajaba con los inuit. Una carta que se recibió en dicha misión, procedente de Nome, trajo algo más que información. Venía infectada con el virus de la gripe llamada “española”. Fue la más devastadora epidemia de gripe de que se tiene constancia en la historia humana, y arrasó el planeta entre 1918 y 1919. En Brevig Mission la gripe acabó con el 85% de sus habitantes, entre ellos la joven rolliza que acababa de ser desenterrada. Hubo polémica por la pretensión de recuperar muestras del virus que había provocado tan terrible pandemia. Pero se necesitaba saber qué era lo que había hecho este virus tan peligroso. Cuanto más se conozca sobre él, y otros virus, se podrán poner a punto más rápidamente tratamientos y vacunas para que no vuelva a repetirse una pandemia como aquella. 

Cartel informativo de consejos para evitar la propagación de la gripe española

Hace cien años de aquello. Y es una buena efeméride para contarte qué son los virus y cómo se relacionan con la fauna, una relación fundamental para comprender cómo se extienden y provocan epidemias. Existe, además, otra razón por la que te quiero hablar de este tema. En este comienzo de siglo XXI mucha gente tiene la sensación de que se desatan más epidemias víricas que antes, y que son más mortíferas…los llamados “virus emergentes” ocupan importantes espacios en los medios de comunicación y no cabe duda de que constituyen un tema de actualidad. ¿Es eso cierto? ¿Hay más virus que antes? ¿son más mortíferos…? 

Antes de responder estas preguntas, debemos retroceder cien años y explicarte qué fue la gripe “española”. Luego te hablaré sobre los virus. Si bien no es el objetivo de esta crónica entrar en demasiadas profundidades de la Biología, necesitas conocer unas nociones muy básicas. Y finalmente analizaré el papel que la fauna silvestre desempeña en la transmisión de los virus. Vamos allá. 

La gripe “española” de 1918. El Quinto Jinete del Apocalipsis. 

A comienzos de 1918 el mundo estaba agotado tras cuatro años de la guerra más letal que había padecido la Humanidad desde la Guerra de los Treinta años en el siglo XVII. Los dos bandos que se disputaban la victoria no eran capaces de doblegarse entre sí por medios militares, y cada vez estaba más claro que la victoria o la derrota llegaría por puro agotamiento. 

Entonces llegó la gripe. Y esta gripe resultó ser más mortífera que las gripes que habitualmente se padecía cada año. Además, la gripe se cernió sobre una humanidad agotada por la guerra, con todos los sistemas sociales y sanitarios puestos patas arriba. Se extendió por todo el mundo como un ángel vengador, favorecida por los movimientos de tropas propios de la guerra, y no respetó ni a Reyes ni a plebeyos. Si el balance de víctimas que dejó la Gran Guerra oscila entre los ocho y los diez millones de muertes, el Ángel de la Muerte que azotó la Tierra en forma de gripe dejó entre veinte y cuarenta millones de muertos. 

¿Por qué se conoció esta gripe con el injusto nombre de “española”?. España fue uno de los pocos Estados neutrales en la Guerra, y la importancia que los sucesos bélicos tenía en los estados beligerantes pasaba a un relativo segundo plano en España. Por eso, cuando la gripe hizo su aparición en España, la Prensa informó profusamente sobre la inusual mortalidad que estaba presentando. Mientras tanto, en los países azotados por la guerra no había tiempo ni medios para realizar seguimiento de la gripe, por grave que fuera. Se puede decir que el mundo siguió la epidemia a partir de lo que sucedía en España, y no tardó en extenderse la conclusión de que se había originado en nuestro país. Las cifras oficiales españolas reconocieron un balance de 150.000 muertes por la gripe. En los EEUU serían 675.000, y en la India británica…diecisiete millones de muertos. 

Gráfico que muestra la mortalidad provocada por la gripe española

Si no fue en España, ¿dónde se originó dicha gripe?. Es uno de los grandes misterios que quedan sin resolver, pero se barajan tres hipótesis: 

Hipótesis 1: La epidemia se originó en los EEUU, más concretamente en Fort Riley, Kansas, y desde allí los soldados que llegaban a Francia por el puerto de Brest la extendieron por Europa y, de allí, al mundo. 

Hipótesis 2: La epidemia se originó en Europa, más concretamente en el Frente Occidental. Las tropas estadounidenses que fueron repatriadas a los EEUU extenderían la gripe por el continente americano. 

Hipótesis 3: La epidemia se originó en China. Y fue llevada a Europa con un contingente de 96.000 trabajadores chinos contratados para diversas labores en el Frente Occidental. Poco después, investigadores chinos se apresuraron a desmentir esta posibilidad, en una poco científica actitud de “pío pío que yo no he sido”, como si hubiera que exigir alguna responsabilidad a alguien… 

En realidad, ninguna de las tres hipótesis ha sido demostrada. Pero como te contaré más adelante, todas las epidemias de gripe se originan en el Sur de China…de modo que a mi entender la hipótesis asiática sería la más plausible. Lo que faltaría por dilucidar es el medio por el que se extendió. 

Cuando los patólogos Hultin y Taubenbergen secuenciaron el genoma del virus recuperado de Brevig Mission y realizaron estudios en ratones, encontraron que este virus acumulaba en los pulmones nada menos que 39.000 veces más partículas víricas que un virus común de gripe. Los ratones morían a los seis días de ser inoculados, mientras que los ratones que fueron inoculados con la cepa normal del año no murieron ninguno. Este virus fue bautizado con el nombre H1N1. 

El virus. Esa cosa indefinible. 

Ha llegado el momento de explicarte qué es un virus. Nunca fue tan difícil dar una definición para algo tan sencillo estructuralmente. La palabra “virus” es de origen latino y significa “veneno”. Los virus han sido estudiados desde la Biología, la Medicina, la Física y la Química. Y todas estas disciplinas han dado su propia definición de “virus”. Yo te voy a dar una definición que trata de refundir todas ellas: 

Un virus es un ente bioquímico y/o biológico, generalmente más pequeño que una bacteria, capaz de replicarse pero que obligatoriamente necesita de un huésped para ello. 

No me mires con esa cara hija. Soy consciente de que esta definición, al igual que todas las demás, no es del todo satisfactoria. Para que entiendas conceptualmente lo que es un virus, voy a resumirte aquí los principales hitos científicos que han permitido conocer su estructura y comportamiento. 

Estructura básica de un virus

1898 

Mientras estudiaba una enfermedad llamada Mosaico del Tabaco, que afectaba a las plantas de tabaco, el holandés Marinus W. Beijerinck descubre que el extracto de las plantas enfermas conservaba su poder infeccioso aún después de pasarlo por los filtros que en la época se utilizaban para eliminar las bacterias, que él sospechaba que provocaban la enfermedad. Por tanto comprende que el agente patógeno no es una bacteria, sino algo que él definió como un contagium vivum fluidum, un “fluido vivo contagioso”. 

El alemán Friedrich Loeffler demuestra que existe un filtro, llamado de Kitasato, que puede eliminar este supuesto fluido contagioso. Por tanto demuestra que el agente infeccioso es de naturaleza discreta y corpuscular, no un fluido. 

1901 

El estadounidense Walter Reed descubre el primer virus que afecta al ser humano: el de la fiebre amarilla, que en aquel momento causaba cuantiosas bajas entre las tropas estadounidenses acantonadas en Cuba. 

1917 -1918 

El francés Félix D’Herelle descubre que los virus no sólo infectan a animales y plantas, sino también a bacterias: los virus bacteriófagos. 

1927 

H.H. McKinney descubre que los virus pueden experimentar mutaciones. 1934 Peyton Rous descubre que algunos tipos de cáncer son causados por virus. 

1935 

Wendell M. Stanley descubre q ue los virus tienen naturaleza proteica (es decir, están formados en parte por proteínas, que son los “ladrillos” que forman los tejidos vivos) 

1941 

Salvatore Luria observa por primera vez un virus al microscopio electrónico y concluye que está formado por una proteína y un ácido nucleico. (los ácidos nucleicos son las moléculas responsables de la herencia, y hay básicamente dos tipos: ARN y ADN, que se diferencian fundamentalmente por su composición química. El 80% de los virus tienen ARN). 

1951 

Alfred Hershey demuestra que el ADN ó ARN del virus es el portador de la información hereditaria necesaria para su replicación, y que ese ácido nucleico es inyectado por el virus en el interior de la célula que infecta. 

1954 

Trabajos de J. Watson, R. Franklin y A. Klug para determinar la estructura de la cápsula (“cápside”) proteica de los virus y la situación del ácido nucleico en relación con ella. En algunos casos el ADN se encuentra encerrado en el interior de la cápside, y en otros casos la proteína está unida al ADN en una estructura llamada “nucleocápside”. 

Años 1960 – 1970 

Investigaciones para determinar cómo el ARN o ADN sintetizan la proteína necesaria para el virus. Estas investigaciones se realizaron también para entender cómo funciona el ADN en humanos. 

1970 

Howard Temin y David Baltimore descubren los retrovirus, en los cuales una proteína hace síntesis de ADN a partir del genoma original ARN para infectar la célula, en un proceso llamado “transcripción inversa ARN – ADN”. 

1983 

Luc Montagnier, del Instituto Pasteur, descubre el virus de la inmunodeficiencia humana VIH-1. 

Bueno, ahora creo que estás más en situación para entender qué es un virus. Como has visto en el proceso científico de su descubrimiento y estudio, un virus es una estructura proteica que alberga un ácido nucleico. Para replicarse (reproducirse), el virus necesita entrar en una célula huésped porque allí se encuentran las estructuras que el ADN (o ARN) necesitan para sintetizar la proteína del virus. Es como si tú tienes un documento que necesitas fotocopiar pero no tienes ninguna fotocopia. Si fueras un virus, asaltarías una oficina donde hubiera una fotocopiadora, y harías las copias que necesitas de tu documento. 

Pero el virus, en este proceso de infección, destruye o daña las células que infecta. Por eso provoca enfermedades. Otro punto importante que debes conocer es el de la mutación. Una mutación es una variación en el código genético. Y en el caso de los virus las mutaciones se originan porque su proceso de replicación no es perfecto y se producen errores. Por eso, debido a las frecuentes mutaciones que experimentan, los virus pueden infectar especies distintas a las que originalmente estaban adaptados, y hacerse resistentes a los fármacos usados contra ellos. Sí, es una faena. 

Proceso de replicación de un virus

La mutación no es la única fuente de variabilidad genética de un virus. Puede suceder, y sucede, que un virus que se encuentra en un huésped o reservorio (más adelante definiremos estos conceptos), puede mezclarse con otro virus mutado en ese mismo huésped, surgiendo un virus nuevo. Este proceso se llama “recombinación genética”. Este proceso es el que se encuentra detrás de determinados virus que luego han saltado a la especie humana, generando peligrosas pandemias como la gripe de 1918. 

¿Los virus son seres vivos o no?. Esta cuestión está abierta hoy en día. Se considera que los virus se encuentran en el límite entre la materia viva y la materia muerta. En efecto, sea cual sea la definición de “vida” que podamos aplicar, puedes observar que los virus a veces se comportan como organismos vivos, como por ejemplo, cuando “buscan” las células objetivo y “realizan” toda una serie de acciones para conseguir sus propósitos, que son la replicación de su material genético y proteico y escapar luego para seguir infectando más células. Una materia muerta como una piedra no tiene este comportamiento. 

Por otro lado, también se comportan como materia muerta. Cuando no están infectando una célula, los virus parecen inertes. Por otro lado, los biólogos consideran que no puede haber vida sin dos procesos metabólicos fundamentales: la respiración y la alimentación. Los virus no presentan ninguno de estos dos procesos. La cuestión sigue abierta. 

La fauna y los virus. Cómo se gesta una epidemia. 

Aquí es donde entra la fauna silvestre. Ante un virus determinado, un animal puede adoptar tres papeles diferentes (no siempre excluyentes entre sí: 

Reservorio: un reservorio natural de un virus es una especie animal donde el virus vive, generalmente sin provocar infección ni síntomas. El animal reservorio puede transmitir el virus a otras especies, si se dan las circunstancias. 

Huésped: un huésped es una especie animal que es infectada por un virus. Como ya sabes, estos significa que el virus ha invadido sus células para poder replicarse. El huésped desarrolla síntomas de una enfermedad vírica, y no suele transmitir el virus a otra especie (callejón sin salida epidemiológico) pero sí a otros individuos de su misma especie. 

Vector: una especie animal es un “vector” cuando toma el virus de un reservorio y lo transmite a un huésped. Suelen ser mosquitos de los géneros Anopheles, Culex o Stegomya (antiguo Aedes) 

Los mosquitos son vectores de varios virus

En función de la interacción entre reservorios, huéspedes y/o vectores, se pueden dar diversos tipos de ciclos de circulación de virus: 

Ciclo simple intraespecífico 

El virus no se mueve de un reservorio, que además es el huésped. Como ejemplo, el virus del sarampión, que es exclusivamente humano. 

Ciclo simple con “evasión” 

El virus puede “escapar” de su reservorio y accidentalmente infectar a otra especie. Por ejemplo, el virus llamado “Cuatro Esquinas”, del que hablaremos más adelante. Su reservorio natural es un roedor, y el virus salta al ser humano al inhalar aire contaminado con polvo de heces del roedor. 

Ciclo simple con vector 

Un ejemplo sería el virus del dengue, cuyo reservorio y huésped es el humano como el sarampión pero, a diferencia de éste, se contagia entre humanos por mediación de un mosquito, que es el vector, normalmente Stegomya aegypti. 

Ciclo mixto con vector 

Un ejemplo sería el virus de la fiebre amarilla. El virus puede infectar tanto a monos como a seres humanos, y es un mosquito el vector de transmisión, que es Stegomya y, en Sudamérica, Haemagogus. En este proceso, puede suceder que un mosquito tome el virus de un mono y se lo transmita al humano. Por eso es un ciclo mixto, porque “une” un reservorio animal con un huésped de otra especie (humana en este caso). 

Ciclo complejo con vectores 

El ejemplo sería la encefalitis equina del Oeste, enfermedad endémica del Oeste de los EEUU. En ella existe un ciclo original Roedor (reservorio) – garrapata (vector) y un ciclo paralelo Pájaros (reservorios) – ácaros (vectores). Ambos ciclos pueden interconectarse mediante el Artrópodo vector, que se intercambian. De vez en cuando, además, un mosquito puede infectarse en un pájaro y transmitir el virus al caballo y al humano. Un ciclo verdaderamente complicado. 

Como ves, la fauna silvestre desempeña un papel fundamental en las llamadas “emergencias víricas”. ¿Cómo se desata una epidemia vírica? En una primera fase, el agente infeccioso debe pasar del reservorio animal al huésped humano. Más adelante veremos varios ejemplos reales. Lo normal es que el sistema inmunológico humano pueda eliminar el virus. Pero cuando esto no es posible porque el virus haya mutado o se haya recombinado, entonces aparece la infección. 

La segunda fase es la “diseminación”, en la cual el humano afectado “contagia” el virus a otros humanos separadamente entre sí. Este foco infeccioso puede quedar aislado en una zona geográfica sin mayores consecuencias, o puede pasar a la Fase 3, o “epidemia”, cuando los humanos se pasan la infección entre sí en forma de reacción en cadena. La aparición de una epidemia depende de factores sociales, demográficos, o económicos. Una epidemia se convierte, por último, en Pandemia, cuando adquiere proporciones mundiales. 

Voy a explicarte, a continuación, cómo toda esta teoría se ha plasmado en la práctica en diversos casos reales. 

Virus de la gripe. Chiquito pero matón. 

La gripe es una enfermedad del aparato respiratorio que suele considerarse “leve”, y casi todos los inviernos aparece una epidemia que suele ser también leve. Su ciclo es en general complicado. Su reservorio natural son las aves acuáticas, especialmente los patos. Existen tres tipos de virus de la gripe, llamados A, B y C. El virus de la Gripe A pasa fácilmente la barrera entre las especies. Las aves migratorias pueden transmitirlo a las aves domésticas o de corral, y también a los caballos y a los cerdos. 

El cerdo es el animal clave en el ciclo del virus de la gripe. El cerdo puede ser infectado, a la vez, por el virus de la gripe aviar y también por el virus de la gripe humana. Como te he explicado antes, a veces se produce una recombinación genética entre estos dos virus (aviar y humano) dentro del cerdo, y se “crea” un súper-virus que vuelve a saltar al ser humano con nuevas armas para perforar el sistema inmunológico humano. Así es como se producen las grandes pandemias importantes de gripe, o las epidemias más graves de lo normal. 

Ciclo de la gripe

Ya hemos hablado de la gripe “española” de 1918. Este virus, el H1N1, estuvo circulando hasta 1957, año en el que se desató la gripe llamada “asiática”, que provocó 4 millones de muertos en todo el mundo. En 1968 se extendió la llamada “gripe de Hong Kong” que provocó 2 millones de muertos. Y recientemente, en 2009, la llamada “gripe aviar” provocó el pánico en todo el mundo, también originada en Asia oriental. Como te dije antes hablando de la gripe de 1918, no es casual que tantas gripes se originen en la misma zona: el Sur de China. Esto tiene una explicación. Se trata de una región del mundo superpoblada, y donde conviven muy estrechamente humanos, cerdos y aves de corral en pequeñas granjas familiares y en mercados donde las medidas de control sanitario son casi inexistentes o insuficientes. Por eso a mí me parece muy normal que la gripe de 1918 también se haya originado en China, como casi todas. 

El SIDA: la pandemia del siglo XXI 

El Síndrome de Inmunodeficiencia Humana ha sido un azote mundial desde su aparición. Aunque las cosas han mejorado desde entonces. Si bien no hay vacuna ni tratamiento curativo para esta enfermedad, existe medicación que controla el síndrome y lo convierte en enfermedad crónica, lo que es un paso de gigante, pues anteriormente la enfermedad era mortal casi sin remedio. 

El origen del virus del SIDA hay que buscarlo en los SIV que afectan a monos como el chimpancé.

La enfermedad saltó a la actualidad informativa a partir de 1980 cuando aparece en los EEUU y, desde allí, se extiende por todo el mundo occidental. Pero la enfermedad había aparecido en África Central, fundamentalmente en Zaire (hoy República Democrática del Congo). Las investigaciones que se han ido realizando concluyeron que el SIDA podía rastrearse hasta al menos 1950 y, posiblemente, hasta 1930. El origen del SIDA hay que buscarlo en el SIV (virus de inmunodeficiencia de los simios), una enfermedad detectada en chimpancés, mandriles, o mangabeys de collar, entre los cuales se transmite sexualmente, por mordeduras/heridas, o transmisión madre/hijo. 

Posible origen del VIH

El SIV es muy mutable: se han descrito más de 30 tipos. Dos de ellos están emparentados con el VIH humano: 

SIV/CPZ, en los chimpancés Pan troglodytes 

SIV/SM en los mangabeys de collar Cercocebus torquatus

El problema es que el parentesco es casi total con el VIH-2, una cepa más reciente de VIH, pero no con la cepa original VIH-1, por lo que aún sigue siendo objeto de debate cuál es el origen del VIH-1. La transmisión del mono al humano se produce en África mediante los cazadores de monos, ya que la carne de los monos se consume habitualmente en muchas zonas de África central y occidental. En la manipulación y preparación de la carne de mono, o mediante cortes o mordeduras se produjo el paso de algún tipo mutado de SIV al humano, donde surgió el VIH-1. 

El “virus sin nombre”. Del ratón al indio navajo 

En 1993 se desató una epidemia de una enfermedad caracterizada por cefaleas, dolores musculares, fiebre, tos, insuficiencia respiratoria aguda y muerte. La enfermedad afectaba a los indios navajos de la zona conocida como Four Corners, donde confluyen los Estados estadounidenses de Utah, Colorado, Arizona y Nuevo México. 

Ciclo del hantavirus "sin nombre"

El origen de la enfermedad se rastreó hasta 1959-1960 y era conocida en la tradición médica de los navajos, que vinculaba su aparición a la presencia de ratones. En efecto, el reservorio de este virus, que acabó siendo bautizado como “sin nombre”, es el llamado “ratón ciervo” Peromyscus maniculatus. Parece ser que en 1990 hubo una grave sequía que provocó una acusada disminución de vegetación y población de ratones. Entre el invierno de 1992 y la primavera de 1993 se produjeron grandes precipitaciones que provocaron un aumento de disponibilidad de piñones, y un rebote de población de ratones, que al proliferar, crearon oportunidades para el contacto con humanos. La infección se producía al inhalarse aire contaminado con polvo de heces del ratón. 

Ratón ciervo

Fiebres hemorrágicas víricas sudamericanas 

En Sudamérica se han descubierto cuatro virus asociados a fiebres hemorrágicas: 

Virus Junín (Argentina) 

Virus Machupo (Bolivia) 

Virus Sabia (Brasil) 

Virus Guanarito (Venezuela) 

Fiebres hemorrágicas sudamericanas

En 1959 surgió el virus Machupo en Beni (Bolivia). El reservorio de este virus es la laucha campestre Calomys callosus. Por su parte, en 1989 se detecta el Guanarito en Venezuela, con dos roedores reservorios: la rata sabanera Sygmodon alstoni y el ratón de caña de azúcar de cola corta Zygodontomys brevicauda, endémico de los Estados venezolanos de Portuguesa y Barinas. 

Laucha campestre

Virus Nipah. El peligro desde el aire 

La encefalitis japonesa es una enfermedad endémica del sudeste asiático, que provocó 529 casos en Malasia entre 1989 y 1998. Entre 1998 y 1999 surge en Malasia un nuevo tipo de encefalitis provocado por un virus que sería identificado y bautizado como Nipah, por el pueblo donde fue detectado por primera vez en cerdos y en humanos. De Malasia pasó a Singapur, y más tarde se ha detectado en Bangladesh entre 2001 y 2005. 

Repertorio virus Nipah

Se ha determinado que, en este caso, el reservorio son dos especies de murciélagos frugívoros: el zorro volador pequeño Pteropus hypomelanus y el zorro volador común Pteropus vampyrus. 

Fiebre hemorrágica del Ébola. El peor de todos 

Todos recordamos el último brote de Ébola en África Occidental, en 2014. Y sí, lamentablemente lo recordamos porque hubo víctimas españolas, que trajeron el virus a España incluso. Y tristemente también porque tuvo que fallecer una víctima estadounidense para que se elaborase un tratamiento y una vacuna. Sólo prestamos atención a estos virus cuando nos toca de lleno. 

El brote del Ébola en 2014 despertó alarma mundial

El Ébola aparece por primera vez en 1976 en dos lugares el mismo año: Yambuku, NE de Zaire, y Nzara, Sur de Sudán. Afectó a 600 personas, de las cuales murieron el 53% en Sudán y el 83% en Zaire. Esta es una de las principales características del Ébola: su elevada tasa de mortalidad, lo que le hace el virus más temido actualmente. Como los primeros síntomas de la infección son inespecíficos, el contagio entre humanos se producía en los hospitales, antes de que se verificasen medidas de aislamiento estricto. En 1979 habría 33 casos (con 27 muertos) en Sudán, en 1994 en Kikwit, Congo, 316 casos con 250 muertos, en 1994-96 en Gabón (120 casos con 75 muertos) y en Uganda en 2000 (425 casos con 225 muertos). 

Ecología del virus Ébola

En Gabón se detectó el comienzo de la epidemia entre cazadores de gorilas, chimpancés o duikers, que son pequeños antílopes que viven en la selva, género Cephalophus. En el caso del Ébola los chimpancés y gorilas no son el reservorio porque padecen también sus horribles efectos igual que los humanos, es decir, son huéspedes. A día de hoy sigue sin conocerse el reservorio del Ébola, pero se sospecha fuertemente de alguna especie de murciélago. 

Virus del Nilo Occidental. La interconexión. 

El virus del Nilo Occidental recibe este nombre porque se descubre en 1947 en la provincia del Nilo Occidental, en Uganda. Y desde entonces se extendió muchísimo: 1950 Israel, 1962-63 Francia, 1994-2000 cuenca mediterránea, 1996 -1999 Europa Oriental y, súbitamente, en 1999 aparece en Nueva York, desde donde se ha extendido al resto de Norteamérica y Centroamérica. 

Ciclo del Virus del Nilo Occidental

En investigaciones realizadas en Egipto en los años 50 se descubrió que los mosquitos eran vectores de este virus: más de 11 géneros distintos, las aves eran huéspedes amplificadores y los hombres y los caballos huéspedes finales. Los mosquitos Culex son sus vectores más eficientes y se encuentra en plena expansión mundial. Es un ejemplo de por qué aparentemente surgen tantos virus en nuestra época. En realidad la acción humana (deforestaciones, por ejemplo), pone en contacto al ser humano con reservorios de virus que hace décadas era muy difícil. El mundo no está más globalizado que en el siglo XVI pero sí más interconectado. 

Virus Monkeypox 

Este virus (“viruela de los monos”) provoca una enfermedad parecida a la viruela humana, pero parecida por los monos. Fue aislado por primera vez en 1970 entre los macacos de un laboratorio de Dinamarca. Más tarde se detectaría también en monos africanos en cautividad. Esta enfermedad puede pasar a los humanos merced al estrecho contacto con los monos, y afecta especialmente a los niños. Desde 1970 el monkeypox provocó varias epidemias en el África central. 

Ardilla arborícola de Thomas

En 1986 se descubre su reservorio: la ardilla arborícola de Thomas Funisciurus anerythrus. Las ardillas contagian a monos y antílopes, que vía caza y consumo de estos animales pasa al hombre. 

Y aquí tenemos otro caso de cómo la acción humana ayuda a extender epidemias que de otro modo quedarían localizadas y controladas. En 2003 salta la sorpresa al detectarse monkeypox en los EEUU. 72 casos en niños, ninguno de los cuales falleció. La investigación posterior arrojó que el origen de la epidemia estaba en un cargamento de roedores africanos procedente de Ghana, que incluía ardillas de Thomas y ratas de Gambia Cricetomys gambianus infectadas, con destino al mercado de mascotas domésticas. En las tiendas de animales, estos roedores africanos contagiaron a perritos de las praderas (género Cinomys), que eran las mascotas que finalmente contagiaron a los niños. 

Rata de Gambia. El peligro de las mascotas exóticas.

Ahora podemos responder a la pregunta…¿hoy día hay más virus? ¿son más mortíferos?. No. Lo que hay es la estupidez humana, que se empeña en romper el equilibrio natural con intervenciones agresivas y absurdas.

Brote de monkeypox en los EEUU, 2003. Ejemplo de cómo los humanos extendemos virus