Horizontes de grandeza. La fauna de la Conquista del Oeste. 2 - Pieles para el Presidente.

Querida hija: 

En la primera entrega de esta serie sobre el extraordinario protagonismo de la fauna silvestre en la Conquista del Oeste te hablé del caballo, que fue la herramienta fundamental para este proceso histórico. Si bien el caballo posibilitó esta conquista, hubo un grupo de animales que, efectivamente, inició físicamente el proceso mismo. Este grupo de animales se conoce colectivamente en el inglés norteamericano, como furbearers

Los animales peleteros estimularon la primera explotación económica del Oeste, a través de los tramperos

Los furbearers eran, y son, los animales de interés peletero. Como animales que viven en áreas de inviernos largos y rigurosos, desarrollaron pieles gruesas, cálidas y sedosas que desde los comienzos mismos de la Humanidad despertaron el interés y la codicia de los humanos. Podemos decir sin temor a exagerar que Norteamérica (y el Oeste) se integró en el esquema económico mundial debido al comercio de pieles. Si bien la América Hispana fue explorada y colonizada por intereses misioneros y mineros, Norteamérica fue explorada y colonizada por las potencias europeas en primer lugar para la explotación del comercio de pieles. 

Por eso, cuando las autoridades estadounidenses recibieron los primeros informes de los exploradores Lewis y Clark sobre la nueva tierra que habían comprado, la vasta Luisiana, en 1806, y lo primero que se preguntaron fue: ¿ahora qué hacemos con ella?, la respuesta era obvia entonces: 

Buscar pieles. 

El castor, la rata almizclera, la marta pescadora y el zorro eran ejemplos de furbearers.

El comercio de pieles fue la primera, y más lucrativa, industria de Norteamérica hasta 1840. Desde hacía siglos, hombres y mujeres usaron prendas y accesorios hechos de pieles de diversos animales, y a partir del siglo XVII se establecieron diversas compañías comerciales dedicadas a intercambiar las pieles que los indios conseguían, a cambio de suministros europeos que los indios codiciaban. Sin embargo, pronto las propias compañías empezaron a buscar por sí mismas las codiciadas pieles, usando tramperos asalariados o llegando a acuerdos con tramperos independientes, que vendían sus pieles al mejor postor. 

Principales zonas peleteras y rutas del comercio de pieles en Norteamérica

De entre todos los animales furbearers, el rey indiscutible fue el castor. Prácticamente todos los sombreros de la época se hacían con un fieltro elaborado a partir de la piel del castor, y fue de largo el animal más explotado. Tan valioso era, que muchos de los tramperos que lo buscaban también se convertían en exploradores de territorios desconocidos, en pos del roedor. Un solo castor podía proporcionar pieles de hasta 20 libras de peso, y se pagaban entre 4 y 6 dólares por una piel completa. En 1832 se alcanzó el máximo de precio, pagándose a 9 dólares la piel del castor. Pero en la misma época, en Europa se empezó a usar la seda en lugar del fieltro de castor para la fabricación de sombreros, y la demanda de castores decayó, así como también su precio: en 1840 se pagaba la piel del castor a 1 dólar, y el comercio se hundió inmediatamente, poniendo fin a toda una época.

J.J. Astor y la American Fur Company. 

En el año 1811 el buque Tonquin fondea frente a la desembocadura del Río Columbia, en el actual estado de Oregón, y sus tripulantes construyen un puesto comercial un poco aguas arriba que se llamaría Fort Astoria, con el propósito de obtener pieles en el recién explorado territorio. Ese puesto comercial es hoy en día la ciudad de Astoria, una de las principales ciudades de la Costa Oeste de los EEUU. Su nombre viene del empresario que envió la expedición comercial: John Jacob Astor, que se convertiría en una leyenda del comercio de pieles. ¿Quién fue este hombre? 

Fort Astoria en 1813

Johann Jacob Astor nace en 1763 en Waldorf, Alemania. En 1783 emigra a Nueva York y empieza a trabajar como carnicero. Pronto empieza a comprar pieles a indios y tramperos y abre una tienda de pieles en Nueva York, gozando de un éxito casi inmediato. En 1795 reúne toda una flota de barcos con los que opera una variedad de negocios de importación/exportación. En 1800 comerciaba con China en pieles (China era un gran mercado para las pieles), sándalo, té y opio. En 1808 funda la American Fur Trading Company, que se convertiría en la principal empresa peletera de la época, para controlar el comercio de pieles en la zona de los Grandes Lagos y en la desembocadura del Columbia, que era la salida al mar del nuevo territorio de Luisiana. 

Por eso, en 1810 organiza la llamada “Expedición Astor” para abrir rutas comerciales hasta el Columbia. Un equipo se dirigiría por tierra desde Saint Louis, que abrió el llamado “Paso del Sur” a través de las Rocosas, hacia California y Oregón. El otro equipo se envió por vía marítima en el Tonquin, uno de los barcos de Astor que hacía los viajes comerciales a China. Su viaje fue una aventura en sí mismo: partiendo de Nueva York, da toda la vuelta al continente, haciendo escala en las Islas Malvinas y doblando el Cabo de Hornos para ascender por el Pacífico. Hace escala en el Reino de Hawaii, donde embarca un grupo de polinesios hawaiianos que entonces se llamaban despectivamente “canacos”, para servir de peones en el establecimiento que se fundaría en Fort Astoria. Y todo esto para cazar castores, ardillas y zorros rojos, pero sobre todo la nutria marina. 

Entre 1821 y 1830, mediante fusiones y adquisiciones de empresas pequeñas, logra hacerse con el control del comercio peletero en el Valle del Missouri. Olfateando el declive del comercio del castor, en 1834 vende su negocio peletero para concentrarse en los negocios inmobiliarios de Nueva York. El famoso Hotel Waldorf Astoria, de Nueva York, es un monumento a esta dinastía de hombres de negocios, que se convertiría en una de las familias de la aristocracia financiera de la Gran Manzana. 

Los montañeses. 

Suele asociarse al Salvaje Oeste con la figura del cowboy, o vaquero. Pero esta figura mítica aún tardaría en aparecer algunas décadas. El primer tipo humano que desarrolló la Conquista del Oeste fue el trampero. En los EEUU, a los tramperos de ésta primera época se les denomina los Mountain men, los Montañeses. En el imaginario colectivo americano, el montañés es una figura mítica y semilegendaria: hombres solitarios, se lanzaban a las desconocidas montañas del Oeste cargados de pertrechos y trampas y establecían sus campamentos en zonas remotas donde realizaban la campaña de captura de furbearers, que se llamaba Harvest, o “cosecha”. 

Fort Nez Percés, 1841, Washington. Un ejemplo de puesto de comercio de pieles.

Eran hombres duros, que llegaron a conocer la Naturaleza como la palma de su mano. Conocían a los indios y solían tener buenas relaciones con ellos. Al principio, los tramperos vendían sus pieles en Saint Louis, pero en 1825 unos avispados comerciantes de dicha ciudad se aventuraron a ir directamente a las Rocosas para vender sus pertrechos a los montañeses, a cambio de sus pieles. Para los montañeses era mejor solución, porque así no tenían que moverse de sus bases de operaciones. Empezaron así los llamados Rocky Mountains rendezvous, o “ferias” de las Montañas Rocosas, eventos en los que se reunían los montañeses, los comerciantes, los indios y, andando el tiempo, predicadores, buscavidas, prostitutas y todo tipo de personas que crearon todo un ambiente festivo en torno a la feria anual de pieles. 

Wyoming rendezvous. Willian Henry Jackson 1930

Si bien una de estas reuniones se celebró ya en 1819 en el Valle del Río Boise, Idaho, se institucionalizaron en 1825, y se celebraron anualmente hasta 1840, normalmente en Horse Creek, Wyoming, en una feria llamada también Green River Rendezvous. Los Montañeses más famosos fueron: 

Jim Beckworth (1798 – 1866) 

Jim Bridger (1804 – 1881) 

Kit Carson (1809 – 1868) 

George Drouillard (1774 – 1810) 

John “Liver Eating” Johnson (1824 – 1900) 

Jedediah Smith (1799 – 1831) 

Los animales que cazaban estos montañeses eran fundamentalmente castores, zorros rojos, lobos, más raramente osos, mapaches, ratas almizcleras y martas, entre otros furbearers, pero el Gran Comercio de Pieles se sustentó sobre todo en cinco especies: castor americano, rata almizclera, nutria marina, visón americano y marta americana. A continuación voy a hablarte de estos animales, y veremos cómo les afectó la caza por su piel, y en qué estado se encuentran en estos momentos. 

Castor americano Castor canadensis 

El castor es el mayor roedor norteamericano. Tiene una longitud de entre 74 y 90 cm, a los que hay que añadir entre 20 y 35 cm de su característica cola aplastada, adaptada para nadar. Pesa entre 11 y 32 kg. Es algo más pequeño que el castor euroasiático. Actualmente vive en toda Norteamérica, con excepción de la tundra y algunas regiones del Sudoeste y el Centro. Antes de la feroz explotación comercial de la que fue objeto, vivía desde la tundra hasta el Norte de México. 

Castor americano

Es un animal que presenta una mayor actividad nocturna. Construyen sus hogares en medio de ríos, lagos o deltas. Construyen presas a base de apilar maderos unidos con barro, para crear un embalse que proporciona seguridad a su hogar: un montículo de madera y tierra que alberga en su interior la madriguera. Como sus entradas son subacuáticas, la seguridad dentro de él es completa. También construye una red de canales que le permiten moverse por su territorio en total seguridad. 

Esta costumbre de construir presas, canales y embalses le confiere al castor la categoría de “especie clave”, al ser capaz de modificar el entorno. Sus embalses tienen un gran beneficio para la naturaleza, pues favorece el establecimiento de muchas especies animales y vegetales. Incluso hay especies de aves que prefieren para nidificar los embalses de los castores antes que otro tipo de lagunas. Los castores han modificado tan profundamente su entorno que muchos paisajes norteamericanos, en cuanto a distribución de patrones de vegetación, sólo se explican por la intervención de los castores. 

Presa de castor. Silver Horn Creek, Columbia Británica, Canadá.

Por otro lado, desde el punto de vista humano se ha tildado al castor de “especie conflictiva”, porque sus embalses pueden provocar inundaciones no deseadas en propiedades o infraestructuras humanas. La mayor presa conocida hecha por los castores se descubrió en 2007 mediante fotografías por satélite en el Parque Nacional Wood Buffalo en Alberta, Canadá: presentaba una longitud de 850 metros. 

Los castores se alimentan de hojas, brotes y la parte interior carnosa de árboles en crecimiento. Su época de reproducción va de Diciembre a Mayo. Es una especie monógama de por vida, y tras una gestación de 128 días nace una camada de entre 2 y 6 crías. Sus depredadores naturales son los lobos, los coyotes y los pumas. Se reconocen veinticinco subespecies de castor americano, dato que no es sorprendente debido a la gran extensión geográfica que ocupa. La más extendida de todas ellas es actualmente el castor de Nueva Inglaterra C.c.acadicus

Área de distribución del castor, con la indicación de los puestos comerciales que lo explotaban

El hecho de que la extensión geográfica del castor americano continúe siendo considerable puede hacerte pensar que siglos de caza comercial no le han afectado demasiado. Por supuesto que sí ha sido afectado. Se calcula que antes de que comenzara de lleno la explotación comercial de su piel había entre 60 y 400 millones de castores americanos. Y sí, la población llegó a disminuir tanto que desapareció de varias zonas de los EEUU. Entre 1899 y 1910 diversos estados prohibieron su caza y a partir de ese momento la población se ha ido recuperando lentamente: actualmente se estima que hay entre 10 y 15 millones. 

Ha sido introducido en Tierra del Fuego a mediados del siglo XX para iniciar allí una industria peletera. El fracaso fue total y se ha convertido en una especie invasora que causa verdaderos estragos en una vegetación que no ha co-evolucionado con él. También hay poblaciones asilvestradas en Finlandia y Rusia. 

Rata almizclera Ondatra zibethicus 

Es un roedor semiacuático de la familia Cricetidae. Mide entre 40 y 70 cm de longitud, la mitad de los cuales corresponde a la cola. Pesa entre 0,6 y 2 kilos. Comparte el mismo hábitat, distribución y género de vida que los castores, pero se distingue de ellos en primer lugar, por su menor tamaño; en segundo lugar porque su cola es cilíndrica y fina, no aplastada y ancha como la de los castores, y en tercer lugar, si bien la rata almizclera construye también hogares dentro del agua, incluso también en embalses hechos por castores, no construye ningún tipo de infraestructuras. Está adaptada a la vida semiacuática. 

Rata almizclera

Vive en humedales, ríos, lagos y estanques con abundante vegetación palustre. Está ausente de Florida, donde un pariente cercano, Neofiber alleni, ocupa su nicho ecológico. Se organiza en grupos familiares. Al igual que los castores, construye un hogar de madera, hierbas y barro con una entrada subacuática, de 1,5 x 2,5 metros, sobre todo para pasar el invierno. Comen vegetación acuática, y también pequeños animales acuáticos como crustáceos, moluscos, ranas o peces pero no guardan alimentación para el invierno, como sí hacen los castores. Su actividad es nocturna. 

Mapa de distribución de la rata almizclera

Construyen su hogar durante el otoño, y pasado el invierno, con el deshielo y las crecidas primaverales su hogar suele ser destruido por las aguas , y tienen que volver a reconstruirlo. Es mucho más prolífico que el castor, pues las hembras pueden entrar en celo tres veces al año, dando a luz entre 6 y 8 crías por camada. Sus depredadores son variados: visón, zorro, coyote, lobo, lince, oso, águilas, serpientes y aligátores. Son una verdadera base alimentaria. Precisamente su gran prolificidad le ha hecho resistir con éxito la explotación peletera a la que el ser humano la ha sometido. De hecho al no estar en peligro de extinción sigue cazándose hoy en día: en toda Norteamérica se cazan once millones de ratas almizcleras al año, si bien su caza está en declive continuo debido a la caída de los precios de su piel en el mercado. 

Nutria marina Enhydra lutris 

Es un mustélido acuático que vive en las costas del Pacífico Norte, desde las Islas Kuriles hasta California, pasando por el Mar de Bering. Es el más pesado de los mustélidos, existiendo tres subespecies: E.l.lutris, la nominal, en Asia; E.l.kenyoni, de Alaska a Oregón y E.l. nereis, en California. 

Nutria marina, haciendo los honores a unos erizos de mar.

Los machos, que son algo más grandes que las hembras, miden entre 1,2 y 1,5 metros de longitud y pesan entre 22 y 45 kg. Su piel es excepcionalmente gruesa y esponjosa para protegerlas de la fría temperatura de las aguas donde vive. Por eso su piel siempre fue apreciada en peletería. Está perfectamente adaptada a la vida acuática, si bien sólo frecuenta las aguas costeras hasta 15 – 23 metros de profundidad. Puede nadar hasta a 9 km/h y gusta de buscar la protección de los bosques de kelp, un tipo de alga marina. 

Debido precisamente a su necesidad de contrarrestar las bajas temperaturas, tiene un metabolismo excepcionalmente elevado y debe ingerir diariamente del 25 al 38% de su propio peso en comida. Es un animal diurno. Su forma de cazar es realizar cortas inmersiones, de no más de cuatro minutos de duración, lo justo para llegar al fondo. Tiene la particularidad de cazar con las manos, y no con la boca. Come pescado y marisco, gustándole especialmente los erizos marinos. La nutria marina es conocida en todo el mundo por su simpática costumbre de flotar de espaldas usando su vientre como “mesa” para comer y manipular los alimentos. Es capaz también de usar piedras para aplastar valvas o caparazones duros. 

Área de distribución de la nutria marina

Aunque se alimentan en soledad, suelen descansar juntos sobre las rocas en grupos del mismo sexo de entre 10 y 100 animales. La época de la reproducción es el otoño, siendo una especie poligínica. Esto significa que cada macho se aparea con varias hembras. Los nacimientos se producen en Mayo/Junio en las poblaciones norteñas y en Enero/Marzo en las sureñas, después de una gestación de entre 4 y 12 meses. Este extraño intervalo de gestación es debido a que las hembras son capaces de diferir la implantación del huevo fecundado en el útero. Nace un solo cachorro por camada. 

La nutria marina, al igual que el castor, es considerada una “especie clave” porque mantiene un equilibrio entre los erizos de mar y los bosques de kelp. Allá donde han desaparecido las nutrias, los erizos de mar han proliferado y destruido las colonias de kelp. Por el contrario, las poblaciones sanas de nutrias favorecen estos bosques, con toda la biodiversidad marina que depende de ellas. 

Históricamente hablando, las nutrias marinas han sido una especie de una importancia excepcional, ya que su codiciada piel arrastró y estimuló la exploración del Pacífico Norte. Debido a las nutrias, y también a otras especies de Pinnípedos, los rusos se establecieron en Alaska y, tras los rusos, vinieron los británicos y finalmente, como ya te he explicado, los estadounidenses de la American Fur Trading Company de J.J. Astor. Entre 1803 y 1846 72 barcos de la American Fur Trading Company y 13 barcos de la Russian American Company cazaban la nutria temporada tras temporada, recolectando 40.000 pieles los americanos y 5.696 los rusos. 

Pero la desaparición de la nutria marina de amplias zonas de su antigua área de distribución hizo que las potencias interesadas en su explotación tomaran cartas en el asunto. En 1911 Rusia, Japón, Reino Unido y EEUU firmaron el Tratado para la Preservación y Protección de las Focas peleteras, también conocido como Convención del Pacífico Norte, que también incluía a las nutrias marinas, por el que se estableció una moratoria en su caza. Desde entonces la población se ha ido recuperando lentamente y también se han realizado reintroducciones de nutrias en zonas de donde había desaparecido con anterioridad. De una población original de unas 300.000 nutrias se han contabilizado 107.000 entre 2004 y 2007, si bien las poblaciones de las Islas Aleutianas y de California han experimentado declives debido a enfermedades. 

Visón americano Neovison vison 

Es un mustélido semiacuático que puede considerarse el rey de los animales peleteros debido a la grandísima calidad de su piel. Ha sido, pues, uno de los más importantes furbearers. Su forma general es alargada y fusiforme, adaptada a nadar. Los machos miden entre 34 y 45 cm de longitud más una cola de 15 – 24 cm. El peso varía con la estación, y en invierno puede oscilar entre los 500 y los 1.580 g, con un máximo en otoño. Su piel varía entre un tono leonado-negruzco a ligeramente leonado, uniformemente distribuido por todo el cuerpo. El labio inferior es de color blanco. 

Visón americano

Presenta dos glándulas anales cuya secreción usa para marcaje y comunicación entre individuos. Si el animal está estresado, puede arrojar dicha secreción hasta una distancia de 30 centímetros. Su olor es extremadamente fétido. Los territorios son individuales, con un mínimo de solape entre individuos del mismo sexo, y ampliamente solapados con el otro sexo. Su hábitat ideal son los litorales rocosos y con densa cobertura vegetal. Es un animal promiscuo que no establece lazos de pareja. La época de reproducción varía entre Febrero (en el sur) y Abril (en el norte). 

Su gestación dura entre 40 y 75 días y también presenta la implantación diferida del huevo fecundado. Las camadas tienen cuatro cachorros de media. Es un animal carnívoro que se alimenta de roedores, pescado, crustáceos, anfibios y aves. Captura a sus presas y las muerde fuertemente en su cuello hasta matarlas. 

Mapa de distribución de visón americano

Vive en toda Norteamérica. Alaska, Canadá y los EEUU excepto las zonas áridas del Suroeste. Se reconocen 15 subespecies. A finales del siglo XIX se empezaron a establecer granjas peleteras para criar visones en lugar de capturarlos en el monte al viejo estilo. Este modelo de negocio se exportó a todo el mundo, con catastróficas consecuencias: a partir de animales escapados o liberados intencionadamente, el visón americano se ha convertido en una especie invasora en Sudamérica y Eurasia, donde compite con las especies semiacuáticas locales. En España, concretamente, perjudica al autóctono visón europeo y también al desmán ibérico. Sin embargo, no parece afectar a la nutria paleártica. 

Marta americana Martes americana 

Es un mustélido forestal. Vive en bosques perennes y caducifolios de la taiga canadiense, alasqueña y el Pacífico Norte estadounidense, algunas zonas de Nueva Inglaterra y la zona de las Rocosas-Sierra Nevada. 

Marta americana

Tiene el aspecto general mustélido: cuerpo alargado, flexible y fino, cabeza triangular. De 0,5 a 0,7 m de longitud y entre 0,5 y 1,4 kg. Su piel es larga y sedosa, con colores que varían entre el amarillo pálido hasta el casi negro, pasando por el marrón leonado. Presenta patrones de actividad diurna o nocturna dependiendo de varios factores, entre ellos la actividad de su presa principal. Los adultos son solitarios. Cuando llega la época de reproducción, los machos son polígamos y las hembras pueden presentar varios celos. La época llega en Julio y Agosto y las hembras presentan implantación diferida hasta que termina el invierno. Los partos se producen en Marzo/Abril, y las camadas se componen de entre 1 y 5 cachorros. 

Es un depredador oportunista: actúa según la abundancia y disponibilidad local de presas. Consume micromamíferos en general, y pequeños roedores sobre todo. En verano incluye en su dieta vegetales e insectos, convirtiéndose entonces en un dispersor de semillas. Es depredado, a su vez, por aves rapaces y otros carnívoros como zorros, coyotes y linces. 

Mapa de distribución de la marta americana

Fue muy cazada durante la época del Gran Comercio de Pieles, con un máximo de 272.000 martas cazadas en 1820. A comienzos del siglo XX su población había resultado muy diezmada antes de establecerse las medidas de protección. Hoy día su principal amenaza es la deforestación. 

Existe otra especie de marta también explotada en peletería: la marta pescadora Pekania pennanti. Es más grande que la marta americana, con una piel de color oscuro y un aspecto general más “oso” que “marta”. Su área de distribución es más restringida que la marta americana pero compartiendo el grueso de los territorios, lo que se llama “simpatría”, es decir, animales que viven en el mismo ecosistema. La sobrecaza por su piel llevó a la marta pescadora a la desaparición en amplias zonas de los EEUU, y actualmente sólo vive en Nueva Inglaterra y la Costa del Pacífico.

Marta pescadora

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