La fauna de Perú (II). El Dominio andino

Querida hija:

En la primera parte de esta serie sobre la fauna de Perú, empecé hablándote de la fauna amazónica. Hoy voy a hablarte del segundo gran dominio ecológico peruano, que es el Dominio andino, tal vez lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de cualquiera de los países que se encuentran a lo largo de la Cordillera de los Andes. Un "rompecabezas ecológico" más complejo y variado de lo que a primera vista pudiera parecer. Es el imperio del cóndor y la llama, sí, pero también de desconocidos endemismos. Empezamos.

Vicuñas en un salar andino

Introducción: los Andes, la Tierra de los Gigantes.

La Cordillera de los Andes corre paralela a la Costa del Pacífico durante una longitud de 7.200 km entre Venezuela y la Patagonia. Ecológicamente suele dividirse en cuatro sectores: 

-Andes tropicales: húmedos por las dos vertientes (desde Venezuela hasta la Depresión de Huancabamba, 6º latitud S)

-Andes Centrales o subtropicales: secos por la vertiente pacífica y húmedos por la vertiente amazónica. Desde la Depresión de Huancabamba hasta el Nudo de Vilcanota, 14 º latitud Sur.

-Andes secos: desde el Nudo de Vilcanota hasta el Norte de Chile hacia los 24º latitud Sur, con dos subregiones, los Andes altiplánicos y los Andes desérticos.

-Andes meridionales o templados: desde 24º S hasta Tierra del Fuego. Húmedos por la vertiente pacífica y secos por la vertiente continental.

Divisiones latitudinales de los Andes

En el territorio peruano se encuentra todo el sector de los Andes centrales, y hacia la frontera con Bolivia se encuentra un sector de los Andes secos. La combinación de estas dos grandes ecorregiones andinas, con la gradación de altitud y la latitud nos da una gran variedad de climas y microclimas que van desde el árido seco hasta el muy frío de las altas cumbres de más de 6.000 metros de altitud.

Los principales hábitats que podemos encontrar en los Andes peruanos son:

Valles interandinos: situados a menor altitud (entre 500 y 1.000 metros). El clima predominante es templado, e históricamente han sido las zonas de Perú donde se ha concentrado la población y la agricultura. Originariamente estaban cubiertos de bosques, que han desaparecido casi en su totalidad.

Serranía esteparia: hacia el flanco occidental de los Andes, por encima de los 1.000 metros de altitud, con clima semiárido y vegetación de estepa.

Páramo andino: a partir de los 3.000 metros de altitud. Es una región altoandina caracterizada por un clima húmedo y una vegetación que puede ser comparada con una esponja que absorbe la gran humedad ambiental, y que regula el régimen hídrico de una forma extraordinaria. En Perú el páramo se encuentra sólo al Norte, cerca de Ecuador, y flanqueado por una zona de transición hacia la puna, llamada jalca.

Puna: es la región altoandina de mayor extensión de Perú, por encima de los 3.800/4.000 metros de altitud y hasta los 5.400, una amplia región de vegetación herbácea rala, y de clima frío que se va haciendo más árido según vamos hacia el Sur. En estos altiplanos, la escasa humedad atmosférica unida a la gran insolación, hace que los contrastes de temperatura diarios sean muy acusados.

Puna andina

Bosques andinos: en el capítulo anterior ya te hice referencia a las selvas nubladas o yungas, que por coherencia ecológica preferí incluir en la región amazónica. Pero de los bosques más propiamente andinos que aún sobreviven hay que destacar el queñual, formado por la queñúa (género Polylepis), que es la formación forestal que se da a mayor altitud en el mundo, pues alcanza los 5.200 metros en las laderas del Sajama (Bolivia). Es refugio, como veremos, de numerosas especies animales

Lagos y lagunas andinas: En una enorme región montañosa como ésta, existen muchísimas lagunas de origen glaciar. Dependiendo del clima y de la situación en cuencas endorreicas o arreicas, muchas de éstas lagunas se convierten en lagunas salinas/alcalinas semipermanentes o estacionales. Ambos tipos de lagunas (de agua dulce y salinas) albergan también especies clave.

Laguna de Salinas

¿Cuál es el carácter de la fauna andina peruana?. El difícil entorno de muchos de los ecosistemas andinos impone una especialización faunística en forma de adaptaciones a la altitud, a la falta de oxígeno y a la pobreza de los recursos alimenticios. Pero, por regla general, y si comparas con la fauna amazónica que vimos el último día, te darás cuenta de que no vamos a encontrar en los Andes ninguna especie amazónica, mientras que en la Amazonia sí podemos encontrar especies andinas. Me explico.

El ambiente andino, más duro pero también más variado, cambiante e inestable que el amazónico, lo hace favorable para las especies animales generalistas y adaptables, en detrimento de las especializadas. Por ejemplo: no hay jaguares en los Andes, pero sí encontraremos pumas en los Andes y en la Amazonia. También encontraremos al zorro culpeo, que vive tanto en las zonas montañosas como en la Patagonia, llana y esteparia. El guanaco, uno de los camélidos salvajes sudamericanos, es propio de las altas punas andinas, pero también encontramos guanacos en la Patagonia y en el Chaco...es decir, la fauna andina es una fauna, en líneas generales, más generalista y adaptable que la fauna amazónica, si bien como te he dicho, la región andina no está exenta ni muchísimo menos de especies endémicas muy especializadas.

Vamos a conocerlas.

Los bosques de queñúa

Y nos pararemos un momento en estos queñuales tan singulares, por tratarse del único ecosistema propiamente forestal que encontraremos en los Andes. 

Encontramos aquí una rana endémica que sólo se ha registrado en una localidad: Phrynopus heimorum, en Conchamarca, a 3.420 m de altitud. Pero es la ornitofauna tal vez lo más notable de este ecosistema, que sirve de hogar a muchas especies de aves como el arriero coliblanco (Agriornis albicauda), el torito de pecho cenizo (Anairetes alpinus), especialista en estos queñuales por encima de los 4.000 metros, el churrete real (Cinclodes aricomae), el pico de cono de los tamarugales (Conirustrum tamarugense), el tijeral de ceja blanca (Leptasthenura xenothorax), especie endémica de Perú, así como la también endémica monterita de Cajamarca (Poospiza alticola).

Churrete real

También se registran en estos bosques mamíferos de los que te hablaré más adelante en las zonas más altiplánicas, pero puedo decirte que el zorrillo (que nosotros llamamos mofeta, Conepatus chinga) vive en estos queñuales, así como también el ciervo de Virginia (Odocoileus virginianus), otro ejemplo de esas especies generalistas y adaptables que viven en todo tipo de ambientes. Otro ejemplo de esta fauna generalista que encontramos aquí es la comadreja andina o katay (Mustela frenata), que es el mustélido más ampliamente extendido en América, pues vive desde Canadá  hasta estas zonas peruanas donde encuentra justo el límite sur de su distribución.

Comadreja andina

Los ambientes acuáticos: lagos y lagunas andinas

El Lago Titicaca, el mayor lago andino, que es compartido por Perú y Bolivia, es hogar de una de las ranas más singulares del mundo: la rana gigante del Titicaca (Telmatobius culeus), una de las ranas más grandes del mundo con una longitud de 14 centímetros y pesos en torno a los 150 g pero los ejemplares más grandes pueden llegar a los 400 g. En 1968, una expedición liderada por Jacques Cousteau encontró ranas de 50 cm y 1 kg de peso. Sus pulmones están muy reducidos por el bajo nivel de oxígeno de las aguas del lago, y respira predominantemente por la piel. Suele vivir en el fondo del lago.

Rana gigante del Titicaca

Otra rana gigante de los Andes es la rana gigante de Junín (Telmatobius macrostomus), que vive en lagos de los Andes de Junín y de Pasco, principalmente en el Lago Junín, aunque ha sido introducida también en el curso superior del Río Mantaro. Esta rana, endémica de Perú, puede alcanzar los 30 cm de longitud y los 2 kg de peso.

Hablar de los lagos andinos es hablar de los peces endémicos de estas aguas, una de las ictiofaunas mas desconocidas del mundo. Los peces continentales andinos han co-evolucionado con los mismos Andes. Según esta cordillera se iba elevando, los ríos cambiaban su curso y se remansaban en lagos que aparecían en cuencas recién formadas. De esta manera, poblaciones enteras de peces quedaban aisladas unas de otras, evolucionando alopátricamente. Existen tres géneros de peces presentes en las lagunas andinas: Orestias (Ciprinodontidae), Astroblepus (Astroblepidae) y Trichomycterus (Trichomycteridae). Entre estos tres géneros, reúnen nada menos que 71 especies endémicas para Perú (respectivamente, 40, 16 y 15 especies).

Estos peces endémicos están amenazados por la introducción de dos peces exóticos: la trucha arcoiris Oncorhynchus mykiss, y el Pejerrey argentino Odonthestes bonariensis.

La joya ornitológica de las lagunas salinas de los Andes son las tres especies de flamencos que se dan en estas aguas: el flamenco andino (Phoenicoparrus andinus), o parihuana, el flamenco de James (Phoenicoparrus jamesi), o parina chica, y el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis). Hay lugares, como en la Laguna endorreica de Salinas, en Arequipa, donde se encuentran las tres especies a la vez. Para no competir entre sí, han llegado a una segregación trófica: el diferente tamaño de los picos y de sus láminas filtradoras hace que cada especie capture especies de plancton diferentes.

Flamenco andino

En las lagunas de agua dulce son muy abundantes las anátidas. Veamos algunos ejemplos: el pato jergón (Anas georgica), el pato de la puna (Spatula puna), el pato rana (Oxyura jamaicensis), o el cauquén huallata (Oressochen melanopterus). Otras aves acuáticas que podemos ver en estas lagunas son: el zambullidor plateado (Podiceps occipitalis), la gaviota andina (Chroicocephalus serranus), el ibis de la Puna (Plegadis ridgwayi).

En los bofedales (áreas húmedas dentro de la Puna equivalentes a nuestras turberas) podemos encontrar a la tagua gigante (Fulica gigantea), que con su longitud de entre 48 y 64 cm y un peso de 2,7 kg es considerado el segundo mayor rállido del mundo después del takahe de Nueva Zelanda, incluso los adultos son funcionalmente no voladores. Es la única focha que tiene las patas rojas, y sus dedos de los pies son muy largos para facilitarle el caminar sobre la vegetación flotante.

Tagua gigante

Fuera de los ambientes acuáticos y forestales, hay dos aves que no puedo dejar de mencionarte. Uno es el maravilloso cóndor de los Andes (Vultur gryphus) que, con sus 3,3 metros de envergadura, es el ave no marina mayor del mundo. Ya te hablé más por extenso de este increíble buitre americano en la crónica que dediqué a las aves nacionales de Hispanoamérica, por lo que te remitiré allí para que recuerdes los datos. En Perú existe una población de entre 500 y 1.000 ejemplares, que se encuentran en peligro.

En segundo lugar, en el pequeño sector de la puna junto a las fronteras boliviana y chilena, a más de 4.000 metros de altitud, se encuentra el suri o ñandú petizo (Rhea pennata), una de las dos especies de ñandú o avestruz americano que hay en la actualidad. Esta especie tiene una población en el Altiplano andino, en Perú, Bolivia y Argentina, mientras que la otra población de suri es propia de la Patagonia. En Perú, el Suri está en peligro de extinción, pues quedan en torno de 300 ejemplares amenazados por la caza furtiva por su carne y sus huevos.

La gran fauna de las regiones altoandinas

Aproximadamente el 50% de la fauna de mamíferos andina corresponde a Roedores, siendo la puna el centro evolutivo de muchos de ellos. Puedo destacarte aquí: el tucotuco rojo (Ctenomys optimus), que excava sistemas de galerías subterráneas y vive hasta los 5.000 m. de altitud. En Perú se halla presente la subespecie C. o. nigriceps. Otro tucotuco, el de dientes blancos (Ctenomys leucodon), se halla muy restringido en territorio peruano, en una pequeña zona fronteriza con Bolivia al Sur del Titicaca, la misma zona donde se encuentra otro tucotuco endémico de Perú, el tucotuco peruano (C. peruanum). El cuy del Altiplano (Microcavia niata) o la chinchilla (Chinchilla laniger) son también característicos de los altiplanos.

Tucotuco rojo

Pero tal vez los roedores más característicos de los andes peruanos son las vizcachas. Existen dos especies de estos grandes roedores parecidos a conejos lanudos, con grandes orejas y una larga cola peluda: la vizcacha de montaña (Lagidium viscacia), que en Perú se encuentra en el cuarto sur del territorio, distribución que se prolonga por Bolivia y Chile, y la endémica vizcacha peruana (Lagidium peruanum), que se encuentra en los 2/3 norteños del territorio andino peruano.

Vizcacha peruana

Como es lógico, los Roedores atraen depredadores: el gato de pajonal (Leopardus colocola), el muy escaso gato andino (L. jacobita), el quique (Galictis cuja) o el ampliamente distribuído zorro culpeo (Lycalopex culpaeus), que es el segundo mayor cánido de Sudamérica tras el aguará guazú. En Perú, este zorro está representado por la subespecie andina L.c.andinus.

El gran depredador de las regiones altoandinas es el puma (Puma concolor), presente en Perú con la subespecie de los pumas sudamericanos, que es la nominal P. c. concolor. Pero este gran felino necesita presas grandes...¿qué puede depredar en los Andes?

En primer lugar, los camélidos americanos, que encuentran en los Andes un centro de origen y evolución, como el guanaco (Lama guanicoe), presente en Perú con la subespecie L. g. cacsilensis, distribuido en la vertiente occidental andina hasta los 4.800 m de altitud, pero más abundante entre los 3.500 y 3.700 metros de altitud. El otro camélidos silvestre presente en Perú es la vicuña (Vicugna vicugna), que es más restrictiva en su ecología que el guanaco, pues vive exclusivamente en la puna, a más de 3.200 m de altitud. A partir de estos dos camélidos adaptados perfectamente a estos desiertos andinos, el ser humano ha obtenido dos camélidos domésticos: la llama, a partir del guanaco, y la alpaca, a partir de la vicuña con aportaciones de la llama.

Guanaco

También hay cérvidos en los Andes. El más importante de ellos es la taruca o venado andino (Hippocamelus antisensis), un interesante ciervo que frecuenta los roquedos y las pendientes empinadas de las montañas. Merece la pena una reflexión. Los ciervos suelen ser animales de tierras llanas y relieves planos, pero la taruca nos demuestra haberse adaptado a un ambiente de alta montaña. Si te das cuenta, en realidad ha adoptado el rol ecológico de las cabras montesas en el Viejo Mundo, ya que no hay caprinos salvajes en Sudamérica. Esta es la clave de la enorme abundancia de ciervos que hay en este subcontinente: con la llegada de los antepasados de los ciervos desde Norteamérica, éstos se diversificaron para ocupar los nichos ecológicos de cabras montesas y antílopes, de ahí las muchas especies de ciervos sudamericanos.

taruca

Otros dos ciervos frecuentan las zonas altoandinas: el venado del páramo (Mazama rufina) y la sachacabra o venado conejo (Pudu mephistophiles), el ciervo más pequeño del mundo con un peso de entre 3,3 y 6 kg, y 35 cm de altura. Vive entre los 2.000 y 4.000 metros de altitud.

Venado enano o venado conejo

Otro gran ungulado andino que puede ser depredado por el puma es el tapir andino (Tapirus pinchaque), que en Perú está muy amenazado con una población de unos 350 ejemplares, concentrados únicamente en bosques montanos y páramos justo al Sur de Ecuador, en el Departamento de Puno.

El otro gran mamífero carnívoro de la región altoandina es el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), que es el único oso sudamericano. Aunque es un animal asociado principalmente a las selvas nubladas andinas, es un animal adaptable y flexible que se puede encontrar en muchos otros biomas: el páramo, el bosque seco tropical entre otros. Precisamente se considera que la población peruana, presente en las tres cordilleras andinas, es la más generalista y adaptable de todas.

Oso de anteojos
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