El cachalote: mito y realidad

Querida hija:

Recuerdo la honda impresión que me causó, cuando era niño, la lectura de una edición resumida para niños de Moby Dick, la gran novela estadounidense del siglo XIX, de Herman Melville. Años después, la misma impresión fue corroborada cuando vi la versión cinematográfica de 1956, en la que Gregory Peck construyó el personaje del Capitán Ahab de tal forma que lo convirtió en un arquetipo universal: el hombre devorado por el odio y la sed de venganza irracionales hacia un ser supuestamente irracional: un cachalote blanco. Sin embargo, ya adulto, la novela completa me decepcionó. Me pareció excesivamente filosófica, y pido perdón a los amantes de la literatura universal. Pero el mito que creó sobre el cachalote lo convirtió en eterno, y por eso tienes hoy esta crónica: vamos a desbrozar el mito y la realidad de un animal de extremos.

Moby Dick se dispone a atacar una chalupa ballenera

El cachalote: animal de récords.

En efecto hija mía, es difícil encontrar tal concentración de plusmarcas en una sola especie animal:

- Es el animal con dientes más grande del mundo.

- Posee el mayor cerebro de los animales existentes (8 kg), lo que NO quiere decir que sea el más inteligente pues la inteligencia, al menos tal como la definimos los humanos, tiene más que ver con el tamaño relativo del cerebro con respecto del cuerpo.

- Es el mamífero marino que se zambulle a mayor profundidad: 2.200 - 2.500 m documentados.

- Es el mayor depredador activo que hay en el planeta (depredador activo: que persigue conscientemente a sus presas hasta capturarlas)

- El chasquido producido por el cachalote, con sus 230 dB, es el sonido más intenso producido por animal alguno sobre la faz de la Tierra.

El cachalote (Physeter macrocephlus) pertenece al suborden Odontoceti, esto es, las ballenas con dientes, de las cuales es la mayor en tamaño. Integra la familia Physeteridae junto con los cachalotes enanos: pigmeo (Kogia breviceps) y enano (K. sima)

Tamaños de cachalote en comparación con el ser humano

El cachalote puede medir hasta 20,7 m de longitud (récord medido por un ballenero soviético en las Islas Kuriles en 1950) aunque el promedio actual está en 16 m. Registros antiguos procedentes de balleneros y algunos restos de museos arrojarían longitudes de 26 - 25 m en machos adultos, pero dado que estos animales eran los más cazados durante la "edad dorada" de la caza de ballenas, hoy en día quedan ejemplares de menor tamaño. Existe un importante dimorfismo sexual en el cachalote, pues los machos son entre un 30 y un 50% más grandes que las hembras.

Por lo demás, el aspecto físico del cachalote lo hace por completo inconfundible con otros cetáceos. El cachalote tiene una enorme cabeza de tamaño desproporcionado que ocupa aproximadamente el 30% de la longitud total de su cuerpo. Es una cabeza masiva, rectangular, como un ariete. Su espiráculo tiene forma de "S" y está escorado hacia la izquierda sobre la cabeza. Su mandíbula inferior es larga y muy estrecha y cuando la cierra, los dientes encajan en alveolos situados en el maxilar. Su piel es rugosa (en contraste con la piel lisa de todos los demás cetáceos) y de color grisáceo oscuro.

Aspecto general de un cachalote. Foto: Flip Niclin

No tienen aleta dorsal, a diferencia de los otros cetáceos, pero la cola está erizada de una fila de bultos en su dorso. Su aleta caudal es triangular.

Su enorme cabeza internamente está dividida en diagonal como se ve en la ilustración: en la parte inferior se encuentra el "melón", un órgano que comparte con otros cetáceos y que sirve para "canalizar" los impulsos sónicos de ecolocación, que el cachalote también emite. La parte superior de la división cefálica interior está ocupada por el "órgano del espermaceti". El espermaceti, también llamado "esperma" (lo que le vale su nombre inglés, Sperm Whale, pero que nada tiene que ver con el verdadero esperma), es una sustancia cerosa que se supone ayuda en el control de la flotabilidad del animal. Se supone que cuanta mayor profundidad alcanza el animal, más fría está el agua a su alrededor y el espermaceti se solidifica, ayudando al animal a sumergirse con mayor facilidad, mientras que el esfuerzo que el cachalote realiza durante la caza generaría calor, fundiría el espermaceti y se facilitaría la vuelta a la superficie.

Anatomía interna de la cabeza de un cachalote

Como te explicaré más adelante, el "esperma" de cachalote era uno de los principales productos que se extraían de él, y uno de los "motores" de la industria ballenera.

Biología y ecología

El cachalote es cosmopolita y se distribuye por todos los mares del mundo excepto las aguas polares. Los machos alcanzan los 70º de latitud en cada hemisferio mientras las hembras son más restrictivas y llegan sólo hasta los 50º de latitud en ambos hemisferios. El cachalote prefiere aguas profundas de alta mar con mínimo 1.000 m de profundidad, siendo sus poblaciones más abundantes en la plataforma continental y en cañones submarinos.

Boca y dientes de un cachalote varado en una playa. Foto: Mark Dixon

Los cachalotes se estructuran socialmente en grupos matriarcales formados por hembras, sus crías y machos jóvenes. Estos últimos conforme vayan creciendo se segregarán primero en un "grupo de solteros" y cuando son viejos y experimentados los machos son solitarios y alcanzan las latitudes más elevadas de su área de distribución. Las hembras serán fértiles a partir de los 9 años y como viven hasta los 70 años, su reproducción no es anual: tienen un ballenato cada 4 a 20 años tras una gestación de 14 a 16 meses. seguida de un periodo de lactancia de entre 19 y 42 meses. Por su parte, los machos se harán sexualmente maduros a los 18 años.

Al parecer, los grupos sociales formados por las hembras, las crías y los juveniles suelen permanecer todo el año en las cálidas aguas tropicales y subtropicales, mientras los machos adultos migrarían entre las altas latitudes y las latitudes tropicales para criar.

Cría de cachalote mamando. Foto: Mike Korostelev

Si bien ya te dije antes que el cachalote es el campeón mundial de inmersión, y puede alcanzar más de dos mil metros de profundidad, lo normal es que sus inmersiones oscilen entre los 300 y 600 m de profundidad y con una duración media de entre 20 y 50 minutos. A tales profundidades, donde no llega la luz solar, el cachalote sólo tiene dos posibilidades de encontrar comida: usar la ecolocación y/o fijarse en organismos bioluminiscentes. Ambas estrategias son complementarias y no excluyentes entre sí.

¿Y qué comen los cachalotes? Pues fundamentalmente calamares, de los cuales son grandes especialistas. Hay una leyenda que dice que los cachalotes se sumergen a profundidades casi abisales donde "luchan" con los legendarios calamares gigantes (con longitudes de entre 14 y 16 m), de los que se alimentan. ¿Qué hay de cierto en ello?

Del estudio del estómago de cachalotes capturados en las Islas Galápagos, y secundariamente del análisis de sus heces, se ha encontrado presencia de calamares de los géneros Histioteuthis (62%), Ancistrocheirus (16%) y Octopoteuthis (7%), que son calamares de tamaño moderado. Para California central se encontraron como más abundantes los calamares Moroteuthis, Gonatopsis, Histioteuthis y Galiteuthis. No se ha encontrado evidencia de que los cachalotes consuman ni el calamar gigante (Architeuthis) ni el calmar colosal (Mesonychoteuthis), pero sí se han encontrado cicatrices en la piel de cachalotes que son compatibles con las ventosas de estos calamares, de ahí la sospecha de que esas "luchas" aparentemente sí se producen en las profundidades.

Puede que las luchas entre cachalotes y calamares gigantes no sean un mito. Dibujo: Martin G. Roper

La mayoría de los calamares consumidos por el cachalote son especies de flotabilidad neutra, esto es, que se dejan llevar por las corrientes lo que sugiere que los cachalotes los van consumiendo "al paso", y que sólo persiguen y capturan activamente a una minoría de especies de calamares, los que se desplazan con rapidez por el agua. En un estudio de dieta de cachalotes realizado en las Islas Azores, se encontró que el 77% de los calamares consumidos tenían órganos luminiscentes, por lo que se presume que los cachalotes van pasando por los bancos de calamares bioluminiscentes y los van consumiendo al paso.

Pero los cachalotes no sólo consumen calamares. Complementan su dieta con pescado. Por ejemplo, un estudio con cachalotes capturados en Islandia entre 1977 y 1981 arrojó la presencia de 22 especies de pescado en su dieta siendo especialmente abundante el ciclóptero Cyclopterus lumpus. En el estudio de ls Azores anteriormente indicado, se encontraron 16 especies de peces en su dieta.

Trozo de piel de cachalote con cicatrices de ventosas de calamar gigante. The Depths of the Ocean: A General Account of the Modern Science of Oceanography Based Largely on the Scientific Researches of the Norwegian Steamer 'Michael Sars' in the North Atlantic", by Murray, J. and J. Hjort. Publisher "Macmillan and Co., Ltd." in "1912"

El cachalote, ballena de leyenda

Como te expliqué antes, el cachalote es un habitante de alta mar y aguas profundas. Probablemente esa fue la razón de que inicialmente el ser humano no lo cazara, en beneficio de cetáceos que se presentaban a menos distancia de la costa y en aguas menos profundas, como por ejemplo la ballena franca. Al parecer, antes del siglo XVIII su captura sólo estaba documentada en Indonesia, concretamente en la localidad de Lamalera, isla de Lembata, donde existe una antiquísima tradición de caza de ballenas usando barcas de remo y arpones de mano.

La historia moderna de la caza del cachalote tiene su origen en los legendarios puertos balleneros norteamericanos de Nueva Inglaterra, como Nantucket o New Bedford. Según una leyenda, en el año 1712  un tal Capitán Christopher Hussey, que cazaba como todo el mundo ballenas francas cerca de la costa, se vio arrastrado mar adentro y hacia el norte por una tempestad, donde avistó cachalotes. ¿Qué le impulsó a cazar aquellos animales? pues seguramente el hecho de ser un cetáceo desconocido para ellos y por "probar" si podía ser un animal interesante para la caza.

Caza de un cachalote en el siglo XIX. Archivo Hulton

El caso es que el cachalote cazado por Hussey debió gustar. No sólo aportaba carne y aceite como cualquier otra ballena (el aceite se usaba tanto para el alumbrado de calles y hogares como para lubricante de las máquinas de la Revolución Industrial) sino que aportaba dos productos adicionales que las demás ballenas no aportaban: el espermaceti, que "disparó" la demanda de cachalotes a raíz de la invención de la vela de espermaceti en 1743, una vela que no emitía humo, y con otras aplicaciones en cosmética y como lubricantes; y el ámbar gris, una sustancia que segrega el intestino del cachalote para ayudar a expulsar los "picos" de los calamares que ha consumido el cachalote, duros e indigestibles, para que no dañen el intestino. Este ámbar gris se usaba como fijador en perfumería. En 1880, el ámbar gris se pagaba literalmente a precio de oro: 1/8 de libra se pagaba a 10.000 dólares.

La fabricación de velas de espermaceti disparó la demanda de cachalotes

Total, que el cachalote se convirtió en uno de los cetáceos más buscados por los balleneros estadounidenses, que por haberlo "descubierto" se pusieron a la cabeza de la industria ballenera mundial, y hacia 1750 ya se cazaba en toda Nueva Inglaterra. Inicialmente los balleneros americanos cazaban los cachalotes lo más cerca que podían de la costa, pero ya entre 1763 y 1770 ya lo buscaban por otras áreas del Atlántico como los Grandes Bancos, las Islas Azores y el Atlántico Sur. Por el tiempo del comienzo de la Revolución Americana en 1775, los puertos de Nueva Inglaterra producían 45.000 barriles de espermaceti anualmente.

Hacia 1780 los británicos entraron en la carrera por la caza del cachalote, y diez años después los franceses, pero todos ellos embarcaban en sus balleneros a expertos estadounidenses, absolutos dominadores de esta industria en aquel momento. A partir de 1800, los balleneros invaden ya el Océano Pacífico en busca de cachalotes, y lo mismo sucedería pronto con el Océano Índico en una persecución mundial. En 1802 ya se les cazaba en Molucas y Nueva Zelanda. Entre 1822 y 1835 los balleneros que cazaban cachalotes en aguas de Japón pasó de 30 a 100. En 1846 Hawai se convirtió en puerto seguro para 600 balleneros. Sin duda, el Pacífico era un gigantesco coto de caza para cachalotes.

Cachalote embistiendo al Essex. Dibujo de Thomas Nickerson, uno de los supervivientes

Precisamente fue en aguas más allá de las Islas Galápagos cuando el 20 de noviembre de 1820 un enorme cachalote blanquecino cuya longitud fue estimada en 26 metros, embistió y hundió al ballenero Essex, iniciando la "leyenda negra" del cachalote. El barco se hundió y los supervivientes vagaron por el Pacífico Sur en tres chalupas durante la friolera de tres meses antes de ser rescatados. La mayoría murieron de inanición y de sed, y hubo también canibalismo. Finalmente en abril de 1821 pudieron ser rescatados ocho espectros supervivientes de la tragedia.

Sobre este hecho se escribieron libros, odas, epopeyas, obras de teatro...etc. El asunto se hizo absolutamente "popular" en los países anglosajones, siempre tan dramáticos (aunque luego nos acusan a los latinos de ser demasiado "emocionales"). El asunto parece ser que inspiró a Herman Melville cuando preparaba la que sería su famosa novela Moby Dick, que se publicó finalmente en 1851 seguida de un éxito inmediato. Pero casualmente sería otro cachalote el mejor "promocionador" de la novela al hundir a otro ballenero: el Ann Alexander.

El Ann Alexander era un ballenero de New Bedford que había tenido pasado como buque mercante. El 1 de Junio de 1850 salió hacia los campos balleneros del Pacífico y, justamente 30 años después del Essex, y en las mismas aguas donde fue hundido aquél barco, el 20 de agosto de 1851 sus chalupas entablaron una batalla con un cachalote que hundió una de las chalupas para, acto seguido, a pesar de tener tres arpones clavados en su cuerpo, embestir al buque bajo la línea de flotación y hundirlo. Los supervivientes tuvieron mucha más suerte que los desdichados marineros del Essex y fueron rescatados sólo dos días después. Cuando este naufragio se conoció en los EEUU, las ventas de Moby Dick se dispararon...

El ballenero Ann Alexander

Muy interesante fue el hecho de que este cachalote fue cazado por el Rebecca Simms cinco meses después, debilitado por la infección y la pérdida de sangre. Pero el hecho de que este animal resistiera cinco meses en estas condiciones dice mucho sobre la constitución de hierro de este cetáceo.

Ahora bien, ¿es por ventura el cachalote una especie de "ballena asesina"?, en absoluto. El cachalote se defiende si lo atacan, eso es todo. Igual que harías tú. Igual que haría yo si tú estuvieras en peligro. Y esto se ve claro en el caso del Ann Alexander. El cachalote macho lucha con otros machos embistiéndose con su gigantesca cabeza, teoría que surgió precisamente a raíz de estos dos incidentes con balleneros pues quedaba muy claro que el cachalote usaba conscientemente su cabeza como ariete ofensivo. Pero en el caso del Essex esto no quedaba tan claro puesto que aparentemente el cachalote que lo hundió no había sido atacado previamente por sus arponeros.

Según el testimonio del primer oficial del Essex, Owen Chase, que fue uno de los ocho supervivientes, en el momento del ataque se encontraban realizando reparaciones en el barco a base de martillazos. Según una teoría, el cachalote percibió los martillazos como una especie de "llamada amenazadora" que interpretó proveniente de otro cachalote macho. Lo que hizo este animal fue embestir a lo que él interpretaba como un macho que lo estaba retando. Y pasó lo que pasó.

Moby Dick se convirtió en un mito universal. Cartel de la película de John Huston (1956)

Precisamente hacia mediados del siglo XIX la industria ballenera en general y por supuesto la caza del cachalote entra en su periodo de decadencia. Se trataba de un oficio muy duro y la Fiebre del Oro de California de 1848 - 1849 atrajo un montón de gente que trabajaba en el sector ballenero en busca de maneras más "fáciles" de salir adelante, además de la propia "Conquista del Oeste" que atraía con ofertas de tierra a bajo precio para montarse una granja. Tras 120 años de caza sin parar, la población de cachalotes también disminuyó muchísimo y la rentabilidad de los viajes ya no era la misma, además de que durante la segunda mitad del siglo se popularizaría el petróleo como combustible y fuente de lubricantes minerales.

En torno de 1900 la industria ballenera estaba bajo mínimos. En 1925 la otrora poderosa industria ballenera estadounidense muere oficialmente cuando el último ballenero, el John R. Manta regresa a New Bedford. Estos puertos entraron en bancarrota y la degradación de la que sólo están saliendo recientemente cuando inmobiliarias de alto standing están invirtiendo en mansiones para ricos.

Pero resurgiría de la mano de los balleneros noruegos, que habían modernizado el "arte" con barcos a vapor y cañones arponeros con granada explosiva. Estos balleneros de nuevo cuño no se detenían ante nada ni ante nadie y tras la Segunda Guerra Mundial rompieron todos los registros, arrasando los mares y exterminando poblaciones enteras de cetáceos. Sólo en la costa peruana, los noruegos cazaron nada menos que 3.000 cachalotes en sólo dos temporadas: 1941/42 y 1942/43, a pesar de la guerra.

Finalmente el uso de aceite de ballena fue prohibido en 1972 y el cachalote como especie fue protegido en 1985, sólo un año antes de la moratoria general de caza de ballenas en 1986, que fue ignorada por Noruega, Islandia, Rusia y Japón, de los que hoy día sólo Japón y Noruega continúan cazando puesto que Islandia ya ha anunciado que dejará de cazar ballenas.

Capturas de cachalote a lo largo de la Historia

Antes de la caza generalizada, se ha estimado una población mundial de cachalotes de 1,1 millones de ejemplares, población que se había reducido en un 30% en 1880, al final de la "primera edad de oro" de la industria ballenera. Pero entre 1946 y 1980 nada menos que 770.000 cachalotes serían cazados por la "nueva" y agresiva ballenería industrializada. El máximo de la matanza se produjo en 1964, cuando fueron muertos 29.255 cachalotes.

A pesar de los pesares, el cachalote como especie se ha recuperado mejor que otras especies de cetáceos y su población actual se calcula en unos 300.000 ejemplares, 2/3 menor que su máxima población histórica pero lo suficiente para que la IUCN lo clasifique como "vulnerable" en lugar de "En peligro crítico".

Cachalotes varados en una playa

Eso no quiere decir que los cachalotes de hoy no afronten problemas. Las actuales causas de mortalidad de cachalotes son por colisiones con barcos (cada vez más numerosos, atestan los mares del mundo por la globalización mundial) pero sobre todo por la ingestión de plásticos, verdadera "firma" humana de nuestro paso por el planeta. Más secundariamente el "ruido" causado por las infraestructuras humanas (que lo desorientan y provocan varamientos) y polución química completan el elenco de peligros de nuestra ballena de leyenda.

MÚSICA RECOMENDADA: Roque Baños - El corazón del mar

SI TE GUSTA MI LABOR DIVULGATIVA, ¡APÓYAME! Patreon.com/cronicasdefauna

Comentarios

  1. Hola.

    ¿La pesca de cachalotes continua aun en Noruega y Japón de forma legal?

    Y está regulada de alguna forma? O pescan todo lo que quieran?

    Gracias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Errores comunes: los pingüinos no existen

Tarántulas. Dame veneno...

La gallina doméstica: características, origen y domesticación