La foca leopardo: la "jefa" del Antártico.

Querida hija:

El público no especialista tiene la imagen mental de las focas como animales "cuquis", "simpáticos", que se atiborran de pescado y se tumban en el hielo a sestear. No soy partidario de antropizar a los animales de ninguna manera pero no puedo ocultarte que esto existe. Pues bien, hay una foca que no sigue este patrón idealizado de lo que "debería" ser una foca. Imagina un pinnípedo del tamaño de un león africano, de 400 kg de peso y con mandíbulas erizadas de dientes afilados. Imagina que esta formidable foca come algo más que pescado. Pues ya lo tienes: la foca leopardo es, junto con la orca, el super-depredador del Antártico. Quiero que la conozcas un poco más.

Foca leopardo mostrando su dentadura

¿Dónde situamos a la foca leopardo?

Como ya sabes, las focas son mamíferos pertenecientes al Orden Pinnipedia, que se distribuye en aguas polares y circumpolares de ambos hemisferios, con algunas excepciones: las focas monje y las focas lacustres de Eurasia, de todas ellas te hablé en su momento en este Blog. La foca leopardo (Hydrurga leptonyx) se encuadra en la familia Phocidae, o "focas verdaderas" (en oposición a los otarios o leones marinos, de los que también te hablé en su momento).

Los fócidos se originaron en el Atlántico Norte hacia el Oligoceno final y se extendieron y diversificaron ampliamente durante aquella "Edad de Oro" de los mamíferos que fue el Mioceno medio y final. Dentro de la familia Phocidae, la foca leopardo se integra en la subfamilia Lobodontini, la más abundante (en biomasa) de todos los Pinnipedos, subfamilia que incluye al elefante marino del sur (Mirounga leonina), el elefante marino del norte (M. angustirostris), la foca cangrejera (Lobodon carcinophagus), la foca de Weddell (Leptonychotes weddelli) y la foca de Ross (Ommatophoca rossi).

Árbol evolutivo de los pinnípedos. Abajo del todo, la Tribu Lobodontini

A excepción del elefante marino del norte, todos los lobodontinos viven exclusivamente en aguas antárticas, por lo que se especula que los antepasados de esta subfamilia migraron desde el Atlántico norte hacia el Sur siguiendo dos posibles rutas hacia el Antártico: costeando a lo largo de la costa occidental africana o bien pasando al Pacífico a través del "hueco" entre Norte y Sudamérica antes del surgimiento del Istmo de Panamá (camino que siguieron los antepasados de las focas monje del Caribe y de Hawai), y bajando a lo largo de la costa occidental sudamericana hasta el Antártico.

Mapa de distribución de la foca leopardo

La foca leopardo tiene una distribución circumpolar antártica: vive en el hielo flotante que rodea el continente antártico entre los 50 y los 80º de latitud Sur, pero no es del todo raro que juveniles dispersantes o hembras con crías vaguen por las islas subantárticas y el extremo sur de los continentes australes durante el invierno austral. Se han registrado avistamientos de foca leopardo en la Isla de Pascua, Juan Fernández, la costa sudamericana desde Chile Central hasta el sur del Brasil, frente a las costas sudafricanas, en Australia incluso en el puerto de Sydney (el 25 de julio de 2019 se avistó una en la famosa Playa de Bondi), y en Nueva Zelanda tan al norte como la zona de Auckland.

Foca leopardo en la playa de Bondi, Sydney. Foto: North Bondi RSL Club

¿Cómo es la foca leopardo?

Se trata de un animal formidable: la longitud promedio en adultos oscila entre los 2,4 y los 3,5 m y el peso oscila entre los 200 y 600 kg. Estamos ante un depredador poderoso y muy serio. A diferencia de lo que sucede normalmente entre las focas, en la foca leopardo la hembra es mayor que el macho. El motivo no es complicado: cuando las hembras crían necesitan cazar más y presas más energéticas y por eso un mayor tamaño a ellas les proporciona ventajas. Y como la foca leopardo es la única foca depredadora de animales de sangre caliente, pues es la única en la que aparece este dimorfismo sexual inverso. Se trata de la segunda foca mayor del Antártico tras el elefante marino.

Aspecto general de una foca leopardo

Se denomina "leopardo" no sólo por su agresivo carácter depredador (que también) sino por su capa gris-blanquecina tachonada de manchas negras especialmente en la zona ventral-garganta. Si examinas su dentición, verás una buena "caja de dientes", con caninos de 2,5 cm de longitud pero también con molares con forma lobulada en forma de "tridente". Esta es la dentición de los Lobodontinae, "dientes lobulados", que en la foca cangrejera se destinan a filtrar el agua para retener el "krill" del que se alimentan. La foca leopardo no ha abandonado ni el pescado ni los crustáceos en su dieta (como verás más adelante en detalle) y para eso este tipo de dentición lobulada le sirve para filtrar el agua que absorbe para ello.

Otra diferencia que presenta la foca leopardo con respecto de otras focas es que presenta unas aletas anteriores mucho más largas que cualquier foca y de hecho son comparables más bien a las aletas de los otarios. La razón una vez más estriba en su comportamiento depredador, para el cual le confiere mayor ventaja un estilo de natación más "otario" que "fócido", puesto que las mayores aletas le confieren mayor velocidad en la natación y mayor maniobrabilidad en el agua, fundamentales para perseguir sus presas a nado.

Biología y ecología

Como te dije antes, la foca leopardo no vive en la costa continental antártica sino en el pack de hielo flotante que rodea el Continente Helado, lo que no impide que pueda moverse allá donde encuentre presas que le merezcan la pena, aunque sea en costas continentales o insulares. En este sentido la foca leopardo parece comportarse como equivalente ecológico austral del oso polar, dado que el plantígrado depende fuertemente del hielo flotante para cazar. La foca leopardo caza en el agua y también se aparea en el agua, usando el hielo fundamentalmente para descansar y acechar presas, escondiéndose en el hielo flotante.

Foca leopardo descansando en el hielo

Precisamente esta querencia por el agua hace que la foca leopardo no forme los clásicos "harenes" en las playas en la época reproductiva tan característicos de otros pinnípedos como los elefantes marinos o los otarios, sino que toda su vida social se realiza en el agua. Por tanto, para comunicarse entre sí las focas leopardo usan una serie de vocalizaciones bajo el agua que llegan muy lejos al ser el medio acuático muy favorable para la transmisión del sonido. Estas vocalizaciones se han relacionado tanto con "avisos" territoriales como para localizar a las hembras y aparearse con ellas, toda vez que únicamente los machos emiten estas vocalizaciones. En esta especie se han diferenciado siete vocalizaciones distintas y son más frecuentemente detectadas entre octubre y enero.

Dados sus hábitos acuáticos y lo remoto y difícil del lugar donde vive, la foca leopardo no es fácil estudiar. Por eso no se sabe mucho de sus hábitos reproductivos, que se cree es poligínico (un macho se aparea con varias hembras). Una hembra sexualmente madura (entre los 3 y 7 años) da a luz entre noviembre y diciembre a un sólo cachorro en el hielo flotante del verano austral, que pesa entre 30 y 35 kg. El apareamiento se produce entre diciembre y enero, justo cuando la madre desteta al cachorro del año anterior y entra en un nuevo estro. El periodo de gestación está en torno de los 275 días.

La temible dentadura de la foca leopardo

El estilo de vida de la foca leopardo no le requiere sumergirse a grandes profundidades. La máxima profundidad de sumersión que se ha detectado fue de 80 metros.

Bien, ahora entramos más en detalle en el aspecto principal de todo depredador: qué come y cómo caza. Suele considerarse a la foca leopardo como el súper-depredador del Antártico junto con la orca, aunque en teoría ésta última podría depredar sobre la foca leopardo.

Aunque la foca leopardo está considerada como una especialista en la caza de pingüinos, en realidad sus presas se pueden clasificar en tres grupos:

- Grupo 1: peces, calamares, crustáceos, krill

- Grupo 2: pingüinos y, en menor medida, aves marinas.

- Grupo 3: mamíferos marinos, casi exclusivamente juveniles de otros pinnípedos.

Foca leopardo comiendo un pingüino

La foca leopardo es un depredador oportunista que adapta su dieta a la abundancia local de un recurso determinado y teniendo en cuenta la estación del año. 

En lo que se refiere a su dieta "marina", en Nueva Zelanda, se ha estudiado que el 23% de sus presas son peces cartilaginosos especialmente pez fantasma (Callorhinchus millii), que es una quimera, tiburones fantasma (género Hydrolagus) y mielga (Squalius acanthias). Por supuesto, como buen lobodontino, también consume krill de la especie Euphausia superba. Entre los peces consumidos habitualmente por la foca leopardo se encuentran con cierta preferencia los nototénidos, peces perciformes endémicos del Océano Antártico comúnmente conocidos como "bacalaos del hielo", como por ejemplo Notothenia coriiceps, si bien la importancia del krill en la dieta marina de la foca leopardo parece ser mayor que la del pescado. Otros géneros de peces encontrados en la dieta habitual de la foca leopardo son Trematomus y Pagothenia.

Los pingüinos, indudablemente, constituyen la presa más importante de la foca leopardo. Su técnica de caza es el acecho: allá donde hay una concentración de pingüinos interesante, la foca patrulla las aguas donde los pingüinos se sumergen, para tratar de sorprenderlos desde el agua. Los atrapa con la boca por las patas y acto seguido los sacude violentamente para desgarrarlos y matarlos con los golpes. Secundariamente puede perseguirlos sobre el hielo, donde los pingüinos son torpes. 

Foca leopardo en Cierva Cove, Península Antártica. Foto: Richard Nolan

Una de sus presas preferidas es el pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae), mientras que en Cabo Shireff (Isla Livingston, Península Antártica), las presas detectadas fueron gentú (Pygoscelis papua) y el barbijo (P. antarctica). En el Canal Beagle, entre Chile y Argentina, se han avistado focas leopardo depredando sobre gentú y sobre pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus).

En un estudio realizado con pingüinos de Adelia se volvió a poner de manifiesto cómo los depredadores controlan las poblaciones de sus presas cuando éstas son abundantes, restableciendo el equilibrio ecológico. En dicho estudio, se encontró que las focas leopardo aparecían persistentemente ante la colonia de pingüinos cuando el tráfico de éstos en las aguas adyacentes excedía de 250 pingüinos por hora. A partir de ese momento, la tasa de predación de las focas leopardo sobre estos pingüinos crecía en una curva que se iba estabilizando a medida que el tráfico aumentaba, y se quedaba estable en torno de un tráfico de 1.200 pingüinos por hora, indicando que un número grande de pingüinos "confundía" a las focas en una estrategia muy conocida por las enormes manadas de antílopes en África. 

El estudio concluía que para el pingüino de Adelia le eran ventajosas o bien colonias de cría pequeñas (para no llamar la atención de la foca leopardo) o muy grandes (para apabullarlas con su gran número).

Pingüino de Adelia desafiando el peligro. Foto: Tim Davis

Por su parte, la depredación sobre juveniles de otros pinnípedos es minoritaria con respecto del consumo de pingüinos, y es más oportunista o estacional. Principalmente se ha identificación depredación sobre juveniles de foca cangrejera (en la Bahía Prydz, Antártida oriental, esta especie estaba presente entre el 10 y el 23% de los excrementos), de lobo marino antártico (Arctophoca gazella). En Bird Island, Georgia del Sur, las focas leopardo parecen explotar un recurso localmente abundante, en este caso el lobo marino antártico puesto que en un estudio realizado en los inviernos entre 1983 y 1996, estos lobos marinos estaba presentes en el 58% de las presas y el 53% de los excrementos, siendo allí la presa principal de la foca leopardo. Es muy destacable, como ya te apunté anteriormente, la depredación de estos pinnípedos por parte de hembras de foca leopardo en época de cría, por el superior aporte de grasa y nutrientes que aportan.

Incidentes con humanos

Siempre que hablamos de los grandes carnívoros, los grandes super-depredadores, es inevitable preguntarse si constituyen algún tipo de "amenaza" para ese mono desnudo que sí que amenaza a todo bicho viviente en este planeta.

Durante la mayor parte del tiempo, no. Lo remoto y duro del continente antártico mantuvo alejados a los humanos del feudo de la foca leopardo hasta que en la segunda mitad del siglo XX los investigadores científicos humanos "invaden" la Antártida con sus bases y sus programas de investigación. Entonces aparecieron los incidentes. Debes tener en cuenta que la foca leopardo caza en el agua, basándose fundamentalmente en sus sentidos de la vista y el oído, y un humano que se pone a nadar en aguas antárticas puede llamar inicialmente la atención de una foca leopardo si no toma precauciones.

Así, Thomas Orde-Lees, que participaba en la Expedición Imperial Transartártica de Shackleton (1914 - 1917) fue perseguido sobre el hielo por una foca leopardo de 3,7 m de longitud y 500 kg de peso hasta que  su compañero Frank Wild logró abatir al animal. Habría que esperar hasta 1985 cuando el explorador canadiense Gareth Wood llegó a ser mordido en una pierna por una foca leopardo, que trató de arrastrarlo al agua, y se salvó porque sus compañeros patearon al animal hasta que soltó a su presa. Por su parte, el 26 de septiembre de 2021, tres pescadores con arpón que se hallaban buceando a 400 metros de la costa sudafricana de Simonstown fueron atacados y perseguidos por una foca leopardo, que les causó heridas aunque pudieron finalmente zafarse de ella.

Kirsty Brown fue la única persona muerta por una foca leopardo. D.E.P.

Sólo ha habido un caso documentado de una persona muerta por foca leopardo. En 2003, la bióloga Kirsty Brown del Servicio Antártico Británico se hallaba practicando esnórquel en aguas antárticas cerca de la Estación científica de Rothera, en la Península Antártica, fue atacada por una foca leopardo que la mantuvo sumergida durante más de seis minutos. El animal la sujetó por la cabeza y el cuello y, al parecer, según la autopsia, debió arrastrarla a 70 metros de profundidad, donde la infortunada científica de 28 años falleció ahogada a pesar de que los servicios de emergencia trataron de reanimarla durante más de una hora.

Pero no te vuelvas loca. Cuatro incidentes, uno de ellos con resultado de muerte, no son estadísticamente significativos como para considerar a la foca leopardo como "un enemigo del pueblo", como tantísimas veces hace el ser humano. Sí es preciso que los investigadores y, cada vez más, turistas que acuden a la Antártida en número creciente se mentalicen que se encuentran en un lugar tan salvaje como puede ser la sabana africana, y que han de tomar precauciones puesto que, aunque no hay leones ni tigres, está la foca leopardo que nada tiene que envidiar a los grandes felinos.

Mientras, a la vez, esos mismos humanos condenan a la extinción a esta misma foca al terminar con el hielo flotante del que depende para vivir, "gracias" al calentamiento global.

¿Quién está perjudicando más a quién?

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Comentarios

  1. Tu testimonio científico es sobresaliente , te felicito por tus cualidades pedagógicas , muchos saludos de una lectora Argentina, paz salud y amor para todos los pueblos del mundo .

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