El jabalí y la teoría del bombero pirómano

Querida hija:

El pasado mes de diciembre una mujer de 79 años resultó herida como consecuencia de un incidente con un jabalí en la localidad cántabra de Arenas de Iguña. Como los medios de comunicación no han explicado las circunstancias del incidente (aunque todos ellos lo califican de "ataque" sin explicarlo ni narrarlo), me abstendré de valorarlo aquí. Pero ejemplifica de manera muy clara que existe un problema con el jabalí en España. Nunca se cazaron tantos jabalíes en nuestro país pero a la vez nunca hubo más jabalíes, alcanzando un nivel de superpoblación nunca visto con consecuencias graves. Todo un contrasentido. ¿Qué está pasando en España con el jabalí? ¿quién es el culpable? Antes de entrar en ese debate, lo primero es conocer bien a este formidable animal.

El jabalí se ha convertido en una grave plaga. ¿Por qué?

El jabalí: el prodigio evolutivo

Indudablemente el jabalí (Sus scrofa) es un éxito evolutivo. En el atletismo hay dos competiciones que se celebran para dilucidar cuál es el atleta (decatlón) o la atleta (heptatlon) más completos. Pues si yo tuviera que darle ese título a un vertebrado terrestre se lo daría al jabalí sin dudarlo. Voy a explicarte por qué.

El jabalí es un Artiodáctilo de la familia Suidae, que agrupa a diversas especies de jabalíes de varios géneros, todos ellos autóctonos del Viejo Mundo. Te recuerdo que, además, el jabalí es el agriotipo del cerdo doméstico, del cual fue domesticado. Se trata de un animal fuerte, robusto y compacto: de patas cortas, sus dimensiones en la Península Ibérica son de entre 1.176 y 1.446 mm de longitud y entre 60 y 65 cm de altura al hombro, con un peso de entre 75 y 85 kg. Estos datos son para los machos y las hembras son un 5-10% menores en tamaño. El tamaño de los jabalíes aumenta en su área de distribución del suroeste al nordeste, encontrándose los jabalíes más grandes en el Ussuri (lejano oriente ruso), con ejemplares que pueden alcanzar entre 300 y 350 kg y altura al hombro de 125 cm.

Aspecto general del jabalí

Por tanto, los jabalíes presentes en la Península Ibérica están entre los más pequeños. El aspecto general es el de un cerdo grande y peludo, cubierto con cerdas duras de color marrón, que se hacen más tupidas e hirsutas en invierno. Tanto machos como hembras presentan unos tremendos caninos superiores e inferiores que se escapan de la boca y asoman fuera. Estos afilados caninos son verdaderas defensas contra depredadores y amenazas y sirven para las luchas entre los machos. Cuidado porque son un arma formidable que ha causado víctimas humanas en lances sobre todo relacionados con la caza.

El jabalí se originó en algún lugar del sureste asiático y desde allí inició una expansión incontenible hacia el noroeste, sustituyendo en su competencia a otros suidos como Sus strozzi y extendiéndose por toda Eurasia desde la Península Ibérica hasta Japón, por debajo del límite de la taiga, y colonizando también el Magreb y el Valle del Nilo. Se le reconocen dieciséis subespecies, agrupadas en cuatro grupos regionales:

- Occidental: con las subespecies scrofa, meridionalis, algira, attila, lybicus y nigripes, presentes en Europa, Norte de África, Asia central y Oriente Medio.

- Indio: con las subespecies davidi y cristatus, en el subcontinente indio y partes de Irán y Tailandia

- Oriental, con las subespecies sibiricus, ussuricus, leucomystax, riukiuanus, taivanus y moupinensis, presentes en Transbaikalia, Manchuria, China, Extremo oriente ruso, Japón, Taiwan e Indochina

- Indonesio, con la subespecie vittatus, extendido desde Malasia peninsular a Komodo, pasando por Java y Sumatra.

En España comúnmente se ha hablado de dos tipos de jabalí: el "castellano" y el "andaluz", que sería algo más pequeño que aquél. La taxonomía moderna asigna el "castellano" a la subespecie nominal S. s. scrofa y el "andaluz" a S. s. meridionalis, subespecie que sólo se encuentra en Córcega y Cerdeña además de Andalucía, aunque no todos los especialistas están convencidos de ello. En cualquier caso, los jabalíes presentes en la Península Ibérica son descendientes de los que encontraron uno de los refugios glaciales que se extendieron a lo largo de Europa meridional durante la Última Glaciación.

Área de distribución del jabalí. En negro: autóctono. En gris: introducido

El éxito evolutivo del jabalí viene dado por su carácter de generalista. Ecológicamente el jabalí vive en todo tipo de hábitats con tal de que cuente con vegetación alta para ocultarse y pasar desapercibido, así como presencia de agua, aunque estos requerimientos ecológicos no son absolutamente excluyentes. Se ha detectado el jabalí a 4.000 metros de altitud en el Cáucaso, y en España se le encuentra en marismas, dehesas, campos de cultivo y, por supuesto, bosques y áreas de matorral montano.

Por supuesto, el jabalí va a sacar un partido absoluto de lo que haya en cada lugar para comer. Se trata de un omnívoro perfecto que se alimenta tanto de materia vegetal como animal, y ésa es una de las claves de su éxito como especie. Merece la pena que nos detengamos en comprender la alimentación del jabalí.

Ante todo debes entender que el jabalí no es un rumiante por lo que sólo aprovecha el 30% de las proteínas de origen vegetal, por lo que el aporte de materia animal es importante para estar bien alimentado aunque la parte vegetal sea generalmente mayoritaria en porcentaje. El aporte animal suele ser fundamentalmente de invertebrados, que encuentra hozando en el suelo con su hocico característico: las hozaduras del jabalí son uno de los rastros indirectos de su presencia más importantes que deja como prueba de su presencia en un lugar. Pero el consumo de vertebrados está ampliamente presente: reptiles, roedores, aves, huevos, carroñas (el jabalí es el principal consumidor de carroñas procedentes de la caza en España), y también todo tipo de comida que encuentra en los basureros humanos.

Jabalíes devorando un ciervo muerto

Por ejemplo, en los Aiguamolls del Ampurdán (Cataluña), se encontró que la dieta del jabalí era vegetal en un 92%, pero en el 80% de los estómagos analizados había vertebrados como aves (30% de frecuencia) y cangrejo americano (Procambarus clarkii). Por su parte, en Almería se ha documentado el consumo de musarañas, conejos, erizo moruno y perdiz roja. Para terminar, si bien el comportamiento depredador del jabalí es muy poco habitual, está documentado sobre todo en India. Si recuerdas cuando te hablé de los macacos, te indiqué que se ha documentado un caso de depredación de un jabalí sobre un macaco en en Parque Nacional de Bandipur en 2013, y antes, en 2006, se documentó el ataque de una piara de jabalíes sobre un ciervo chital adulto (Axis axis) en el Parque Nacional Bhandavgarh. En ambos casos el modus operandi fue el mismo: el jabalí hiere a su presa en los cuartos traseros con sus afiladas "navajas" de forma que queda inmovilizada y, como el jabalí no tiene medios ni comportamientos para matar a la presa, la piara al completo la devora viva...

Por supuesto, el jabalí también es depredado. Sus principales depredadores son el lobo gris (Canis lupus) en prácticamente toda su área de distribución y el tigre en Manchuria. El leopardo también puede depredar sobre el jabalí pero suele preferir presas como el muflón. En cualquier caso, es difícil que un lobo ataque a un jabalí adulto puesto que es un adversario formidable, pero sí es habitual que deprede sobre juveniles y crías. A veces suele minimizarse el papel del lobo como controlador poblacional del jabalí pero no es desdeñable: en la antigua Unión Soviética se realizó un estudio en 1988 que arrojó que un solo lobo puede consumir de 50 a 80 jabalíes de todas las edades en un solo año, y que hay lugares como en el Parque Nacional Belovezhskaya Pushcha, el jabalí es la presa principal del lobo. Volveré a insistirte sobre este importante asunto más adelante.

Estructura social y dinámica poblacional

El jabalí es un animal social. Su unidad básica es la piara constituida por una hembra adulta que ejerce de matriarca líder junto con otras hembras emparentadas entre ellas con sus respectivas descendencias de ambos sexos de ese año, y hembras subadultas. Los machos adultos son normalmente solitarios y sólo se juntan con las hembras durante el periodo de celo. En Doñana, por ejemplo, se estudió que el tamaño del grupo es de 1 a 11 jabalíes para que te hagas una idea, pero es una cifra muy variable. La actividad del jabalí es predominantemente nocturna y crepuscular, permaneciendo en reposo durante las horas diurnas.

Jabalinas con sus rayones

Para entender la dinámica poblacional del jabalí debes entender que la ovulación de la hembra está muy correlacionada con la posesión de un estado corporal óptimo. En la Península Ibérica suele coincidir con la gran productividad de dehesas y bosques en otoño, con las bellotas. Por eso, es en Octubre/Noviembre cuando empieza el celo del jabalí en España, que durará hasta febrero. Serán las hembras desde 10-11 meses de edad y unos 30 kg de peso las que empiecen a ovular. Los machos lucharán entre sí por el derecho de cubrir el mayor número de hembras posible, al estilo de los ciervos en la berrea.

La gestación dura entre 114 y 140 días y el mayor porcentaje de nacimientos está entre noviembre y abril, con un tamaño de camada que está muy influido por el peso de la hembra: cuanto mejor esté alimentada, más crías dará a luz, siendo la media de entre 4 y 6 rayones, que es como se conoce a los jabalíes de hasta un año de edad por su patrón de rayas negras longitudinales, siendo los juveniles de hasta 2 años de un color rojizo por lo que se les conoce como "bermejos". Ves, pues,  que el éxito reproductivo del jabalí va a estar muy condicionado por la bonanza del año anterior. La esperanza de vida teórica puede llegar a los 10-11 años aunque es raro que superen los 3 años en la realidad por la lacra de la caza ya que es el ungulado más "popular" para su caza.

El problema de la superpoblación del jabalí

Existe un problemón de superpoblación del jabalí a pesar de ser el más cazado de los ungulados en España. Según el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), en 2022 se estimó que hay un millón de jabalíes en España, y que esa población podría duplicarse en 2025. En sólo tres años. En 2019 se cazaron en España 385.726 jabalíes (más de la mitad de los 675.469 ejemplares de caza mayor muertos en España según la Estadística Anual de Caza). O sea, que en seguida te habrás dado cuenta de que algo no funciona aquí: con ese ritmo de caza cualquier especie animal habría sido exterminada sin remedio. Pero en el jabalí no sólo no ha sido así sino que cuanto más se le caza, más jabalíes hay. ¿Qué está pasando?

Evolución del número de jabalíes cazados en España. Gráfico: El País

En la introducción a esta crónica te hablé de la mujer que fue herida por un jabalí en diciembre. La superpoblación de jabalíes ha disparado este tipo de incidentes porque se aventuran ya en los propios cascos urbanos de localidades no sólo circunscritas al medio rural sino incluso en zonas perturbadas de Madrid o Barcelona. Los accidentes de tráfico provocados por la presencia de jabalíes en las carreteras también se han disparado incluso con víctimas mortales. Y luego están los daños que los jabalíes causan en cultivos humanos. Yo he visto cómo parcelas truferas en Teruel han sido valladas para evitar que los jabalíes saqueen este verdadero "oro negro" de carísimo precio. Sólo la Xunta de Galicia va a dedicar para 2023 un presupuesto de 1,73 millones de euros para paliar los daños causados específicamente por el jabalí. Una cantidad de dinero que bien podría emplearse en otros menesteres como por ejemplo comprar alimentos para los bancos de alimentos, se me viene a la cabeza.

Accidentes de tráfico causados por jabalíes. Gráfico: El País

Por no hablar de que el jabalí es reservorio de numerosos virus y parásitos que se transmiten al ganado doméstico, siendo el más grave de ellos la tuberculosis bovina y, no en menor medida, la peste porcina. 

La primera idea que se me ocurre es la siguiente: si el jabalí ha sido siempre una popular especie cinegética no sólo en España sino en toda su área de distribución, y no solo ahora, sino desde hace siglos, ¿cómo es que se ha convertido en una plaga ahora y no en tiempos pasados? De hecho, como te expliqué al comienzo de esta crónica, la presión cinegética consiguió exterminar al jabalí de extensas áreas de Europa Central y septentrional. Por ejemplo, el jabalí fue exterminado en Dinamarca a comienzos del siglo XIX, y en Gran Bretaña lo fue en el siglo XIII. Por su parte, en Túnez y Sudán fue exterminado hacia 1900 y la población egipcia lo fue entre 1894 y 1902.

Caza de jabalí usando perros en el siglo XIX

¿Qué sucedió en tiempos pasados, no tan lejanos, para que el jabalí pudiera ser efectivamente controlado en cuanto a su población se refería?. Pues varias cosas.

En primer lugar, la caza alimenticia. El jabalí se aprovechaba en cuanto a consumo de carne. En siglos pasados, el jabalí era un valioso recurso alimenticio para sectores sociales que no tenían acceso a otros tipos de carnes. La presión cinegética en ese sentido era mayor: cazar un jabalí podía suponer muchas semanas de alimentación para una familia humilde.

En segundo lugar, el lobo estaba mucho más extendido en siglos pasados y realizaba un eficaz control poblacional del jabalí. En la Europa Central, septentrional y oriental este control era más importante durante el invierno cuando había nieve abundante que entorpecía el movimiento de los jabalíes especialmente en plena época de partos. El lobo podía hacer verdaderas escabechinas.

En tercer lugar, el ser humano le disputaba su hábitat al jabalí: la población aumentaba en todas partes, se roturaban bosques, los pueblos y ciudades crecían, cultivos y explotaciones ganaderas expulsaban y arrinconaban al jabalí de extensos territorios.

Caza del jabalí en el siglo XIV.

Si lo piensas, la combinación de las tres causas que te he enumerado conseguían mantener la población del jabalí en límites tolerables y manejables, e incluso exterminarlo localmente. ¿Cuándo fue que cambió todo esto?

El bombero pirómano: de cómo el ser humano creó un problema que no existía

En efecto, el ser humano es el único responsable de todas las causas que, en combinación cual "tormenta perfecta", han conseguido convertir al jabalí en una especie superpoblada. Voy a enumerarte todas y cada una de las acciones humanas que por acción u omisión han creado este problema.

El exterminio del lobo. En efecto, el exterminio del principal depredador del jabalí en toda Europa y parte de Asia ha sido como derribar un dique de contención: como verás más adelante, la caza humana no sólo no ha sido capaz de realizar el mismo control poblacional que realizaba el lobo, sino que consigue todo lo contrario, que haya más jabalíes. Pero no quiero adelantarte acontecimientos.

El abandono rural. Ha sido definitivo: el progresivo envejecimiento y desaparición de la población rural en toda Europa ha sido una de las principales causas ya que el jabalí (al igual que otras especies) ha recuperado territorios donde había sido exterminado. En Dinamarca, el jabalí recoloniza a partir de 1950, se detecta en Finlandia, donde no había vivido nunca, y en España el aumento de población del jabalí empieza a detectarse a partir de los años 1960 y 1970, coincidiendo con los "años de plomo" del abandono rural.

Jabalí comiendo basura. Cataluña

La disposición de nuevas fuentes de alimento. El hundimiento del mundo rural supuso también la desaparición de la barrera que separaba a los jabalíes de los núcleos urbanos. Ahora, los jabalíes tienen amplio acceso a los basureros de pueblos y ciudades, donde encuentran mucho alimento suplementario, favorecido también por el mayor derroche de nuestra consumista sociedad.

El calentamiento global. El hecho de que los inviernos sean más suaves y con menos nieve supone mayores oportunidades de alimentación para los jabalíes precisamente en la época más difícil, cuando las nevadas favorecían la depredación por parte de los lobos.

La caza "deportiva". Y llegamos a la que, en mi opinión, es la causa número uno de la actual superpoblación de jabalíes: la caza. Sin duda, potenciada y agravada por las otras cuatro causas (todas de origen antrópico) que te he expuesto antes. Pero no me cabe ninguna duda de que la lacra mafiosa que es hoy la caza es la principal causante de este problema. Y voy a demostrártelo.

Para empezar, ya no se caza para consumir la carne del jabalí. Se caza para obtener lo que los cazadores llaman "trofeo": la cabeza del animal, por supuesto con sus colmillos. Y por eso se caza mayoritariamente a los machos más grandes, dejando indemnes a las hembras y a sus crías. En la época del celo, un macho cubre a entre 5 y 10 hembras con lo que una vez muerto el macho, su descendencia continúa en proceso. Todo lo contrario que el lobo, que al centrarse en crías, juveniles y hembras lo que provoca es desnatalidad al impedir que los jóvenes lleguen a la edad reproductiva. 

En España nadie come jabalí. En un país donde se matan 350.000 jabalíes al año, el 80% de su carne se exporta fundamentalmente a Francia y Alemania donde sí hay tradición de consumo de este tipo de carne. Como ya te he explicado antes, existe mucha diferencia entre cazar un animal para comérselo porque se tiene hambre, y matarlo por capricho. En el primer caso, la caza puede exterminar especies enteras. En el segundo caso...según y cómo. Porque los cazadores hacen trampas.

Jabalí alimentándose en un cebadero en una finca cinegética

Y la trampa es la siguiente. Los cazadores nos "venden" la caza como un comportamiento atávico en el que lo que hay en nosotros del antiguo cazador paleolítico se enfrenta noblemente al animal salvaje de forma honorable. La realidad es mucho más prosaica: las fincas cinegéticas funcionan como explotaciones ganaderas en las que las especies cinegéticas son criadas en cercados en régimen de semi-libertad, por supuesto, previo exterminio de cualquier depredador natural. Sí, hija mía, los jabalíes son poco más que ganado porcino que, en lugar de matarlos en mataderos, se matan a tiros o desgarrados por manadas de perros famélicos y enloquecidos por el maltrato.

Entonces, lo que se hace en estas fincas es dar a los jabalíes alimentación suplementaria en comederos donde se les proporciona maíz (normalmente). Los mismos cazadores que se auto-proclaman la única solución para la superpoblación de jabalíes los alimentan como si fueran ganado para que se reproduzcan a placer. Y funciona: la alimentación suplementaria a los jabalíes ha conseguido no sólo adelantar el celo de muchas hembras sino incluso que muchas hembras tengan ya no uno sino dos celos anuales: uno a finales del verano y el otro el tradicional de invierno. ¿Te haces una idea de la salvajada que es esto? ¿sabes remotamente lo que significa hacer que una hembra de jabalí tenga dos celos al año?. Pues el ingeniero técnico forestal Matías García Morell ha hecho algunos números en este artículo: http://www.redforesta.com/wp-content/uploads/2013/11/CT2_-Poblaciones-en-crecimiento-del-jabali-causad-naturales-o-artificiales.pdf

Una hembra que tenga dos partos anuales inducidos por la alimentación suplementaria, que de a luz 4 rayones en un parto de verano y 5 rayones en su parto "natural" de invierno, asumiendo un 20% de mortalidad en invierno y 50% en verano, y que sean mitad machos y mitad hembras, tras cinco años esa hembra habrá dado origen a 121 hembras reproductoras nada menos. Tienes los detalles del cálculo y más información en el enlace al artículo que he puesto.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, considera ahora toda la carroña de caza mayor que los cazadores ponen a disposición de los jabalíes, que se han convertido en los principales carroñeros en áreas cinegéticas. Por no hablar de las granjas cinegéticas, establecimientos ganaderos donde se crían especies cinegéticas que luego se venden a fincas y cotos de caza para "repoblar". Para que te hagas una idea de la magnitud de este atropello, sólo en Castilla - La Mancha hay 37 granjas autorizadas que crían jabalíes. En realidad, la pregunta no es "¿por qué hay superpoblación de jabalíes?" sino "¿cómo no iba a haberla?".

Granja cinegética de jabalíes

Y todavía hay más: los cazadores, incapaces de dejar su maldito vicio, han introducido al jabalí en lugares del mundo donde no había: en los EEUU, en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, Nueva Guinea, Australia...desde el siglo XIX hasta ayer mismo, los propietarios de fincas introducían al jabalí para montar el mismo tinglado cinegético que hay en Europa, con desastrosos resultados: los jabalíes se pasan por el arco de triunfo los vallados cinegéticos y acaban escapándose a otras regiones o países. El resultado es que la plaga de jabalíes se ha exportado a países donde ni siquiera hay depredadores naturales para el jabalí y acaban viéndose auténticas salvajadas como el ametrallamiento de jabalíes desde helicópteros, como ha sucedido en Argentina.

Los cazadores son los principales culpables de este grave problema, y tienen la poca vergüenza de "venderse" luego como los únicos capaces de "solucionar" el problema...con más caza. Son los bomberos pirómanos.

Epílogo: ¿qué hacer?

El enorme desequilibrio ecológico que el ser humano (especialmente el cazador) ha provocado con los jabalíes es un ejemplo de lo que sucede cuando dejamos de considerar la Naturaleza como un sistema autosuficiente y pasamos a verlo como un "jardín" habitado sólo por las especies animales y vegetales que nosotros decidimos que pueden vivir o no allí. 

Jabalíes de una granja cinegética de Cáceres muertos y decapitados por otros cazadores. El horror y la sordidez de la caza.

No hay otra solución que prohibir la caza y todo su sórdido submundo. Y en segundo lugar, reintroducir el lobo allá donde fue previamente exterminado por el ser humano. Soy consciente de que, hasta que haya una población de lobos suficientemente sana y abundante para controlar por sí misma al jabalí debemos ser los humanos quienes lo hagamos. Pero no pueden ser los cazadores, los mismos que han creado el problema y han hecho todo lo posible para perpetuarlo. Hay que desarmarlos y reeducarlos ambientalmente. El control poblacional de jabalíes deben realizarlo los agentes medioambientales públicos usando el mismo método que los lobos: provocando desnatalidad y no sólo abatiendo ejemplares adultos.

Y toda esa carne, convenientemente controlada por Sanidad, debe ir a alimentar a las capas más necesitadas de nuestra sociedad, entregándose gratuitamente a las familias que lo necesiten y parte para nuestros mejores carroñeros: los buitres.

No hay otro camino.

MÚSICA RECOMENDADA: Stanley Myers - El Cazador

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