¿Qué es una sabana?¿Qué fauna tiene y por qué?

Querida hija:

La sabana africana es la más famosa y conocida del mundo así como su fauna. ¿Cuántas veces has visto por televisión esas infinitas manadas de ñúes, cebras o impalas con el Kilimanjaro majestuoso haciendo de telón de fondo? Pero no es la única sabana del mundo. La sabana es uno de los grandes biomas del planeta y aunque tiene características muy parecidas en todo el mundo, sus respectivas faunas no pueden ser más diferentes entre sí. Pero claro, los documentales televisivos sólo hablan del Serengeti y nada te explican sobre lo que hay en otras sabanas. ¿Qué une y qué diferencia a sus diferentes faunas?. Hoy aquí vas a aprender todo lo necesario sobre la sabana, las sabanas y sus faunas.

Un león recortándose en el horizonte de la sabana. Foto: Anton Petrus

Introducción: qué es una sabana

La sabana es un ecosistema mixto pastizal - bosque. Generalmente el pastizal/matorral es la parte más importante de la sabana, y está salpicado de una arboleda más o menos dispersa. Pero también es importante que entiendas que, según muchos especialistas, un bosque cuyo dosel está lo suficientemente abierto como para dejar que el sol pase ampliamente y favorezca el crecimiento de plantas herbáceas puede ser considerado también una sabana. Por eso las sabanas pueden ser más o menos abiertas en función de la densidad de los árboles presentes en ella y esto depende de las condiciones ecológicas y climáticas locales. 

Paisaje de los Llanos de Venezuela

Este ecosistema seco se da en las zonas de clima tropical, caracterizado por la existencia de dos estaciones anuales muy marcadas: una seca y otra húmeda. En la sabana pueden existir bosques tropicales de galería a lo largo de los ríos, y que constituyen corredores/refugios ecológicos de extraordinario interés. La sabana se encuentra en dos cinturones a lo largo de los trópicos a ambos lados de los bosques tropicales y se puede considerar como un bioma de transición entre el bosque tropical y el semidesierto:

En el Hemisferio Norte: de oeste a este están los Llanos de la Orinoquia (compartidos entre Colombia y Venezuela), las sabanas africanas del Sahel y las sabanas del oeste de India.

En el Hemisferio Sur: de oeste a este está el Cerrado brasileño, las famosas sabanas del África oriental y austral y las sabanas del tercio norte de Australia.

Mapa de los biomas de sabana

¿Cuál es el origen de estas sabanas? Más o menos desde el Oligoceno hace 34 millones de años, el clima de la Tierra empezó a enfriarse y a hacerse más árido. Aparecen los casquetes polares y esto implica que el nivel del océano disminuye, disminuyendo también la cantidad de CO2 que los organismos marinos primarios (fundamentalmente algas verdes) producían a la atmósfera. La atmósfera se hizo más pobre en concentración de CO2 (¡quién la pillara hoy!) Y se produjo una respuesta adaptativa por parte de un grupo de plantas herbáceas, que desarrollaron métodos químicos para realizar la fotosíntesis aprovechando mejor la menor concentración de CO2 atmosférico. Estas plantas herbáceas se denominan “C4”.

Las praderas de C4 se expandieron lentamente a través del Mioceno (hace entre 8 y 6 millones de años) y el Plioceno, y hace entre 2 y 1,5 millones de años se hicieron dominantes en creando las sabanas que conocemos hoy día, “derrotando” a la vegetación boscosa que estaba adaptada a un clima más cálido y húmedo. En África oriental, además, confluyeron tres hechos que agravaron esta evolución hacia un clima más frío y seco: el inicio de las glaciaciones en el Hemisferio Norte, la elevación del Rift Valley y el cierre de la comunicación del Índico y el Pacífico cuando Nueva Guinea ocupó su lugar más o menos hace 4 millones de años, cortando el flujo de aguas cálidas que llegaban del Océano. 

Así, en respuesta a un cambio climático, surge la vegetación herbácea que en las regiones templadas formará estepas y en las regiones tropicales sabanas. Por primera vez en la historia del planeta, aparece una enorme extensión de combustible desprotegido directamente bajo el Sol, y los rayos formados por las tormentas eléctricas sumados a la aridez de la estación seca provocarán frecuentes incendios, lo que finalmente estimuló el surgimiento de plantas adaptadas a un rápido rebrote tras los incendios. El fuego se ha convertido desde entonces en un importante elemento regenerador de la sabana.

Sabana eurasiática del Mioceno. Dibujo: Mauricio Antón

Por supuesto, surgió por selección natural una fauna no sólo adaptada a pastorear plantas herbáceas (surgen así los mamíferos herbívoros de los grupos zoológicos que hoy conocemos) sino más específicamente para consumir plantas "C4", que son más duras. Los herbívoros desarrollan molares altos y de cúspides prominentes para triturar estas plantas (hipsodoncia), de tal forma que los paleontólogos suelen usar los molares hipsodontos (junto con otras evidencias) para determinar si un determinado paleoambiente fue una estepa o sabana.

El surgimiento de la fauna de las sabanas

En efecto, durante el Mioceno surge en Eurasia un bioma denominado "Pikermiano", y que se caracterizaba por ser un hábitat seco mixto pasto/bosque con rasgos estacionales que cubría gran parte del continente y en el que se han encontrado fósiles de un tipo de fauna adaptado a este nuevo bioma, denominada "cronofauna Pikermiana" y que tiene una extensión en Asia oriental con su cronofauna Baodiana, definida a partir de un yacimiento hoy situado en el Desierto del Gobi en Mongolia Interior.

Chilotherium pugnator. Dibujo: Roman Uchytel

Esta fauna Baodiana - Pikermiana estaba formada por grupos de animales que hoy nos "suenan": había hienas como Adcrocuta, Ictitherium o Hyaenaictitherium, felinos como Machairodus, proboscídeos como Mammut, perisodáctilos tipo rinocerontes como Acerorhinus, Chilotherium o Stepanorhinus, equinos como Hipparion, jiráfidos como Palaeotragus e incluso artiodáctilos como Gazella.

No es casualidad que en la actual fauna de la sabana africana estén representados hoy estos mismos grupos de mamíferos ya que acabarían emigrando desde Asia hasta África y evolucionando hasta desarrollar la magnífica fauna que puedes ver hoy en aquellas tierras. Posteriormente, la sabana eurasiática desaparecería al elevarse la meseta tibetana, lo que supuso que el clima de Asia central se hiciera más frío, seco y árido y fuera sustituida por la estepa y el desierto, extinguiéndose toda aquella cronofauna. Sí, hija mía, la famosa sabana africana con su fauna puede ser considerada como la única superviviente de la desaparecida sabana eurasiática. La fauna de la sabana africana es, pues, una fauna miocena, una ventana al pasado que te muestra cómo era el mundo hace cuatro o cinco millones de años.

Reconstrucción de Palaeotragus, por Mauricio Antón

Eso no te lo cuentan ni los pesadísimos documentales televisivos ni en los safaris fotográficos ni tampoco te lo cuentan en esos pomposos "viajes de autor" donde los turistas pagan 5.000 euros para que uno que se vende como "experto" les cuente cosas sobre la fauna africana que nadie más les contaría. Pero tu padre sí te lo cuenta a ti.

La fauna de las sabanas del Viejo Mundo

La estructura de este tipo de fauna es sencilla. Hay una potente comunidad de herbívoros, la mayor parte de la cual es pastadora y una parte ramoneadora (que se alimenta de hojas, brotes y cortezas de árboles y matorrales), depredados por una comunidad de carnívoros. En la sabana africana la comunidad herbívora pastadora está compuesta por los antílopes, los equinos y el rinoceronte blanco,  mientras que la comunidad ramoneadora la forman las jirafas, los elefantes, el rinoceronte negro y el gerenuk (Litocranius walleri), La comunidad de carnívoros aquí está formada por los leones, los guepardos, los leopardos y los licaones.

Cebras y ñúes en el Serengeti, la sabana más famosa del mundo

La fauna de la sabana africana ha logrado conservarse en cantidad y calidad en parte debido a la relativa estabilidad ecológica de este bioma durante los últimos miles de años, y en parte debido a que la penetración e influencia del hombre blanco ha sido aquí relativamente tardía, aunque sí le ha dado tiempo para casi exterminar rinocerontes y elefantes por ejemplo, además de diezmar a los leones. No voy a extenderme aquí más por tratarse de la fauna más conocida del mundo.

En India, las sabanas aparecen sobre todo en la parte occidental del subcontinente. Tal vez la sabana más representativa aquí es la que aparece representada en el Parque Nacional Blackbuck (conocido como el "Serengeti de Sausashtra"), situado en Velavadar, en el Estado de Gujarat, y que se puso en marcha para proteger su nutrida comunidad de antílope indio (o blackbuck, Antilope cervicapra), un verdadero símbolo de la fauna india con sus inconfundibles cuernos largos y espirales que lucen los machos, y con su librea negra mientras que las hembras pueden ser fácilmente confundidas con gacelas. Además del antílope indio, otros miembros de su comunidad herbívora son: el nilgai (Bosaelaphus tragocamelus) y la gacela india (Gazella bennetti). La comunidad de carnívoros aquí está liderada por el lobo indio (Canis lupus pallipes), el chacal dorado y la hiena listada (Hyaena hyaena). En el pasado, también leones y guepardos campeaban por estas sabanas, antes de su exterminio.

Manada de antílopes indios en la sabana de Velavadar. Foto: Abishek Sharma


La sabana australiana es tal vez la menos conocida de todas. Tiene mayor densidad de árboles que la sabana africana e india, y tiene la particularidad de que, al no haber mamíferos placentarios autóctonos que ocupen el papel de herbívoros de la sabana, aquí son los canguros los que desempeñan el mismo papel ecológico. En la sabana australiana son cuatro especies de canguros las que explotan la sabana: el ualarú antílope (Macropus antilopinus), el ualarú oriental (M. robustus), el canguro gris oriental (M. giganteus), y el canguro rojo (M. rufus). De todos ellos, el ualarú antílope es el único que es propio y endémico de la sabana, mientras que las otras tres especies se encuentran, además, en otras partes de Australia. 

Canguro rojo en la sabana australiana. Foto: Benny Marty
En la sabana australiana, históricamente era el lobo marsupial el principal integrante de la comunidad de carnívoros pero actualmente está suplantado por el dingo, cuya introducción en Australia por el ser humano supuso la extinción de aquél. La sabana australiana está considerada la menos biodiversa de todas.

La fauna de las sabanas del Nuevo Mundo

Las sabanas de América del Sur son muy distintas a las del Viejo Mundo. Fundamentalmente porque son las más húmedas del mundo. Los Llanos de Orinoquia están atravesados por caudalosos afluentes del Orinoco, que se desbordan ampliamente durante la estación lluviosa, y el agua se estanca favorecida por la topografía de la zona, a diferencia de otras sabanas del mundo donde los ríos son en general cortos y de poca importancia.

Por eso la comunidad herbívora (y también la carnívora) tienen un fuerte componente acuático siendo el principal herbívoro la capibara (Hydrochoerus hydrochoeris), el mayor roedor del mundo que aquí ocupó el nicho ecológico de los antílopes en África. Y también aparece aquí el ciervo de Virginia (Odocoileus virginianus), que haría aquí de animal ramoneador fundamentalmente. Los depredadores acuáticos cobran aquí una extraordinaria importancia, sólo comparable a los cocodrilos del Nilo en la sabana africana: el cocodrilo del Orinoco (Crocodylus intermedius), el caimán (Caiman crocodilus) y la anaconda (Eunectes murinus) se alimentan tanto de los mamíferos grandes y pequeños que acuden a abrevar, como de las muchísimas aves de los humedales y los propios peces de los ríos.

Grupo de capibaras. Foto: Andoni Canela

El gran depredador de Los Llanos fue siempre el jaguar, que sigue manteniendo una presencia en esta sabana inundable, un ecosistema único que dio a conocer en España Félix Rodríguez de la Fuente en su "Serie venezolana" de "El Hombre y la Tierra", que fue rodada en la Estación Biológica Hato El Frío en el Estado Apure, en Venezuela.

En cuanto al Cerrado brasileño, si bien no puede considerarse una sabana inundable como en Los Llanos, sí obtiene una gran cantidad de humedad que le llega directamente de la vecina cuenca amazónica. Por eso originariamente era un bosque más tupido, al estilo de la sabana australiana, y de ahí el nombre que le dieron los portugueses que colonizaron la región durante el siglo XVII. Seguramente esa es la razón por la que el Cerrado es pobre en grandes mamíferos herbívoros si la comparamos con las sabanas del Viejo Mundo y teniendo en cuenta su enorme extensión, si bien los especialistas están estudiando el papel posiblemente clave que aquí desempeñan los insectos en la herbivoría del Cerrado.

Así, los principales mamíferos herbívoros del Cerrado son el pecarí (Tayassu tajacu), el tapir (Tapirus terrestris), la corzuela colorada (Mazama americana), la corzuela parda (M. gouazoubira) o el tapetí o conejo brasileño (Sylvilagus brasilensis). Como en otras regiones de Sudamérica, el puma y el jaguar son los principales depredadores aquí de esta comunidad de herbívoros.

Tapir en el Cerrado brasileño. Foto: Mongabay.com

Es curioso cómo existe una cierta convergencia en la presencia de aves gigantes corredoras tanto en el Cerrado (ñandú) como en la sabana africana (avestruz) y en la australiana (emú).

Presente y futuro de la sabana

El ser humano aprendió desde la noche de los tiempos a usar el fuego en su propio beneficio y a aplicarlo en la gestión de la sabana, tal como te expliqué en la crónica sobre el exterminio de los marsupiales de Australia. Por eso se puede decir que el aspecto actual de las sabanas en parte es debido a la acción humana, que las ha aclarado más de lo que estaban originariamente y esto se puede ver especialmente en la sabana australiana y en el Cerrado.

Ganado caballar en los Llanos de Colombia

La introducción del ganado doméstico (especialmente el vacuno) es un elemento agresivo para las sabanas a menos que se trate de razas autóctonas con un manejo tradicional como sucede con los vaqueros masai e indios, pero la ganadería más de corte europeo que sucede en América, junto con los cultivos de soja son un grave elemento de retroceso y destrucción de las sabanas en aquel continente.

Finalmente, la sabana tiene una importancia extraordinaria en el surgimiento de la propia especie humana ya que nuestros antepasados, al parecer, desarrollaron la bipedestación en los árboles, en un contexto de alcanzar alimentos en las ramas más endebles. Cuando llegó el cambio climático del Mioceno/Plioceno que llevó al surgimiento y extensión de las sabanas, resultó que ese bipedismo resultaba especialmente útil en la nueva sabana formada en África oriental, donde andando el tiempo surgiría el primer primate del género Homo y, con él, da comienzo nuestro linaje.

Pero ésa es otra historia.

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