La noche de los gigantes (IV). La Megafauna Australiana.

Querida hija: 

Retomo hoy nuestra serie sobre la fascinante megafauna que pobló nuestro planeta durante el periodo Pleistoceno. Ya te hablé anteriormente de las megafaunas de Norteamérica, de Eurasia y de Sudamérica y hoy me gustaría hablarte de una de las megafaunas más interesantes, si bien a primera vista no tan espectacular como las anteriores que ya te he explicado: la Megafauna de Australia. 

Australia durante el Pleistoceno debió tener un aspecto parecido a éste.

Si tú paseas por ciudades australianas como Sydney, Melbourne o Brisbane no notarás mucha diferencia con otras grandes ciudades del mundo. Los mismos rascacielos, las mismas franquicias de comida rápida, las mismas cadenas de tiendas y comercios…nada nuevo bajo el sol. Pero si consideramos Australia desde el punto de vista de su fauna, entonces la cosa cambia, puesto que en Australia encontrarás la fauna más original del mundo, fruto de millones de años de aislamiento. Como siempre hacemos, para entender la megafauna (y la fauna) de Australia primero te explicaré algo sobre los orígenes y avatares del Continente Australiano. 

Al igual que sucedió con Sudamérica, originalmente Australia formaba parte del Supercontinente Gondwana, que ocupaba el Hemisferio Sur de nuestro planeta. Este supercontinente comenzó a fragmentarse debido a procesos internos de la corteza terrestre hace entre 170 y 180 millones de años, separándose sucesivamente Sudamérica, África, India, Madagascar y Nueva Zelanda. Australia, aún unida a lo que luego sería la Antártida, fue la última en separarse de Gondwana, hace unos 45 millones de años, y comienza a derivar hacia el Norte con su cargamento de mamíferos exclusivamente marsupiales, ya que los mamíferos placentarios no tuvieron tiempo de alcanzar Australia antes de su separación. 

Fragmentación del Supercontinente austral Gondwana

En aquella época, el planeta tenía un clima más cálido y húmedo que en la actualidad, y las selvas tropicales estaban ampliamente distribuidas por todo el mundo. Australia estaba entonces cubierta por bosques húmedos tropicales donde evolucionó esa fauna marsupial que originariamente provino de Sudamérica y alcanzó Australia a través de la Antártida. Esta fauna evolucionaría en completa soledad y aislamiento del mundo durante los siguientes 30 millones de años. 

Durante la deriva australiana hacia el Norte, el clima se fue haciendo progresivamente más seco y árido, al posicionarse el continente en las latitudes donde se dan los desiertos subtropicales. Las prehistóricas selvas húmedas gondvánicas fueron desapareciendo del continente, y hoy en día sólo sobreviven en Tasmania y en el rincón sudoriental de Australia. También fueron apareciendo en el norte del continente los bosques tropicales modernos. Todos estos cambios impulsaron la evolución y diversificación (y también la extinción) de numerosas especies animales. 

Originalmente Australia estaba cubierta de prehistóricos bosques húmedos gondvánicos que irían desapareciendo

Hace 15 millones de años se rompe el aislamiento de Australia, cuando el continente se situó lo suficientemente cerca del Sudeste asiático como para que se produjera una emigración de plantas asiáticas hacia Australia y también especies animales. Por primera vez, penetran en Australia dos grupos de mamíferos placentarios, rompiendo el abrumador monopolio marsupial: algunos murciélagos, por un lado, y por otro, roedores de la familia de los múridos, fundamentalmente ratones. Ambos grupos se convertirían en los únicos mamíferos placentarios autóctonos australianos. 

Y finalmente llegaron las Glaciaciones. Como recordarás, las glaciaciones fueron un proceso de enfriamiento climático que afectó a la Tierra al menos cuatro veces durante el Pleistoceno. Cada glaciación estuvo separada de la siguiente por un periodo interglaciar más cálido y dentro de cada glaciación también había una alternancia de momentos más cálidos con otros más fríos, llamados interestadiales. ¿Cómo afectaron las glaciaciones al continente australiano?. 

Durante los picos glaciares, el nivel del mar disminuyó, acercando Australia al SE Asiático

En Australia los glaciares sólo aparecieron en dos pequeñas zonas. Por un lado, en las Tierras Altas de la isla de Tasmania, y por otro en la más alta cordillera australiana, las Snowy Mountains situadas en la esquina sudoriental. En el resto del continente, el clima más frío y seco lo que provocó fue la intensificación del proceso de desertificación que Australia ya llevaba millones de años experimentando. Como ya te expliqué, la retención de agua en los inmensos casquetes glaciares del Hemisferio Norte provocó un descenso del nivel de los océanos en todo el Planeta, de modo que Australia quedó unida a Tasmania y Nueva Guinea, y la barrera marítima que los separaba del Sudeste asiático se hizo más estrecha y somera, lo que facilitó la comunicación zoológica y botánica. En este contexto el ser humano aparece en Australia, hace 65.000 años, procedente del sudeste asiático, y coloniza todo el continente. 

Los aborígenes australianos dejaron constancia de la megafauna en su arte rupestre, incorporándola a sus mitos y leyendas

Pero este alejamiento de la línea de costa hizo que, en el interior del continente la ya escasa influencia oceánica desapareciera, iniciándose un proceso de realimentación de la desertificación más fuerte aún. En resumen, el Último Máximo Glaciar, que sucedió hace 18.000 años vio un continente australiano muy árido y seco, en el que los bosques tropicales del Norte y los bosques húmedos del Sur ocupaban una extensión mucho más reducida que en la actualidad, y donde dominaban los desiertos y las estepas pobladas por bosques abiertos. Con la posterior retirada de los hielos y el nuevo aumento del nivel de los océanos, el clima volvió a hacerse más húmedo, retornó la influencia oceánica y, aunque el vasto interior australiano continúa siendo desértico, los bosques aumentaron mucho su extensión hasta hoy. 

Principales ecosistemas australianos durante el máximo glaciar

Durante todo este tiempo, en Australia apareció una megafauna completamente original. Al igual que en otros continentes, ya aparece en los anteriores periodos Mioceno y Plioceno, pero es durante el Pleistoceno cuando alcanza un periodo de plenitud. Te voy a hablar aquí de algunas de las más interesantes de las especies de esa megafauna, algunas de las cuales fueron contemporáneas del ser humano australiano. 

Diprotodon optatum 

Estamos ante el mayor de los marsupiales que jamás ha existido. Aparece hace 1,6 millones de años y se extingue aproximadamente hace unos 46.000 – 40.000 años. Tenía el tamaño de un rinoceronte o un hipopótamo, con sus 3 metros de longitud, 2 metros de alto y 2.800 kilos de peso. Vivía por toda Australia, Tasmania y también Nueva Guinea y sus parientes más cercanos son los rechonchos wombats. Su hábitat era fundamentalmente áreas de bosques abiertos y sabanas donde podía pastar, al tratarse de un herbívoro. 

Diprotodon es el mayor marsupial de todos los tiempos. Tenía el tamaño de un rinoceronte

Los primeros restos fósiles fueron descubiertos en 1830 en una cueva cerca de Wellington, Nueva Gales del Sur, y enviados para su estudio al famoso paleontólogo Sir Richard Owen, quien describió y nombró a la especie. Existía dimorfismo sexual, con los machos de un tamaño significativamente mayor que las hembras. 

La dentición es interesante, y definitoria del todo el grupo de Diprotodóntidos: tres grandes incisivos en el maxilar y dos en la mandíbula, dirigidos hacia adelante, lo que constituía un instrumento estupendo para cortar y desarraigar vegetales. Los dedos II y III estaban unidos entre sí, lo que se llama “sindactilia”, fenómeno que sucede hoy en los actuales bandicuts (otro tipo de marsupiales australianos). 

Esqueleto de Diprotodon. Obsérvese los incisivos, característicos del grupo.

Aunque no vamos a adelantar aquí las posibles causas de la extinción de la megafauna, hay un yacimiento paleontológico australiano que ilustra a la perfección los problemas que la fuerte sequía debió causar a animales como Diprotodon. Cientos de individuos fueron encontrados en lo que debió ser una trampa de barro en el Lago Callabonna, en el Norte de Australia Meridional. Cuando este lago estaba secándose, sus vastas orillas legamosas atraparon a muchos animales que trataban desesperadamente de beber agua, dejando allí sus restos fósiles. 

Diprotodon fue probablemente un animal solitario. No hay pruebas de que haya formado manadas. 

Procoptodon goliah 

Este fue el mayor canguro de todos los tiempos. Tenía 2 metros de alto y 230 kilos de peso, aunque dentro de este género había varias especies de todos los tamaños, también pequeñas. Su pariente más cercano viviente es el ualabí liebre rayado Lagostrophus fasciatus. Vivía en áreas semiáridas del Sur y Sudeste de Australia, que en aquella época era mucho más árida y seca que hoy. 

Procoptodon fue el mayor canguro de todos los tiempos

Físicamente era muy parecido a los canguros actuales, pero con la particularidad de tener el rostro chato, mucho más corto, y los ojos dirigidos hacia adelante, como los Primates. Del estudio biométrico de sus restos óseos parece deducirse que no era un saltador puro como los actuales canguros, sino que podría ser capaz de algún tipo de desplazamiento bípedo, balanceándose de un lado a otro al estilo de los homínidos. De hecho, parece ser que su forma de locomoción no era todo lo eficiente que debería, ya que se han detectado muchas roturas de tendones, lo cual le pondría en desventaja ante los posibles depredadores. Su pie estaba formado por un único y largo dedo. 

Comparativa de tamaños entre un humano, un canguro rojo y el canguro gigante

Se alimentaba de hojas de árboles y matorrales y se extinguió hace unos 50.000 años. Son bastante curiosas sus similitudes con los Primates. Y es inevitable fantasear sobre lo que podría haber sucedido de no haber llegado los Homínidos a Australia. ¿Tal vez la Evolución habría dado origen en Australia a un linaje de “primates” autóctonos? No olvides que, en África, un proceso similar de aridificación de ciertas zonas del Rift Valley dio origen al linaje actual de los Primates, que descendieron de los árboles y se adaptaron a un ambiente de amplias sabanas. 

León marsupial Thylacoleo carnifex 

Aunque denominado coloquialmente “león marsupial”, este extraordinario carnívoro marsupial no tiene nada que ver con los verdaderos leones. Es el mayor carnívoro marsupial australiano, comparable a los grandes carnívoros marsupiales sudamericanos que ya te expliqué, Thylacosmillus y Borhyaena. Y verás que no es ésta la única similitud entre las megafaunas sudamericana y australiana. Vivió durante todo el Pleistoceno hasta hace 46.000 – 30.000 años. 

El tilacoleo era el gran depredador marsupial de una época irrepetible

Medía 71 centímetros de altura y 114 cm de largo, con un peso de entre 100 y 130 kilos, un tamaño comparable a una leona o una tigresa. Si bien no tenía un gran tamaño comparado con los carnívoros placentarios, sí era un carnívoro muy especializado, capaz de asestar una mordedura con la fuerza de un león de 250 kilos de peso. Era capaz de depredar sobre Diprotodon y Procoptodon, entre otras muchas presas. Estaba dotado de fuertes garras en sus dedos, con pulgares semioponibles que le facilitaban mucho la sujeción de las presas. Probablemente podía trepar a los árboles como los leopardos. Se cree que tenía garras retráctiles. 

Muchos de sus restos fósiles, como los de la Cueva de Naracoorte, se han encontrado en cavidades subterráneas donde caían por accidente y morían de hambre y sed. Los tilacoleos son notables también por su curioso origen. Al igual que los diprotodóntidos, sus parientes más cercanos son los pacíficos wombats. Parece ser que los tilacoleos se originan a partir de antepasados herbívoros, lo cual nos indica la fuerza del proceso por el cual la vida se abre camino y se adapta a nuevos caminos cuando la necesidad así lo indica. Examinemos por un momento su cráneo. 

Esqueleto de tiracolo montado en la Cueva de Naracoorte, donde se han encontrado muchos.

Los músculos maseteros (masticadores) están extraordinariamente desarrollados, lo que convierte a los tilacoleos en los carnívoros más especializados del mundo. No olvidemos que los herbívoros tienen también los músculos masticadores muy desarrollados debido a su dieta. Fíjate en su dentición: no tiene caninos, como todos los demás carnívoros tanto placentarios como marsupiales, sino que esta función la realizan sus afilados y desarrollados incisivos. Además, los molares que en los herbívoros hacen la función masticadora, en los tilacoleos se han transformado en unos premolares carniceros con forma de cuchillo, que hacen un terrorífico efecto tijera cuando ambas mandíbulas se cerraban ante la desgraciada víctima. 

Detalle de la extraordinaria dentadura del tilacoleo. Los incisivos hacen las veces de los caninos

Estamos, en definitiva, ante un depurado producto de la evolución, que podía matar a sus víctimas en un minuto, contra los quince minutos que podría tardar un león actual. Pero, cuidado. Los tilacoleos estaban muy orientados a la caza y captura de grandes presas, pero presentaba ciertas ineficiencias a la hora de capturar presas pequeñas. Cuando un depredador depende de un cierto tipo de presa, se hace más vulnerable a la extinción, si estas presas se extinguen. 

Estaba distribuido por todo el continente australiano, en zonas semiáridas y de matorral salpicadas de lagunas y cursos de agua. 

Palorchestes azael 

¿Te acuerdas de los perezosos gigantes americanos y Macrauchenia?, Palorchestes me recuerda a un cruce entre estos dos gigantes sudamericanos, en un caso interesante de convergencia evolutiva. También se le conoce como “tapir marsupial” porque, según la posición de sus huesos nasales, se cree que tenía una pequeña trompa como los actuales tapires. 

Palorchestes tenía un aspecto indefinible: entre tapir y perezoso gigante

Había varias especies dentro de este género, la mayor de las cuales tenía 2,5 metros de longitud y 200 kg de peso, sostenidos por cuatro poderosas extremidades. También tenía grandes garras en las manos, una vez más, al igual que los perezosos gigantes. Se extinguió hace unos 11.000 años, y los restos más antiguos de este linaje se remontan a 11,6 millones de años. 

Pariente de Diprotodon, Palorchestes era herbívoro. Hay seis especies conocidas, que no se solapan entre sí y que sucesivamente van aumentando de tamaño y complejidad de su dentadura. Otro dato a tener en el disco duro para sacarlo después. Vivía en la parte oriental de Australia y también en Tasmania, donde vivía en entornos húmedos con bosques de eucaliptos. Posiblemente tenía una lengua prensil que le ayudaría a comer las hojas de las que se alimentaba. 

Durante muchos años fue difícil realizar una interpretación de Palorchestes

Sir Richard Owen interpretó sus restos primeramente como un canguro gigante pero los sucesivos estudios que se fueron desarrollando concluyeron en 1958 determinando que tenían un mayor parentesco con los wombats. Unas pinturas rupestres halladas en 1976 en la Tierra de Arnhem terminaron de darle la interpretación actual de “tapir” marsupial. 

Aves del Trueno 

Aquí observamos otra similitud en las faunas de las dos islas-continente: Sudamérica y Australia. Ante la relativa ineficiencia de los carnívoros marsupiales (ya razonada en la entrada sobre la Megafauna de Sudamérica), las Aves y los Reptiles dieron un paso al frente y desarrollaron también gigantescas especies. En América se les conoce como “Aves del Terror”. En Australia tenemos la familia de los Dromornítidos, las “Aves del Trueno”. 

Al igual que Sudamérica, Australia desarrolló un linaje de aves gigantes no voladoras

Fueron un grupo de aves no voladoras que vivieron en Australia desde el Oligoceno hasta el Pleistoceno. Alcanzaron grandes tamaños pero su dieta está actualmente en discusión, y no queda claro si eran completamente herbívoras o si al menos llegaron a la categoría de omnívoras, toda vez que parecen estar más relacionadas con los actuales patos y gansos que con aves más carnívoras. Hubo siete especies, de las que voy a destacarte dos: 

Dromornis stirtoni. Tenía 3 metros de altura y 650 kg de peso. Estaba dotada de un cuello largo y alas reducidas a muñones. Habitaba en bosques abiertos subtropicales de Australia a finales del Mioceno y comienzos del Plioceno. 

Esqueleto de Dromornis

Genyornis newtoni. Esta Ave del Trueno fue contemporánea del ser humano, puesto que los restos más recientes de esta ave data de hace 31.000 años. Fue el último representante de este linaje, que fue representado en arte rupestre por el pueblo aborigen. Tenía 2 metros de alto y 220 – 240 kg de peso. En Australia ocupaba una gran variedad de hábitats, pero prefería bosques abiertos o sabanas. Tenía piernas macizas y musculosas, lo que debió permitirle correr a gran velocidad. Se cree que el actual emú (la segunda ave mayor del mundo) reemplazó a esta especie. 

Genyornis fue contemporánea del ser humano

Varano gigante Megalania 

En Australia también hubo mega-reptiles depredadores. Hubo pitones gigantes y cocodrilos monstruosos, pero destacaré aquí a este gran varano, que Sir Richard Owen denominó originalmente como Megalania prisca pero recientes estudios lo asignan al género Varanus, denominándose en la actualidad Varanus priscus, pero en Australia se le conoce popularmente como “Megalania”. 

Probablemente Megalania fue el superdepredador de su época

Hay una relativa escasez de restos fósiles de Megalania, por lo que es difícil estimar su tamaño, pero los especialistas hablan de una horquilla entre 4,5 y 7 metros de longitud, con un mínimo de 300 kilos de peso. Debió ser un superdepredador que se alimentaba de marsupiales gigantes, y es el mayor lagarto terrestre que jamás ha existido. Sus últimos restos fósiles tienen una antigüedad de 50.000 años. 

Y por hoy esto es todo. Si analizas la actual fauna australiana, te llamará la atención la llamativa ausencia de grandes animales (a excepción del canguro rojo), para todo un continente que está poblado sólo de animales pequeños. Ahora has visto que no siempre ha sido así, y Australia estaba poblada de grandes y abundantes bestias. Al igual que pasó con el resto del mundo, la megafauna australiana se la llevó el polvo del desierto. ¿Por qué?, te pediré aún un poco más de paciencia antes de abordar tan espinosa cuestión.

Comentarios

  1. quisiera saber el nombre del autor.

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  2. Exelente información, por ahí leí en una ocasión sobre un dientes de sable marsupial, ubiera sido interesante agregar algo sobre el.

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