Las termitas. Un Reino feliz.
Querida hija:
Los insectos sociales han fascinado al ser humano desde hace mucho tiempo. La complejidad y precisión de las sociedades que han construido han admirado porque, supuestamente, son seres incapaces de pensar y planificar. Dentro de estos insectos, abejas y hormigas son los más populares, mientras que a las termitas se les suele prestar menos atención a excepción de su indudable carácter de plaga en muchos lugares, lo que les da una cierta mala fama. Sin embargo, la sociedad de las termitas es tan compleja e interesante como la que más, y por eso hoy voy a hablarte de ellas.
El estudio de las termitas nos revela muchas sorpresas |
¿Qué son, y cómo son, las termitas?
Las termitas, también llamadas termes, son insectos con un aparato bucal de tipo masticador. Forman parte de un grupo taxonómico llamado Isoptera, que quiere decir “alas iguales”, porque sus dos pares de alas membranosas, cuando aparecen, son iguales en tamaño y forma. Su longitud oscila entre los 4 y los 15 mm. Debido a su género de vida subterráneo o en nidos, los ojos están ausentes o atrofiados, si bien los reyes, como veremos luego, tienen inicialmente ojos. Otras especies tienen ojos compuestos u ocelos.
Para compensar su falta de vista, las termitas tienen en las antenas una panoplia de receptores sensoriales: gusto, tacto, olores, temperatura y vibración. Como todos los insectos, su cuerpo se divide en tres sectores: protórax, mesotórax y metatórax, con un par de patas en cada segmento. Las alas, cuando aparecen, se insertan en el mesotórax y el metatórax.
Diferencias entre las hormigas aladas y las termitas aladas |
Diferencias entre las hormigas y termitas (obreras) |
El color de las termitas varía, según las especies y las castas, desde blanquecino a marrón tostado. El nombre anglosajón de las termitas, white ants, “hormigas blancas”, podría llevar a confusión, ya que hormigas y termitas son muy diferentes y no pueden ser confundidas: aparte de la coloración, las termitas presentan un abdomen más grande, con un diseño de segmentos transversales oscuros/claros en alternancia, mientras que las hormigas presentan una cintura muy estrecha (ausente en las termitas) y un abdomen muy corto y muy abultado.
La posición taxonómica de los Isópteros está sujeta a revisión. Los parientes más cercanos de las termitas son las cucarachas (Blattodea). De hecho, están tan relacionadas con las cucarachas xilófagas (xilófago = “que come madera”) del género Cryptocercus, que finalmente se llevó a cabo un estudio genético en 2008 que estableció que los Isópteros debían ser considerados un infraorden del orden Blattodea, eso sí, monofilético. Otros autores, sin embargo, abogan por seguir considerando Isoptera como un órden independiente como hasta ahora, si bien integrándolo en un superorden Blattodea o Blatopteroide.
Cladograma que indica el lugar de las termitas entre los insectos más cercanos |
Actualmente se reconocen diez familias de termitas: Mastotermitidae, Termopsidae, Archotermopsidae, Holotermitidae, Stolotermitidae, Kalotermitidae, Stylotermitidae, Rhinotermitidae, Serritermitidae y Termitidae. Los primeros fósiles de termitas datan de hace 130 millones de años, en el Periodo Cretácico.
Las termitas son cosmopolitas: viven en todos los continentes, excepto en las regiones polares si bien son mucho más abundantes en las regiones tropicales, debido a los requerimientos de temperatura y humedad ideales para ellas. Existen unas 3.000 especies de termitas, distribuidas aproximadamente así: 10 en Europa, 50 en Norteamérica, 400 en Sudamérica, 1.000 en África, 435 en Asia y 360 en Australia.
De entre ellas, 28 se consideran invasoras, pues viven en lugares diferentes a su zona de origen. Las tres más dañinas pertenecen a los géneros Cryptotermes, Heterotermes y Coptotermes.
En la Península Ibérica, Islas Baleares y Canarias están presentes seis géneros y nueve especies pertenecientes a tres familias. De ellas, siete son autóctonas y dos son invasoras: Cryptotermes brevis y Reticulitermes flavipes, ambas procedentes del continente americano. Aparte de éstas, en las Islas Canarias también han sido introducidas especies peninsulares, por tanto deben ser consideradas también invasoras en dicho Archipiélago.
Mapa de distribución de las termitas |
Una monarquía perfecta
¿Qué género de vida llevan las termitas?
Como te apunté en la introducción a esta crónica, las termitas son insectos sociales o, en terminología entomológica, “eusociales” (“perfectamente sociales”). Viven en sociedad. Y esta sociedad se divide en “castas”, un concepto muy importante que debes entender bien. Una casta es un grupo de termitas que tiene una función determinada en la colonia. Y para cumplir esta función, en algunos casos incluso sufre modificaciones físicas y fisiológicas. Las castas son cuatro:
Individuos reproductores o “alados”
Está constituida por la “pareja real”: el rey y la reina fundadores de la colonia. Son los únicos miembros de la colonia que se pueden reproducir. El rey copula con la reina regularmente, y la reina se dedica a poner huevos. Esta es una importante diferencia con otros insectos sociales como las abejas y las hormigas, donde el rey muere tras copular con la reina. En la sociedad de las termitas, el rey y la reina forman una pareja de por vida. Se denominan “alados” porque son los únicos que desarrollan alas con las que salir del termitero y fundar una nueva colonia. Lo verás más adelante.
Obreros
Son los que soportan el trabajo en la colonia: acopio de comida, materiales y suministros, cuidado de huevos y ninfas, construcción y mantenimiento del termitero, etc. Alimentan también a la pareja real y a los soldados, que no pueden hacerlo por sí mismos. Son individuos estériles y, a diferencia una vez más de abejas y hormigas, son tanto machos como hembras.
Soldados
Los soldados constituyen el “ejército” de la colonia, que se encarga de la defensa de la misma ante peligros y agresores exteriores. Su cabeza y sus mandíbulas se han hipertrofiado, convertidas en armas de defensa. En algunas especies, incluso, los soldados están dotados de un tubo que lanza armamento químico. En las termitas menos evolucionadas no existen soldados. Son también estériles.
Sexuados funcionales
Algunos autores los consideran también una casta. En algunas especies (no en todas), ciertas ninfas (ninfa = individuo que eclosiona del huevo, que se parece al adulto) funcionan como “reyes/reinas suplentes”, son reproductores potenciales o, como también se ha observado, individuos neoténicos (o sea, inmaduros) pero que pueden reproducirse. Si el rey, la reina, o ambos, desaparecen, estos “suplentes” madurarán sexualmente y asumirán el papel del monarca desaparecido, o fundarán otra nueva colonia.
Esquema de las castas de las termitas |
Te he hablado varias veces del término “ninfa”. Voy a aclarártelo. Las termitas son insectos llamados “ametábolos”, porque no experimentan metamorfosis como sí lo hace la mayoría. Esto quiere decir que, cuando los huevos eclosionan, salen individuos que se parecen en todo a los adultos pero en pequeñito. A partir de ese momento, las ninfas van creciendo y experimentan una serie de mudas que les permiten este crecimiento. El tiempo de maduración no es fijo, sino que depende de varios factores como la alimentación, la temperatura e incluso la población general de la colonia.
El hecho más notable de la sociedad de las termitas es que la casta de cada individuo puede estar predeterminada o bien determinada por los requerimientos de la sociedad, por medio de hormonas y feromonas secretadas normalmente por la reina, que actúan sobre las ninfas. Este concepto se llama presión social. Eso sí, una vez un individuo toma el camino de una casta determinada, ya no puede volver atrás.
Para que entiendas el funcionamiento de una colonia de termitas, y el comportamiento de sus individuos, es fundamental que entiendas cómo es su alimentación, que lo determina en gran parte. Las termitas son detritívoras: se alimentan de todo tipo de materia vegetal en diversos grados y tipos de descomposición. A este respecto, se suele dividir a las termitas en dos grandes clases: las termitas inferiores, que se alimentan exclusivamente de madera y que viven directamente en ella excavando galerías, y las termitas superiores, más evolucionadas, que se alimentan, además de madera, de todo tipo de materia vegetal. Son éstas las que construyen los famosos nidos conocidos como termiteros.
Como cualquier animal que se alimenta de materia vegetal, las termitas deben resolver el problema de cómo procesar la celulosa, que es el componente vegetal más difícil de digerir. Para ello, se sirven de un complicado sistema de simbiosis doble. Voy a explicártelo.
Una termita soldado. Obsérvese el tamaño de la cabeza y mandíbulas |
Ciertas especies de termitas, sobre todo los Macrotermitinos (termitas superiores), cultivan hongos en sus nidos. Estos cultivos brotan de bolitas compuestas por excrementos de las termitas, mezclados con madera masticada. Estos hongos son principalmente de los géneros Termitomyces y Xylaria. Estos hongos atacan a la lignina de la madera y liberan celulosa. A la vez, son también capaces de modificar la celulosa, haciéndola apta para el consumo de las termitas. Una vez consumida, en el tracto digestivo de las termitas entra en juego una flora intestinal compuesta por protozoos, protistas flagelados y bacterias celulolíticas, que provocan en la celulosa (ya modificada previamente por los hongos) una fermentación anaerobia, transformando la celulosa en glucosa (que es un azúcar) y ésta, por fermentación, da CO2, hidrógeno y ácido acético.
Si se elimina esta flora intestinal o rectal de una termita, ésta morirá en poco tiempo ya que será incapaz de digerir la madera. Sin embargo, debes saber que las termitas más evolucionadas ya son capaces de sintetizar por sí mismas sus propias enzimas que tratan la celulosa, se llaman celulasas.
La pareja real es constantemente atendida por las obreras |
Volvamos ahora al funcionamiento de la colonia. ¿Por qué es importante esta forma de alimentación?. Porque, cuando un individuo está creciendo, con cada muda pierde su flora intestinal. Por consiguiente, debe recuperarla si no quiere morir. ¿Cómo lo hace? La termita busca un “donante” y, una vez lo ha encontrado, con sus antenas y patas estimula el dorso del donante de tal forma que éste le secreta un líquido rectal, rico en los simbiontes que es consumido por el primer individuo. Este líquido se llama alimento proctodeal, y no debe ser confundido con los excrementos.
Esto me lleva a hablarte de la comunicación entre los miembros de la colonia. Toda sociedad para funcionar necesita un medio de comunicación. En la sociedad humana, por ejemplo, el medio de comunicación es el lenguaje, que puede ser verbal y no verbal. En la sociedad de las termitas, existe una comunicación química basada en olores, feromonas, y la detección de las variaciones de temperatura y humedad. El tacto juega también un papel importante en la comunicación y cohesión de la colonia, mediante comportamientos como el acicalamiento mutuo. Cada termitero, por su parte, tiene un olor característico y distinto de los demás, que determina en gran parte el reconocimiento mutuo.
Aquí está la clave. Como ya te indiqué al principio, los obreros alimentan a la reina, que no puede alimentarse por sí misma. Lo que hacen las obreras es suministrar la comida a la reina directamente de boca a boca, como hacen los pájaros que alimentan en el nido a sus polluelos. Le suministran el bolo alimenticio compuesto por la celulosa machacada pero, a la vez, con el alimento le aportan todo un cóctel químico que le indica a la reina el estado de su “nación” en tiempo real, tal como un Jefe de Estado recibe informes diarios por parte de sus ministros.
Termita reina con el abdomen hipertrofiado por la carga de huevos |
Por ejemplo, imagínate que el termitero ha sufrido un ataque y una parte del ejército ha sido aniquilada. A través del cóctel químico, la reina va a detectar que los obreros han estado en contacto con menos soldados de lo normal (por el olor). Entonces, la reina dará “órdenes” para reemplazar a los soldados muertos en acto de servicio: mediante su sistema nervioso y hormonal, hará las modificaciones para que de los huevos que ponga eclosionen ninfas que se van a transformar en soldados hasta que el ejército restablezca su número. Asombroso, ¿verdad? Lo que aún no está nada claro es si este tipo de “órdenes” son de algún modo fruto de la “voluntad” de la reina o si, por el contrario, se trata de un mecanismo hormonal de “detección – reacción” regulado automáticamente.
Además del consumo de la materia vegetal, en los termiteros se da el canibalismo (consumo de individuos heridos o enfermos), necrofagia (consumo de individuos muertos) y la oofagia (consumo de huevos). Estos comportamientos, aparte de proporcionar proteínas, están más relacionados con la limpieza y saneamiento de la colonia. Como ves, hija mía, las termitas no dan puntada sin hilo.
Ciclo de vida
Las termitas, como cualquier insecto, cumplen un ciclo de vida. Como la reina pone huevos durante todo el año no puede hablarse propiamente de una época de reproducción. Por ello, el comienzo del ciclo se sitúa con los llamados vuelos nupciales. Este acontecimiento fundamental, en las latitudes templadas, suele darse en la primavera (como por ejemplo, Reticulitermes en España) y en las regiones tropicales, coincidiendo con la estación de las lluvias. Como te indiqué antes, cuando llega esta época fundamental, la reina detecta la temperatura y humedad y desencadena la órden de que los huevos den lugar a individuos alados reproductores, machos y hembras, denominados príncipes. Los príncipes nacen con ojos desarrollados.
Ciclo de vida de las termitas |
Cuando los príncipes maduran, en un periodo de tiempo que puede durar sólo una noche o algunos meses, dependiendo de las especies, del termitero salen auténticos enjambres de individuos alados que se dispersan en busca de un lugar donde fundar una nueva colonia. Una vez una pareja ha encontrado un lugar propicio, se aparea y pierde las alas, iniciando la excavación de un nido sencillo subterráneo. La nueva reina empieza a poner huevos, y esta primera generación de obreros y soldados (en su caso) es la única que va a ser alimentada por la pareja real. En adelante, la reina experimenta un drástico cambio físico: su abdomen se va a desarrollar de una forma extraordinaria, repleto de huevos, hasta alcanzar en las especies más grandes africanas, los 15 centímetros de longitud. En España, nuestras especies sólo alcanzan los dos centímetros en las reinas.
Los reyes, por su parte, si bien van a ser más grandes que las demás castas, no va a llegar nunca al gran tamaño de la reina, que será ya en adelante incapaz de moverse y de alimentarse por sí misma. En ambos miembros de la pareja, los ojos empezarán a atrofiarse, por no ser ya necesarios. Dependiendo de las especies, una reina puede poner entre 200-300 huevos al año, hasta 30.000 en sólo 24 horas.
A partir de entonces, la colonia irá creciendo, fortaleciéndose, fundando sus cultivos de hongos y construyendo su termitero. Típicamente, una colonia media de termitas alcanza un número de entre 100 y 1.000 individuos, pero las colonias más grandes pueden alcanzar fácilmente millones de individuos. Si el rey o la reina mueren, serán sustituidos (¡el rey ha muerto!, ¡viva el rey!) como te expliqué antes, y con la llegada de la nueva estación primaveral o de lluvias, el ciclo se reiniciará.
El termitero: castillo natural.
Merece la pena detenernos un poco en hablar del termitero, en mi opinión una de las obras de ingeniería más notables del Reino Animal, junto con las obras hidráulicas de los castores. En un principio, existen tres tipos de termiteros:
Subterráneos: se encuentran completamente bajo tierra y se asemejan a los hormigueros, compuestos de galerías y cámaras.
Epigeos: sobresalen más o menos en la superficie.
Arbóreos: están construidos sobre el suelo, pero conectados con él mediante tubos protectores.
De todos ellos, son los epigeos los que han hecho famosas a las termitas, con sus dimensiones catedralicias. En efecto, en los países tropicales pueden alcanzar dimensiones pasmosas: las termitas africanas del género Bellicositermes pueden alcanzar los 6 metros de altura, como verdaderos castillos que sobresalen de la sabana.
Termiteros cerca de Derby, Kimberley (Australia Occidental) |
En mi opinión las termitas son, sin discusión, las mejores constructoras de nuestro planeta. Digo esto al valorar sus termiteros en relación con el tamaño de las termitas. Si realizamos una extrapolación a las construcciones humanas (en relación con nuestro tamaño), para igualar la construcción de un termitero de 6 metros de altura los humanos deberían construir un rascacielos de ¡4.000 metros de altura!. Y, hasta ahora, el más alto que hemos construido tiene 800 metros de altura. Con esto te lo digo todo.
Las termitas construyen sus termiteros con un material mezcla de madera y desechos vegetales masticados y saliva. Este material, una vez endurecido, tiene la misma resistencia que el concreto, y sólo puede ser destruido usando herramientas o garras especializadas como las de los osos hormigueros, pangolines o cerdos hormigueros.
El termitero está distribuido internamente en cámaras y pasillos. El núcleo fundamental es el búnker donde reside la pareja real. Es una cámara ovalada, completamente cerrada a excepción de un número de ventanas, y aislada del terreno circundante por medio de columnas y tirantes. Otras estructuras importantes son la guardería, cámara adonde los obreros trasladan los huevos según los recogen de la reina, y donde son vigilados, cuidados y, una vez eclosionan, se cuida de las ninfas. Aparte, se encuentran los jardines, lugares destinados para el cultivo de los hongos.
Esquema de ventilación de un termitero |
Pero las termitas, para prosperar, necesitan un estricto rango de temperatura (en torno de los 30 ºC) y humedad. Para asegurarlo, las termitas desarrollaron un sistema de ventilación: mediante conductos situados en la parte baja del termitero, entra aire frío procedente del exterior, y el calor interno generado por la propia población y los procesos de fermentación de los hongos es evacuado al exterior mediante chimeneas verticales. En caso de necesidad, los obreros son capaces de excavar en busca de agua, y “refrescar” las paredes del termitero.
En resumen, hija mía, la sociedad de las termitas constituye un microcosmos igualitario y autosuficiente, que podría compararse con las ciudades-estado griegas, las polis, cada una gobernada por una monarquía prácticamente totalitaria. El igualitarismo y colectivismo de su sociedad me hace pensar, también, en un punto intermedio entre un kibutz israelí y una sociedad comunista utópica. No en balde, el político británico Sir Winston Churchill hizo (o al menos se le atribuye) esta comparación:
No existe ni un solo principio político, social o económico en la Rusia soviética que no haya sido previamente desarrollado, y codificado en leyes inmutables hace millones de años, por la hormiga blanca.
Relación con el ser humano. Importancia ecológica de las termitas.
Las termitas son muy conocidas por comportarse como plagas para muchas comunidades humanas. Su costumbre de comer madera hace que, en muchas ocasiones, destruyan completamente muebles y enseres de madera, y lo que es peor, viviendas. Antiguamente las casas estaban hechas de madera y un ataque de termitas podía reducir a polvo una casa. Hoy en día este problema no es tan acuciante, pero todavía existen muchas casas antiguas que tienen estructuras de madera, y siguen existiendo infestaciones.
Madera infestada de termitas |
También este problema puede aparecer en el centro histórico de muchas ciudades, donde también abundan los edificios antiguos con vigas y entramados de madera. Por ejemplo, el centro histórico de La Habana (Cuba) ha tenido muchos problemas con termitas de los géneros Cryptotermes, Heterotermes y Coptotermes. Para combatir esta plaga, existen empresas especializadas en control de plagas, y también existen en el mercado tratamientos para la madera, que evitan la presencia de termitas.
Además de comportarse como una plaga, las termitas también sirven como alimento a muchas comunidades humanas de las regiones tropicales, donde abundan especialmente. Y no es un alimento para despreciarlo, puesto que las termitas están constituidas por un 40% de grasa y un 40% de proteínas. Por ejemplo, los pokot de Kenia esperan a que llegue la época de los vuelos nupciales pues en ésta época están más accesibles, seleccionan un termitero y tapan todos sus agujeros excepto uno, donde instalan una trampa para capturar a todas las termitas que, inevitablemente, salen por ahí. Las consumen en fresco pero sobre todo cocinadas.
Plato de termitas listo para consumir. Nigeria. |
Y con esto enlazo con la importancia ecológica de las termitas, pues además de a los humanos, sirven de alimento a muchas especies, que pueden ser oportunistas como muchas aves o reptiles, o también especializadas como los osos hormigueros, los cerdos hormigueros o los pangolines, provistos de fuertes garras para abrir los termiteros, y hocicos largos y tubulares con lenguas largas y pegajosas para capturarlas. Otro interesante depredador de termitas es el llamado “lobo de tierra” (Proteles cristatus), un curioso hiénido africano, cuya dieta está constituida en un 90% por termitas.
Los grandes termiteros sirven también de hogar y refugio a muchas especies de animales…pájaros, mangostas, serpientes…que no suelen molestar a las termitas, y que tampoco son molestados por éstas. Especialmente atrayentes para los reptiles son las chimeneas, por donde siempre sale un aire cálido y húmedo muy atractivo para ellos.
El lobo de tierra está especializado en el consumo de termitas. |
Pero la principal importancia de las termitas en el ámbito ecológico es, sin duda, su papel como descomponedores de materia vegetal. En ambientes secos como la sabana africana, por ejemplo, donde la madera tarda mucho en degradarse, las termitas procesan hasta el 90% de la madera, devolviendo sus nutrientes al suelo de una u otra forma, permitiendo que se reinicie el ciclo de la materia y la energía. Y no olvides que estamos hablando de cientos de miles de millones de termitas. Son muchas mandíbulas procesando madera.
Por otro lado, la intensa actividad fermentadora que se da en el seno de los termiteros, en las mismas termitas y en sus cultivos fúngicos, también tiene consecuencias para nuestro planeta. Se ha calculado que las termitas son responsables del 11% de las emisiones de gas metano a la atmósfera.
EPÍLOGO
La sociedad de las termitas constituye, a la vez, una lección de humildad y un desafío para el ser humano. Es una lección de humildad el comprobar que las termitas inventaron la agricultura de forma independiente de los humanos, hace 30 millones de años. Es una lección de humildad el comprobar que construyen rascacielos eficientes y, en proporción, mucho más altos que los que proyecta y construye el arrogante mono desnudo que piensa que es alguien especial y la cúspide de la Evolución en nuestro planeta.
Es también un desafío entenderla. Tomadas individualmente, las termitas son insectos insignificantes, incapaces de sobrevivir por sí solas. Pero, al obsevarlas y estudiarlas en su termitero, es inevitable pensar en la existencia de algún tipo de “conciencia colectiva”, o “súper-organismo” formado por las castas de las termitas, los hongos y los microorganismos simbiontes. Un super-organismo así desafía nuestras creencias. ¿Es posible que solo la selección natural darwiniana diera origen a semejante maquinaria social y biológica? Tengo mis dudas.
¿Puede la sociedad humana aprender algo de las termitas? |
A comienzos del siglo XX, la Física descansaba en la Mecánica Newtoniana. Pero las revoluciones de la Relatividad y de la Física Cuántica nos mostraron que la Mecánica Clásica no funcionaba a las escalas infinitamente grande e infinitamente pequeña, y al final quedó relegada a un caso particular de una Física mucho más amplia. El estudio de sociedades como las termitas… ¿puede conducirnos en un futuro a otra interpretación más general del origen de las especies que relegue a Darwin a un mero caso particular? Queda mucho por estudiar y comprender.
¿Y qué decir de su sociedad utópica? La sociedad de las termitas es capaz de producir los individuos que necesita en un momento dado, o la colonia perecerá. ¿Podemos decir lo mismo los humanos? En algunas sociedades humanas, concretamente en las civilizaciones occidental y japonesa, desde hace décadas faltan los individuos más jóvenes, los que luego serán en el futuro los obreros, los dirigentes y los intelectuales que mantendrán la sociedad viva y en evolución. Pero, lejos de “producir” los jóvenes que necesita, se complace en destruirlos de diversas maneras, incluso antes de nacer. La sociedad humana, privada de su recambio natural, perecerá antes o después.
Ahora yo te pregunto, ¿cuál es la sociedad evolucionada y cuál la atrasada?
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ResponderEliminarPero qué fantástico artículo! me encantó! Muy detallado y muy bonito, es la primera vez que visito este blog, estaré encantado de ver más artículos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, fue un placer
ResponderEliminarEs tan bella historia, como cuando tu mamá te quiere contarte historias antes de irte a dormir. Claro que ello sucedía "anteriormente", pero muy bella.
ResponderEliminarExcelente documento de estudio para entender la enorme importancia que tiene éste animalito, aparentemente tan insignificante. Pero a la ves, con una forma de vida equilibrada que ya la quisiera el hombre en sus colonias de vida. Aquí no puede trabajar la naturaleza con todo su poder, ya que el hombre tiene también un poder, el de dicernimiento y libre albedrío. La comparativa que se hace con los alcances del hombre en su capacidad de construcción, no es adecuada, la fuerza de gravedad no alcanza a forzar tanto a la termita en sus obras, como al hombre.
ResponderEliminarMuy buen Articulo , querria saver que me cobrarias por poner un link en el articulo a mi pagina , https://www.ibertrac.com/eliminar-termitas/ , gracias
ResponderEliminarMuchísimas gracias por el elogio. Para el tema del enlace, por favor escríbeme a: cronicasdefauna@gmail.com. Un saludo
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