La Tercera Costa: la fauna de los Grandes Lagos de Norteamérica.

Querida hija:

El cine y la televisión han popularizado la visión del fantástico skyline de Chicago reflejándose en las aguas del Lago Michigan, o la icónica imagen de las famosísimas Cataratas del Niágara entre los Lagos Erie y Ontario. Sin embargo, nada sabemos sobre la fauna que atesora el mayor conjunto de agua dulce continental que hay en el mundo, ahogado entre algunas de las regiones más urbanizadas del planeta. ¿Qué fauna es esta? ¿cómo le afecta la intensa humanización de este territorio de América del Norte? Es lo que voy a contarte hoy.

Peces migratorios de los Grandes Lagos. Poster de la Universidad de Wisconsin.

Introducción. El Mar Interior de América del Norte.

Como siempre hacemos al considerar la fauna de una zona en concreto, hay que entender su geografía y su ecología para poder comprender su fauna. Si coges un mapa físico de América del Norte verás un gran conjunto lacustre en su zona centro-oriental. Son los Grandes Lagos. Estamos tan acostumbrados a ver su silueta en cualquier mapa del subcontinente que no nos damos cuenta de la enorme magnitud del mayor conjunto de lagos de agua dulce del mundo. Voy a darte un barniz.

Mapa de los Grandes Lagos. Autor: Lakebound

Los Grandes Lagos suponen una superficie de 245.100 km2 y ellos solitos albergan al 21% de toda el agua dulce del planeta, si bien ocupan sólo el segundo lugar por volumen de agua tras el Lago Baikal, dada la prodigiosa profundidad de éste último. Voy a nombrarte estos lagos en su orden tradicional, de Oeste a Este:

Lago Superior: es el mayor lago de todo el conjunto con 82.000 km2, lo que le convierte también en el segundo lago mayor del mundo y el primero de agua dulce (ya que el Mar Caspio tiene agua salada). También es el más profundo de todo el conjunto con una profundidad máxima de 406 metros. En sus aguas se alza la segunda mayor isla lacustre de los Grandes Lagos, la Isla Royale, que es también la segunda mayor isla del mundo en un cuerpo de agua interior. Al final de la Crónica hablaremos especialmente de esta Isla.

Lago Michigan: con una superficie de 57.750 km2, es el mayor lago del mundo perteneciente a un único país (EEUU) y el segundo por volumen (tras el Baikal). Tiene una profundidad de 282 m.

Lago Hurón: es el segundo mayor de los Grandes Lagos con una superficie de 59.570 km2 y una profundidad de 229 m. Aquí hay que aclarar una cosa. Los lagos Hurón y Michigan forman un único cuerpo de agua, sólo separados por el Estrecho de Mackinac, pero dada la extremada separación e individualización de sus formas, tradicionalmente se les considera lagos separados. El Hurón alberga la mayor isla lacustre del mundo: la Isla Manitoulin que, a su vez, alberga el mayor lago del mundo en una isla lacustre, el Lago Manitou.

Lago Erie: con 25.700 km2 de superficie, es el lago con menor volumen de agua de todo el conjunto dada su profundidad media de sólo 19 metros (profundidad máxima de 64).

 La ciudad de Toronto reflejándose en el Lago Ontario, Canadá.

Lago Ontario: es el lago más oriental del conjunto y el más cercano al Océano Atlántico con el que se comunica directamente. Es el más pequeño de los Grandes Lagos con una superficie de 18.960 km2.

A estos Grandes Lagos hay que añadir otros dos que forman parte del mismo sistema lacustre que no suelen nombrarse pero que desempeñan un papel clave en la hidrografía del sistema: el Lago Nipigon, situado justo al Norte del Lago Superior y que es la cabecera hidrográfica de todo el sistema de los Grandes Lagos y el Lago St. Claire, situado entre los lagos Hurón y Erie y que forma parte fundamental de la comunicación entre ambos lagos.

Todos estos lagos son compartidos por los EEUU y Canadá y formando su frontera, excepto el lago Michigan, enteramente situado en territorio de los EEUU y el Nipigon, enteramente en territorio canadiense de Ontario.

Los Grandes Lagos forman un Sistema hidrográfico que se comunica entre sí y con el Océano Atlántico como un gran conjunto de vasos comunicantes: el punto más alto es el Lago Nipigon (a 260 m. sobre el nivel del mar), que vierte al Lago Superior (a 183 m) a través del Río Nipigon. A su vez, el Lago Superior vierte al Lago Hurón (a 176 m) por el río St. Marys y éste vierte por el río St. Clair al Lago St. Clair y de aquí por el río Detroit al Lago Erie (a 174 m.). El Lago Erie vierte al lago Ontario (a 75m) por el río Niágara y el desnivel de 100 metros es cubierto por la famosa catarata del Niágara. Finalmente, el lago Ontario desagua en el Océano Atlántico por el río y estuario del San Lorenzo.

Las Cataratas del Niágara salvan el desnivel existente entre los Lagos Erie y Ontario

Ecológicamente hablando los Grandes Lagos no forman un ambiente homogéneo, si bien todos ellos configuran una única ecorregión de agua dulce: los Grandes Lagos Laurentianos. El Lago Superior puede considerarse un lago norteño de aguas profundas y frías mientras que el Michigan se divide en dos partes, una cuenca Sur de fondos en suave declive y más somera que la cuenca Norte, mas profunda y de fondo irregular. La Bahía Green, en el Noroeste del lago, es más eutrófica y productiva que el resto del lago. El Lago Hurón está, a su vez, dividido en tres secciones distintas por la presencia de la Isla Manitoulin y la Bahía Georgiana, mientras que el Lago Erie es el más somero de todo el conjunto, con un fondo que bascula en profundidad de Oeste a Este.

El lago Ontario ocupa una posición ecológica diferente al resto de lagos ("Upper Lakes" o "Lagos de Arriba") debido a que comunica directamente con el Océano Atlántico (una comunicación que era más amplia aún en el pasado) y que se encuentra aislado zoológicamente del Lago Erie por la barrera de las Cataratas del Niágara. Así, especies animales como el salmón del Atlántico (Salmo salar) o la lamprea marina (Petromyzon marinus) han colonizado este lago de forma natural desde el Atlántico pero no han podido expandirse a los otros lagos de forma espontánea.

Los Grandes Lagos son de origen glaciar. Aunque te daré los detalles de su origen en el apartado siguiente, aquí te basta saber que su origen es muy reciente pues data de la retirada del Casquete Glaciar Laurentino hace entre 14.000 y 8.000 años y por tanto su fauna es también muy reciente.

El Canal Welland, con sus esclusas, es una de las infraestructuras que hacen posible la navegación en los Grandes Lagos (Canada Press)

La importancia económica de los Grandes Lagos es de primerísimo orden. Ya desde los tiempos de los primeros colonos europeos en Norteamérica se vio claramente que este sistema lacustre constituía una magnífica vía de comunicación que permitía alcanzar el Centro del Continente desde el océano Atlántico sin bajarse de la barca pero era imposible para barcos grandes dado el desnivel entre el Lago Superior y el Océano y a que entre los ríos que comunican los lagos entre sí existen rápidos y cataratas. Por eso, tuvo que ponerse en marcha todo un sistema de canales y esclusas para hacer posible la navegación a gran escala.

Así, se construyeron el Canal Erie (1825) que unía el Hudson con el Erie y el Canal Welland con esclusas (para puentear las cataratas del Niágara) en 1824 (primer canal) y el segundo canal entre 1841 y 1848, un tercero en 1887 y el cuarto y actual en 1932. En 1855 se abren las Esclusas Soo para evitar los rápidos del Río St. Marys. En los ríos Detroit (1874) y St. Claire (1855) se abrieron también canales para posibilitar la navegación entre el Hurón y el Erie. Finalmente, después de arduas negociaciones entre EEUU y Canadá, en 1959 se dio por terminado el Canal del San Lorenzo, que une el Atlántico con Kingston, en el lago Ontario, completando una de las mayores vías de navegación fluvial del mundo.

En efecto, merced a esta colosal transformación, la región de los Grandes Lagos se convirtió en el corazón industrial de Norteamérica: desde aquí se exporta el trigo canadiense y se mueven el mineral de hierro de Minnesota y el carbón de las cuencas apalachianas para dar lugar a los complejos siderúrgicos de Cleveland, Toledo, Gary, Detroit, etc. Actualmente la región alberga al 10% de la población de los EEUU y al 25% de la población canadiense, unos 40 millones de habitantes en total. En sus orillas se encuentran, además, dos metrópolis globales: Chicago (10 millones de habitantes) en el Lago Michigan y Toronto (6 millones) en el lago Ontario.

Desgraciadamente esta intensiva humanización y explotación económica ha influido en la fauna de los Grandes Lagos y no precisamente para bien. Pero no voy a adelantarme. Empezaremos primero a conocer y entender la fauna autóctona de los Grandes Lagos.

La ictiofauna autóctona de los Grandes Lagos.

En los Grandes Lagos se han contabilizado 153 especies de peces nativos, que se distribuyen en 64 géneros pertenecientes a 25 familias. La pregunta te surgirá casi espontáneamente: si los Grandes Lagos fueron excavados "in situ" por los glaciares en retirada...entonces, ¿de dónde salieron los peces que hoy lo habitan? Para entender el origen de la ictiofauna de los Grandes Lagos vamos a profundizar un poco en su origen.

Esquema de la formación de los Grandes Lagos (US Army Corps of Engineers)

Hace 14.000 años, el gran casquete glaciar Laurentino empezó una retirada para no volver jamás. Su tremendo volumen excavó sobre el terreno al retirarse como si fuera un cuchillo en la mantequilla, abriendo poco a poco los lagos que hoy conocemos. Primero se abrieron lo que hoy serían las puntas "sur" del Lago Michigan , llamado "Lago Chicago" y una versión aumentada de lo que sería el Lago Erie, conocido como "Lago Maumee". Estos lagos fueron alimentados por el gran volumen de agua que se derretía del Casquete Glaciar. Y pronto ese volumen de agua fue excediendo los "proto-lagos" que se iban formando y abrieron emisarios que vertían a la Cuenca del Mississippi.

Aquí está la clave. Se ha encontrado que 122 de las 153 especies de peces nativos de los Grandes Lagos tienen su origen en la Cuenca del Mississippi, que remontaron esos ríos emisarios de los Grandes Lagos según se iban formando. El mismo proceso se produjo con respecto del Atlántico, el segundo gran refugio glacial de la ictiofauna norteamericana cuando se alcanzó el Último Máximo Glacial: 14 especies tienen origen en el refugio atlántico, y 18 especies tienen origen en los dos refugios.

Thymallus arcticus es un pez de origen boreal que se encuentra en los Grandes Lagos

Existe controversia sobre si los peces boreales de aguas frías que viven en los Grandes Lagos se originaron en el tercer refugio ictiológico: Beringia. Como ya sabes porque te lo he contado, la zona de Alaska quedó libre de hielos entre los casquetes glaciares Laurentino y Pacífico, y allí se refugiaron peces. Si echas un vistazo al mapa de Canadá, verás que está tan agujereado de lagos glaciares conectados por un verdadero laberinto de ríos y corrientes que es plausible suponer que estos peces se abrieron camino hacia el Sur y algunos lograron colonizar los Grandes Lagos. Sin embargo, otros autores lo niegan.

Los Grandes Lagos tienen sólo un 4% de especies endémicas lo que es bastante pobre pero lógico: si estos lagos estuvieron conectados durante su formación con los tres grandes refugios glaciales de la ictiofauna, es lógico que no haya el aislamiento necesario para el desarrollo de especies endémicas. Compara con el Lago Malawi, en África central, con 1.000 especies el 95% endémicas.

Por eso vamos a centrar la atención en esos pocos peces endémicos, que se conocen genéricamente como "corégonos", y forman parte de ese grupo de peces de los Grandes Lagos de origen supuestamente beringiano. Estamos hablando de un grupo de peces Salmoniformes de la familia Salmonidae, subfamilia Coregoninae, llamados localmente ciscos: Coregonus hoyi (exterminado del Lago Ontario), C. nigripinnis (exterminado de los Lagos Michigan y Hurón donde se hallaba presente y por tanto exterminado a nivel mundial), C. johannae (exterminado de los dos únicos lagos donde se hallaba presente, Michigan y Hurón, con lo que está exterminado a nivel mundial) y C. reighardi, que ha seguido el triste destino de sus otros dos congéneres exterminados.

El exterminado corégono de aleta negra (Charles Bradford Hudson)

Ya te adelanto que estos corégonos exterminados lo han sido por la combinación de los tres factores que son la maldición de los Grandes Lagos: la sobrepesca, la polución y la tremenda e increíble invasión de especies foráneas. Volveremos sobre este punto en el siguiente apartado. Los corégonos han formado parte importante de la pesca de los Grandes Lagos, que alcanzó un punto culminante entre 1889 y 1899, con 67.000 toneladas anuales. Aparte de esos corégonos autóctonos de los que sólo sobrevive uno, existen otras 6 especies actualmente pululando como C. clupeaformis, un importante recurso pesquero conocido localmente como whitefish.

En total, aparte de los corégonos endémicos citados, han sido extirpadas de los lagos otras 20 especies de peces, aunque continúan existiendo en otros cursos de agua.

Otro de esos peces "norteños" que se ha convertido en uno de los símbolos de la ictiofauna de los Grandes Lagos es la trucha del lago (Salvelinus namaycush), que está extendida por la parte noroeste de Norteamérica, llegando hasta Alaska. En el Lago Superior se da la circunstancia de que conviven dos subespecies: la nominal S. n. namaycush en aguas más superficiales y S. n. siscowet en las aguas más profundas. Otra trucha nativa que comparte con ella hábitat en los Grandes Lagos es la trucha de Arroyo (S. fontinalis), originaria de la Cuenca de los Grandes Lagos, Nueva Inglaterra y los Apalaches pero que ha sido introducida con propósitos de pesca deportiva en muchos otros lugares de EEUU y también en España donde es especie invasora.

Trucha de lago (Lauri Urho)

Otro de los peces de origen norteño que prosperaron en los Grandes Lagos es la lucioperca (Sander vitreus), un perciforme ampliamente extendido por Canadá y el Norte de los EEUU y cuya carne es apreciada para el consumo humano y consecuentemente objeto de pesca deportiva y comercial. Desgraciadamente una subespecie endémica de los Lagos Erie y Ontario, llamada "pico azul" (S. v. glaucus) ha sido exterminada.

Sin duda, el Rey de la fauna nativa de los Grandes Lagos es el esturión del lago (Acipenser fulvescens). Como ya te conté cuando te hablé de los esturiones, estos peces han sido cazados hasta casi el exterminio por su carne y su caviar, y el esturión de los Grandes Lagos no ha sido una excepción habiendo sufrido una disminución del 95% de su población pero sigue manteniendo una amplia distribución por las cuencas del Mississippi, los Grandes Lagos sobre todo en la zona de comunicación entre los Lagos Hurón y Erie (ríos Detroit y St. Claire, y Lago St. Claire), y baja por el San Lorenzo hasta el límite del agua dulce. La población de los Grandes Lagos está aislada de la población que ocurre en los cursos de agua canadienses de la cuenca del Saskatchewan. En general es un pez raro y las autoridades de Michigan construyen infraestructuras artificiales para favorecer su desove.

Esturión del lago (Shedd Aquarium)

El caso del salmón del Atlántico (Salmo salar) es curioso y también sintomático. Como te dije más arriba, este salmón (cada vez más escaso en nuestro lado del Atlántico) era nativo en el Lago Ontario donde su pesca excesiva consiguió exterminarlo en 1898 aunque actualmente las autoridades canadienses intentan reintroducirlo, hasta ahora sin éxito. Pero los estadounidenses lo introdujeron en 1972 en los "Upper Lakes" donde nunca vivió. De modo que da la paradoja de que, si bien el salmón del Atlántico ha sido recuperado para la ecorregión de los Grandes Lagos, en realidad se trata de una especie exótica en los lagos donde actualmente vive, y lo fue por propósitos de pesca deportiva. Pero el stock genético original del salmón que desovaba en el Lago Ontario se ha perdido para siempre.

También existe una anguila autóctona aquí: la anguila americana (Anguilla rostrata) casi virtualmente exterminada: vive en la costa Atlántica de Norteamérica y remontaba los cursos de agua dulce para desovar cada año, lo que incluía también los Grandes Lagos. Pero las presas, las esclusas y la canalización para la navegación fueron impidiendo el desove de las anguilas hasta que desapareció. Se han reintroducido anguilas en los Grandes Lagos pero no parece que se haya podido establecer una población estable.

Muskallonga americano (Eric Engbretson)

Uno de los principales peces depredadores en los Grandes Lagos es el lucio conocido como muskallonga americano  (Esox masquinongy), que puede llegar al 1,20 metros de longitud y 18 kg de peso pero en 2000 se pescó uno en Georgian Bay, Ontario, que pesó casi 28 kg. Este pez está extendido por los cursos de agua del Norte de Michigan, Wisconsin y Minnesota en los EEUU y los Grandes Lagos hasta el San Lorenzo, y la parte Norte de la Cuenca del Mississippi hasta el Tennessee.

En los Grandes Lagos están representadas también cuatro especies de lampreas fluviales norteamericanas: tres del género Ichthyomyzon (castaneus, fossor y unicuspis), y además la lamprea de Arroyo (Lethenteron appendix).

Los problemas de la fauna de los Grandes Lagos.

Ahora tengo que hablarte del reverso tenebroso de esta ecorregión tan interesante. Y ya te he apuntado antes lo que pasa aquí. El principal problema es la invasión de especies foráneas hasta tal punto que la región de los Grandes Lagos es una de las más castigadas a nivel mundial por esta lacra.

Algunas especies introducidas en los Grandes Lagos (nature.org)

Cuando se iniciaron las obras de canalización para permitir la navegación desde el Atlántico no se sospechaba que los humanos introducirían aquí especies de todo el mundo. Concretamente se han contabilizado unas 180 especies de seres vivos introducidos entre plantas (el 59% del total), peces, crustáceos, moluscos y otros seres vivos microscópicos. Luego tenemos la polución derivada de la intensa actividad industrial y comercial de la región, así como la sobrepesca que vimos anteriormente.

Se han contabilizado 55 especies de peces exóticos introducidos, siendo el Lago Erie el que tiene más especies introducidas y los Lagos Nipigon y St. Claire los que menos.

Algunas de esas especies introducidas lo fueron intencionadamente, para "satisfacer" las ansias de los pescadores deportivos sin importar el hacer añicos el equilibrio ecológico de sus aguas. Así, aparte del salmón del Atlántico, han sido introducidos otros salmónidos: las truchas común (Salmo trutta)  y arcoíris (Oncorhynchus mykiss), así como tres especies de salmón del Pacífico: rosa, coho y chinook. Y la cosa aún podría haber sido peor aún puesto que fracasaron las introducciones de trucha ártica, trucha degollada, salmón rojo, salmón japonés y varios híbridos de Salvelinus y Salmo. ¿Es que los pescadores "deportivos" son insaciables?

Pero fue sobre todo la práctica de arrojar el agua de lastre en los barcos comerciales la principal vía de introducción de especies exóticas en los Grandes Lagos. Frecuentemente este agua está infestada de huevos, larvas o alevines de diversas especies de organismos. Y como hoy día la duración de los viajes marítimos es más corta que en el pasado, hay más posibilidades de que estos huevos o larvas estén vivos al llegar a los Grandes Lagos, donde se aclimata la mayoría. De hecho, se ha calculado que desde 1994 se han introducido ocho nuevas especies cada año en la región. Y algunas de ellas son realmente peligrosas para el ecosistema nativo.

Pinchagua

Así, se introdujo la pinchagua (Alosa pseudoharengus), un clupeido del Atlántico Noroccidental similar al arenque (40 cm. de longitud) que alcanzó un pico de población entre 1950 y 1980. En parte los salmones del Pacífico fueron introducidos para comerse los alevines de pinchagua pero la cosa no ha terminado de funcionar del todo y casualmente han sido los pescadores deportivos los grandes beneficiados. La pinchagua entró en los Lagos Superiores a través del Canal Welland. Su depredador más adecuado, la trucha autóctona, estaba siendo diezmada por los pescadores y por otro invasor temible: la lamprea marina, y su número subió muchísimo y se hicieron famosas sus muertes estacionales en masa que tapizaban las playas y costas de los Grandes Lagos.

Lampreas marinas adheridas a una trucha de lago (Great Lakes Fishery Commision)

En cuanto a la lamprea marina, de origen atlántico, ya te comenté que era nativa en el Lago Ontario pero penetró en los "Lagos de Arriba" en 1921 a través de los canales de navegación y se ha convertido en uno de los invasores más peligrosos porque depredan sobre todo en las truchas autóctonas. Estos Agnatos (no son peces) no tienen mandíbulas sino una especie de ventosa erizada de dientes afilados dispuestos en anillos concéntricos. Lo que hacen las lampreas es fijarse con la ventosa al costado de la infortunada trucha, la agujerea y se come sus órganos internos. Su control y erradicación están siendo por el momento sueños imposibles.

Los mejillones cebra (Dreissena polymorpha) y cuaga (D. bugensis) son otro verdadero problema para los Grandes Lagos. Llegaron respectivamente en 1988 y 1989 con el agua de lastre de barcos procedentes de la región ponto-cáspica, y al igual que sucedió en muchas otras partes del mundo (España incluida), se multiplicaron extraordinariamente causando muchos problemas: saturación de infraestructuras hidráulicas por su gran número (atasco de tuberías, filtros...) o la ocupación de fondos lacustres que eran usados para el desove de peces autóctonos.

Extensión en Norteamérica de los mejillones cebra y cuaga (US Geological Survey)

Pero el principal problema que causan es ecológico. Su eficientísimo sistema de filtrado reduce la presencia de fitoplancton, alterando la cadena trófica y compitiendo muy ventajosamente con los mejillones fluviales locales y otros animales que se alimentan de plancton. También "secuestran" grandes cantidades de contaminantes orgánicos que, en principio, almacenaban en sus tejidos ya que ningún organismo de los Grandes Lagos se alimentaba de ellos. Pero con el tiempo estos mejillones empezaron a ser consumidos (por ejemplo, por el esturión), con lo que los contaminantes entraron en la cadena trófica. Curiosamente, un pez que se alimenta de ellos en su región original, el gobio redondo (Neogobius melanostomus) también fue introducido en los Grandes Lagos vía agua de lastre en 1990. Este gobio ha generalizado los contaminantes almacenados por los mejillones invasores a toda la cadena trófica. El gobio es un pez depredador muy agresivo que compite con ventaja con otras especies autóctonas.

Y, por no cansarte, sólo te mencionaré tres especies de cangrejos introducidos, como muestra de los crustáceos exóticos que asuelan estas aguas: el cangrejo oxidado (Faxonius rusticus), que ha alcanzado los Grandes Lagos procedente de otros cursos de agua y que desplaza a los cangrejos nativos por su agresivo comportamiento, el cangrejo rojo (Procambarus clarkii), procedente de Luisiana e introducido deliberadamente con propósitos comerciales al igual que se hizo en España, y el cangrejo mitón chino (Eriocheir sinensis), introducido en 1965 por el agua de lastre de barcos, y muy peligroso por ser vector del hongo Aphanomyces astaci, que afecta a otros cangrejos.

Todo ello unido a la contaminación industrial por policlorados y otros tóxicos químicos procedentes de la actividad industrial o la eutrofización de origen humano de varias zonas que han llevado a la aparición desde 1990 de zonas hipóxicas o muertas en el Lago Erie completan un cuadro siniestro para el futuro de la fauna del mayor conjunto de agua dulce continental del mundo.

Los lobos más famosos del mundo: la Isla Royale

Pero no quiero terminar este apresurado repaso de la fauna de los Grandes Lagos sin hacer referencia a la Isla Royale que, como recordarás, está situada en el Lago Superior muy cerca de la costa norte, canadiense. Esta Isla es objeto del estudio zoológico sobre las relaciones depredador/presa más prolongado y fructífero del mundo, en este caso entre lobos y alces. Te explico.

Lobos de Isla Royale

La Isla Royale queda comunicada con tierra firme en los inviernos rigurosos mediante un brazo del lago que queda congelado. Se puede pasar así caminando de la isla al continente y viceversa. Fue así como los alces llegaron a la Isla Royale en torno al año 1900. Como los alces no tenían depredadores en la isla, eran las condiciones atmosféricas y la abundancia de alimento lo que iba controlando su número. En 1949 llegan los lobos a la isla por primera vez usando el mismo puente de hielo, casualmente cuando las autoridades se estaban planteando introducirlos para controlar a los alces. Y se estableció así una relación de depredación entre los lobos y los alces.

Tras una ardua fase burocrática, los especialistas empezaron a estudiar estas relaciones en 1958. El objeto del estudio era (y es) determinar en qué medida el lobo es responsable, o no, de la disminución de ejemplares de alce puesto que los cazadores suelen ver al lobo como un "competidor" para "sus" piezas de caza, y como tal se le extermina. Pues bien, el estudio sacó interesantes conclusiones tras cincuenta años de observaciones:

Dinámica poblacional lobos/alces en la Isla Royale

- Los lobos depredan fundamentalmente en individuos demasiado jóvenes, demasiado viejos o enfermos, y por tanto no "compiten" por los ejemplares que interesan a los cazadores: normalmente machos vigorosos y en la plenitud de su vida

- Los lobos tienden a matar más alces cuando éstos son más abundantes y durante los inviernos más severos.

- Cuando la población de lobos cayó por una enfermedad, la población de alces aumentó y fue diezmada, a su vez, por aspectos climáticos y de escasez de comida, así como enfermedades que se desataron entre ellos

- De todos los factores que afectan a corto plazo a la abundancia de alces, el lobo era el menos importante de todos.

Vamos, que los cazadores en realidad odian al lobo por lo que ya te he explicado muchas veces: porque es un ser completamente insumiso a esa pretendida "autoridad" que el ser humano se ha auto-arrogado para nuestro planeta, y no porque suponga una competencia real por presas con respecto al ser humano.

De todos modos, el futuro del proyecto de investigación de Isla Royale está en el aire. La abundancia de lobos en la isla llegó a ser de dos manadas completas, una de las cuales acabó desapareciendo. En 1997 un macho alfa vigoroso llegó procedente del continente, haciéndose con el control de los lobos de la isla y aumentando la descendencia. Pero empezaron los problemas de consanguinidad y la baja variedad genética. Se documentó reproducción del padre con una hija, por ejemplo, y esto al final se ha traducido en la muerte de la mayoría de los lobos de la isla hasta que sólo quedaron dos lobos en 2018: una hembra que rehusaba reproducirse con el otro, un macho, afectado por evidentes taras de origen genético. Las autoridades han reintroducido nuevos lobos y en la primavera de 2019 había 14 lobos.

Pero...¿es ético intervenir así en un proceso completamente natural?

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Comentarios

  1. Hace poco que descubrí tu blog. Bravo. Y gracias.

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  2. Excelente e interesante entrada.
    Comentar que según la wikipedia, los volúmenes de agua de los lagos no se corresponden con los que tú apuntas.
    https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Lagos_por_superficie

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