La leyenda del indomable: los lobos del Ártico.

 Querida hija:

El éxito evolutivo del lobo (Canis lupus) se debe, en gran parte, a su proverbial adaptabilidad. Este indestructible y resistente animal lo mismo vive en regiones desérticas que en las más duras regiones árticas, pasando por montañas, bosques y praderas, e incluso pasa desapercibido en zonas muy humanizadas. Pero es precisamente la vida en las regiones árticas lo que me llama más la atención pues se trata de una de las regiones más duras e inhóspitas de nuestro planeta. Y, sin embargo, ahí está el lobo, incrustado en el hielo si hace falta. ¿Cómo consiguen sobrevivir los lobos en ese durísimo ambiente?. La rentrée de esta cuarta temporada del Blog trata precisamente sobre esto.

Lobo ártico


Quiénes son los lobos árticos.

En primer lugar, tengo que aclararte a qué llamamos "lobos árticos". Si repasas el mapa de distribución del lobo, verás que hay subespecies lobunas distribuidas por toda la región circumpolar. Esta región comprende la zona de tundra y la zona del Alto Ártico, las tierras situadas por encima de los 70º de Latitud Norte. Nosotros vamos a referirnos a las subespecies de lobos que viven en el Alto Ártico, esto es, básicamente en el Archipiélago Ártico canadiense, cuyas islas principales son Banks, Victoria y Baffin, así como el Archipiélago de las Islas Reina Isabel, cuya isla mayor es Ellesmere, y Groenlandia. 

Los lobos árticos no sólo presentan más subespecies en el Ártico norteamericano sino que también han sido mucho más estudiados allí. En la costa ártica eurasiática estaría sólo una subespecie, el lobo de Tundra Canis lupus albus, mucho menos conocido y estudiado que sus congéneres norteamericanos debido a la dificultad de acceso al estratégico ártico ruso por parte de especialistas no rusos. Por su parte, los estudios realizados por especialistas rusos no suelen publicarse mucho en inglés y por eso la información disponible sobre esta subespecie es más pobre. No obstante, más adelante haré referencia a un estudio realizado sobre esta subespecie en la Isla de Wrangel (Siberia Oriental).

Área de distribución de los lobos del Ártico en Norteamérica


Si bien la división lobuna en subespecies es polémica, discutida y siempre en revisión, los estudios genéticos han establecido, al menos, una clara división entre los llamados lobos de tundra y los lobos árticos:

Lobos de Tundra: lobo de tundra de Alaska (C. l. tundrarum), lobo de Yukón (C. l. pambasileus), lobo del Mackenzie (C. l. mackenzii), lobo de Manitoba (C. l. griseoalbus), lobo de la Bahía de Hudson (C. l. hudsonicus) y el lobo del Labrador (C. l. labradorius).

Lobos árticos: lobo de Bernardi (C. l. bernardi, en las islas Banks y Victoria), lobo de la Isla Baffin (C. l. manningi), lobo ártico (Canis lupus arctos, Archipiélago Reina Isabel), y lobo de Groenlandia (C. l. orion, al Norte y Este de Groenlandia, e Isla Ellesmere).

Archipiélago de las Islas Reina Isabel


Por consiguiente, tenemos claro ya que los lobos árticos propiamente dichos de los que vamos a ocuparnos son las cuatro subespecies nombradas en último lugar. Ahora bien, como ya te dije antes, las subespecies lobunas no son fáciles de definir: el difícil acceso y las duras condiciones climáticas del Alto Ártico hace que sigan siendo lobos relativamente poco conocidos y, aunque no se sabe a ciencia cierta su estatus y abundancia, se presume que en general son lobos escasos y en peligro de extinción. Por otro lado, sus relaciones con los lobos de tundra (situados en el continente) existen, no son compartimientos estancos y el flujo genético existe en una medida insospechada.

Pero antes de entrar en ese espinoso tema, voy a hablarte primero sobre el origen de los lobos árticos.

Origen, aventuras y desventuras de los lobos árticos

A primera vista, los lobos árticos se diferencian muy notablemente de las otras subespecies de lobos: por su gran tamaño (Regla de Bergmann: en climas fríos, una variedad será más grande que en cálidos porque la relación superficie/volumen es menor, minimizando así la pérdida de calor), y de colores que varían desde el blanco al gris o crema claro, para mimetizarse en la nieve.

Los lobos del Ártico se caracterizan por su capa de color blanco


El antepasado del lobo se origina en Norteamérica y pasa a Eurasia a través del Puente de Beringia, diferenciándose allí Canis lupus hace unos 800.000 años. Pero más tarde, hay 100.000 años el lobo eurasiático vuelve a recolonizar Norteamérica donde, en su extremo más septentrional, encontró grandes presas para sostenerse en el reno (Rangifer tarandus) y el buey almizclero (Ovibos moschatus). El carácter migratorio del reno impone también cierta movilidad en las poblaciones de lobos que dependen de él (en el sector central del borde Norte del Continente todavía puede hablarse de poblaciones nómadas de lobos), y probablemente fue siguiendo las hordas migratorias de renos como los lobos penetraron por primera vez en las regiones árticas, y empezarían entonces a experimentar los efectos de la selección natural que les haría modificar su aspecto.

Como recordarás cuando te hablé de las Glaciaciones pleistocenas en Norteamérica, existieron refugios libres de hielos en los Máximos glaciales: uno se encontraba en Alaska-Beringia, y el otro se hallaba en la Tierra de Peary, en el extremo Norte de Groenlandia. Según una sugestiva teoría, los lobos que se refugiaron en Tierra de Peary darían origen a la subespecie de Groenlandia, mientras que los lobos refugiados en Alaska habrían dado origen al lobo ártico, la más extendida de las subespecies de lobos del Ártico.

Sin embargo, los modernos estudios moleculares han desmentido esta teoría, y nos muestran un origen continental de los lobos del Ártico: poblaciones procedentes del Continente se adentraron de Sur a Norte en las islas árticas. Y estos lobos eran ya lo que denominamos "lobos modernos": los estudios moleculares nos muestran un "cuello de botella" genético coincidiendo con el final de la Última Glaciación y la desaparición, en Norteamérica, del haplogrupo al que pertenecían los robustos y grandes lobos pleistocenos, adaptados a la caza y captura de los megaherbívoros. Este proceso de cambio se dio en la transición del Pleistoceno al Holoceno.

Los lobos árticos están perfectamente adaptados a la tundra y a la nieve (Foto: Per Mikelsen)


Pero, extinguidos éstos lobos pleistocenos y con las temperaturas disparadas hacia lo alto, lobos más pequeños de tamaño eran más aptos para sobrevivir en este nuevo ambiente, y fueron éstos lobos los que se lanzaron a conquistar el Ártico. Debes tener en cuenta que, tras la Última Glaciación, se produce un aumento de temperatura conocido como el Óptimo Climático del Holoceno, que supuso mejores condiciones climáticas para el Ártico al menos hace entre 10.000 y 6.000 años, cuando empieza el enfriamiento que hemos conocido hasta hace doscientos años.

Se documenta la presencia de lobos en Tierra de Peary hace unos 7.600 años, pero se presume los lobos debían haber llegado a colonizar ya estas tierras del Norte de Groenlandia hace 8.900 años, cuando ya se documenta la presencia del reno. Como vemos, en pleno Óptimo Climático.

Pero luego las condiciones árticas se endurecerían, y en parte la relativa escasez de lobos árticos y su precaria situación se debe precisamente a este empeoramiento de las condiciones ecológicas. Estaríamos hablando, por tanto, de poblaciones "supervivientes" de tiempos mejores, y en el acervo genético que se ha estudiado se han hallado huellas de varios procesos de extinción y recolonización local, lo que revela la durísima lucha por la vida que los lobos (y no sólo ellos) libran en aquellas heladas soledades.

Relaciones entre las subespecies de lobos árticos

Lo primero que tienes que saber, y es una muy mala noticia, es que el lobo de Bernardi fue exterminado mediante una cobarde campaña de envenenamiento en 1950, y es la única subespecie de lobo del Ártico que ha sido exterminada, con lo que sólo quedan tres: el ártico, el de Groenlandia y el de Baffin. Al parecer, han sido lobos árticos (C. l. arctos) los que tomaron el relevo de los exterminados en las islas de Banks y Victoria, que eran sus feudos.

En general, debido a su escasez y la mayor dificultad para el intercambio genético, los lobos del Ártico tienen una diversidad genética menor que los lobos del continente. Con todo, se han detectado inevitables relaciones genéticas entre las subespecies presentes en el Ártico:

Poblaciones de lobos de tundra y del Ártico. Fuente: Genetics of Northern Wolf Populations, L.E. Carmichael


-En primer lugar, el Norte de la Isla de Baffin es un corredor de intercambio genético entre los lobos del Ártico Oriental y los lobos del Continente. De hecho, hay autores que niegan al lobo de Baffin la categoría de subespecie propia, englobándolo en C. l. occidentalis, el lobo del Mackenzie. 

-En segundo lugar, en el Ártico Occidental, se ha detectado flujo genético desde la Isla de Banks, más norteña, hacia la Isla de Victoria, más meridional y pegadita al Continente, lo que nos indica un "centro de dispersión" desde el Archipiélago Reina Isabel, que es la fortaleza de Canis lupus arctos, la subespecie tal vez más extendida de lobos del Ártico.

-En tercer lugar, un cierto intercambio genético entre la Isla Victoria y el cercanísimo Continente, seguramente por la vecindad de la importante manada de renos Dolphin-Union, que atraviesa el hielo y se mueve entre el continente y Victoria.

-Y en cuarto y muy importante lugar, el continuo flujo genético entre los lobos de la Isla Ellesmere y el Norte de Groenlandia. De hecho, Ellesmere actúa como "población fuente" de los lobos de Groenlandia hasta tal punto que los estudios moleculares establecen que los lobos de Ellesmere serían, de hecho, lobos groenlandeses y no pertenecientes a la subespecie ártica como hasta hace poco se creía.

Distribución del lobo de Groenlandia. Fuente: Ulf Marquand-Petersen, Reproduction and Mortality of the High Arctic Wolf, Canis lupus arctos, in Northeast Greenland, 1978 - 1998

Y no es ninguna tontería el tener ese respaldo poblacional en Ellesmere, puesto que han sido los lobos de Groenlandia los que, históricamente, han tenido problemas con los humanos. En general, por tratarse de una región del mundo con muy escasa presencia humana, los lobos del Ártico suelen ser confiados y no huyen instintivamente de los humanos como lo hacen los demás lobos del mundo. Pero Groenlandia es una isla de relativamente temprana colonización humana, con mayor población y número de establecimientos humanos, y los lobos empezaron a ser perseguidos a partir de 1899.

A comienzos del siglo XX, el lobo era relativamente común al Norte y al Este de Groenlandia. Los problemas empezaron con el desarrollo de la caza peletera en la costa Este de Groenlandia. Allí, cazadores daneses y noruegos cazaban lobos por su piel pero sobre todo zorro ártico (Vulpes lagopus), el otro cánido presente en las regiones árticas. Los cazadores "razonaron" (con ese "profundo" conocimiento de la Naturaleza que les caracteriza), que si los lobos podían depredar sobre los zorros árticos, a ellos se les acabaría el negociete. 

Así que se lanzó una feroz campaña de exterminio que duró hasta 1939 y terminó con la desaparición del lobo de toda la costa Este de Groenlandia. Cuando te hable luego sobre los hábitos alimenticios de los lobos árticos veremos si estos preclaros "expertos" tenían razón. Por cierto, los cazadores daneses echaron la culpa a los noruegos, muy pródigos al parecer en el uso del veneno, cosa que a los daneses no les gustaba mucho.

Pero la Naturaleza jugaba a favor del lobo debido a la gran dificultad para los humanos de establecerse en el Alto Ártico, y los lobos groenlandeses permanecieron en el extremo Norte de la Isla, donde entre 1920 y 1950 virtualmente la única presencia humana fue la Expedición Danesa a la Tierra de Peary entre 1947 y 1950. Las huestes lobunas se reagrupaban y recibían refuerzos desde Ellesmere.

Recolonización de Groenlandia por el lobo. Fuente: Ulf Marquand-Petersen, Invasión of Northern Greenland by the High Arctic Wolf Canis lupus arctos


Finalmente en 1979 se detectó una pareja de lobos con tres cachorros que se estableció en los antiguos dominios de la costa oriental, en las proximidades de Danmarkshavn, si bien fueron detectados ya en abril de 1978 más al norte, en la Tierra del Kronprins Christian, por una patrulla militar danesa. Un año después, habían recorrido 363 km hasta Danmarkshavn, convirtiéndose en los primeros lobos que se establecían en Groenlandia Oriental desde 1939. En 1980 serían detectados un lobo solitario y otra pareja: la "reconquista" de Groenlandia Oriental estaba ya en marcha e irónicamente favorecida involuntariamente por los mismos humanos que los habían exterminado.

En efecto, los basureros dejados por todas partes por los nuevos establecimientos militares daneses les servían de alimento y reportaje, y las trazas de las patrullas de trineos tirados por perros abrían el camino a los lobos que afluían al Sur cada vez en mayor número. Se produce entonces una pausa de 4 años y no se observaron nuevos lobos hasta que en 1984 aparece otro lobo solitario, seguido más tarde de varios otros solitarios entre 1984 y 1985, y una manada entera de 4 miembros en 1986. Se verifica aquí también el viejo patrón de expansión lobuno en "mancha de aceite".

Los lobos del Ártico han mostrado su gran resiliencia. (Foto: Per Michelsen)


Por supuesto, los refuerzos desde Ellesmere no dejaron de llegar, y una vez más el seguimiento de estos lobos puso de manifiesto su enorme resistencia y su extraordinaria capacidad de dispersión aun en ambientes tan hostiles como los árticos: 2 lobos solitarios detectados en la costa del Estrecho de Nares, frente a Ellesmere, recorrieron en un mes (19 de marzo - 19 de abril de 1989) nada menos que 730 km hacia el Este.

Hoy día se calcula que una población de unos 25 lobos han recolonizado por completo la tierra de la que fueron exterminados en 1939, pero no podemos engañarnos: se calcula que en total, habrá unos 200 lobos en Groenlandia. Las condiciones de vida en el Ártico son lo suficientemente difíciles ya sin los humanos, y la supervivencia es complicada y objeto de dura lucha diaria. Vamos a ver ahora cómo viven estos indomables lobos del Ártico.

Cómo viven los lobos del Ártico.

Al igual que todos los lobos del mundo, los lobos del Ártico tienen una estructura social basada en la pareja reproductora, más sus descendientes del año y algunos adultos externos que se unen a la manada. Pero estos grupos familiares son más pequeños que los grupos de lobos de otras partes del mundo; de media se ha calculado que el grupo familiar del Ártico consta de la pareja reproductora y dos cachorros. La razón estriba en la baja disponibilidad de alimento y la dificultad de obtenerlo en el duro hábitat ártico, lo que induce una baja natalidad y que no todos los años la hembra alfa pueda criar.

La otra gran diferencia entre los lobos árticos y los lobos de otras latitudes está en la ubicación de sus refugios o madrigueras: el suelo helado impide cualquier tipo de excavación de madrigueras subterráneas, lo que obliga a los lobos a buscar su hogar en afloramientos rocosos, cuevas o sencillas depresiones del terreno.

A pesar de lo que pudiera parecer, los lobos árticos no viven todo el año inmersos en la nieve y el hielo; se establecen en los llamados "oasis árticos", zonas donde, debido a la topografía, efecto "foehn" de los vientos u orientación de laderas, están libres de nieve y hielo durante parte del año, en un ambiente que sería más o menos de tundra ártica o similar. Por eso, por ejemplo, el lobo de Groenlandia ha podido colonizar el Norte y el Este de la Isla, que están libres del casquete glaciar que cubre el resto de la isla. No obstante, su blanco y denso pelaje le permiten soportar en invierno temperaturas de hasta -40 ºC.

La base social de los lobos del Ártico es el grupo familiar. (Foto: Ronald Donovan)


Otra diferencia importante que los lobos del Ártico presentan sobre sus congéneres de otros lugares es la amplitud de su territorio. Como te he comentado antes, la baja disponibilidad de alimento les impone la necesidad de efectuar grandes desplazamientos para obtener alimento, y por eso sus territorios pueden alcanzar incluso los 2.600 km2. La inmensa mayoría de los lobos árticos son sedentarios y sólo en el borde Sur, cerca del Continente, puede haber algún movimiento migratorio siguiendo a los renos, pero no es lo normal en el Ártico, donde el lobo aguanta a pie firme todo el año en su territorio, alimentándose de lo que haya y siendo capaz de aguantar semanas sin comer si no hay más remedio.

Al tratarse de una región muy poco humanizada, el famoso "conflicto" entre humanos y lobos no existe aquí y los lobos árticos son, en general, confiados con los humanos. Las causas de mortalidad de lobos árticos a manos de humanos han sido, en general, debido a peleas entre lobos y perros de trineo, o casos puntuales de caza ilegal por parte de cazadores inuit, y también accidentes. Por consiguiente, los factores que regulan la población de lobos en el Ártico son dos: el clima y la disponibilidad de alimento, que además están íntimamente unidas en esta región.

De modo que llegamos al meollo de la supervivencia del lobo ártico: ¿qué come?. Contrariamente a lo que pudiera suponerse, el reno no es la presa principal del lobo, al menos en el Alto Ártico, donde el reno es escaso o ha desaparecido, como sucedió en el Norte de Groenlandia hacia 1900, por una combinación de factores climáticos y de presión humana.

Los bueyes almizcleros son una de las principales presas del lobo ártico. (Foto: Sergei Gorshkov)


En realidad, las principales fuentes de alimento para los lobos árticos son el buey almizclero (Ovibos moschatus) y la liebre ártica (Lepus arcticus). En un estudio sobre la dieta del lobo ártico en el límite norte de su distribución, se encontraron restos de buey en el 55% de los excrementos analizados, y de liebre en el 39%. Pero en el Ártico la dieta del lobo está fuertemente influida por la abundancia relativa de cada presa, y en algunos lugares es la liebre ártica la que constituye la presa principal. En general, podemos hablar de un verdadero sistema depredador-presa formado por la trilogía lobo-buey almizclero-liebre ártica, en el que el lobo regula en parte las poblaciones de estos herbívoros.

Tabla que muestra la dieta de los lobos del Ártico. Fuente: F. Dalerum, S. Freire y A. Angerbjörn, Exploring the diet of Arctic Wolves (Canis lupus arctos) at their northern range limit


El lemming de collar (Dicrostonyx groenlandicus) también tiene una presencia no despreciable en la dieta de los lobos árticos, formando un sistema de presas junto con la liebre ártica allá donde no hay bueyes almizcleros. Algún autor considera que sólo liebres y lemmings no pueden sostener una población de lobos, pero lo cierto es que la evidencia apunta a que sí lo hacen. 

Lobo devorando un buey almizclero. (Foto: David Mech)


Este sistema lobo-buey almizclero-liebre ártica casi colapsó a partir de 1997, cuando una serie de veranos de muy mal tiempo y bajas temperaturas causaron la baja de muchas de las presas del lobo, que en el Alto Ártico (en torno a 80º N) sufrió un descalabro poblacional. Pero el lobo demostró su resiliencia cuando se comprobó que el sistema se había recuperado por completo en 2004, si bien se pudo demostrar que la recuperación del buey almizclero había sido más importante para el lobo que la de la liebre.

¿Te acuerdas cuando te hablé de los cazadores noruegos que exterminaron al lobo en Groenlandia Oriental?. Ellos estaban seguros que el lobo depredaba sobre el zorro ártico, cuyas pieles eran el interés económico de esta gente. Pues bien, los estudios sobre la dieta del lobo ártico han demostrado que la presencia de zorro ártico en ella es muy minoritaria o testimonial, desmintiéndose ese "bulo". También se ha encontrado depredación muy excepcional en cachorros de oso polar, e incluso de focas. Pero, como te dije, el ambiente del Ártico es muy duro y ante momentos de gran escasez de presas puede pasar de todo: hace pocos años un equipo de TV que rodaba un documental sobre estos lobos, pudo documentar un caso de depredación de un lobo sobre un lobezno de otra manada. Dura es la Naturaleza.

Para terminar, voy a hacerte referencia a otro interesante sistema depredador-presa: formado esta vez por el lobo de tundra, el ganso de las nieves (Anser caerulescens) y el zorro ártico en la isla siberiana de Wrangel. Originalmente los únicos herbívoros de la isla eran los lemmings y el ganso de las nieves, pero los humanos introdujeron posteriormente al reno y al buey almizclero, a raíz de lo cual los humanos exterminaron a los lobos locales. Sin la presencia de los lobos, los zorros árticos proliferaron y empezaron a depredar más asiduamente sobre la colonia nidificante de gansos de las nieves, obligando a éstos a rediseñar la colonia para hacerla más grande y así poder resistir mejor las incursiones de los zorros.

Zorro ártico y ganso de las nieves en Wrangel. (Foto: Sergei Gorshkov)


Pero hace 16 años, los lobos volvieron espontáneamente a recolonizar Wrangel, y a poner orden. El control sobre los zorros árticos funcionó otra vez, los gansos de las nieves pudieron respirar tranquilos y su número se ha doblado en los últimos años de 150.000 a 330.000 individuos. Lo más interesante de todo es que ni los lobos ni los glotones (también presentes en la isla) son un factor disuasorio para la presencia de los gansos. Una vez más se demuestra el importantísimo e insustituible papel del lobo como superdepredador en los ecosistemas donde se encuentra.

Epílogo

Y bien. ¿Qué va a pasar con el calentamiento global?. Como bien sabes, el Ártico es tal vez la región del planeta donde los efectos del calentamiento global se están notando con mayor agresividad. ¿En qué medida esto va a afectar a los maltrechos pero resistentes lobos árticos?

En un primer momento, cabría pensar que positivamente. Al suavizarse el clima ártico, aumentará la abundancia y estabilidad de las presas de los lobos, que entrarán en una época de esplendor. Pero desgraciadamente, también está atrayendo a cada vez más seres humanos a aquellas tierras, consideradas estratégicas por sus reservas mineras y por el desbloqueo de vías de comunicación de importancia comercial como el Paso del Nordeste, que ya está operativo para barcos comerciales. Y, con la invasión humana del Ártico llegará el conflicto.

Negro futuro para tan blanco animal.

MÚSICA RECOMENDADA: Michel Legrand - Ice Polar Station

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