Viaje a los orígenes: en busca del "Homo erectus"

Querida hija:

Hoy te propongo un viaje en el tiempo en busca de uno de nuestros antepasados más notables: Homo erectus. Y es notable por dos razones: la primera de ellas, fue el primer homínido que dominó el fuego y fabricó herramientas complejas. En segundo lugar, fue el primer Homo que salió de África (que se pueda demostrar fehacientemente) e inició una fulgurante expansión que le llevó hasta los últimos confines de Asia en un tiempo absolutamente récord. ¿Quién fue este homínido extraordinario?. Vas a conocerle hoy.

Grupo de H. erectus. Zdenek Burian, 1955

El descubrimiento de Homo erectus

Normalmente, el avance del conocimiento científico es el resultado del paciente y callado trabajo de muchas personas que observan lo que pasa en la Naturaleza y se apoyan en el trabajo precedente de otras personas. Pero a veces suceden extraordinarios momentos de inspiración que son difíciles de explicar. Es lo que le sucedió al médico holandés Eugene Dubois (1858 - 1940), que se especializó en Anatomía humana y que, influido por las teorías evolutivas de Ernst Haeckel, quedó absolutamente fascinado con la idea del eslabón perdido entre los Simios y los Humanos.

¿Te acuerdas cuando te hablé del Australopithecus?. Te expliqué entonces que, en el siglo XIX, la mayoría de los especialistas creían que el origen de la Humanidad había que buscarlo en Asia. Sólo Darwin y algunos seguidores pensaban con clarividencia que el origen estaba en África. Y estaba muy en boga la idea del "eslabón perdido", esto es, se creía en la existencia de una cierta especie de Primate que sería un paso intermedio en la evolución de los Simios hacia los Humanos. Por tanto, nada tenía de sorprendente que el Doctor Dubois creyera en la existencia de un "eslabón perdido" y que cuyos restos fósiles podrían hallarse en Asia.

Reconstrucción artística del Hombre de Java

Lo verdaderamente extraordinario es que Dubois "intuyera" que este eslabón perdido pudiera encontrarse precisamente en las Indias Orientales Holandesas, que era una colonia que su país administraba en Asia sudoriental y que constituye la actual Indonesia. Por tanto, se las arregló para ser admitido como médico militar en el Ejército colonial holandés y fue enviado a Sumatra en 1887. Sus superiores militares acabaron convenciéndose de que era mejor dejarle hacer sus excavaciones que emplearle como médico, y le asignaron algunos convictos para hacer el trabajo sucio. 

En Octubre de 1891 Dubois se hallaba excavando en las márgenes del Río Solo, en Java Central, en un lugar llamado Trinil cuando encontró la parte superior de un cráneo, seguido por el descubrimiento de un fémur el año siguiente, a doce metros de distancia del cráneo. En 1894, a través de estos restos fósiles, Dubois definió su "eslabón perdido" como una nueva especie: Pitecanthropus erectus, el "hombre-mono erecto". Este espécimen ha pasado a la Historia como "El Hombre de Java", y se conserva hoy día en el Naturalis Biodiversity Center en Leiden (Países Bajos).

Para entrar en el siguiente capítulo de nuestra historia, tenemos que volver a la máquina del tiempo y adelantarnos un poco más.

Réplica del cráneo del Hombre de Pekín. Museo de Paleozoología de China

Nos encontramos en 1921, en la turbulenta China dividida por los "Señores de la Guerra". El geólogo sueco Johann Gunnar Andersson, que trabajaba como consejero del Servicio Geologico Chino había descubierto las posibilidades paleontológicas de un sistema de cuevas situado no muy lejos de Pekín llamado Zhoukoudian, y su colaborador, el paleontólogo austriaco Otto Zdansky empezó excavaciones sistemáticas en 1923.

Ese mismo año se encuentran dos dientes humanos, seguidos, de otros dos molares de una especie humana no identificada en 1926. En 1927, con una robusta financiación de la Fundación Rockefeller, Davidson Black y Anders Bohlin prosiguen las excavaciones y en 1927, tras el descubrimiento de otro diente, Bohlin define la nueva especie encontrada como Sinanthropus pekinensis. Ha nacido el "Hombre de Pekín".

Entre 1928 y 1937 (año en el que las tropas japonesas invaden China a sangre y fuego) se desentierran en Zhoukoudian más de doscientos fósiles humanos, entre los que sobresalen seis calaveras casi completas, encontradas entre 1929 y 1936, con lo que la visión de este "nuevo" homínido iba quedando más nítida.

Pero la guerra con Japón estaba complicando muchísimo las cosas y los restos fósiles, que se conservaban en el Colegio Médico de Pekín, fueron subidos en 1941 a un vehículo perteneciente al Cuerpo de Marines de los EEUU para ser embarcados en la base naval americana de Camp Holcomb, en el puerto de Qinhuangdao para ser enviados al Museo Americano de Historia Natural donde estarían a salvo.

Sin embargo los fósiles desaparecieron en ruta para siempre, constituyendo uno de los mayores misterios científicos de la Historia. Afortunadamente, en su momento se realizaron moldes y copias de los principales fósiles, lo que sigue permitiendo su estudio.

Es hora de volver a la Java holandesa, porque allí seguían encontrándose interesantes hallazgos mientras las excavaciones de Zhoukoudian estaban en pleno apogeo.

Río Solo (Java, Indonesia), en cuyas márgenes se han encontrado muchos fósiles de H. erectus

Entre 1931 y 1933, el Servicio Geológico holandés excavó de nuevo en el Río Solo, en un lugar llamado Ngandong. Allí, Cornelius ter Haar descubre un cráneo, dos tibias, y fragmentos de otros diez cráneos (algunos de los cuales casi completos), así como algunas herramientas asociadas. La cosa se iba poniendo interesante porque en Ngandong, lo que hasta entonces se conocía como Pitecanthropus erectus parecía contemporáneo de otros restos de Homo más modernos que habían llegado desde Asia continental y, tal vez, desde África.

En los mismos años, von Koenigswald encontró en Bengawan Solo, también en el inagotable Valle del Solo, más calaveras y fragmentos de cráneo, y en 1936 excava el yacimiento de Mojokerto donde encuentra el cráneo denominado "el Niño de Mojokerto". Considerándolo muy cercano a los humanos, "bautiza" a su propietario como Pitecanthropus mojokertensis, lo que provoca la protesta de Dubois, que consideraba a su pitecántropo como un mono-hombre, y no un humano. Finalmente en 1937 Koenigswald, con el Servicio Geológico Holandés, encuentra más pitecántropos en el Domo de Sangiran, yacimiento que luego proporcionaría el 80% de todos los homínidos encontrados en toda Indonesia.

Bueno, ¿qué estaba pasando aquí?. En el transcurso de cuarenta años se habían encontrado importantísimos restos homínidos en Asia Oriental y había que empezar a dar explicaciones. Finalmente fue el biólogo alemán Ernst Walter Mayr (1904 - 2005) uno de los especialistas en evolución más destacados del siglo XX quien estudió las similitudes entre el Hombre de Java y el Hombre de Pekín y se dio cuenta de que se trataba de la misma especie, que en 1950 define y renombra como Homo erectus. Ya tenemos aquí nuestro nuevo antepasado.

Sello de Indonesia mostrando el fósil de Sangiran

Pero no acaba aquí la cosa. En 1960 Louis Leakey halla un cráneo de H. erectus en el yacimiento de Koobi Fora, en la Garganta de Olduvai, Tanzania, siendo la primera vez que se reconoce en África. Desde ese momento, muchos más restos de erectus se hallarían en África oriental y del Sur, y en 1964 se reconocen también como H. erectus los restos de otro homínido en Ternifine (Argelia).

¿África? ¿Asia oriental?. ¿De dónde vino este homínido notable?

Cronología, anatomía y biología de H. erectus

Bien, antes de entrar en otras disquisiciones, voy a hablarte ahora de lo que sabemos sobre el aspecto físico de tu tatarabuelo erectus, y qué se ha podido deducir a partir de sus fósiles sobre su forma de vida.

Lo primero que tienes que tener claro es su cronología. ¿En qué época vivió H. erectus?

H. erectus se originó en África oriental hace aproximadamente dos millones de años, a comienzos del periodo Pleistoceno. Como siempre sucede con los Homínidos, es difícil establecer cómo surgió. Tal vez la teoría más aceptada está en que evolucionó a partir de H. habilis, pero tiene la objeción de que ambas especies coexistieron en África durante medio millón de años.

Lo más notable de H. erectus es que fue el primer homínido que abandonó África, y lo hizo a lo grande y relativamente rápido, siguiendo presumiblemente una ruta costera a través de Oriente Medio (documentado en Dmanisi, Georgia, hace entre 1,8 y 1,6 millones de años) y, en dos direcciones desde allí, hacia China (donde se documenta en el yacimiento de Lantian hace 1,6 millones de años) y hacia el Sureste asiático, donde en Java también está documentado hace entre 1,6 y 0,5 millones de años. El Pitecanthropus erectus que encontró Dubois se dató hace entre 1 y 0,7 millones de años.

Cronología de los Homínidos. Encyclopaedia Britannica

Este dinámico homínido logró prosperar en los lugares donde se asentó, y así, el Hombre de Pekín se dató hace 750.000 años y los restos de Nankín en 600.000 años. Pero interesantemente, precisamente por esta época es cuando H. erectus desaparece de África y se convierte en una especie totalmente asiática.

Los últimos restos fósiles documentados sin ningún género de dudas corresponden a los H. erectus de Ngandong, los que descubrió Koenigswald, hace entre 116.000 y 108.000 años. Es decir, que los primeros restos fósiles descubiertos de H. erectus, los "pitecántropos" de Java, son en realidad los más jóvenes, seguidos de los "Hombres de Pekín".

Pero existen dudas sobre la datación de algunos fósiles de H. erectus procedentes de Ngandong, que arrojaron en su momento una antigüedad de hace entre 70.000 años como poco. Entre 2008 y 2010 se volvió a excavar en el yacimiento para intentar precisar mejor su edad, y se dataron algunos artefactos encontrados allí hace entre 130.000 y 100.000 años. El otro yacimiento donde habría que concretar bien la datación es Sambungmacan, también en el río Solo, donde en 1973 se encontraron restos de H. erectus datados hace entre 53.000 y 27.000 años. Esta datación tiene su importancia, porque si es correcta indica que, al menos en Java, los últimos H. erectus llegaron a convivir con H. sapiens, que empezó a llegar al Archipiélago malayo hace 70.000 años.

Se trata de la especie humana que más tiempo ha vivido en nuestro Planeta.

Anatomía y biología de H. erectus

Estamos ante un Homínido con una capacidad craneal (que nos da idea del grado de desarrollo de su cerebro) respetable: entre 850 y 1.000 cm3. Los ejemplares más "jóvenes", esto es, los correspondientes a Asia oriental tienen una capacidad craneal algo más mayor que los ejemplares africanos, lo que indica una clara tendencia evolutiva hacia el aumento del tamaño del cerebro. Se ha calculado que, en H. erectus, cada generación ganaba unas 125.000 neuronas, cada una con sus conexiones nerviosas correspondientes.

"Turkana Boy", uno de los esqueletos de H. erectus mejor conservados. Museo Americano de Historia Natural

Además de su bóveda craneal un tanto abombada en sentido transversal, presentaba un cierto prognatismo,  esto es, que el macizo facial se prolongaba hacia adelante (no como nosotros los sapiens, que tenemos un perfil facial casi vertical), la frente huidiza y sin mentón. Sobre los ojos, tenían un muy notable y prominente "toro supraorbital", que es un abultamiento óseo que se situaba justo sobre los ojos.

En cuanto a la estatura, H. erectus no era ningún alfeñique y su variación en estatura era prácticamente la misma que H. sapiens: entre 1,46 y 1,85 m de altura y un peso entre 40 y 68 kg.

Una de las objeciones que se han hecho en varias ocasiones al reconocimiento de una sola especie de H. erectus es su variabilidad de tamaños entre individuos, lo que ha llevado al establecimiento de varias subespecies. Pero ciertos estudios han llegado a la conclusión de que esta variabilidad entre individuos entra estadísticamente dentro de lo normal en otras especies de Primates. Su proporción de brazos y piernas es la misma que entre los humanos actuales, y huellas encontradas en Kenia nos hablan de un paso muy parecido al nuestro.

Cráneo de H. erectus. Naturmuseum, Freiburg

Ahora bien, no hay consenso sobre si H. erectus era una especie con especiales aptitudes corredoras. Cuando examinemos la expansión geográfica de estos homínidos volveremos sobre esto. Lo que sí parece claro es que, según la anatomía de su cintura escapular (hombros-escápulas-clavículas), H. erectus no sería capaz de arrojar una lanza o, al menos, de la manera eficiente y mortífera que sí era capaz H. sapiens, dato interesante para los que creen que ambas especies llegaron a convivir en algún lugar. Parece ser que H. erectus usaba la lanza blandiéndola.

Porque H. erectus fabricaba y usaba herramientas. Los instrumentos fabricados por H. erectus se asignan a la Cultura Achelense, y constaba de bifaces, cuchillos, puntas, hachas de mano, raspadores y lascas retocadas. Además, se cree que fue el primer homínido en dominar el fuego, hace un millón de años.

Bifaces ache lenses. Konso, Etiopía

Como ves, había armas dedicadas a la caza y al despedazamiento de la carne. Se cree que la elevada capacidad cerebral de H. erectus exigía un elevado consumo de carne para poder satisfacer el elevado gasto energético que el cerebro implica. Y no solo esto. Un bebé con una cabeza mayor exigía una anatomía femenina con una cadera más ancha, menos dimorfismo sexual al "construir" una fisonomía femenina más robusta, y seguramente las mujeres embarazadas necesitaban suplementos alimenticios, lo que nos lleva de nuevo a una fuerte cultura cazadora de animales.

Y ahora viene el preguntarnos por qué se produjo esa explosiva expansión fuera de África de H. erectus. Parece ser que el mayor requerimiento de carne de caza condujo a mayores territorios que permitiesen mayores campeos en busca de caza. La época del comienzo de la gran expansión de H. erectus coincide con la expansión del hábitat sabanoide y de muchas especies de herbívoros que se especializan en dicho hábitat, lo que llevaría a H. erectus a moverse cada vez más recorriendo las sabanas eligiendo presa y abatiéndola. Ahora bien, ningún homínido ha desarrollado jamás una velocidad de carrera capaz de dar caza a un herbívoro que huye.

Expansión geográfica de H. erectus

De ahí las dudas sobre la necesidad de H. erectus de correr rápido. Creemos que se trataba más bien de una especie marchadora, habituada a recorrer la sabana en busca de rastros de posibles presas, y observarlas siguiéndolas hasta encontrar el modo de acercarse a ellas mediante la astucia y el camuflaje, y poder atacarlas luego por sorpresa o usando el ingenio, y atacar con sus armas en corto pues, como has visto antes, H. erectus no parecía muy adaptado a arrojar lanzas a buena distancia.

Por tanto, esta mayor movilidad y capacidad marchadora fue favoreciendo la colonización de nuevos lugares y territorios de caza, y H. erectus fue expandiéndose en forma de "mancha de aceite" y, piano piano se llega lontano, no paró hasta llegar a Java. Me recuerda un poco a aquella famosa escena de la película "Forrest Gump" en la que el protagonista decide salir a correr "un poco", y acaba recorriéndose el país de costa a costa durante tres años. ¿Me entiendes?. Un marchador de fondo eficiente, sin duda.

Como te dije antes, no está claro aún si H. erectus y H. sapiens llegaron a convivir en algún sitio. Si así llegó a suceder, estaba claro que los días de erectus estaban contados. De la comparación entre el cerebro de ambas especies se ha llegado a inferir lo siguiente:

- El área cerebral dedicada al pensamiento complejo está mucho más desarrollada en sapiens que en erectus. Esto, y las evidencias paleontológicas (como por ejemplo el uso de huevos de avestruz como cantimplora en el Desierto de Thar, India, por parte de humanos modernos) nos indican que H. sapiens es capaz de planificar y de anticipar situaciones, mientras que H. erectus probablemente era más reactivo que proactivo.

- El área del lenguaje en sapiens está muy desarrollada, y no es ningún secreto que dominamos el lenguaje hablado, el escrito y el simbólico. Parece ser que H. erectus no tenía esa capacidad para el lenguaje hablado.

Comparación de cráneos de australopiteco, erectus, Neanderthal y hombre moderno

Por consiguiente, una especie capaz de diseñar y trazar planes, y compartirlos entre varios individuos mediante el lenguaje, y que además podía atacar y defenderse a distancia arrojando lanzas y hondas no podía tener ningún rival en H. erectus.

Relación evolutiva entre H. erectus y H. sapiens

Te he dicho antes que, probablemente, sapiens y erectus no llegaron a convivir. Entonces, ¿qué relación existió entre ambas especies de homínidos?. Descienden los humanos modernos de algún modo de H. erectus o se trata de ramas evolutivas diferentes y divergentes?

Bueno, fíjate que H. erectus desaparece del registro fósil africano hace unos 700.000 años, mucho antes de que apareciese H. sapiens que, como sabes, aparece en África hace unos 200.000 años. ¿Dejó descendientes?

El tema se empezó a complicar cuando en 1972 Louis Leakey encuentra una mandíbula en Ileret, junto al Lago Turkana, que identifica como perteneciente a "una especie de Homo desconocida". En 1975 los paleontólogos Colin Groves y Vratisláv Mazák definen, a partir de esta mandíbula, una nueva especie de homínido que denominaron Homo ergaster. 

Rápidamente empezó una disputa antropológica que lleva hasta hoy en día, pues no toda la comunidad científica acepta esta especie, y todo lo más, la reconocen como una subespecie de Homo erectus: H. erectus ergaster. El problema estriba en que H. ergaster ocupa el mismo hábitat y la misma cronología que los primeros H. erectus, es decir, hace entre 1,9 y 1,5 millones de años.

Mandíbula de H. ergaster

Este problema tiene importantes implicaciones sobre el origen de Homo sapiens, ya que según la interpretación más extendida hoy día, H. ergaster habría dado origen a H. antecessor y éste, a través de H. heidelbergensis, al Hombre de Neandertal y a su especie hermana, el Hombre Moderno. Si reconocemos, por el contrario, a H. ergaster como subespecie de H. erectus, entonces los erectus africanos serían directamente nuestros antecesores sin solución de continuidad.

Existe otra "interpretación" entre antropólogos, y sería considerar a H. ergaster/erectus como una "cronoespecie", es decir, una especie que no se extingue sino que cambia imperceptiblemente hasta dar origen a la siguiente, que sería su "hija". Según esta convención, se denominan como "ergaster" a los fósiles africanos de esta especie, y se reserva el nombre "erectus" a los fósiles asiáticos. Parece un compromiso elegante y salomónico, pero como todas las soluciones salomónicas no es del todo convincente pero al menos sí explicaría el por qué H. erectus sobrevivió en Asia (y eventualmente convivió con H. sapiens) mientras se extinguió en África (que, en realidad, no sería una extinción sino un cambio imperceptible hacia H. antecessor).

Panorama de los Homínidos hace 1,7 millones de años

Ahora bien. Usa tus celulitas grises y piensa un poco. Para que H. ergaster diera origen a dos especies nuevas tuvo que producirse algún tipo de separación geográfica entre poblaciones, de tal forma que una de las poblaciones dio origen (en África) a H. erectus, que luego emprendió su expansión fuera de África, y la otra población dio origen a H. antecessor, en África también. Otra especie viajera, que por ignotos caminos llegó a Europa, donde sus primeros fósiles fueron descubiertos en nuestro fantástico yacimiento de Atapuerca. Por esta razón muchos antropólogos exigen que sólo los fósiles más antiguos del complejo H. ergaster/erectus sean considerados "ergaster" y sus fósiles africanos más modernos sean considerados "erectus", salvaguardando el origen africano de H. erectus.

Sólo nos queda una pregunta por responder. ¿Qué relación (si la hay) existe entre H. erectus y los "Hobbits" del sureste asiático?

Homo erectus y los Hobbits

Se denominan popularmente como "Hobbits" a dos especies de homínidos afectados supuestamente de "enanismo insular":

- Homo floresiensis, de la Isla de Flores (Indonesia), descubierta en 2003 y descrita en 2017. Está datada hace entre 190.000 y 50.000 años.

- Homo luzonensis, de la Isla de Luzón (Filipinas), descubierta en 2007 y descrita en 2019. Está datada hace unos 50.000 años, y se han encontrado evidencias de actividad homínida en la Isla hace entre 771.000 y 631.000 años, pero no está claro si esta actividad es debida a H. luzonensis o a sus antecesores. Por cierto, a diferencia de Flores Luzón siempre fue una isla durante todo el Cuaternario, por lo que estos homínidos tuvieron que arribar por vía marítima sí o sí. Navegando, lo que aporta información más que interesante sobre los skills de los Homínidos del Pleistoceno Medio.

Comparativa de tamaños entre H. habilis, H. erectus y H. floresiensis

Ambas especies llegaron a convivir con H. sapiens que, muy posiblemente (pero no tenemos pruebas de ello) fue la causante de su extinción.

La pregunta está clara: ¿Quiénes fueron los antecesores de estos Hobbits?. Lo más lógico es pensar que H. erectus, presente en la región desde hace 1,6 millones de años (aunque sólo tenemos fósiles de la Isla de Java) podría ser el antecesor de estos homínidos enanos, y así lo vas a ver escrito en muchos sitios. ¿Esto es así?

Pues no. 

En el caso del "Hombre de Flores", un análisis cladístico llevado a cabo en 2009 arrojó una sorprendente conclusión: el Hobbit de Flores es el descendiente de una remota línea homínida que se originó en África antes que el propio H. erectus y que, por consiguiente, sería en realidad el primer Homo que salió de África. Se trata de una línea de homínidos de la que no sabemos nada porque sólo tenemos los fósiles de Flores y ningún otro intermedio que se pueda relacionar con él. Sin embargo, se ha calculado que los ancestros del Hombre de Flores llegaron a esta Isla hace un millón de años, es decir, cuando H. erectus se había asentado en la zona.

Como explicación, se me ocurre que erectus, más fuerte y avanzado que floresiensis, pudo desplazar a éste de su hábitat, exterminándolo por competencia. Los últimos Hombres de Flores pudieron sobrevivir refugiándose en una Isla (Flores) donde H. erectus no pudo llegar, y experimentando entonces el proceso de enanismo insular. Lamentablemente, la táctica que le sirvió con erectus no pudo nada contra el implacable sapiens.

El origen del Hobbit está en antiguos homínidos africanos

Pero con Homo luzonensis la cosa no está tan clara, ya que con el Hombre de Luzón no fue posible obtener ADN viable para realizar los mismos estudios que se realizaron con el Hombre de Flores. Por eso, en este caso quedan abiertas tres hipótesis, que sólo el tiempo y nuevos descubrimientos podrán dilucidar:

1- El Hombre de Luzón desciende de poblaciones antiguas de H. erectus

2- Desciende de la misma línea de homínidos desconocidos que originaron al Hombre de Flores

3- Desciende de otra línea homínida completamente desconocida para nosotros, que también se originó en África.

¿A que el estudio de los orígenes de la Humanidad es apasionante y encierra misterios insondables?


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