Corales: los grandes arquitectos del Reino Animal

Querida hija:

Mucha gente se sorprende cuando se entera por primera vez que los corales no son piedras ni son plantas sino que son animales. Para que veas la infinita variedad y diversidad del Reino Animal. Además, en estos tiempos recios de calentamiento global habrás oído en la tele muchas veces que los arrecifes de coral son unos de los ecosistemas más vulnerables al mismo. Y esto es grave porque estamos hablando del ecosistema más biodiverso de los Océanos. Por tanto, creo que se impone explicarte hoy qué es un coral, qué es un arrecife y por qué son tan importantes para el ser humano.

Las tortugas marinas también frecuentan los arrecifes de coral


Para empezar, ¿qué es un coral?

Pues un coral es una asociación colonial de unos animalitos muy pequeñitos que se llaman "pólipos de coral". ¿Qué clase de animales son éstos?

¿Recuerdas cuando te hablé sobre los Tipos o Filos del Reino Animal?. Bien, los corales son animales del Filo Cnidaria y son parientes de las medusas (que igual te suenan más), que también son cnidarios. Los Cnidarios, generalizando mucho, son animales que tienen forma de saquito, con la boca en la parte superior. Esa boca está rodeada de una corona de tentáculos y tienen unas células urticantes que usan para capturar su alimento, que son microorganismos que flotan en el agua. Porque los Cnidarios son animales oceánicos en su gran mayoría. Son considerados los animales más simples que presentan células nerviosas.

Anatomía de un pólipo de coral. (Dibujo de Josuevg)


Se reproducen tanto sexual como asexualmente. Cuando tienen reproducción sexual, los gametos son expulsados directamente al agua, donde se produce la fecundación externa. Del huevo eclosiona una larva llamada plánula que nada libremente y finalmente se fija sobre una superficie (una roca, otro coral...) adoptando el aspecto de un pólipo, que ya no se moverá de ahí. Cuando este pólipo se reproduce, la siguiente generación no es un pólipo sino una medusa, que es una forma que nada libremente, y cuando ésta medusa se reproduzca dará origen a un pólipo...

Es decir, que en teoría los Cnidarios se reproducen mediante generaciones alternas pólipo-medusa. Y digo en teoría porque en la práctica dentro de este Filo se dan varias situaciones. Por ejemplo, muchas medusas (Clase Hydrozoa) no pasan por una fase pólipo. O, centrándonos ya en los corales, éstos no tienen una fase medusa sino únicamente pólipo.

Ciclo de vida de un coral


Los corales también pueden reproducirse asexualmente mediante gemación (aparece una "yema" en un costado del adulto, que va creciendo hasta convertirse en otro pólipo asociado al primero) o mediante división, por la que el pólipo adulto da lugar a dos pólipos idénticos.

Los corales son los Cnidarios que pertenecen a la Clase Anthozoa, son pólipos de simetría hexarradial u octorradial correspondiendo a los dos grandes grupos de corales: los Corales "duros", de seis tentáculos (o múltiplo de seis) y los corales "blandos", de ocho tentáculos. O, en términos taxonómicos: Hexacoralia (parientes de las Anémonas) y Octocoralia.

Ejemplo de hexacoralario: el coral mesa (Acropora latistella). Foto: Nick Hobgood


Ahora viene un concepto muy importante que debes entender y recordar, y que constituye la gran diferencia entre los corales duros y los blandos: los corales duros están asociados a unas algas fotosintéticas llamadas zooxantelas. Se trata de una relación de simbiosis: estas algas se integran en los mismísimos tejidos del pólipo, obteniendo protección y alimentación de los productos de desecho del pólipo, y a cambio le cede el oxígeno procedente de su fotosíntesis y una serie de moléculas como ciertos tipos de azúcares que le proporcionan al pólipo la energía necesaria para construir un exoesqueleto de carbonato de calcio, a partir del calcio capturado directamente del océano. Estos pólipos complementan su alimentación capturando plancton, pero no es una alimentación exclusiva.

Ejemplo de coral blando: coral rosa (Dendronephthya klunzingeri)


Este esqueleto es como una "armadura" para el pólipo, y va creciendo durante la vida del animal. Cuando el pólipo muere, este exoesqueleto permanece, y es el que forma la estructura del coral en sí. Por eso nos parece que un coral es una especie de roca, pero no lo es. Como los pólipos son animales coloniales, que viven juntos interconectados por ciertos tejidos de su organismo (para que lo entiendas, es como si todos estuvieran tapados por una gran "manta" de tipo orgánico), la unión de todos estos exoesqueletos es lo que les confiere su "dureza", y de ahí su nombre. Estos corales reciben también el nombre de "escleractinios" porque la gran mayoría de los corales que forman arrecifes pertenecen al Orden Scleractinia.

Sin embargo, los corales "blandos" (o Alcionarios, aunque este sólo es el nombre de uno de los Ordenes de esta Subclase) no están asociados a ninguna alga, y por esto son exclusivamente carnívoros ya que deben obtener sus alimentos exclusivamente del plancton que capturan con sus tentáculos. Y tampoco segregan un exoesqueleto como los Hexacorales, pero no están desprovistos de rigidez ya que sí pueden segregar unas espículas córneas que estructuran sus cuerpos. Diríamos que tienen una estructura esquelética pero no un exoesqueleto, como por ejemplo en las gorgonias.

Ubicación de las zooxantelas en los tejidos del pólipo (Encyclopaedia Britannica)


Esta diferencia entre Hexacorales y Octocorales impone también importantes diferencias ecológicas:

- Los corales duros necesitan ciertas condiciones del agua para que la química de sus procesos vitales funcione: las zooxantelas necesitan luz para su función fotosintética, y por eso los corales duros viven en aguas claras, limpias y a profundidades no mayores de 50-100 metros (idealmente entre 20 y 30) para recibir la luz del sol necesaria. También necesitan una temperatura estable de entre 20 y 30 grados centígrados de temperatura, y ciertas condiciones de salinidad y acidez. Es por esta razón que los corales duros viven en aguas tropicales y subtropicales, pero solo en zonas concretas donde se pueden asegurar todas estas condiciones físico-químicas. Aquí aparecen los famosos arrecifes de coral.

- Los corales blandos, al no estar asociados a zooxantelas, no necesitan un acceso tan directo a la luz solar y pueden vivir a mayores profundidades y también fuera de aguas tropicales (por ejemplo, el famoso coral rojo, Coralium rubrum, en el Mar Mediterráneo). Estos corales no forman arrecifes.

Cronología de la evolución de los corales


Los corales son organismos muy antiguos, y se cree que aparecieron en el Cámbrico hace 535 millones de años, si bien los primeros fósiles no aparecen hasta el Ordovícico, 100 millones de años más tarde. Hubo dos grupos de corales extinguidos que fueron los primeros en aparecer: los rugosos, que están documentados desde el Ordovícico hasta la Gran Extinción del Pérmico, y que fueron sustituidos por los tabulares, también extinguidos en la Extinción Pérmico/Triásico. Los actuales corales escleractinios aparecen en el Triásico hace 230 millones de años, y se generalizan a partir del periodo Jurásico, llegando hasta hoy día.

Para terminar, te diré que hay en total unas seis mil especies de corales en todo el mundo, pero corales que forman efectivamente arrecifes, estamos hablando de unas 800 especies, que son las que consideraremos aquí. 

Pero estas especies de corales están desigualmente distribuidas. Si bien podemos encontrarlos en aguas tropicales y subtropicales de todos los Océanos, existe un verdadero centro de biodiversidad coralina en el llamado "Triángulo de Coral", un área situada en el Sureste Asiático, con su vértice superior en Luzón (Filipinas), su vértice izquierdo al este de Java (Indonesia) y el vértice derecho en las Islas Salomón (Melanesia). O sea, que engloba al archipiélago filipino, la Wallacea, Nueva Guinea y las Salomón.

Mapa de ubicación del "Triángulo del Coral"


Aquí la diversidad coralina es asombrosa: nada menos que el 76% de las especies de corales viven aquí, estamos hablando de 605 especies conocidas, siendo su epicentro la Península de Doberai (Nueva Guinea), con 574 especies que constituyen el 95% de las especies del Triángulo de Coral y el 72% del total mundial. Sólo en el Archipiélago de Raja Ampat alberga 554 especies de corales.

Se cree que esta fantástica diversidad, que contrasta con la relativa pobreza del Océano Atlántico (casi todos concentrados en el Mar Caribe, con 60 especies) viene motivada por la geografía del Archipiélago de Insulindia, nada menos que 18.500 islas que presentan aguas poco profundas que reúnen las características que necesitan los corales en una gran extensión de terreno, y esta geografía enloquecida favorece la mezcla de varias corrientes marinas que llevan sus nutrientes, como por ejemplo las Corrientes Nor-Ecuatorial y Sur-Ecuatorial, con sus contra-corrientes correspondientes, o la Corriente Costera de Nueva Guinea, además de otras corrientes menores.

Los arrecifes de coral: las "selvas del mar"

Bien hija mía, seguro que has oído hablar de los arrecifes de coral. Como te he explicado anteriormente, una cosa es un coral y otra el arrecife. No todos los corales forman arrecifes, y no todos los arrecifes están formados exclusivamente por corales, aunque sin duda son el grueso de su composición.

Arrecife de coral en el Atolón de Palmyra (Océano Pacífico Central)


Un arrecife de coral es una estructura de carbonato de calcio formada por la agrupación de muchos corales, agrupación que puede alcanzar una gran longitud y/o superficie. Y es lógico: si hay una zona marina donde se dan las condiciones para que vivan los corales, es lógico que sus respectivas colonias acaben saturando el espacio disponible o, al menos, ocupando buena parte de él. Por eso un arrecife de coral puede ser comparado a una construcción. Y de hecho, los arrecifes de coral son la única construcción de origen natural que puede ser vista desde el espacio.

Un arrecife es, pues, un conjunto más o menos vasto de diferentes colonias de corales de diferentes especies, a los que se pueden agregar Actinias, ciertas algas coralinas (algas que precipitan también carbonato de calcio en sus células) y algunos Moluscos como las gigantescas tridacnas, que se incrustan e integran en los arrecifes como si fueran un ladrillo más.

Los principales arrecifes de coral del mundo son:

- La Gran Barrera Coralina, con 2.600 km de longitud a lo largo de la costa de Queensland (Australia)
- El Arrecife Mesoamericano, con 1.000 km desde Yucatán (México) hasta las Islas de la Bahía (Honduras)
- Las Lagunas de Nueva Caledonia: en torno del extremo Norte de la Grande Terre, o isla principal. Si bien es el tercero en tamaño a nivel mundial, es el más largo arrecife continuo del mundo con 1.500 km ininterrumpidos.
-La Barrera Coralina de Andros (Bahamas)

La Gran Barrera de Coral vista desde el espacio (satélite Envisat - Agencia Espacial Europea)


Luego ya vienen arrecifes de menor tamaño en el Mar Rojo, los Cayos de Florida, las Islas Maldivas, etc.

Formación

La formación de un arrecife de coral está influido por varios factores: el nivel del mar, el tipo de sustrato oceánico sobre el que se construye, y los climas local y general. Si bien los corales han formado arrecifes desde hace millones de años, éstos han sido destruidos repetidamente por los propios cambios geográficos y geológicos de la Tierra. 

Ubicación normal de un arrecife de coral (Dibujo: José Manuel Ruiz)


Por esta razón, la inmensa mayoría de los arrecifes de coral actuales son relativamente jóvenes, y datan del fin del Último Periodo Glacial, cuando el nivel del mar subió generalizadamente por todo el planeta al derretirse los glaciares. Los arrecifes suelen crecer cuando el nivel del mar sube, por la sencilla razón de que los corales, al quedar más sumergidos, necesitan "alcanzar" lugares más someros para que les siga llegando la luz solar. Por eso, hubo un periodo de intenso crecimiento de los arrecifes durante el comienzo del Holoceno, como se ha documentado en la Gran Barrera Australiana desde hace 8.000 hasta hace 6.000 años. Luego, cuando el nivel del mar se estabiliza, se alcanza un equilibrio y los corales ralentizan su tasa de crecimiento.

Según subía el nivel del mar, los corales situados a mayor profundidad iban "ahogándose" y muriendo, mientras que los nuevos corales crecían sobre ellos, buscando con ahínco la luz solar. Los arrecifes, para formarse y crecer, suelen apoyarse en los "taludes continentales", esto es, la zona justo donde termina la Plataforma Continental y cae la profundidad acusadamente. Por eso, la gran mayoría de los arrecifes se forman "apoyándose" en islas o en las plataformas continentales actuales o antiguas, de tierras continentales o islas grandes. En algunos casos los movimientos tectónicos han "subido" porciones del fondo marino donde se formaron también arrecifes de coral al acercarse a la luz solar.

Los arrecifes pueden ser de muchos tipos. Los más importantes serían:

- Arrecife costero: que está pegado a la costa o separado de ella por un delgado canal.

- Arrecife de parche o de plataforma: que surge en medio de una laguna (normalmente), sin apoyarse en ninguna isla previa ni costa alguna, sino que se apoya directamente en el fondo marino.

- Arrecife de barrera: corre paralelo a la costa, dejando una distancia hacia ella (como la Gran Barrera Australiana)

- Arrecife de atolón: un tipo particular de arrecife de barrera, que forma un círculo en torno de una antigua isla volcánica que acabó hundiéndose. Queda el atolón con una laguna salada en medio. Fue Darwin el primer naturalista que aventuró una hipótesis sobre su formación, y además estuvo en lo cierto, cuando los observó en Tahití en su viaje con el Beagle. Un ejemplo de atolón es Rangiroa, en la Polinesia Francesa. 

Formación de un arrecife de atolón


Tienes que entender que la parte del atolón que asoma fuera de la superficie del mar no está formada por coral vivo, sino por una estructura formada por corales muertos unidos por una argamasa de sedimentos marinos y restos de conchas de otros organismos marinos: este "terreno" acaba siendo colonizado por plantas, que germinan y consolidan la nueva isla. La famosa "arena de coral" que forma playas en estos atolones y en otras islas tropicales, si la miras al microscopio, verás que está formada en efecto de fragmentos de corales muertos, pero también de conchas de Moluscos y Foraminíferos, entre otros organismos.

Biodiversidad

Se trata de un ecosistema importantísimo: es el ecosistema más rico y biodiverso de los Océanos: con apenas el 0,1% de la superficie oceánica, albergan el 25% de todas las especies de organismos marinos del Planeta: peces, moluscos, crustáceos, esponjas, equinodermos, anélidos...y un largo etcétera. ¿Te acuerdas del Triángulo de Coral?. Si los arrecifes de coral son las "selvas del mar", el Triángulo del Coral es el Amazonas del Mar: por ejemplo alberga 2.228 de las más de 4.000 especies de peces coralinos, y están presentes seis de las siete especies de tortugas marinas.

La biodiversidad del arrecife de coral es asombrosa


¿De dónde viene esta fantástica biodiversidad?

Pues de una cosa que se llama la "Paradoja de Darwin". Consiste en lo siguiente: los arrecifes de coral son un "punto caliente" de la biodiversidad mundial, pero paradójicamente se encuentran en aguas pobres en nutrientes. ¿Cómo es esto posible?

En efecto, en los mares, las aguas son tanto más ricas en nutrientes cuanto más frías y profundas son. Y, como ya sabes, los corales viven y prosperan en aguas someras y cálidas. Esto es, justo lo contrario. ¿Qué está pasando aquí?. Pues pasa que las "selvas marinas" coralinas funcionan de la misma manera que las selvas terrestres: reciclando los nutrientes.

Red trófica en el arrecife de coral (education.nationalgeographic.org)


Es decir: gran parte de la producción alimentaria básica de un arrecife de coral la efectúan las zooxantelas, las algas fotosintéticas de las que ya te he hablado. A partir de aquí, los corales no necesitan "cazar" mucho plancton. Pero, a cambio, los propios corales sirven de alimento a muchas especies de peces y otros organismos marinos a los que, además, proporcionan refugio y protección. Y estos organismos que se alimentan de los corales forman, a su vez, la base de una cadena trófica cuyos desechos acaban siendo consumidos por los propios corales en forma de plancton que se alimenta de los detritus segregados por todas las cadenas tróficas que se originan en el arrecife. El arrecife es, pues, una fantástica máquina generadora y recicladora de alimentos en medio de un desierto trófico.

En esta biodiversidad coralina los erizos de mar desempeñan un papel fundamental. Estos Equinodermos son consumidores de algas marinas, que son las competidoras ecológicas naturales de los corales. Se ha demostrado que, allí donde los erizos de mar disminuyen o desaparecen, los corales desaparecen o disminuyen mucho "comidos" por las algas, que les disputan el espacio. Esto se ha demostrado y estudiado concretamente en Jamaica, con el erizo de mar Diadema antillarum.

Erizo negro


Pero son los peces los inquilinos más conocidos del arrecife de coral. En el arrecife, los peces son solitarios y territoriales puesto que el arrecife ofrece refugios individuales que hay que defender. Por eso los peces coralinos son de vivos y bellísimos colores: son "semáforos vivientes" que avisan con su colorido de su presencia a otros: "¡eh!, ¡estoy aquí, no se te ocurra acercarte a mi territorio!".

Tenemos en este grupo a los peces ballesta (Tetraodontiformes, Balistidae), como por ejemplo el pez ballesta picasso (Rhinecanthus aculeatus), grandes consumidores de erizos de mar, los pomacéntridos (Perciformes, Pomacentridae), como los peces damisela (Dascyllus trimaculatus) o los Peces payaso (género Amphiprion), tan conocidos por su asociación mutualista con las anémonas de mar, los enormes y robustos meros (Serranidae), consumidores también de erizos de mar y de algas marinas, por lo que favorecen la existencia de los corales, o los dos grandes grupos de peces que se alimentan directamente de los corales: los peces loro (Scaridae) que arrancan los trozos de coral con su endurecido "pico de loro", como por ejemplo el pez loro cabeza de globo (Scarus ghobban), o los peces mariposa (Chaetodontidae), que con su forma cuadrada y sus vivísimos colores son los verdaderos símbolos de la ictiofauna coralina.

Pez ballesta picasso (Arpingstone)


Por supuesto, luego tenemos a los depredadores de los peces anteriores, como las morenas (Anguilliformes, Muraenidae), que con su cuerpo serpentiforme de hasta metro y medio de longitud, se ocultan en grietas y agujeros de los corales para acechar a sus presas, que capturan con sus afilados dientes, los tiburones (Condrictios), las barracudas (Scombriformes), los pargos (Lutjanidae), y un largo etcétera.

Santuario Nacional Marítimo "Flower Garden", en el Golfo de México entre Texas y Louisiana


Aparte de los peces, los arrecifes de coral son también refugio para otros organismos marinos como las esponjas (Porifera), Anélidos Poliquetos, Gusanos nemertinos o gusanos planos, Crustáceos (uno de los grupos de organismos más numerosos del arrecife, entre los que destacan los Decápodos: gambas, cangrejos y langostas). Moluscos como caracoles, quitones y bivalvos (entre los que se encuentran las mayores almejas del mundo, las tridacnas), Cefalópodos, o Equinodermos.

De entre los Equinodermos debo destacarte especialmente una estrella de mar: la estrella de mar corona de espinas (Acanthaster planci), una de las estrellas de mar más grandes con un diámetro de 35 centímetros y hasta 23 brazos, erizada de espinas. Esta estrella se alimenta exclusivamente de corales duros y en algunos lugares como la Gran Barrera Australiana se ha convertido en una amenaza para la supervivencia de los corales pues desde los años 1960 ha protagonizado diversas épocas en las que se volvía una plaga y se hacía muy abundante, devorando hasta 478 cm2 de corales diariamente.

Estrella de mar corona de espinas


Todavía no queda muy claro si la actividad humana tiene que ver con ello, pero tiene toda la pinta porque se sospecha que la sobrepesca de peces que se alimentan de estas estrellas y sobre todo la abusiva recolección de tritones del género Charonia, que también las depredan, podría estar tras ello. Junto con el calentamiento global, que estimula el desarrollo de las larvas de este depredador.

Dos mamíferos marinos también han prosperado históricamente en las aguas tropicales donde hay arrecifes de coral, alimentándose de sus muchas especies de peces: la foca monje del Caribe (Neomonachus tropicalis), exterminada por los humanos en 1952, y la foca monje de Hawai (N. schauinslandi), muy escasa.

Distribución mundial de los arrecifes de coral


Sin olvidar tampoco la gran cantidad de aves marinas que se alimentan también de los peces y los cefalópodos presentes en estas aguas. 

Por lo tanto, empiezas a darte cuenta de la extraordinaria importancia ecológica que los arrecifes de coral tienen para los animales marinos. Pero también tienen una extraordinaria importancia para el ser humano. ¿Y cómo se lo pagamos?, pues amenazándolos, como siempre. Te lo explico en el último epígrafe.

Servicios ecosistémicos y amenazas.

Se conoce como "servicio ecosistémico" a todo aquél que la Naturaleza presta al ser humano. No conscientemente, claro está, pero son beneficios reales y tangibles que la Naturaleza nos proporciona gratuitamente. Y, como todo servicio, puede medirse y calcularse en dinero contante y sonante.

Pues bien, alguien se ha molestado en calcular el valor monetario de los servicios ecosistémicos que los arrecifes de coral nos proporcionan. El resultado ha sido sorprendente: el arrecife de coral es el ecosistema más valioso del Planeta, pues nos proporciona servicios por valor de 500.000 dólares estadounidenses por hectárea y año. Medio millón. Se dice pronto. ¿Y qué beneficios son éstos?

- Primero, la actividad pesquera. Como antes te he explicado, los arrecifes de coral son un oasis en un desierto ecológico, y concitan una ictiofauna que no estaría allí de no existir. Y esos peces se pescan y son consumidos por millones de personas en todo el mundo. Sólo en el Triángulo del Coral nada menos que 126 millones de personas dependen para su sustento de la pesca de los peces coralinos. Y la pesquería de los atunes es una importantísima pesquería derivada de este ecosistema en esta región. Pero, ¡cuidado!, en algunos lugares el uso de explosivos para la pesca o venenos como el cianuro de sodio para "atontar" a los bellísimos peces tropicales que irán luego a acuarios son graves amenazas también para los corales.

Esquema resumen de los servicios ecosistémicos proporcionados por los arrecifes de coral


- Segundo, materias primas. El coral es un material duro que se ha utilizado como material de construcción en diversos lugares del mundo. Por ejemplo, en la Costa Suajili africana el coral ha sido el principal material de construcción antes de la imposición de los modos occidentales de construcción, con el concreto y los ladrillos.

- Tercero, protección de las costas. Los arrecifes de coral son eficaces protectores de la costa vecina contra los embates de las olas del mar. La costa situada tras un arrecife de coral sufre menos erosión marina que una costa que no está protegida por un arrecife. Un arrecife no es una barrera que impide el oleaje, lo que hace es amansarlo y atenuar su intensidad. 

Este servicio ecosistémico se hace más evidente cuando hay tormentas tropicales (huracanes, ciclones o tifones según el Océano), puesto que los corales viven precisamente en las áreas azotadas por estos fenómenos naturales. Los efectos de las mareas ciclónicas que conllevan estos meteoros se atenúan en gran manera por parte de los arrecifes de coral y, en combinación con bosques de manglar, pueden proporcionar una protección casi total en estos casos.

Se ha calculado que 197 millones de personas viven en un radio de menos de 50 km de un arrecife de coral, y sin estos arrecifes, en un periodo de cien años los daños por inundaciones provocadas por mareas ciclónicas se incrementarían en un 91%.

- Cuarto, el turismo. Cada año millones de personas viajan a las regiones donde hay arrecifes de coral para sumergirse y admirar su belleza y la gran variedad de peces y otros animales que los habitan. O incluso sólo para bañarse en las cristalinas y cálidas aguas coralinas. Estos turistas dejan millones de dólares en lugares que, a menudo, están deprimidos económicamente.

Submarinista admirando un arrecife de coral y su fauna


¿Y cómo cuidamos esta joya planetaria que nos proporciona tanto de forma gratuita?. Pues sometiéndo a los corales a estrés y amenazas. Estas son las principales amenazas:

- Primera, degradación de las aguas costeras. Los corales necesitan aguas limpias y claras para que les llegue bien la luz solar que necesitan sus algas fotosintéticas. La turbidez del agua generada por la actividad costera humana asfixia a los corales al obstruir su acceso a la luz solar. La eutrofización provocada por los vertidos de fertilizantes agrícolas estimulan el crecimiento de algas y plantas marinas que también acaban por asfixiar a los corales al proliferar anormalmente.

- Segunda, las agresiones físicas. Choques por parte de embarcaciones, destrucción de corales para el dragado y ampliación de puertos o construcción de nuevas infraestructuras marinas, así como la mala costumbre de muchos submarinistas de arrancar trozos de coral, son graves amenazas a la integridad y la vida de los corales. Hija mía: si alguna vez cuando seas mayor buceas en áreas coralinas para admirar su ecosistema, jamás debes tocar a los corales. Bajo ningún concepto.

Blanqueamiento del coral


- Tercera, el calentamiento global. Tal vez es ésta la mayor amenaza que enfrentan los corales en estos momentos. Los corales sólo pueden prosperar en un rango de temperaturas entre los 20 y 30 ºC. Cuando el agua supera esta temperatura, se produce un fenómeno llamado blanqueamiento de los corales. A estas temperaturas, el coral se somete a estrés y expulsa de sus tejidos a las zooxantelas que, como sabes ya, son tan importantes para el coral. Estas algas dan color al coral, y sin ellas, aparece de un color blanco (el coral se decolora), pero pierde además su fuente de oxígeno y azúcares (proporcionados por las zooxantelas), y el coral acaba muriendo.

Otra amenaza que provoca el calentamiento global es la acidificación de los océanos. Al convertirse en un sumidero del exceso de CO2 que tiene la atmósfera, el pH del océano se altera, haciéndose más ácido. Actualmente el pH medio de los océanos oscila entre 7,9 y 8,3, y su disminución induce un proceso de acidosis en los organismos vivos, provocando mortalidad en los organismos por un exceso de ácido carbónico en los tejidos y una disminución en las tasas de calcificación, lo que significa que los corales ralentizarán o detendrán su crecimiento, si es que no mueren antes acidificados.

Corales blanqueados


Esto es gravísimo, hija mía. La desaparición de los arrecifes de coral no es sólo una cuestión de pérdida de biodiversidad, que también: se ha calculado que sólo conocemos un 10% de las especies que habitan en ellos, que podría ascender al fantástico número de 450.000 especies. Se trata ya de la supervivencia de millones de personas.

500 millones de personas dependen en todo el mundo tropical de la pesca asociada a los arrecifes de coral: un arrecife de coral sano proporciona 15 kg anuales de pescado y marisco por kilómetro cuadrado, lo que se traduce en que da de comer a 2.500 personas. Que perderán su sustento. También desaparecerán los turistas (y el dinero que dejan) para admirar la maravillosa biodiversidad que albergan. 

Y sus costas serán arrasadas en el próximo tifón al carecer de la protección que disfrutaban con los arrecifes.

Si no lo hacemos por los animales, ¿seremos tan obtusos y canallas de no hacerlo ni siquiera por nuestra propia supervivencia?

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