El aristócrata de la fauna ibérica. El búho real.

Querida hija: 

Imagínate la escena. Es crepúsculo en algún lugar del Centro de España. Mientras la inmensa mayoría de la gente de las grandes ciudades de la zona regresa a sus hogares, agotada por las interminables jornadas laborales, un conejo sale de su madriguera para pastar un poco de hierba. Confiado, no es consciente de que un par de ojos de un naranja llameante, desde la penumbra de un roquedo cercano, lo observan. Lo estudian. 

Pocas cosas hay tan bellas que un búho real desplegando sus alas

Mientras el conejo avanza a pequeños saltitos, los penetrantes ojos calculan distancias y velocidades. Evalúan obstáculos. Finalmente, el objetivo queda fijado. Súbitamente, un fantasma alado salta de su posadero, dirigiéndose hacia el infeliz conejo en un vuelo silencioso, rectilíneo, apenas batiendo las alas. En una décima de segundo, el conejo es historia. El búho real ha cobrado su primera pieza de la noche. 

Pocas aves de la fauna ibérica tienen la elegancia del búho real. Por la altivez de su porte cuando está erguido en sus posaderos, por su severa y desaprobadora mirada y por la belleza de su plumaje, en todas las lenguas se ha destacado su aristocrático carácter: en castellano se le llama búho real o Gran Duque, en inglés, Eagle-owl, águila-búho…en francés, Grand Duc d’Europe. Como los demás búhos, lechuzas y mochuelos, el búho real Bubo bubo pertenece al Orden Estrigiformes, que agrupa a las rapaces nocturnas. Dentro de éste, a la familia Strigidae donde forma un grupo estrechamente emparentado con los géneros Nyctea (muchos autores lo han rebautizado como Bubo), Ketupa, asiático, y Scotopelia, africano. 

La mirada del búho es altiva y penetrante

El búho real está distribuido por casi toda la Eurasia templada y boreal, desde la Península Ibérica hasta Kamchatka. Es una especie politípica, que presenta variaciones físicas en función del lugar donde vive. En términos generales, cuanto más norteños o mayor rango de altitud, son más grandes. En zonas templadas y húmedas, más oscuros y en áreas secas y abiertas, más claros. Se han descrito veinte subespecies de búho real, y en la Península Ibérica se encuentra la subespecie Bubo bubo hispanus, que está distribuida prácticamente por toda la Península, excepto el litoral cantábrico, siendo más abundante en la mitad Sur. Está ausente de las Islas Baleares y las Canarias. Esta subespecie también se encontraba en el Magreb, pero ya no existe allí. 

Los búhos reales ibéricos son, pues, de talla menor, coloración más pálida y manchas oscuras más estrechas y puntiagudas que en otras áreas de su presencia. Las poblaciones pirenaicas son intermedias entre las poblaciones ibéricas y la subespecie típica europea. Es la mayor de las rapaces nocturnas, siendo la hembra algo mayor que el macho: entre 60 y 75 cm de altura, 430 mm de longitud alar en el macho y 453 en la hembra, 1,5 kg de peso en los machos contra 2 kg en las hembras, y una envergadura alar entre 1,38 y 1,7 metros. Es un ave de aspecto rechoncho, con dos grandes ojos de color naranja intenso, pico corto, dos mechones de plumas sobre el cráneo a modo de orejas, y un plumaje jaspeado en ocres y manchas negras, perfecto para el camuflaje. Las patas están también cubiertas de plumas, cuya estructura permite al búho real un vuelo silencioso. 

Área de distribución del búho real

El cambio del plumaje juvenil al plumaje adulto es un proceso que dura seis años. En cada uno de los cuales hay dos mudas de plumas, en primavera y en otoño, y en cada una de estas mudas se va cambiando el plumaje de una zona diferente del cuerpo cada vez. 

Es un ave ecléctica en cuanto a la elección de su hábitat, que en realidad sólo debe cumplir un requisito: una estructura no demasiado cerrada, pues dificultaría el vuelo. En realidad, la abundancia de presas es el factor que más influye en que un búho real se establezca en un sitio y no en otro, lo cual no deja de tener su lógica. Nidifica en roquedos y cortados, donde habilita un hueco toscamente forrado de plumas y material vegetal, pero puede construir una simple depresión excavada en el suelo, y nidificar incluso en áreas urbanas. 

Nido de búho real en una oquedad rocosa

La actividad del búho real es crepuscular y nocturna, con dos picos de actividad hacia el anochecer y el amanecer aunque puede estar activa a lo largo del día. En estos momentos los búhos forman coros para intercambiarse información sobre territorios. Para el canto suelen usar unos lugares específicos llamados “posaderos de canto”, a una media de 300 metros de distancia de su nido, y a un kilómetro de distancia del macho reproductor más cercano. Es un ave no migratoria que vive todo el año en su territorio. 

Área de distribución del búho real en España

El momento de mayor movilidad de los búhos reales coincide con el periodo de dispersión de los juveniles. La mayoría empieza esta dispersión en el mes de agosto. Van abandonando el nido para establecer su propio territorio, alejándose del nido gradualmente, cada vez más, aunque no sean capaces de volar aún. Se moverán a saltitos. Empiezan su dispersión con una media de 170 días de vida y suelen encontrar acomodo temporal hacia marzo del año siguiente. Este proceso de dispersión se ve fuertemente influido por el tipo de hábitat y las dificultades que ofrezca al desplazamiento de los jóvenes. Estos aún no son territoriales. La madurez sexual se alcanza aproximadamente al año de edad. 

La época de la reproducción empieza aproximadamente cuando los jóvenes empiezan su dispersión. Las primeras puestas de huevos en la Península Ibérica suelen ser en diciembre, y se prolongan hasta el mes de marzo. La puesta, normalmente sólo una, está formada por 1 a 6 huevos, que se incuban durante un periodo de 33 a 36 días. Después de la eclosión, la hembra permanecerá con los pollos todo el tiempo durante el primer mes de vida (35 – 45 días), momento en el que ya son capaces de realizar sus primeros tanteos de abandonar el nido. 

El búho real es un superdepredador: nadie depreda sobre él, salvo muy esporádicamente los zorros sobre pollos excepcionalmente descuidados. Es un cazador “a la espera” que evita las búsquedas y persecuciones activas: se sitúa en su posadero, escudriñando los alrededores con su prodigiosa visión adaptada a la oscuridad. Una vez ha localizado su presa, la captura mediante un vuelo silencioso, rectilíneo y limpio. Sus presas son muy variadas: en Europa se han compatibilizado 90 especies de mamíferos, 170 de aves, 10 de reptiles, 9 de anfibios, 30 de peces y 15 de invertebrados. Pero en la Península Ibérica sus presas más abundantes son los conejos y las ratas y, en un segundo término, las perdices. No se puede decir que el búho real dependa del conejo pero indudablemente es una de las rapaces más especializadas en su captura: el 84% de la biomasa que ingiere en la Península Ibérica corresponde al conejo. 

Los búhos reales se sitúan en posaderos desde donde vigilan la presencia de presas

Precisamente su especialización en dos especies de interés cinegético como el conejo y la perdiz han hecho que el búho real haya sido perseguido tanto en Europa como en España, y fue muerto como alimaña hasta el año 1973, en que se protegió. Sin embargo, y como suele suceder en nuestro bendito país, en los cotos privados de caza la ley no rige, y muchos guardas y socios de cotos siguen matando búhos reales impunemente. Es completamente absurdo considerar al conejo y a la perdiz como propiedad humana. Es algo inconcebible. Son recursos que aprovechan a quien tenga capacidad y necesidad de consumirlos, como el búho real en este caso. Se da la circunstancia de que, como el ser humano ha diezmado a los principales depredadores del conejo, éste se ha convertido en una plaga en muchas zonas de España. Lo que hay que hacer es dejar que la Naturaleza recupere su equilibrio y entre linces, búhos, águilas imperiales y zorros puedan controlar la población de conejo como siempre se ha hecho. 

Otras amenazas que afectan a las aproximadamente 2.400 parejas que hay censadas en España son la electrocución en tendidos eléctricos, los impactos contra vallas, atropellos en carretera, la destrucción de su hábitat y el furtivismo. También se han reportado búhos reales muertos por causa de turbinas eólicas. 

¿Qué indicios nos pueden dar información sobre la presencia del búho real en un lugar dado?. Al tratarse de una especie nocturna, es difícil de observar así por las buenas, pero puedo destacar dos indicios inconfundibles. En primer lugar, sus egagrópilas. Las rapaces nocturnas ingieren sus presas sin desgarrarlas, y van al estómago enteritas. Posteriormente, los búhos “vomitan” o, en términos más propios, regurgitan las partes que no pueden digerir, esto es, pelos, huesos o espinas, que forman una bola que cae al suelo. Las egagrópilas de búho real son de tamaño grande, entre 7 y 12 cm, y contienen con mucha frecuencia huesos enteros de tamaño regular, procedentes de sus presas. Pueden encontrarse en las proximidades de sus posaderos.

Egagrópila de búho real

Otro indicio que podemos encontrar son sus plumas. Son de color ocre y presenta unas manchas negras que le da un patrón “atigrado”. Si realizamos la integración de ambos indicios, junto con el tipo de hábitat, podría darnos una idea aproximada sobre la posible situación del nido o refugio. 

Pluma de búho real

El búho real es una de las grandes rapaces ibéricas. Artistocrática, bella, realiza un control impagable de las poblaciones de roedores y lagomorfos. No me cansaré de decirlo: el ser humano debe establecer un nuevo pacto con los animales y compartir entre todos los recursos que el planeta pone a disposición de todos. Es todo un orgullo tener al búho real en la fauna ibérica.

Comentarios

  1. Ciertamente, te doy toda la razón; es un orgullo tenerlo y disfrutarlo.
    En el momento del celo es la mejor ocasión para observarlos puesto que están entregados a su futura pareja y, en cierto modo, rebajan algo su seguridad.
    Para mi es la criatura que mas horas me ha hecho dedicarle.
    https://lanaturalezaquenosqueda.blogspot.com/2018/10/bajo-la-mirada-del-buho-real-bubo-bubo.html

    Una entrada muy interesante.
    Saludos y, seguid disfrutando de esta preciosidad de la noche

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  2. Muy interesante el post, tienes mucha razón son super silenciosos me han sobrevolado a menos de 2 mtr. Y no se le siente nada .

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