Siete vidas (y III). Los gatos salvajes sudamericanos.
Querida hija:
Cierro aquí esta trilogía dedicada a los pequeños felinos silvestres de nuestro Planeta. Menos espectaculares y conocidos que las grandes fieras como leones, tigres, jaguares o leopardos, estos gatos salvajes realizan un papel ecológico clave como mesocarnívoros controladores de poblaciones de Roedores, entre otros tipos de presas. En esta ocasión te hablaré de los gatos sudamericanos, que constituyen un nutrido grupo de especies, a cual más interesante.
Felinos sudamericanos |
Introducción. Los felinos sudamericanos
En Sudamérica o, si lo prefieres, en la Región Neotropical, existen dos especies de felinos "grandes": el jaguar (Panthera onca) y el puma (Puma concolor). Vamos a ocuparnos aquí de los "pequeños", un total de ocho especies en dos géneros: Leopardus con siete y Herpailurus con una.
Los Félidos se originaron hace entre 35 y 28 millones de años, más o menos en la frontera entre el Eoceno y el Oligoceno, siendo Proailurus el primer félido inequívocamente reconocido como tal, hace unos 25 millones de años. Dentro de los Félidos, la subfamilia Felinae (donde se encuadran los pequeños felinos) experimentó una gran radiación evolutiva en Eurasia hace entre 14 y 13 millones de años. Estos pequeños felinos se diferencian de los grandes felinos (Panterinae) en que poseen un hioides óseo, lo que les impide rugir, pero no ronronear.
Filogenia de los Félidos actuales |
Tradicionalmente los especialistas dividen a los félidos en ocho clados que son denominados "linajes". Los pequeños felinos neotropicales pertenecen a dos de ellos: el linaje del ocelote (todos los Leopardus) y el linaje del puma (el yaguarundi). Como bien sabes porque te lo he explicado en otras crónicas, Sudamérica fue una isla-continente completamente aislada de otras tierras hasta la aparición del Istmo de Panamá a finales del Plioceno, lo que supuso el comienzo del Gran Intercambio Americano. Cuando Sudamérica y Norteamérica se unen, los Félidos penetran en Sudamérica procedentes, todos ellos, de Norteamérica.
El linaje del ocelote se origina en Norteamérica hace ocho millones de años, es decir, antes de que surgiera el puente panameño. Por consiguiente es lógico suponer que fue un antepasado común de todos los Leopardus el que penetra en Sudamérica. Una vez en el subcontinente, el género Leopardus experimenta una notable radiación adaptativa, originando las siete especies actuales de este género. Este fenómeno no es nuevo en Sudamérica. Muchos grupos de inmigrantes norteamericanos experimentan tal radiación para explotar los nichos ecológicos que ofrecía el nuevo continente, insuficientemente ocupados por la fauna originaria sudamericana.
Así, los Cánidos experimentaron una radiación adaptativa similar, también los Cérvidos, y, sobre todo, los Roedores Sigmodontinos que, en mi opinión, debió desempeñar un papel muy importante en estimular la radiación adaptativa de Leopardus, pues los pequeños felinos depredan en una buena parte en pequeños mamíferos como los Roedores.
En cuanto al linaje del puma, éste es algo más reciente pues se diferencia hace 6,7 millones de años. Tanto el puma como el yaguarundi se diferenciaron como especies, a su vez, también antes de que Sudamérica y Norteamérica se unieran, por lo que parece ser que, cuando se produce el Gran Intercambio Americano, ambas especies entraron ya por separado en Sudamérica.
El gato andino es el más escaso de los felinos sudamericanos |
Los gatos salvajes sudamericanos ocupan el mismo papel ecológico que en otros continentes: mesocarnívoros que depredan sobre una amplia variedad de presas de tamaño pequeño: Aves, Reptiles y pequeños Mamíferos. Sus especies ocupan todos los biomas posibles: selva, bosque templado, espacios abiertos e incluso la alta montaña. Vamos, ahora, a realizar un breve recorrido por las ocho especies de estos fascinantes felinos.
Yaguarundi (Herpailurus yagouaroundi)
Y empezamos por el outsider de los pequeños gatos sudamericanos, ya que es el único, como ya te expliqué, que no pertenece al linaje del ocelote. Y no sólo es diferente en esto: su aspecto es original para un felino, con un cuerpo alargado (77 cm + 60 cm de cola), patas relativamente cortas, un cráneo aplastado y orejas cortas y poco salientes. Es un gato diurno.
Su capa es lisa, sin las típicas manchas o bandas de la mayoría de los felinos y presenta tres morfotipos: los oscuro y gris están asociados fundamentalmente a bosques húmedos y densos, mientras que el ocre/rojizo, más ancestral, está asociado con ambientes abiertos y secos. Tenemos, pues, a un felino de amplios requerimientos ecológicos, puesto que se extiende desde el Sur de Texas hasta el Norte de Argentina, usando los ecosistemas tanto boscosos como abiertos, y evitando únicamente las montañas pues se trata de un felino de tierras bajas, aunque algún ejemplar se ha encontrado a 3.200 metros de altitud.
Se reconocen ocho subespecies:
H. y. yagouaroundi: Este de Venezuela, las Guayanas y NE de Brasil
H.y. ameghinoi: Argentina
H.y. cacomitli: E de México hasta Texas.
H.y. eyra: S. de Brasil, Paraguay y N de Argentina.
H.y. fossata: Honduras, Belice, Guatemala y Yucatán
H.y. panamensis: Este de Colombia y Ecuador, hasta Panamá y Costa Rica
H.y. melantho: Valles andinos peruanos
H.y. tolteca: Norte de México hasta Arizona
Ocelote (Leopardus pardalis)
Es tal vez el pequeño felino sudamericano más conocido, seguramente también por que es el tercer felino en tamaño del continente o, lo que es lo mismo, el más grande de los pequeños gatos sudamericanos, con una longitud máxima de 1 metro (con una cola de máximo 41 cm), y un peso máximo de los machos de 15,5 kg. También influye su bellísima piel, de un color dorado en el dorso y parte exterior de las patas, blanco en el vientre y partes interiores de las patas, y un patrón de manchas sólidas pequeñas en la parte distal de las extremidades, que se transforman en el cuerpo en un patrón de figuras alargadas ribeteadas de negro con un marrón oscuro en el interior, y en la parte del cuello y la cabeza, bandas negras simples.
Su área de distribución es muy parecida a la del yaguarundi: desde el SW de los EEUU hasta el Norte de Argentina, pero con la diferencia de que sí asciende a zonas montañosas hasta 3.000 metros, y requiere zonas boscosas (tanto húmedas como secas) o abiertas pero a condición de tener buena cobertura vegetal como la sabana
Es gato crepuscular, y a semejanza de lo que hacen los tejones o las jinetas, deposita sus excrementos en letrinas comunitarias. El ocelote se encuentra amenazado por la caza ilegal para obtener su piel, y porque se le persigue por sus ataques al ganado aviar.
Diversos especialistas han propuesto un número dispar de subespecies para el ocelote, pero los estudios moleculares sólo demuestran diferencias evidentes entre los ocelotes de Centroamérica y los de Sudamérica, por lo que provisionalmente se admiten estas dos subespecies:
L. p. pardalis: Desde Arizona y Texas hasta Costa Rica. Esta subespecie sería más pequeña y grisácea que la siguiente.
L. p. mitis: Sudamérica hasta el Norte de Argentina.
Margay (L. wiedii)
A primera vista podría ser confundido con el ocelote, pero si te fijas bien puedes distinguirlos porque el margay es mucho más pequeño (79 cm de longitud y 4 kg de peso máximo), el color de fondo de la capa es más grisáceo, el cráneo más corto y achatado, y el patrón de manchas en el cuerpo es de rosetas discontinuas, muy diferente de las bandas largas ribeteadas que presenta el ocelote.
Otra gran diferencia entre ambos gatos es que el margay es marcadamente arbóreo mientras que el ocelote busca sus presas sobre el suelo.
Su área de distribución es algo más restringida que el yaguarundi y el ocelote: no llega a los EEUU y, partiendo de México, alcanza Sudamérica sin llegar a Argentina. Evita también las zonas muy montañosas de los Andes, así como la reseca Caatinga brasileña. A diferencia, una vez más, de yaguarundi y ocelote, el margay es exclusivamente forestal, e incluso llega al bosque nublado. Es de hábitos predominantemente nocturnos.
Los estudios moleculares revelan la existencia de tres subespecies:
L. w. wiedii: Sudamérica al Sur del Amazonas.
L. w. vigens: Sudamérica al Nortedel Amazonas.
L. w. glauculus: Centroamérica
Oncilla (L. tigrinus)
Su apariencia es muy similar al margay, pero se distingue porque es aún más pequeño que éste, con una longitud máxima de 59 cm y un peso máximo de 3 kg. Su área de distribución es más pequeña también, con una población aislada en los bosques nublados de Costa Rica, y la parte norte de Sudamérica hasta el Centro de Brasil y el Este de Bolivia.
Además de los bosques húmedos, la oncilla se encuentra también en ambientes secos como la Caatinga o el Cerrado Seco. Puede alcanzar los 4.800 metros en los Andes. Ecológicamente, pues, parece ser más plástico que el margay. Sus hábitos son nocturnos y terrestres. Al igual que sucede con el ocelote y el margay, la oncilla es perseguida ilegalmente por su piel, y también está amenazada por la destrucción de su hábitat.
La taxonomía de la oncilla es complicada, y los especialistas tienden a interpretar este gato como un complejo de 4 especies: L. tigrinus, L. guttulus, L. oncilla y L. pardinoides, pero hasta que la investigación no lo corrobore, se reconocen provisionalmente dos subespecies:
L. t. tigrinus: Costa Rica (y tal vez en Panamá)
L. t. oncilla: Sudamérica.
Oncilla sureña (L. guttulus)
Como te expliqué antes, este felino era antes considerado una subespecie de oncilla, pero es reconocido como especie desde 2013. Se distingue de la oncilla en su tamaño algo menor, su color más oscuro y sus manchas más grandes.
Vive en el Sur de Brasil, en Paraguay y en el filo oriental de Bolivia, donde se ha hibridado con el gato de Geoffroy, muy cercano genéticamente. Su hábitat son los bosques tropicales, subtropicales (Bosque Atlántico), bosques de pinos, y también sabanas, hasta los 2.000 metros de altitud. En áreas donde comparte hábitat con el ocelote éste controla a aquél, manteniendo poblaciones menores que en áreas donde no hay ocelotes.
Gato de las Pampas (F. colocola)
Terminamos, pues, con los gatos de requerimientos más forestales del área más tropical, y empezamos con los gatos de latitudes más templadas y hábitats más áridos. Y el primero de ellos será el gato de las Pampas. Se trata de un gato algo mayor que un gato doméstico, con la cola más tupida y que presenta tres tipos básicos de pelaje, variando desde el gris oscuro/rojizo con bandas y rosetas de color canela, hasta el marrón oxidado con puntos oscuros.
En general, se trata de un gato de un tono más pálido que los gatos forestales de los que te he hablado anteriormente. Su hábitat incluye pastos abiertos, bosques secos y zonas de matorral hasta los 5.000 metros, en Argentina, Uruguay, el Chaco, el Cerrado (Paraguay/Brasil), y hacia el Norte a lo largo de los Andes hasta Ecuador. En 2016 fue detectado por primera vez en el Desierto de Sechura, al Noreste de Perú.
Su taxonomía es la más compleja de todos los gatos salvajes de Sudamérica, puesto que actualmente se le reconoce como un complejo de especies, integrado por tres especies y diez subespecies en total. Voy a tratar de sistematizártelo:
Especie 1: Colocolo (L. colocolo), exclusivamente chileno, con 2 subespecies:
L. c. colocolo: Chile Central desde Coquimbo a Concepción
L. c. wolffsohni: Provincia chilena de Tarapacá.
Especie 2: Gato de Pantanal (L. braccatus), con 2 subespecies:
L. b. braccatus: Cerrado brasileño y paraguayo
L. b. munoai: Sur de Brasil y Uruguay
Especie 3: Gato de las Pampas (L. pajeros), con 7 subespecies:
L. p. pajeros: Provincia de La Pampa, Argentina
L. p. budini: Andes del NW de Argentina
L. p. crespoi: Sólo conocido en Salta, Argentina
L. p. crucinus: Mitad Sur de Argentina y Patagonia chilena
L. p. garleppi: Altas estepas de los Andes orientales peruanos
L. p. steinbachi: Altas estepas de los Andes orientales bolivianos
L. p. thomasi: Altas estepas de los Andes orientales ecuatorianos
Esta clasificación es una auténtica locura, y es completamente inoperativa. Por eso, el Grupo de Especialistas en Gatos de la IUCN está tratando de simplificar esta clasificación y ha propuesto una clasificación alternativa, basada en una única especie (L. colocola), y 7 subespecies (colocola, wolffsohni, pajeros, budini, garleppi, braccatus y munoai), pero dejando la puerta abierta a que alguna de estas subespecies puedan ser reconocidas como especies.
No sé yo si esto simplifica o complica las cosas...
Gato andino (L. jacobita)
Se trata del felino sudamericano más amenazado, declarado "En Peligro" por la IUCN, debido que quedan menos de 2.500 ejemplares en libertad. Es un gato pequeño (85 cm de longitud máxima) y unos 5,5 kg de peso máximo, con un color gris ceniza de fondo y rostro gris, salpicado de las consabidas manchas y franjas negras, del tipo de las de los gatos domésticos.
En los lugares donde el gato andino coincide con el gato de las Pampas es muy difícil distinguirlos por lo que se necesitan análisis comparativos muy exhaustivos para ver las diferencias.
Vive únicamente en las alturas andinas en varias poblaciones separadas entre sí: Andes del Centro de Argentina, del Centro-Norte de Chile, del NW de Argentina, del SW de Perú, y una localización aislada de los Andes Bolivianos. Se encuentra aquí a altitudes de hasta 4.000 metros, en terrenos áridos, rocosos y con vegetación dispersa, donde depreda sobre todo en la vizcacha de montaña (Lagidium viscacia), con el 93% de la biomasa consumida por este gato notable, que tiene que luchar contra la competencia con el gato de las Pampas, que consume también la misma presa.
Pero es sobre todo la degradación de su hábitat por las actividades mineras de su entorno la principal causa de su fragmentación de poblaciones y su escasez.
Güiña (L. guigna)
Es el gato más pequeño de las Américas, con 51 cm de longitud máxima y un peso máximo de 2,5 kg. El color varía de amarillo amarronado a marrón grisáceo, con cola anillada, orejas pequeñas y manchas pequeñas negras rellenas muy uniformes en tamaño por todo el cuerpo.
Vive en los bosques templados del Centro-Sur de Chile, incluida la selva templada valdiviana, de la que ya te hablé en una Crónica anterior. Con menos de 10.000 ejemplares en libertad, la deforestación es su principal amenaza. Se reconocen actualmente dos subespecies:
L. g. guigna: Sur de Chile y SW de Argentina entre los 39º y 46º latitud S
L. g. tigrillo: Chile Central entre los 30º y 38º latitud S
Gato de Geoffroy (L. geoffroyi)
Es un gato con coloración y patrón de manchas muy parecidos a la güiña pero le dobla en peso, al ser de un tamaño similar al gato doméstico (5 kg de peso). Al igual que sucede con otras especies de gatos sudamericanos, no es raro encontrar ejemplares melánicos.
Vive en ambientes abiertos, secos y esteparios desde el Chaco boliviano al norte hasta la estepa patagónica al Sur, pasando por las Pampas, y llegando al mismísimo Estrecho de Magallanes, lo que le convierte en el pequeño felino más austral del continente. Sus amenazas son las mismas que casi todos los otros gatos del continente: caza ilegal por su piel y por ser considerado una alimaña a eliminar, a pesar de encontrarse protegido.
Aunque tradicionalmente se le consideraba dividido en cinco subespecies, los estudios moleculares sugieren que es más correcto tratarlo como una especie monotípica (sin subespecies)
Yaguarundi (Herpailurus yagouaroundi)
Y empezamos por el outsider de los pequeños gatos sudamericanos, ya que es el único, como ya te expliqué, que no pertenece al linaje del ocelote. Y no sólo es diferente en esto: su aspecto es original para un felino, con un cuerpo alargado (77 cm + 60 cm de cola), patas relativamente cortas, un cráneo aplastado y orejas cortas y poco salientes. Es un gato diurno.
Yaguarundi |
Su capa es lisa, sin las típicas manchas o bandas de la mayoría de los felinos y presenta tres morfotipos: los oscuro y gris están asociados fundamentalmente a bosques húmedos y densos, mientras que el ocre/rojizo, más ancestral, está asociado con ambientes abiertos y secos. Tenemos, pues, a un felino de amplios requerimientos ecológicos, puesto que se extiende desde el Sur de Texas hasta el Norte de Argentina, usando los ecosistemas tanto boscosos como abiertos, y evitando únicamente las montañas pues se trata de un felino de tierras bajas, aunque algún ejemplar se ha encontrado a 3.200 metros de altitud.
Mapa de distribución del yaguarundi |
Se reconocen ocho subespecies:
H. y. yagouaroundi: Este de Venezuela, las Guayanas y NE de Brasil
H.y. ameghinoi: Argentina
H.y. cacomitli: E de México hasta Texas.
H.y. eyra: S. de Brasil, Paraguay y N de Argentina.
H.y. fossata: Honduras, Belice, Guatemala y Yucatán
H.y. panamensis: Este de Colombia y Ecuador, hasta Panamá y Costa Rica
H.y. melantho: Valles andinos peruanos
H.y. tolteca: Norte de México hasta Arizona
Ocelote (Leopardus pardalis)
Es tal vez el pequeño felino sudamericano más conocido, seguramente también por que es el tercer felino en tamaño del continente o, lo que es lo mismo, el más grande de los pequeños gatos sudamericanos, con una longitud máxima de 1 metro (con una cola de máximo 41 cm), y un peso máximo de los machos de 15,5 kg. También influye su bellísima piel, de un color dorado en el dorso y parte exterior de las patas, blanco en el vientre y partes interiores de las patas, y un patrón de manchas sólidas pequeñas en la parte distal de las extremidades, que se transforman en el cuerpo en un patrón de figuras alargadas ribeteadas de negro con un marrón oscuro en el interior, y en la parte del cuello y la cabeza, bandas negras simples.
Ocelote |
Su área de distribución es muy parecida a la del yaguarundi: desde el SW de los EEUU hasta el Norte de Argentina, pero con la diferencia de que sí asciende a zonas montañosas hasta 3.000 metros, y requiere zonas boscosas (tanto húmedas como secas) o abiertas pero a condición de tener buena cobertura vegetal como la sabana
Es gato crepuscular, y a semejanza de lo que hacen los tejones o las jinetas, deposita sus excrementos en letrinas comunitarias. El ocelote se encuentra amenazado por la caza ilegal para obtener su piel, y porque se le persigue por sus ataques al ganado aviar.
Mapa de distribución del ocelote |
Diversos especialistas han propuesto un número dispar de subespecies para el ocelote, pero los estudios moleculares sólo demuestran diferencias evidentes entre los ocelotes de Centroamérica y los de Sudamérica, por lo que provisionalmente se admiten estas dos subespecies:
L. p. pardalis: Desde Arizona y Texas hasta Costa Rica. Esta subespecie sería más pequeña y grisácea que la siguiente.
L. p. mitis: Sudamérica hasta el Norte de Argentina.
Margay (L. wiedii)
A primera vista podría ser confundido con el ocelote, pero si te fijas bien puedes distinguirlos porque el margay es mucho más pequeño (79 cm de longitud y 4 kg de peso máximo), el color de fondo de la capa es más grisáceo, el cráneo más corto y achatado, y el patrón de manchas en el cuerpo es de rosetas discontinuas, muy diferente de las bandas largas ribeteadas que presenta el ocelote.
Margay |
Otra gran diferencia entre ambos gatos es que el margay es marcadamente arbóreo mientras que el ocelote busca sus presas sobre el suelo.
Su área de distribución es algo más restringida que el yaguarundi y el ocelote: no llega a los EEUU y, partiendo de México, alcanza Sudamérica sin llegar a Argentina. Evita también las zonas muy montañosas de los Andes, así como la reseca Caatinga brasileña. A diferencia, una vez más, de yaguarundi y ocelote, el margay es exclusivamente forestal, e incluso llega al bosque nublado. Es de hábitos predominantemente nocturnos.
Mapa de distribución del margay |
Los estudios moleculares revelan la existencia de tres subespecies:
L. w. wiedii: Sudamérica al Sur del Amazonas.
L. w. vigens: Sudamérica al Nortedel Amazonas.
L. w. glauculus: Centroamérica
Oncilla (L. tigrinus)
Su apariencia es muy similar al margay, pero se distingue porque es aún más pequeño que éste, con una longitud máxima de 59 cm y un peso máximo de 3 kg. Su área de distribución es más pequeña también, con una población aislada en los bosques nublados de Costa Rica, y la parte norte de Sudamérica hasta el Centro de Brasil y el Este de Bolivia.
Oncilla |
Además de los bosques húmedos, la oncilla se encuentra también en ambientes secos como la Caatinga o el Cerrado Seco. Puede alcanzar los 4.800 metros en los Andes. Ecológicamente, pues, parece ser más plástico que el margay. Sus hábitos son nocturnos y terrestres. Al igual que sucede con el ocelote y el margay, la oncilla es perseguida ilegalmente por su piel, y también está amenazada por la destrucción de su hábitat.
Mapa distribución oncilla |
L. t. tigrinus: Costa Rica (y tal vez en Panamá)
L. t. oncilla: Sudamérica.
Oncilla sureña (L. guttulus)
Como te expliqué antes, este felino era antes considerado una subespecie de oncilla, pero es reconocido como especie desde 2013. Se distingue de la oncilla en su tamaño algo menor, su color más oscuro y sus manchas más grandes.
Oncilla sureña |
Vive en el Sur de Brasil, en Paraguay y en el filo oriental de Bolivia, donde se ha hibridado con el gato de Geoffroy, muy cercano genéticamente. Su hábitat son los bosques tropicales, subtropicales (Bosque Atlántico), bosques de pinos, y también sabanas, hasta los 2.000 metros de altitud. En áreas donde comparte hábitat con el ocelote éste controla a aquél, manteniendo poblaciones menores que en áreas donde no hay ocelotes.
Gato de las Pampas (F. colocola)
Terminamos, pues, con los gatos de requerimientos más forestales del área más tropical, y empezamos con los gatos de latitudes más templadas y hábitats más áridos. Y el primero de ellos será el gato de las Pampas. Se trata de un gato algo mayor que un gato doméstico, con la cola más tupida y que presenta tres tipos básicos de pelaje, variando desde el gris oscuro/rojizo con bandas y rosetas de color canela, hasta el marrón oxidado con puntos oscuros.
Gato de las Pampas |
En general, se trata de un gato de un tono más pálido que los gatos forestales de los que te he hablado anteriormente. Su hábitat incluye pastos abiertos, bosques secos y zonas de matorral hasta los 5.000 metros, en Argentina, Uruguay, el Chaco, el Cerrado (Paraguay/Brasil), y hacia el Norte a lo largo de los Andes hasta Ecuador. En 2016 fue detectado por primera vez en el Desierto de Sechura, al Noreste de Perú.
Su taxonomía es la más compleja de todos los gatos salvajes de Sudamérica, puesto que actualmente se le reconoce como un complejo de especies, integrado por tres especies y diez subespecies en total. Voy a tratar de sistematizártelo:
Especie 1: Colocolo (L. colocolo), exclusivamente chileno, con 2 subespecies:
L. c. colocolo: Chile Central desde Coquimbo a Concepción
L. c. wolffsohni: Provincia chilena de Tarapacá.
Especie 2: Gato de Pantanal (L. braccatus), con 2 subespecies:
L. b. braccatus: Cerrado brasileño y paraguayo
L. b. munoai: Sur de Brasil y Uruguay
Especie 3: Gato de las Pampas (L. pajeros), con 7 subespecies:
L. p. pajeros: Provincia de La Pampa, Argentina
L. p. budini: Andes del NW de Argentina
L. p. crespoi: Sólo conocido en Salta, Argentina
L. p. crucinus: Mitad Sur de Argentina y Patagonia chilena
L. p. garleppi: Altas estepas de los Andes orientales peruanos
L. p. steinbachi: Altas estepas de los Andes orientales bolivianos
L. p. thomasi: Altas estepas de los Andes orientales ecuatorianos
Mapa de distribución del gato de las Pampas |
Esta clasificación es una auténtica locura, y es completamente inoperativa. Por eso, el Grupo de Especialistas en Gatos de la IUCN está tratando de simplificar esta clasificación y ha propuesto una clasificación alternativa, basada en una única especie (L. colocola), y 7 subespecies (colocola, wolffsohni, pajeros, budini, garleppi, braccatus y munoai), pero dejando la puerta abierta a que alguna de estas subespecies puedan ser reconocidas como especies.
No sé yo si esto simplifica o complica las cosas...
Gato andino (L. jacobita)
Se trata del felino sudamericano más amenazado, declarado "En Peligro" por la IUCN, debido que quedan menos de 2.500 ejemplares en libertad. Es un gato pequeño (85 cm de longitud máxima) y unos 5,5 kg de peso máximo, con un color gris ceniza de fondo y rostro gris, salpicado de las consabidas manchas y franjas negras, del tipo de las de los gatos domésticos.
Gato andino |
En los lugares donde el gato andino coincide con el gato de las Pampas es muy difícil distinguirlos por lo que se necesitan análisis comparativos muy exhaustivos para ver las diferencias.
Vive únicamente en las alturas andinas en varias poblaciones separadas entre sí: Andes del Centro de Argentina, del Centro-Norte de Chile, del NW de Argentina, del SW de Perú, y una localización aislada de los Andes Bolivianos. Se encuentra aquí a altitudes de hasta 4.000 metros, en terrenos áridos, rocosos y con vegetación dispersa, donde depreda sobre todo en la vizcacha de montaña (Lagidium viscacia), con el 93% de la biomasa consumida por este gato notable, que tiene que luchar contra la competencia con el gato de las Pampas, que consume también la misma presa.
Mapa de distribución gato andino |
Pero es sobre todo la degradación de su hábitat por las actividades mineras de su entorno la principal causa de su fragmentación de poblaciones y su escasez.
Güiña (L. guigna)
Es el gato más pequeño de las Américas, con 51 cm de longitud máxima y un peso máximo de 2,5 kg. El color varía de amarillo amarronado a marrón grisáceo, con cola anillada, orejas pequeñas y manchas pequeñas negras rellenas muy uniformes en tamaño por todo el cuerpo.
Güiña |
Vive en los bosques templados del Centro-Sur de Chile, incluida la selva templada valdiviana, de la que ya te hablé en una Crónica anterior. Con menos de 10.000 ejemplares en libertad, la deforestación es su principal amenaza. Se reconocen actualmente dos subespecies:
L. g. guigna: Sur de Chile y SW de Argentina entre los 39º y 46º latitud S
L. g. tigrillo: Chile Central entre los 30º y 38º latitud S
Gato de Geoffroy (L. geoffroyi)
Es un gato con coloración y patrón de manchas muy parecidos a la güiña pero le dobla en peso, al ser de un tamaño similar al gato doméstico (5 kg de peso). Al igual que sucede con otras especies de gatos sudamericanos, no es raro encontrar ejemplares melánicos.
Gato de Geoffroy |
Vive en ambientes abiertos, secos y esteparios desde el Chaco boliviano al norte hasta la estepa patagónica al Sur, pasando por las Pampas, y llegando al mismísimo Estrecho de Magallanes, lo que le convierte en el pequeño felino más austral del continente. Sus amenazas son las mismas que casi todos los otros gatos del continente: caza ilegal por su piel y por ser considerado una alimaña a eliminar, a pesar de encontrarse protegido.
Aunque tradicionalmente se le consideraba dividido en cinco subespecies, los estudios moleculares sugieren que es más correcto tratarlo como una especie monotípica (sin subespecies)
El misterioso encanto de los pequeños felinos en peligro por la estupidez de quien quiere llevar pieles robadas.
ResponderEliminarEspectacular documento , felicito a la creadora
ResponderEliminarMuy bien trabajo. Enhorabuena.
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