En lo profundo del bosque marítimo. El leopardo del Amur.

Querida hija:

Hasta no hace muchos años, el lince ibérico estaba considerado como el felino más amenazado del mundo.  El exitoso programa de conservación "ex-situ" y posteriores reintroducciones han mejorado increíblemente su situación como especie, y el triste "título" de felino más amenazado del mundo ha pasado al guepardo asiático, del que ya te hablé en una reciente crónica. En esta ocasión te quiero hablar del segundo en la deprimente lista: el leopardo del Amur. Este leopardo norteño comparte hábitat con el tigre siberiano, y en cierto modo ha sido eclipsado por el mayor felino del mundo. Por eso quiero que lo conozcas, está al borde de su exterminio total aunque su situación ha comenzado a mejorar tímidamente en los últimos años.

Aspecto general del leopardo del Amur

¿Un leopardo en la nieve?

Para que entiendas la gravedad de la situación de este leopardo voy a empezar por la "foto fija" a día de hoy: quién es el leopardo del Amur y dónde lo podemos encontrar. Y luego tiraremos del hilo hacia atrás para entender cómo se ha llegado a esta situación.

El leopardo del Amur es una de las subespecies de leopardo, concretamente Panthera pardus orientalis. Originariamente fue descrito en 1857 por Hermann Schlegel como una nueva especie de felino a partir de una piel que había sido obtenida en Corea, y esta fue la tónica durante lo que quedó del siglo XIX hasta que en 1911 ya se le redefinió como una subespecie de leopardo, si bien con otros nombres. Esta subespecie, históricamente, se distribuía por el extremo suroriental de Siberia, Manchuria, Corea y zonas adyacentes de China.

Subespecies reconocidas de leopardo. Fuente: National Geographic

Paralelamente, en 1862 Gray define la subespecie de leopardo del norte de China como P. p. japonica: se distribuía por el sector centro-noroccidental de China lindando por el norte con el leopardo del Amur y por el Sur con el leopardo indochino (P. p. delacouri). Ahora bien, los modernos estudios moleculares han demostrado que el leopardo del Amur y el del norte de China son la misma subespecie, y desde 2017 se reconoce esta subespecie como P. p. orientalis. Es decir, que el leopardo del Amur es la subespecie de leopardo que se extendió desde el centro de China (más o menos desde la provincia de Shaanxi) hasta la costa del Pacífico siberiano, donde hoy sobrevive su último reducto.

Sin embargo el área que hoy ocupa el leopardo del Amur es sólo una minúscula sobra de lo que fue. Actualmente es un área que se encuentra a caballo entre el extremo meridional de la provincia marítima rusa, Primorsky (con capital en Vladivostok) y la vecina provincia manchú china de Jilin, que geográficamente constituye el macizo montañoso de Sijote Alin en la parte rusa y en la parte china las montañas Chagbai. Se trata de un área que alcanza los 1.200 metros de altitud, cubiertos por bosques mixtos caducifolios y coníferos. El leopardo del Amur es, pues, un animal forestal de media montaña que ocupa un área total de menos de 5.000 km2, esto es, la superficie aproximada de las Islas Baleares.

Hábitat del leopardo del Amur en el Sijote Alin

Precisamente debido a este hábitat norteño sujeto a inviernos rigurosos, el leopardo del Amur es fácilmente reconocible debido a su coloración más pálida y a su pelo más tupido y largo, que puede llegar a 7,5 cm de longitud en invierno. Los machos miden entre 107 y 136 cm de longitud, más una cola de entre 82 y 90 cm, y pesar entre 32 y 48 kg.

Bien, ahora podemos responder a la siguiente pregunta: ¿Qué hace un leopardo en el congelado Extremo Oriente de Siberia y Manchuria? ¿Cómo y por qué ha llegado hasta allí?

Las desventuras del leopardo del Amur

En efecto, tendemos a pensar en el leopardo como un felino típicamente tropical. ¿Cuántas veces has visto en los documentales televisivos al leopardo que ha capturado un impala en la sabanafricana colgando su cuerpo en la rama de un árbol? ¿o cuántas veces has oído hablar de los leopardos devoradores de hombres en India?. Y en efecto, es así: el leopardo es uno de los principales depredadores de las regiones tropicales del Viejo Mundo pero olvidamos a menudo que se trata de un felino flexible y adaptable como pocos y con una piel moteada que le permite un asombroso camuflaje en multitud de ecosistemas diferentes entre sí.

Distribución histórica y actual del leopardo del Amur

El leopardo moderno como tal se originó en África hace entre 840.000 y 470.000 años, es decir, en el Pleistoceno Medio. Y se registra una expansión fuera del continente africano hace entre 300.000 y 170.000 años en dirección al Mediterráneo oriental, Oriente Medio y luego Asia oriental, momento en el que se originaron sus subespecies asiáticas (en África sólo se reconoce la subespecie nominal). ¿Por qué el leopardo abandonó Africa iniciando una expansión asiática?

La respuesta es sencilla: el leopardo marchó donde se iban sus presas. Poco antes de la salida de los leopardos de África atravesando la Península Arábiga, se registra una expansión de plantas y animales africanos en la misma dirección y el leopardo simplemente siguió a sus presas adonde éstas iban. Quiero que notes un hecho interesante: el ser humano moderno, nuestro Homo sapiens también fue una de esas especies africanas que abandonaron el Continente Negro justo en aquella época. Los paleontólogos saben que el leopardo era uno de los pocos depredadores naturales declarados no sólo del ser humano sino también de otros Homínidos antepasados nuestros, y podría ser que muchos leopardos marcharon detrás de los humanos de los que se alimentaban.

Leopardo del Amur capturado con cámara trampa. Fuente: Ministerio de la Federación Rusa para el Desarrollo del Extremo Oriente

Las nuevas subespecies de leopardo iban cuajando a medida que el leopardo se integraba en las cadenas tróficas de diferentes biomas. Así, el leopardo árabe se adaptó a vivir en ambientes desérticos y a alimentarse de gacelas, el leopardo persa se adaptó a un primer ambiente templado - frío en Anatolia, Persia y el Cáucaso persiguiendo ovejas silvestres y cabras montesas, mientras que los leopardos indio, cingalés y de Java encontraron ambientes tropicales muy similares a los que sus antepasados tenían en África.

Hubo un clado de leopardos que alcanzaron Asia oriental. Y aprovecharon muy bien las abundantes presas que encontraron allí: el leopardo indochino se mantuvo en unos estándares tropicales, pero el futuro leopardo del Amur subió hacia el templado centro de China y de ahí llegó a adaptarse al frío norte. Y mereció la pena porque el leopardo del Amur tiene a su disposición muchos herbívoros de tamaño medio y grande sobre los que depreda, como el corzo siberiano (Capreolus pygargus), el ciervo sika manchuriano (Cervus nippon mantchuricus), el jabalí del Ussuri (Sus scrofa ussuricus), el uapití manchuriano (Cervus canadensis xanthopygus), el ciervo almizclero siberiano (Moschus moschiferus), o el alce del Amur (Alces alces cameloides).

El ciervo sika es una de las principales presas del leopardo del Amur

Ante semejante abundancia de presas, la pregunta no es tanto ¿por qué hay leopardos en Siberia? como "¿por qué no haberlos?". De hecho, la presencia del leopardo en esas regiones tiene las mismas razones que las del tigre siberiano (Panthera tigris altaica). Y, atención, son dos felinos que compiten entre sí. Normalmente, en verano, allá donde coinciden tigres y leopardos este último intenta evitar al tigre ocupando las partes más elevadas del territorio pero en invierno cuando es más arduo conseguir comida, es inevitable que ambos coincidan, e incluso que el tigre mate leopardos (cosa muy mala para la conservación de los últimos leopardos del Amur).

Otra estrategia alimentaria que el leopardo del Amur sigue para minimizar la competencia con el tigre siberiano es abrirse también a presas de menor tamaño como liebres, tejones, aves o roedores, algo que el tigre no hace jamás.

Y ahora vamos a ver...¿por qué hay tan pocos leopardos del Amur? ¿y cuán pocos son?

¿Recuerdas lo que te conté sobre el guepardo asiático?. En África nadie le molestaba y fue cuando puso la zarpa en lugares de Asia donde había civilizaciones "avanzadas" cuando se le declaró enemigo público por ser una amenaza para el ganado y, supuestamente, para el ser humano. Pues a los leopardos asiáticos les ha pasado lo mismo. Y precisamente las subespecies que más han sido diezmadas hasta el borde del exterminio han sido las que vivían en las regiones no tropicales, donde el leopardo puede ser cazado más fácilmente: el leopardo árabe, el persa y el del Amur, siendo las subespecies tropicales menos afectadas por la guerra de exterminio. Esta guerra se agravó además por el uso suntuario de la piel del leopardo, que alcanzaba (y alcanza) elevados precios en el mercado negro.

Cazadores coreanos posando con un leopardo que han abatido.

Probablemente fueron los leopardos chinos los primeros en ser exterminados, en el cambio del siglo XIX al XX. En un estudio con cámaras trampa realizado entre 2016 y 2017 en el centro de la Provincia de Shaanxi se arrojó como resultado la presencia de 27 leopardos (12 hembras, 7 machos, 3 sin identificar y 5 cachorros), si bien en 2022 se desconoce si siguen vivos o si ha habido alguna variación en esta población que, te recuerdo, antes se asignaba a la subespecie de "leopardo del norte de China" pero que hoy se sabe que son leopardos del Amur.

En la Península de Corea está bien documentada la presencia de leopardos desde los tiempos medievales, pero su exterminio se dio con la ocupación japonesa (1910 - 1945), puesto que los imperialistas japoneses emulaban lo que hacían los británicos en India y tenían a Corea como su coto de caza particular para llevarse trofeos de leopardo y tigre en sus "safaris" imperiales. Así, según los registros oficiales japoneses, 624 leopardos fueron muertos entre 1910 y 1945, quedando sólo un puñado de ellos que fueron cazados esta vez por los cazadores de la Corea independiente. En Corea del Sur el último leopardo fue abatido en 1970 en las montañas Yeohangsan. 

En 2017 un estudio genético a partir de una piel de leopardo cazado en Corea del Sur en los años 50 arrojó sin ningún género de dudas que los leopardos de Corea eran leopardos del Amur. Debido al hermetismo de Corea del Norte, se desconoce si allí los leopardos sobrevivieron más tiempo que en el Sur. Lo que hoy parece claro es que los últimos leopardos del Amur no llegan a asomarse en Corea del Norte, a pesar de su cercanía. Hay una especie de bulo que sostiene que aún quedan leopardos en la Zona Desmilitarizada de Corea, pero no hay ninguna prueba que lo demuestre en una zona, por lo demás muy vigilada y monitorizada.

Cazadores rusos posando con ciervos, jabalíes y leopardos abatidos en Corea (1910)

En la población rusa, la caza furtiva para hacerse con su piel, los conflictos con el ganado desprotegido, la construcción de infraestructuras y el incendio de los bosques también diezmaron allí a los leopardos. A mediados de los años 1970 se contabilizaron sólo entre 38 y 46 individuos, que cayeron dramáticamente hasta los 25 - 30 en 1983-84, cantidad que se quedó más o menos estancada: 33-36 en 1991, a la caída de la URSS, 25 - 31 en 1997, 40 en 1998 para caer de nuevo a 22-28 en 2000 y 28-30 en 2003, y 24-37 en 2007.

Toda la zona del Amur fue sembrada de cámaras trampa para monitorizar los últimos leopardos del Amur tanto en la parte rusa como en la china, donde se han identificado en 2014 26 ejemplares: 11 machos y 15 hembras. Hay que tomar decisiones para salvar los últimos tigres del Amur.

¿Qué futuro le espera al leopardo del Amur?

En 2001, una reunión de científicos rusos en Vladivostok llegó a proponer la captura de los últimos leopardos del Amur (entonces se creía que unos 30) para preservarlos con vista a futuras reintroducciones, como se hizo en su momento con los últimos cóndores de California. Pero finalmente lo que hicieron las autoridades rusas en 2012 fue la protección del área donde vivían bajo la figura del Parque Nacional "Tierra de Leopardos". 

Pero no sólo se quedó ahí la cosa. También en España se crean "Parques Nacionales" que en la práctica son cotos de caza de lujo y majadas ganaderas. En Rusia se persiguió estrictamente la caza furtiva poniendo en marcha patrullas de "Rangers" de las que disparan primero y preguntan después, además de poner en marcha un gran esfuerzo de monitorización de la especie usando cámaras trampa, nada menos que 400 cámaras con las que es posible identificar uno a uno a los leopardos usando sus únicos patrones de manchas. También se llevó a cabo la reforestación de praderas producidas por el pastoreo del ganado. No, en la "Tierra de Leopardos" no hay lugar para el ganado, "igualito" que en algunos "parques nacionales" españoles que yo me sé.

Leopardo del Amur en el Zoo de Colchester, Reino Unido. Foto: William Warby

Como resultado de estos esfuerzos, en 2018 la población de leopardos en el lado ruso ascendió a 103 ejemplares, los cuales si sumamos a los del lado chino (y calculamos una tasa de repetición porque muchos ejemplares son divagantes entre ambos lados de la frontera), y sumamos la población de Shaanxi, podríamos tener unos 150 ejemplares en libertad, más 220 ejemplares dispersos por zoológicos de todo el mundo. Con 370 ejemplares en total ya es posible plantearse un proyecto de cría y reintroducción.

El Gobierno ruso ya firmó en 2017 convenios con WWF-Rusia y con la London Zoological Society para empezar a diseñar este proyecto de reintroducción, un proyecto muy complejo y difícil del que todavía no se ha pasado de la fase de buenas intenciones. Con el CoVid19 entre 2020 y 2021 y ahora la guerra con Ucrania me temo que el proyecto tardará en arrancar.

¿Podrán esperar los últimos leopardos del Amur?

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Comentarios

  1. Muy buen artículo y aunque, ya sé que es de hace un tiempo, pero últimamente me siento interesado por los leopardos y me he leído tus artículos, mi favorito de todos es el del leopardo europeo. He visto que has hablado de varios leopardos y si bien mencionas al leopardo persa en ocasiones, me gustaría que dedicases un artículo a él (si es que no lo has hecho ya, que igual no he podido encontrar) y ver si, no solo en la península ibérica, sino en algunas partes de Europa podría tener algún rol importante y quizá saber si podríamos volver a tener un gran felino en nuestro continente (sin restar importancia a los hermosos linces). Un saludo y de nuevo, me encanta el artículo y el Blog.

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