El burro: de tonto...ni un solo pelo.

Querida hija:

Probablemente el burro sea, tras el cerdo, el animal doméstico más insultado, calumniado y vilipendiado injustamente. En nuestro idioma (y, al menos, también en inglés), la palabra "burro" junto con su sinónimo "asno", ha pasado significar "lerdo", "ignorante", "retrasado" y cosas por el estilo, pasando a nuestro tristemente rico acervo de insultos. Curiosamente, el burro como cualquier otro animal doméstico es ni más ni menos que lo que el ser humano ha hecho de él, al seleccionar los atributos morfológicos y de temperamento que le ha interesado preservar para su propio beneficio. Pero es que, además, no se corresponde con la realidad: el burro es un animal sorprendente para descubrir, justo ahora que está desapareciendo de nuestros campos. Hoy quiero que conozcas este fascinante animal.

El burro es un magnífico animal

El origen del burro.

Hasta el más irrecuperable de los urbanitas sabe diferenciar un burro de un caballo. El burro es un equino mucho más pequeño con una altura a la cruz que oscila, según las razas y variedades, entre los 0,9 y 1,4 m. de  altura. Sus orejas son notablemente más largas, luego verás por qué. Sus ojos son más grandes y, aunque su capa oscila entre varios colores, presenta un degradado claro en el hocico y en el extremo de las patas. Su crin es corta, hirsuta y no cae hacia el lado como en el caso de los caballos. Y, por si fuera poco, el burro no relincha sino que rebuzna, una de las voces animales más reconocibles y fuertes.

Como sucede con todos los animales domésticos, el burro desciende de un agriotipo silvestre: el asno salvaje africano (Equus africanus). En su momento, te hablé en una crónica pasada sobre los asnos salvajes asiáticos, continente donde sobrevive el mayor número de especies de este equino silvestre. Desgraciadamente, la situación de los asnos salvajes africanos es muy diferente. Se conocen dos subespecies de este asno, de los cuales te voy a dar información:

Asno de Nubia (E. a. africanus)

El asno de Nubia se caracterizaba por la llamada "cruz": un patrón en el dorso consistente en una línea longitudinal oscura que se cruzaba en los hombros con otra transversal, un patrón que a veces surge en sus descendientes domésticos. Originariamente se distribuía en los desiertos y zonas áridas de Egipto, Sudán y Eritrea.

Asno de Nubia. Zoo de Berlín, 1899

Desgraciadamente, el asno de Nubia se considera actualmente exterminado: la última vez que se avistó un ejemplar fue en los años 1970 en el Valle de Barka, Eritrea, y en la frontera Eritrea/Sudán. Los eventos de domesticación, y la caza directa debido a que se le consideraba un competidor con el ganado local por los escasos recursos de comida y agua en estos desiertos le dieron la puntilla. No obstante, existen sospechas de que el asno de Nubia pueda sobrevivir en poblaciones muy reducidas: existe una población de asnos ferales en la isla neerlandesa caribeña de Bonaire cuyo análisis genético arroja un ADN muy cercano al puro asno de Nubia, y lo mismo se cree de una población de asnos localizada en el Parque Nacional Gebel Elba, en la frontera entre Egipto y Sudán, pero en ambos casos se duda mucho de estos análisis genéticos.

No obstante, en un reciente estudio genético que se hizo para dilucidar el origen de la domesticación del burro se encontró rastro de un linaje matrilineal de asno de Nubia en el Este de Sudán que parecía sugerir que esta subespecie podía haber sobrevivido hasta la década de 1990 o que, al menos, su exterminio se produjo veinte años más tarde de lo que se había pensado.

Asno somalí (E. a. somaliensis)

A diferencia del asno de Nubia, el asno somalí aún sigue vivo aunque en una situación crítica. Se distingue del asno nubio en que no presenta la cruz en el dorso y presenta cebraduras en las patas, característica que también aparece en algunos burros domésticos.

Asnos somalíes en el Zoo de San Diego

Pero el asno somalí también ha tenido que soportar las mismas agresiones que el nubio, y como consecuencia su área originaria de distribución que comprendía Somalia, Yibuti y Etiopía/Eritrea hoy se reduce sólo a la parte sur de Eritrea y la Depresión de Danakil, en Etiopía, con menos de 1.000 ejemplares en libertad, a los que hay que sumar unos doscientos en cautividad o semi-cautividad en diversos lugares del mundo.

Aparte de las dos subespecies "canónicas" de asno salvaje africano, hay que añadir una posible tercera subespecie que debió ser exterminada en tiempos históricos, seguramente durante el Imperio Romano: el asno del Atlas (E. a. atlanticus), que se extendió por el Magreb y el Desierto del Sahara. Según representaciones rupestres de esta subespecie, corroboradas por mosaicos romanos, el asno del Atlas tenía tanto la cruz del asno nubio como las cebraduras del asno somalí.

Mapa de distribución del asno salvaje africano

Como habrás podido comprobar, el asno salvaje africano en sus distintas subespecies es un animal adaptado a climas desérticos: sus grandes orejas son una adaptación al calor, al funcionar como radiadores naturales igual que sucede con las largas orejas de las liebres del desierto norteamericano o de los fenecos norteafricanos. Su pequeño cuerpo también ayuda, al cumplir la Regla de Bergmann según la cual, en ambientes cálidos, un tamaño pequeño ayuda a disipar el exceso de calor. Su alimentación es sobria y aprovecha al máximo la magra vegetación que puede encontrar en el desierto. Cualidades todas que influyeron en la domesticación de esta especie.

En efecto, el burro fue domesticado a partir del asno salvaje africano hace entre 10.000 y 5.000 años: los restos de burro doméstico más antiguos que se conocen corresponden al asentamiento prehistórico egipcio de El-Omari (hacia 4.600 - 4.400 a.C.) y Hierakompolis (3.600 a. C.). Especialmente interesantes son los esqueletos completos de burros encontrados en las primeras tumbas reales egipcias de la I Dinastía, situadas en Abydos. De Egipto, los burros domésticos se extenderían rápidamente por Oriente Medio, Asia meridional y el mundo mediterráneo.

¿Quiere esto decir que el burro fue domesticado en el Antiguo Egipto, como sucedió con el gato?. No necesariamente. Probablemente el burro fue domesticado en algún lugar del Sahara como respuesta a su progresiva desertización, pero cuando el burro llegó al Antiguo Egipto, sin duda éste se convirtió en el centro de su dispersión a nivel mundial. Pero la pregunta es: ¿cuál de las subespecies de asno salvaje africano fue el agriotipo original del burro doméstico?

Representación de un burro en el Antiguo Egipto

Tradicionalmente se ha pensado que el burro desciende tanto del asno nubio como el somalí, despreciando el posible papel que pudiera haber tenido el asno del Atlas pero los estudios moleculares han arrojado cierta luz al respecto. Según este estudio, se detectan dos haplogrupos mitocondriales en los burros domésticos modernos, uno de los cuales desciende claramente del asno nubio. Pero el otro no queda claro de dónde desciende ya que el asno somalí no está relacionado con él. Por tanto, queda abierta la posibilidad de que el asno del Atlas pudiera ser la otra fuente de los burros domésticos. En cualquier caso, hubo dos eventos independientes de domesticación del asno africano, uno en Nubia (a las puertas de Egipto) y otro probablemente en el Desierto del Sahara.

Representaciones del asno salvaje del Atlas

El burro doméstico

Pues ahí está la gracia del burro, hija mía. Es una bestia de carga y transporte más que fiable: duro y sobrio, hecho a los desiertos africanos, es austero en el comer y en el beber y por tanto barato de mantener en aquellas duras sociedades rurales donde hay que contar cada céntimo para sobrevivir. Desde luego, mucho más barato que un caballo, que acabó convirtiéndose en objeto de lujo aristocrático y caballeresco. Ya sabes, el altisonante Don Quijote monta un caballo (aunque maltrecho y famélico) mientras que el humilde pero avispado Sancho Panza monta un burro, al que por cierto Cervantes no dio nombre, sólo mencionó su color: rucio, por el que se le conocía.

Además, el burro es el 50% de la mula, un utilísimo animal doméstico cruce de burro y yegua (mula) y del burdégano, cruce de burra y caballo, y de los que te hablé en esta crónica anterior.

Un burro y su dueño en la provincia china de Shanxi

Por eso el burro prospera en climas secos y cálidos y no le va bien ni las húmedas selvas tropicales ni las brumosas latitudes norteñas: la mayor población la presenta China con 20 millones de cabezas, seguido de Etiopía con 7 millones, Pakistán con 5,6, México con 3,1 y Egipto con 2,1 completarían el "Top 5" asnal. En general, el ganado asnal está más concentrado en África, Asia meridional e Iberoamérica.

Y éste es el "problema". Tanto a nivel geográfico como a nivel social dentro de cada país, el burro se asocia a territorios pobres y a personas pobres. El burro es, junto con la cabra, el ganado mejor adaptado a las tierras pobres y secas: saca todo lo que necesita de los magros recursos a su alcance y le cuesta económicamente poco a su propietario. Seguramente por eso se ha asociado el burro al pobre y al (forzoso) ignorante, y de ahí su injusta "fama" de "lerdo", que ha pasado al lenguaje común.

¡Y en realidad es todo lo contrario!. El cerebro del burro es comparativamente más grande que el del caballo, y el burro es un animal más inteligente que el caballo, considerado siempre como un animal inteligente. ¡Cuán poco queremos saber sobre nuestros animales domésticos y con qué facilidad les asignamos arbitrarias cualidades humanas!. El burro no es un animal "terco", sino que no va a actuar jamás contra sus propios intereses: es inútil obligar a un burro a realizar una acción que pueda suponer un riesgo para él, puesto que tiene un elevado sentido de la auto-conservación. Ante una situación determinada, el burro va a estudiar la situación y tomará la mejor decisión basándose en esta evaluación.

Burros cargando heno en Etiopía

El burro es muy suyo: es más individualista que el caballo y hay que hacer "buenas migas" con él. Si te haces amigo suyo, o le emparejas para trabajar con otros burros con los que se "lleve bien", encontrarás que no hay animal más entregado y cariñoso. ¿Es esto propio de un animal "tonto" o "ignorante"? ¡qué injusticia!

En cualquier caso, si bien el burro continúa desempeñando un papel importante en los países en vías de desarrollo, en nuestra opulenta y mecanizada Europa, aquejada por el abandono rural, el burro ha ido desapareciendo hasta quedar en peligro de extinción. En España existen las siguientes razas asnales:

Raza Andaluza: sur de la provincia de Córdoba, campiña cordobesa, zonas llanas y calurosas de Sevilla y Jaén, así como sur de Badajoz en su límite con Andalucía.

Asno de las Encartaciones: parte occidental de Vizcaya.

Raza Balear: actualmente reducido a la Isla de Mallorca, pues ha desaparecido del resto del archipiélago.

Burro Fariñeiro: distribuido por toda Galicia pero especialmente concentrado en la Península de Morrazo y municipios limítrofes, así como en Ancares/Caurel y la zona montañosa de Orense.

Raza Catalana: distribuido por varias zonas de Cataluña, pero especialmente en las comarcas gerundenses de Pla de L'Estany y Garrotxa y la barcelonesa del Berguedà.

Raza Majorera: es el único équido autóctono del archipiélago canario, y está confinado en la Isla de Fuerteventura. Menos de doscientos ejemplares.

Asno Zamorano-Leonés: posiblemente la más importante raza asnal de España juntamente con la catalana, inconfundible por su hirsuto y largo pelo marrón oscuro. Se distribuye en las comarcas del oeste zamorano en un 98%, con unos 1.300 animales.

Burros de raza zamorano-leonesa

Todas estas razas están en peligro de extinción y aparte de un puñado de propietarios que desean conservar las razas, los burros hoy día tienen su presente en centros de protección donde con ellos se realizan actividades educativas y también se están explorando terapias para ciertos transtornos, dado que se trata de un animal cariñoso y que despierta ternura y simpatía. Tal vez el futuro de los burros españoles y europeos vaya por ahí.

Los burros ferales de los EEUU

Para terminar, me gustaría hablarte de la existencia de burros domésticos que, abandonados o escapados, han adquirido el estado silvestre al igual que sucede con los caballos cimarrones en tantas partes del mundo. Tal vez el caso más conocido sea el de los EEUU, donde existen hoy día unos 17.000 burros ferales, distribuidos en su casi totalidad en cinco estados, todos ubicados en el Oeste:

- Arizona: 9.092

- Nevada: 4.717

- California: 3.416

- Utah: 508

- Oregón: 47

Estos burros son consierados perjudiciales para el medio ambiente ya que se convierte en competidores de ungulados autóctonos especialmente del carnero salvaje bighorn (Ovis canadensis) pero, como en su día te conté hablándote de la historia de los caballos, en 1971 fueron protegidos como "símbolo del Oeste americano", con lo que hoy día el manejo de estos burros es el mismo que el de los caballos: periódicamente se les reúne para extraer ejemplares y cederlos en adopción a particulares. Aquí se demuestra una vez más la inteligencia del burro con respecto del caballo ya que estas reuniones de ejemplares se hacen con helicópteros: mientras los caballos se reúnen, ante los helicópteros los burros lo que hacen es dispersarse lo que dificulta el rodearlos.

Burros ferales en Arizona, EEUU

El origen de los burros ferales estadounidenses hay que buscarlo en la introducción del burro en lo que hoy es el Estado de Arizona en 1679 cuando el misionero jesuita tirolés Eusebio Kino funda la Misión de San Xavier del Bac (aún en activo). A partir de ese momento el burro fue el instrumento idóneo para la colonización de aquella parte (árida y desértica) de lo que era entonces Nueva España. Aunque es probable que ya en la época de la Conquista hubiera escapes de burros, sería a partir de la anexión del Oeste por los EEUU en 1848 tras la guerra con México cuando se produce el boom minero en el Oeste, durante el cual fueron los burros y las mulas los protagonistas para el transporte en la difícil orografía de la región. Cuando los filones se agotaban y los poblados mineros se abandonaban, con frecuencia los burros eran abandonados a su suerte, constituyendo el origen de la población feral estadounidense.

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Comentarios

  1. Creo recordar una frase/ hecho que decía que para decidir el trazado óptimo de un camino o carretera de montaña se recurría a un burro que siempre buscaba el camino más favorable en las subidas

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