5 Consejos para organizar una perfecta salida de observación de fauna

Querida hija: 

Esto de saber muchas cosas sobre los animales está muy bien, la verdad. Pero cualquier persona interesada en el mundo animal, sea o no naturalista, sea o no profesional del tema, necesita abandonar la seguridad y comodidad de los libros o internet, y experimentar en primera persona lo que es la observación de fauna en libertad. No hay nada comparable a encontrarse en medio de la naturaleza observando el quehacer espontáneo y normal de una mariposa, una rana o un oso pardo. Por resumírtelo en una frase: es experimentar la autenticidad de la Naturaleza. 

En España la acampada libre está prohibida. Tenlo también en cuenta

Pero si quieres salir al campo para observar fauna, no se trata de salir por las buenas, coger cualquier cosa y sentarse a esperar sobre una piedra o un tronco. La cosa, sin ser difícil, requiere un mínimo de preparación, y me gustaría darte unos consejos para preparar una salida a la naturaleza, en condiciones y con garantías. Y tienes suerte de que tu padre sea un naturalista que te puede explicar estas cosas, porque yo no lo tuve tan fácil cuando empezaba en esto. 

Yo siempre fui el chico raro. Nadie en nuestra familia compartía mi afición por lo que los adultos llamaban despectivamente “los bichos”. Tampoco ningún compañero de clase en la escuela ni tampoco en el Instituto. Por tanto, cuando me planteé realizar mis propias salidas al campo para adquirir experiencia en observación de fauna, no tuve a nadie cerca para preguntarle, pedirle consejo o simplemente pegarme a su culo y aprender. No. Por tanto, lo que hice fue acudir a los que sabían. O yo pensaba que sabían. Me hice un recorrido por las organizaciones ecologistas y conservacionistas más conocidas y planteé mis necesidades. Qué iluso. 

Sorprendentemente, me miraban como un bicho raro y lo único que acertaban a decirme era que me hiciera socio y pagase una cuota sin dar demasiados problemas. Es cierto que en aquél entonces no había las oportunidades de voluntariado que existen hoy en día para aprender un montón de cosas, pero aun así no te fíes, porque para muchos puestos de voluntariado te piden una experiencia que cualquier principiante no puede ofrecer. O sea, que básicamente tuve que buscarme la vida y aprender yo solito los secretos de la Naturaleza. Y aquí te ofrezco esos consejos que nadie pudo o quiso ofrecerme a mí en su momento 

1. Ten claro para qué vas a salir al campo 

Uno puede salir al campo para muchas cosas, pero yo me voy a centrar en la observación de fauna. Si quieres salir a observar fauna silvestre, puedes hacer dos cosas distintas, pero no excluyentes. Como primera opción, puedes plantearte observar una especie en concreto. 

Por regla general, debes tener en cuenta que los animales son animales difíciles de observar, esquivos, huidizos, y que requiere invertir tiempo y paciencia. Es cierto que muchos insectos y gran parte de las aves son relativamente fáciles de observar. Algunos reptiles tampoco te darán muchas dificultades, pero los mamíferos, en general, al ser de hábitos nocturnos te ponen el listón muy alto, y para observar determinadas especies se necesita una equipación y una dosis te tiempo que la mayoría de personas no tiene. 

La mayoría de los mamíferos son nocturnos y difíciles de observar, como la gineta

Con todo, si aceptas esta premisa y aun así quieres observar una especie en concreto, debes investigar su área de distribución, es decir, dónde es más probable hallarla. También necesitas averiguar sus hábitos, su biología básica, si está o no en época de reproducción, ya que determinadas especies son más fáciles (o más difíciles) de observar en esa época, qué hábitats ocupan normalmente, dónde se ubican sus madrigueras, qué rastros y huellas pueden dejar como pistas. Sí, lo has adivinado…cualquier salida al campo requiere antes una investigación con libros y/o internet. Créeme, el esfuerzo investigador que inviertas se va a ver recompensado en un alto grado de frecuencia. 

Otra opción es salir a un lugar determinado que te interese y observar qué fauna en general se encuentra por allí. Date cuenta que es una opción que no excluye a la primera: tú puedes salir a tratar de observar buitres leonados pero al mismo tiempo estar atenta a lo que sucede por las zonas donde pasas. Yo particularmente prefiero esta opción, elegir un lugar determinado y dejarme sorprender por lo que pueda encontrar. Tiene la ventaja de que, al ver más fauna, o encontrar más indicios sobre ella, aprenderás más y sobre más especies que si sólo te focalizas en una. 

2. Usa un buen mapa 

Bien hija, ya has decidido adónde quieres ir y qué quieres observar en ese lugar. El siguiente paso es hacerte con un buen mapa de la zona. Yo te recomiendo el Mapa Topográfico Nacional, escala 1:50.000, que edita el Instituto Geográfico Nacional. Lo de la escala 1:50.000 es fácil de entender: cada unidad de longitud que midas en el mapa se corresponde con 50.000 unidades de esa misma longitud en la realidad. Es decir, si tú mides un centímetro en el mapa, esa distancia se corresponde en la realidad con 50.000 centímetros, o sea, 500 metros. 

El Mapa Topográfico Nacional 1:50.000 tiene este aspecto

El Mapa Topográfico Nacional se divide en “hojas”, numeradas y nombradas con el pueblo más importante que incluyen. Se pueden conseguir en la Casa del Mapa, red de tiendas del Instituo Geográfico Nacional por toda España, y en tiendas especializadas. Tendrías que escoger a qué hoja corresponde la zona adonde quieres salir y estudiar el mapa. 

No es difícil leer este tipo de mapas, pues verás que son muy precisos y es muy grande el detalle de elementos que representan. Una vez tienes el mapa, escoge el punto de origen de la excursión, que normalmente será un pueblo o ciudad donde te aconsejo que dejes el coche o llegues en transporte público, si es posible, ya que no es bueno que te metas con el coche en plena naturaleza. Identifica las sendas por donde deberás transitar hasta llegar a la zona donde quieres ir, o incluso el propio trayecto puede ser la zona a prospectar, lo que se llama un transecto.Y así determinas el recorrido que vas a hacer. 

El Mapa Topográfico Nacional se vende en hojas sueltas numeradas

No debes tener miedo a moverte en el campo con un mapa. Ya te comenté que son muy precisos, y durante el comienzo de la excursión te aconsejo que trates de relacionar lo que ves con tus ojos con lo que está representado en el mapa. Verás cómo se corresponde fielmente. Las mejores referencias para saber por dónde te estás moviendo son las propias sendas o caminos vecinales y los arroyos o ríos. Naturalmente, cuando tengas experiencia podrás ir abandonando los caminos y sendas y usar la topografía como forma de orientarte. Pero ve poco a poco, y sobre todo compara al principio el terreno real con el representado en el mapa. 

3. Ve ligera de equipaje 

Ya sabes adónde vas a ir y cómo vas a llegar. Ahora debes pensar qué vas a llevarte. Yo, cuando salgo al campo, en muchas ocasiones me quedo perplejo al observar excursionistas equipados con mochilas de veinte kilos que les ocupan toda la espalda, bastones de alpinista, abrigos súper-tecnificados listos para enfrentarse al Polo Norte… 

No hace falta ir tan sobrecargado ni prepararse como si fueras a la Selva del Congo. Usa el sentido común, y lleva pocas cosas pero necesarias. Mi consejo es que uses prendas lo más naturales posibles: algodón, cuero, lana…no es muy congruente usar demasiados tejidos artificiales a base de petróleo, creo yo. Sí es importante que lleves un buen par de botas de excursionista, con suela gruesa y caña que sujete bien tus tobillos. Si tienes que invertir dinero en algo, inviértelo en las botas. Ya me lo contarás. 

No hace falta ir muy sobrecargada para salir al campo. Ligereza y sentido común es lo que necesitas.

Usa una mochila de cuero de tamaño medianito, y dentro pon: unos prismáticos, algo de comida y bolsas para guardar tus desperdicios, un teléfono móvil que te servirá más bien para posibles emergencias y para realizar fotos, porque deberás llevarlo en silencio o vibración para no molestar a los animales ni a los caminantes: el silencio que experimentarás en la naturaleza amplifica por miles de veces cualquier perturbación sonora. ¿Qué más debes llevar?, una cámara digital de tamaño pequeño, un cuaderno de campo sigue siendo muy útil para apuntar las primeras impresiones de lo que observes, ya que una foto sólo capta el objeto que estás enfocando, pero necesitas más información sobre el entorno en el que has encontrado un indicio o también sucede que el ojo es más rápido que la cámara, y puedes avistar un animal de forma fugaz y no te de tiempo a sacar la cámara, pero si apuntas en el cuaderno inmediatamente las impresiones de tu memoria, luego en casa podrás identificar el animal que has visto. 




Y no necesitas mucho más, en realidad. En muchos sitios te aconsejarán que lleves guías de identificación de aves o de indicios. No soy partidario de llevarlas, porque rara vez coincide lo que tú observas con lo que aparece representado en las guías. Lo mejor es que fotografíes todo lo que puedas, lo complementes con tus notas en el cuaderno de campo y, en la intimidad del hogar, trates de identificar lo que has visto con ayuda de internet o de libros. 

4. Estáte atenta a los indicios de presencia de fauna 

Una vez que ya estés caminando por el campo, deberás observar. No es solamente un paseo, que también, sino que debes fijarte en detalles que a otras personas les pasan desapercibidos. Si revuelves piedras, podrás encontrar debajo insectos, pero también víboras, que deberás diferenciar de las culebras, no venenosas, por la forma de la cabeza: triangular en el caso de las víboras. Si te encuentras una de ellas, simplemente da un rodeo y déjala en paz. 

Cuando pases bajo los árboles, mira junto a los troncos. Podrías encontrar rastros de alimentación de roedores, o sea, frutos mordidos y roídos. Si el terreno está nevado o mojado, en los márgenes del camino o senda podrías encontrar huellas de pisadas. Mirando al cielo o a las copas de los árboles verás aves. En muchas ocasiones no las ves, pero las oyes. Y siguiendo el canto de las aves podrás localizarlas muchas veces. En realidad, un simple paseo por el campo te reportará muchos, muchos indicios de presencia de fauna. Es muy raro que no encuentres absolutamente nada. Y, por supuesto, se te puede cruzar un jabalí, un corzo o un ciervo. 

Las hozaduras son un indicio muy característico de presencia de jabalíes. Debes estar atenta a este tipo de cosas.

Yo te aconsejo que, ante cualquier cosa que a ti te parezca un indicio de presencia de fauna, lo fotografíes, y tomes nota en el cuaderno de campo de todo cuanto le rodea: vegetación, situación, posibles otros indicios relacionados con él (lo que se llama integración de indicios, que es extremadamente importante para llegar a identificar la presencia de una especie dada en un lugar). Por ejemplo, caminando por una senda en una zona donde hay lobos, podrías encontrar un excremento que, si se encuentra depositado en una zona visible, como una piedra o una planta, podría darte la sospecha de ser un excremento de lobo. Si, además, en sus cercanías, encuentras rascaduras de sus uñas, entonces las probabilidades de que sea un indicio de lobo aumentan. Eso es la integración de indicios. 




En casa, tranquilamente, buscas en libros o internet todo lo que se parezca a lo que has encontrado. Es posible que no sea nada, pero sería raro que no encontrases algo que te dé información sobre qué animal ha provocado ese indicio. Al principio será ensayo y error, pero con el tiempo, irás entrenando el ojo y tu experiencia aumentará. 

5. Observa ciertas reglas de comportamiento 

Cuando estés en el campo, es esencial que observes unas mínimas normas de comportamiento hacia la fauna y flora silvestre y también hacia los seres humanos que habitan o pasan por esas zonas. 

No hagas ruidos ni nada que pueda molestar a la fauna. 

No recolectes ejemplares animales ni botánicos si no estás autorizada. Tu arma, como te dije, debe ser la fotografía y el cuaderno de campo. 

Guarda tus desperdicios y llévalos a casa, donde los tirarás a la basura. Dejemos el campo limpio, tal como lo encontraremos. 

Respeta las infraestructuras agropecuarias: si encuentras una puerta de paso de ganado, déjala siempre como la encontraste. Cerrada, si estaba cerrada, o abierta si estaba abierta. Si ves vallas, respétalas y no las traspases. Nos guste o no, están ahí por alguna razón. 

No hagas uso del teléfono móvil más que en caso de emergencias. Si encuentras indicios de trampas ilegales o cebos sospechosos de estar envenenados, llama al Seprona de la Guardia Civil para denunciar el hecho. 

Si te encuentras con un caminante, sea un excursionista o sea un habitante local, o un trabajador del campo, saluda siempre. Es una regla básica de urbanidad que en las ciudades hemos olvidado. En los pueblos, también existe la costumbre de saludarse porque normalmente se conocen todos. Haz tú lo mismo. Saluda y responde a los saludos, con sencillez y sin hacerse notar. 

Es bueno, cuando termines la excursión y antes de emprender el regreso, hacer alguna consumición o compra en el pueblo donde estés. Conviene que en el medio rural vean que la naturaleza silvestre local les reporta beneficios. 

En resumen, hija mía, si sigues estos sencillos consejos, te verás recompensada con una placentera jornada en el campo, llena de sucesos y observaciones interesantes, y al regresar a casa habrás mejorado mucho tus conocimientos.

Los gamos son animales relativamente fáciles de observar en el Monte de El Pardo, Madrid

Comentarios

  1. https://sidanpress.com/2018/12/amino-para-pc/
    Si te encuentras con un caminante, sea un excursionista o sea un habitante local, o un trabajador del campo, saluda siempre. Es una regla básica de urbanidad que en las ciudades hemos olvidado. En los pueblos, también existe la costumbre de saludarse porque normalmente se conocen todos. Haz tú lo mismo. Saluda y responde a los saludos, con sencillez y sin hacerse notar.

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