Náufragos. Cómo se puebla una isla desierta. Krakatoa y Surtsey

Querida hija: 

Uno de los temas que más han intrigado a los especialistas en biogeografía es la manera en la que los seres vivos colonizan una isla. Está claro que hay animales que pueden volar y pueden nadar razonablemente bien, y estas habilidades les permiten alcanzar una isla determinada. En muchas ocasiones, en cambio, no está tan claro cómo una especie o un conjunto de especies, han acabado en una isla remota. A veces MUY remota. En todo momento me estoy refiriendo a islas oceánicas, esto es, islas que nunca han estado en contacto con otras tierras, a diferencia de las islas continentales, que son las que han formado parte alguna vez de un continente, y que suelen llevar su propia “carga” original de fauna silvestre. 

Grabado que representa la erupción de Krakatoa en 1883.

Con el tiempo, los estudios, los experimentos, etc…los especialistas llegaron a determinar que la vida salvaje puede establecerse en una isla oceánica desierta mediante tres modos: transportada por las corrientes de aire, desplazada por las corrientes marinas o llevada por otros animales. Se podía demostrar, mediante evidencias indirectas, que esto es cierto. Pero los científicos no habían podido presenciar este proceso de colonización con sus propios ojos para corroborarlo. Hasta que en tiempos recientes surgieron dos oportunidades de hacerlo, dos islas surgidas del océano merced a las fuerzas volcánicas que moran en el profundo interior de nuestro planeta. Así, se ha podido observar este proceso en vivo o, como se diría hoy, casi en streaming

Voy a hablarte de estas dos asombrosas tierras: Krakatoa y Surtsey. 

Krakatoa: la mayor explosión de los tiempos históricos 

Entre las grandes islas de Java y Sumatra, en la actual Indonesia, existe un pequeño micro-archipiélago que recibe el nombre de Krakatoa. El 20 de mayo de 1883 dicho archipiélago se hallaba bajo la soberanía holandesa, al estar integrado en las Islas Orientales Holandesas. 

Constaba de tres islas. La mayor recibía el nombre de Krakatoa, y estaba coronada por tres conos volcánicos, llamados Rakata, de 883 metros de altura, Danan con 445 y Perboewatan, el más pequeño, con 122 metros. Escoltando a esta isla grande, al noroeste la isla de Verlaten (“perdida”, en holandés, hoy Sertung) y al noreste la isla Lang (“larga”, en holandés, hoy llamada Panjang). Completaba el conjunto un pequeño islote que los holandeses llamaban “Poolsche hog”, o “Sombrero polaco”. Bajo estas pequeñas islitas había una fuerza latente que estaba a punto de desatarse. Se encontraban sobre la confluencia de dos placas tectónicas: la Indoaustraliana, que desde el sur presiona hacia el norte, y la Euroasiática, que resiste el embate de la placa sureña. 

Archipiélago de Krakatoa. Obsérvese la isla original antes y después de la erupción

De modo que el 20 de mayo de 1883 comenzó la actividad volcánica al salir penachos de humo y gases del cráter Perboewatan. Pronto empezó una erupción cuya nube de ceniza alcanzó los 6.000 metros de altura, y cuyas explosiones se oían en la cercana Batavia, la capital de la colonia, hoy Yakarta. Nada nuevo para los nativos y los europeos, acostumbrados a las continuas erupciones volcánicas de una de las zonas más activas de la corteza terrestre. 

El 19 de junio, se abre una fisura entre Danan y Perboewatan, originándose una serie de erupciones en ese punto, intensificándose desde el 11 de agosto. El 24 de agosto, se escuchaban claramente explosiones lejanas. El día 26 de agosto se produjo la máxima actividad volcánica hacia las 13:00 horas. A las 14:00, una tremenda nube de cenizas alcanzó los 27 kilómetros de altura. Algo iba mal. Algo iba distinto a otras erupciones. Y en la madrugada del 27 de agosto de 1883 la erupción entró en una fase catastrófica. Se producen cuatro explosiones de enorme potencia, a las 5:30, las 6:42, las 8:20 y las 10:02. Esta última fue la mayor de todas. Una explosión de una violencia inaudita, que alcanzó los 180 decibelios de potencia, convirtiéndose en la mayor explosión registrada por el ser humano, llegando a oírse en Australia. La columna de cenizas alcanzó los 80 km de altura, penetrando en la estratosfera, y difundiéndose por todo el planeta, provocando durante todo un año unos increíbles atardeceres provocados por la difusión de la luz entre las cenizas. 

Área en la que se escuchó la explosión del 27 de agosto de 1883

La mitad del archipiélago voló por los aires. Desapareció. Los flujos piroclásticos arrasaron la zona, y un poderoso tsunami arrasó las costas de Java y Sumatra, causando más de 36.000 muertos, y haciendo notar sus olas hasta Sudáfrica. 

El 28 de agosto cesó la actividad volcánica, dejando un panorama desolador. Hubo áreas completamente devastadas que jamás volvieron a ser pobladas por el ser humano, que volvieron a ser reclamadas por la selva ecuatorial. Ese fue el destino del actual Parque Nacional de Ujung Kulon, último refugio del rinoceronte de Java. Se volatilizó más de la mitad de la isla de Krakatoa, que únicamente conservó su tercio sur, alrededor del cráter Rakata. Por eso, la isla resultante fue renombrada como Rakata. En el año 1927, aproximadamente donde había estado el antiguo cráter Perboewatan, surgió una nueva isla desde el fondo del mar, consolidándose en 1930 . Recibió el nombre de Anak Krakatoa, el “Hijo de Krakatoa”, que ha continuado teniendo actividad volcánica hasta el día de hoy. 

La vida en Krakatoa quedó completamente exterminada en un paisaje lunar donde sólo había cenizas y lava. En terminología científica, se dice que las islas quedaron esterilizadas. ¿Volvería la vida a establecerse en este archipiélago? Y, de ser así, ¿cómo lo haría?. Los científicos comprendieron entonces que estaban ante una oportunidad única para dar testimonio de cómo la vida podría volver a estas arrasadas islas, y comenzó un estudio que no ha cesado hasta hoy en día. Primero los holandeses y, después de la segunda guerra mundial, japoneses y, más recientemente, equipos internacionales han dirigido expediciones a la zona para registrar con paciencia las especies que iban recolonizando las islas. ¿Cómo lo hicieron? 

En el año 1886, sólo tres años después de la catástrofe, llega la primera expedición botánica. Encuentran algas, musgos, plantas con flores y 11 especies de helechos. Se concluye que las semillas de estos primeros seres colonizadores llegaron por aire y también transportadas por las corrientes marinas. El transporte por aire se llama aerocoria, y el transporte por agua se llama hidrocoria. Al año siguiente, 1887, se encuentran árboles jóvenes y praderas de hierba. Se registran los primeros animales: mariposas, escarabajos, moscas y un único vertebrado, el lagarto monitor acuático Varanus salvator, buen nadador y animal oportunista que desde entonces no ha faltado de las islas. 

En 1906 se registan ya 100 especies de plantas vasculares y se establece una arboleda junto a la costa, incluyendo tamariscos y cocoteros. El coco flota muy bien y es capaz de germinar cuando llega a tierra. Entre 1908 y 1921 se produce la formación de un verdadero bosque, y se calculó posteriormente que la inmigración alcanzó su pico en este periodo. Entre 1921 y 1933 se completa el bosque y se “cierra” el dosel arbóreo y también la tasa de extinción alcanza su máximo. Parece claro que se produce un importante cambio ecológico con la maduración de un bosque, y las especies que vivían hasta entonces en un ambiente abierto, se extinguieron, pero muchas de ellas encuentran refugio en Anak Krakatoa que, merced a su continua actividad volcánica, ofrecía espacios abiertos. En 1952/53 y 1972 se produjeron erupciones esterilizantes, que obligaron a la vida a empezar otra vez desde cero en Anak. En 1992 había una colonia de hierba y arbustos Casuarina, en transición a un bosque mixto. 

Isla de Rakata en la actualidad. Obsérvese el bosque que se ha desarrollado

En el año 1933, se lleva a cabo la expedición más importante hasta el momento, y registra 171 especies de plantas. Los botánicos determinan que el 40% de éstas han llegado por vía aérea, el 30% flotando en las corrientes y el 30% restante llegaron adheridas a animales, proceso llamado zoocoria. Irás viendo que los propios animales son un factor muy importante a la hora de transportar plantas y otros animales a tierras lejanas. Cincuenta años después de la gran explosión, aún podían encontrarse por el Océano Índico balsas flotantes de piedra pómez procedente de la erupción, y en ellas viajaban animales. Debes saber que hay muchas semillas de plantas y también animales, especialmente invertebrados, que han desarrollado adaptaciones para facilitar su transporte a lugares lejanos: “velas”, “cámaras de flotación” o incluso ganchos y pelos para poder adherirse a otros animales. 

Desde el año 1934 han colonizado la isla nada menos que 16 familias nuevas de plantas vasculares. La mayoría de las cuales corresponden a árboles forestales cuyas semillas son zoócoras (ya sabes que esto quiere decir que son transportadas por animales, bien en su exterior o bien en su tracto digestivo). Entre 1982 y 1992 se establecen especies de Ficus, dispersados por pájaros y murciélagos frugívoros, y también se establecen avispas agaónidas (subfamilia Chalcidoidea), cuyas larvas crían exclusivamente en estas plantas. 

Hoy en día hay aproximadamente 400 especies de plantas vasculares, miles de especies de Artrópodos (54 de mariposas), 126 de hormigas, 30 de aves (18 de las cuales son aves terrestres no migratorias), 17 de murciélagos, 2 de roedores y 9 de reptiles. También hay 12 especies de termitas, todas ellas comedoras de madera y residentes también en la madera, no habiéndose encontrado ninguna especie que construye sus nidos en tierra, por lo que se considera que llegaron todas flotando en maderos. La distancia hacia la costa más cercana es 44 km. 

Culebra arbórea del paraíso

Entre 1984 y 1986 se contabilizaron 55 especies de aves, 36 de ellas terrestres no migratorias, y el resto aves marinas o migratorias. Mientras que en Anak Krakatoa se detectaron 24 especies. Además, se contabilizaron 15 especies de vertebrados terrestres, de ellos 13 reptiles y 2 mamíferos: la rata negra Rattus rattus y la rata malaya Rattus tiomanicus. Dos de las especies de reptiles son incidentales, es decir, visitan las islas ocasionalmente: el cocodrilo marino Crocodylus porosus y el geco Cosymbotus platyursae. En 1933 los siguientes reptiles habían criado en las islas: 

Hemidactylus frenatus 

Lepidodactylus lugubris 

Emoia atrocostrata 

Mabuya multifasciata 

Varanus salvator 

Python reticulatus 

El lagarto monitor acuático fue el primer reptil en establecerse en Krakatoa

En la expedición de 1984 – 1986 se detectó que L. lugubris y E. atrocostrata se habían extinguido, y habían llegado nuevas especies, que establecieron colonias de cría: 

Gekko gekko 

G. monarchus 

Hemyphyllodactylus typus 

Chrysopelea paradise 

Rampotyphlops braminus 

La mayoría de las cuales son gecos muy probablemente traídos por el ser humano en botes de pesca, junto con otras 15 especies más. Porque tengo que decirte, hija, que aunque estas islas están deshabitadas (y siempre lo estuvieron) por parte de los humanos, nunca han sido declaradas área restringida y los humanos han podido visitar las islas libremente. Incluso hoy día hay excursiones turísticas a dichas islas. Lamentablemente, la presencia humana ha pervertido, hasta cierto punto, el proceso completamente natural de colonización de vida salvaje que se está llevando a cabo. 

Rata malaya

Como ves, el proceso de re-colonización de Krakatoa ha sido relativamente rápido. La razón es que, al estar situada en latitudes ecuatoriales, el clima favorece un rápido desarrollo vegetal y animal. Por otro lado, la cercanía del archipiélago a otras tierras ecuatoriales favorece la llegada de especies desde todos lados. Pero, ¿cómo ha sido el proceso desde la lava y ceniza desnudas hasta la abundancia actual de especies? 

Los científicos han demostrado que, suspendidos en el aire y transportados por sus corrientes, hay literalmente millones de Artrópodos que han caído sobre la ceniza y la lava. Está claro que, estadísticamente, debió haber, entre ellos, herbívoros y carnívoros. Los primeros, es probable que hayan muerto de inanición en las zonas donde no había vegetación y que hayan podido establecerse donde sí habían empezado a crecer las plantas. También entre ellos llegaron carnívoros y carroñeros, como el grillo no volador Pteronemobius krakatau, que se alimentaban de aquellos. 

Golondrina del Pacífico

Con una mínima base vegetal, que iba creciendo con continuos aportes llevados por el aire y el viento, y una base alimentaria animal, constituida por esos millones de Artrópodos, los Vertebrados que llegaban incidentalmente podían establecerse, alimentarse y criar. Inicialmente, los primeros colonizadores de las islas fueron especies de amplia distribución y de requerimientos ecológicos muy tolerantes, esto es, animales generalistas. Otros animales que llegaron a las islas en los primeros tiempos se extinguieron al no encontrar un hábitat óptimo para ellos al ser más especializados. 

Pájaro carpintero de la Sonda

Durante la formación del bosque, se fueron incrementando las poblaciones de especies forestales (porque caían en terreno propicio) y de alimentación más especializada, como las aves rapaces y las comedoras de insectos. Las primeras Aves colonizaron las islas entre 10 y 20 años después de la erupción. Pero los cambios ecológicos también se sucedían. Los hábitats desnudos y abiertos fueron desapareciendo de Rakata, la isla más forestal, y también en menor medida de Sertung y Panjang, convirtiéndose Anak Krakatoa como te dije antes, en un refugio para muchas de las especies que no podían prosperar en el bosque. Con la continua actividad volcánica, en Anak el bosque aún no ha podido fundarse. 

Las islas situadas cerca de una costa, suelen ser pobladas desde la fauna de esa costa.

Algunos pocos ejemplos de especies actualmente presentes en el archipiélago de Krakatoa: 

Hormiga león Myrmeleon frontalis 

Falso vampiro malayo Megaderma spasma 

Murciélago bigotudo Myotis municola 

Murciélago de la fruta Pteropus vampyrus 

Geco tokay Gekko gecko 

Geco rey Gekko monarchus 

Culebra arbórea del paraíso Chrysopelea paradisi 

Serpiente ciega Rhampotyphlops brahminus (que llegó en 1933 flotando en un madero, junto con unas termitas) 

Águila negra Ictinaetus malayensis 

Palomas imperiales Ducula aenea y D. bicolor 

Golondrina del Pacífico Hirundo tahitica 

Vencejo Apus affinis 

Murciélago Hipposideros diadema 

Águila serpiente Spilornis cheela 

Koel Eudynamys scolopacea 

Pájaros carpinteros Picoides moluccensis y Dicaetum trigonostyma 

Surtsey: ha nacido una estrella 

La isla de Surtsey es, en muchos aspectos, la antítesis de Krakatoa. Es la isla más sureña del archipiélago de Vestmann, un pequeño grupo de islas volcánicas situadas a 32 kilómetros de la costa suroeste de Islandia. Su nombre deriva de un personaje de la mitología nórdica, llamado Surtur, y significa “isla de Surtur”. Por lo tanto, estamos ante una isla sometida a un clima mucho más duro, de influencia subártica, si bien dulcificado por la corriente del Golfo, que baña el Atlántico Noreste. 

Mapa de situación de Surtsey

Surtsey emergió directamente del fondo del mar en una erupción volcánica que comenzó el 14 de noviembre de 1963, y terminó el 5 de junio de 1967. Las islas Vestmann, así como la propia Islandia, se encuentran en medio de la Dorsal Medioatlántica, una zona donde emerge magma del interior de la Tierra, provocando que ambos lados del Atlántico se separen cada año, ensanchándolo. La isla resultante tenía una superficie de 2,7 kilómetros cuadrados pero la erosión marítima comenzó su trabajo de zapa inmediatamente, y ha devorado la mitad de esa extensión, quedando en la actualidad 1,3 km2 de superficie y 155 metros de altura. No obstante, los geólogos no creen que la isla vaya a desaparecer, puesto que está fundada sobre los materiales más duros. 

Momento del surgimiento de Surtsey

Como anécdota, te contaré que el 6 de diciembre de 1963, en plena erupción formativa de la isla, unos periodistas franceses de la revista Paris Match lograron desembarcar en Surtsey, jugándose el tipo, para cubrir la formación de la isla, que se encontraba en plena actualidad informativa en la época. Jocosamente, comentaron que puesto que habían sido los primeros en desembarcar, Francia podría reclamar la soberanía sobre la isla. Si bien estaba claro que había sido un comentario humorístico, el Gobierno de Islandia se apresuró a anunciar oficialmente su soberanía sobre la isla recién nacida. 

Surtsey en un momento avanzado de su formación

A diferencia de lo que acabó sucediendo en Krakatoa, los científicos vieron claramente la ocasión que se les presentaba para estudiar la colonización de la isla por parte de la fauna y la flora, y en 1965 se declaró la Reserva Natural de Surtsey, cuando aún no había terminado de surgir del océano. Desde entonces es una isla de acceso restringido únicamente a investigadores autorizados. Existe una pequeña cabaña prefabricada, como única infraestructura, para que los investigadores puedan guardar sus instrumentos y utensilios, previa desinfección para no introducir en la isla nada que no llegue por medios naturales. En 2008 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y en 2009 se instaló la segunda infraestructura humana, en forma de estación meteorológica. 

Y los científicos no resultaron defraudados, pues la vida también se abrió camino en Surtsey. De hecho, la isla estaba aún caliente y surgiendo cuando se detectó en la primavera de 1965 la primera planta vascular, en la costa Norte, la que mira a Islandia y al resto de las islas Vestmann, indicando claramente de dónde había venido. En 1967 se detectan musgos y líquenes en 1970. En los primeros veinte años de vida de la nueva isla se observaron veinte especies de plantas, aunque de ellas sólo 10 se pudieron establecer de forma permanente. En 1998 se observó el primer arbusto, y en 2008 había establecidas 69 especies de plantas, a una tasa de entre 2 y 5 nuevas plantas por año. 

Sólo los científicos pueden acceder a Surtsey, como la bioquímica Loree Griffin

¿Y qué hay de la fauna?, la fauna también acudió puntualmente a su cita con la Isla de Surtur. 

El primer insecto se detectó en 1964. Era el mosquito Diameza zernyi. Llegaron por vía aérea y posteriormente también llegaron isectos flotando en maderos. De entre los millones de Artrópodos que, como en Krakatoa, llegaron a Surtsey por vía aérea, destacan los Colémbolos, el primero de los cuales se observó en 1967. Los Colémbolos son Artrópodos emparentados con los Insectos, pero más antiguos, pues vienen desde el periodo Devónico. Se caracerizan por tener un “muelle” llamado fúrcula, debajo del abdomen, que le sirve para dar saltos. Se cree que llegaron flotando por el mar, puesto que entre 1967 y 1972 sólo se observaron en la costa y hasta 1976 no se detectó que colonizaban por primera vez la vegetación musgosa de los campos de lava del Sur, lejos de la costa. En 1978 había 16 especies de colémbolos establecidas. 

Un colémbolo es un animal de este estilo

En el año 1974 llegó a Surtsey flotando una mata de hierbas cuyo análisis asombró a los científicos, pues transportaba un nutrido pasaje de 663 invertebrados, la mayoría de los cuales eran ácaros microscópicos y colémbolos. El establecimiento de los Insectos, Arácnidos y Colémbolos fue un suceso crucial, pues constituyeron alimento para los pájaros, los cuales, a su vez, también llevaron a la Isla nuevos invertebrados adheridos a su cuerpo. 

Fulmar en Surtsey

Por otro lado, cuando las aves morían en la isla, su cuerpo servía de alimento a los invertebrados carroñeros, proceso que fertilizaba el incipiente suelo. Por otro lado, las aves también difundieron semillas en su tracto digestivo y ayudaron a que las plantas aumentaran su presencia. Las primeras Aves en nidificar en Surtsey fueron fulmares (Fulmarus glacialis, Procelariiformes), y araos (Cepphus grylle, Charadriiformes), ambas en 1970. Pero el suceso fundamental se produjo cuando se empiezan a establecer las gaviotas en Surtsey: 

1974 Larus marinus 

1975 Rissa tridactyla 

1981 Larus argentatus 

1986 Larus fuscus 

1993 Larus hyperboreus 

Fulmares y gaviotas en Surtsey

La colonia de gaviotas así establecida trajo importantes cambios, ya que se incrementó mucho al fijación de nitrógeno en el suelo, a través de los excrementos de estas aves, aumentando la comunidad vegetal y, por ende, también la comunidad de ivertebrados: en la colonia de gaviotas se ha calculado una densidad de 74.724 colémbolos por metro cuadrado. Hasta ese momento, el suelo de Surtsey era pobre en nutrientes y en materia orgánica, con baja capacidad de retención de la humedad. Con el aumento del nitrógeno en el suelo, prosperaron las plantas vasculares nitrogenófilas, que estimularon el crecimiento de bacterias y hongos, y también de la microfauna que se alimentaba de ellos, como protozoos y nematodos. 

El primer paseriforme que crió en Surtsey fue el escribano nival Plectrophenax nivalis , en 1996, gracias al gran incremento de insectos en la isla (que, como has visto, en buena parte fue estimulado por la colonia de gaviotas: la vida llama a la vida). Y en 2002 nidifican la bisbita común Anthus pratensis y la lavandera blanca Motacilla alba

El bonito escribano nivel fue el primer paseriforme en nidificar en Surtsey

En 1993 se detectó la presencia de la lombriz Lumbricus castaneus que, al no volver a ser detectada después, se cree que fue llevada allí por algún ave. En 1998 aparecen babosas. En 2004 se detecta la primera evidencia de nidificación del frailecillo Fratercula arctica y la isla se convierte en escala de paso de aves migratorias entre Europa e Islandia. En 2008 se contabiliza la decimocuarta especie nidificante, el cuervo común y en 2009 nidifica el chorlito dorado americano Pluvialis dominica, con una puesta de cuatro huevos. 

En cuanto a los mamíferos, en 1984 empiezan a criar en Surtsey dos especies de focas: la foca gris Halichoerus grypus y la foca común Phoca vitulina. A su vez, la presencia de focas atrajo la de orcas, que depredan sobre ellas a la que tienen ocasión. 

Entre 2002 y 2006 se llevaron a cabo investigaciones específicamente dirigidas a realizar un estudio de invertebrados presentes en Surtsey. Se encontraron 144 especies de invertebrados permanentemente residentes: 7 órdenes de Insectos, 3 de Arácnidos, 1 de Moluscos y 1 de Anélidos. 

La Isla de Surtsey en la actualidad

En resumen, los ejemplos de Krakatoa y Surtsey nos hablan de cómo la vida se abre camino en las islas desiertas. El aire está henchido de animalitos y semillas que caen continuamente sobre nosotros, y prosperan si caen en terreno propicio. Las corrientes marinas llevan todo tipo de semillas y animales flotantes y navegando en pequeños navíos. Pero la conclusión más importante es el papel de los propios animales, ayudando ellos mismos al establecimiento de otros animales y plantas. El paisaje que nos rodea es, en parte, obra de los propios animales. 

La vida se abre camino…si se lo permitimos.

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