En el calor de la noche. La fauna del Profundo Sur.

Querida hija: 

El cine americano ha popularizado la imagen del Profundo Sur: una tierra de acusada personalidad cultural e histórica, con fuerte influencia española y francesa. Tierra de antiguos esclavos y de antiguos esclavistas, protagonista de la Guerra de Secesión. Tierra de segregación racial, injusticias sociales y luchas civiles, pero también que acoge maravillas naturales de las que hoy quiero hablarte. Vamos a poner de fondo música de góspel, mientras te hablo de la fauna del Sur Profundo. 

Aligator cruzando una carretera. Una estampa típica del Sur.

Pantanos y caimanes. Caracterización ecológica del Sureste de los EEUU 

Lo que se ha dado en llamar el “Profundo Sur” es una región notablemente cohesionada. Tanto, que sus fronteras ecológicas coinciden con sus fronteras políticas en tres de sus cuatro lados, a excepción del Norte, donde el Sur político llega más al norte (Línea Mason – Dixon) que el Sur ecológico, limitado por los Apalaches y la cuenca del Río Tennessee. Es la región más biodiversa de Norteamérica. 

Se trata de una región de clima subtropical. Su principal característica definitoria es una estación veraniega calurosa, pesada, muy húmeda y muy lluviosa, de tal forma que puede definirse el Sur de los EEUU como aquella región de clima tropical durante el verano. No en balde, allí se dan cultivos tropicales como el algodón, el cacahuete, el tabaco, el arroz o el añil, entre otros. Al norte, ya te he dicho cuáles son sus límites, al Este limita con el Océano Atlántico, al Sur con el Golfo de México y al Este con el Río Sabine, que separa Luisiana de Texas, en lo que es a la vez una frontera política, geográfica y ecológica. 

Principales ecorregiones del SE de los EEUU

Podemos distinguir en el Sur varias regiones ecológicas: 

Bosques mixtos del Sureste: 

Básicamente ocupa el Piedemonte oriental y meridional de los Apalaches. Es el centro de diversidad de los gasterópodos de Norteamérica, y también una de las regiones más ricas en anfibios. La vegetación autóctona es un bosque mixto de pinos (Pinus echinata, P. palustris o P. taeda) y robles, pero de ésta vegetación original se ha perdido el 99%, no en balde el Piedemonte es la región del cultivo del algodón y donde se han establecido las mayores ciudades de la zona: Raleigh, Atlanta o Birmingham. Esta vegetación se conserva en algunas áreas protegidas como el Talladega National Forest (Alabama) o el Oconee National Forest (Carolina del Norte/Georgia). 

Bosques de coníferas del Sureste

Ocupa la zona de las llanuras costeras del Atlántico y del Golfo, haciendo una forma de hoz, se compone sobre todo de bosques abiertos de los altos y esbeltos Pinus palustris pero, una vez más, el 98% de este ecosistema se ha perdido en pro de la agricultura y la urbanización. Esta región fue un refugio pleistoceno en lo más duro de las glaciaciones y, por consiguiente, se convirtió en un centro de radiación adaptativa para anfibios, reptiles y plantas vasculares. 

Es un ecosistema clave para el pico de Florida (Leuconopticos borealis), que depende fuertemente de él. Es un ave no migratoria de la que hoy día se contabilizan unos 12.500 ejemplares, de Florida a Virginia, hasta el SE de Oklahoma y Texas. Ha sido exterminado de Kentucky, Maryland, Mississippi, Nueva Jersey y Tennessee. También es importante en esta ecorregión la tortuga de Florida (Gopherus polyphemus), una tortuga terrestre, nombrada “reptil estatal” de Florida, y que es considerada una “especie clave”, porque las madrigueras que excava bajo tierra para refugiarse sirven también de refugio para nada menos que otras 360 especies de animales. 

Pico de Florida

Algunas áreas protegidas que albergan los últimos restos de esta vegetación son el Okefenokee National Wildlife Refuge (Sur de Georgia), el Lower Suwannee National Wildlife Refuge, al Norte de Florida o el Apalachicola National Forest, en la misma región. 

Bosques de las tierras bajas del Mississippi 

Está constituida por la llanura de inundación del Mississippi desde su confluencia con el Ohio hasta su desembocadura. Es una ruta seguida por numerosas aves migratorias, y está formada por bosques mixtos de robles y pinos, con mezcla de especies de tierras altas y bajas. 

El Delta del Mississippi 

La desembocadura del Mississippi forma el mayor delta de los EEUU y uno de los mayores del mundo. Verdadero mundo anfibio, bulle de vida y mantiene enormes poblaciones de aves palustres y marinas. 

La Florida peninsular 

En puridad, la Península de Florida no pertenece ecológicamente al Profundo Sur pero dado que el Norte del Estado sí lo hace, mantendremos la unidad geográfica de la región incluyendo Florida. Florida tiene directamente un clima tropical con sus dos estaciones, seca y húmeda, con un sector central caracterizado por una vegetación de sabana, mientras que el tercio Sur es el imperio de uno de los mayores pantanos de Norteamérica: los Everglades, un Estado dentro del Estado. Curiosamente Florida es, en la práctica, una isla ya que puede irse por vía fluvial desde el Atlántico subiendo por el Río St. Marys pasando por el Pantano Okefenokee y bajando por el Suwannee hasta la Costa del Golfo. 

Foto aérea de los Everglades

La característica ecológica más notable que ofrece el Sur son precisamente los pantanos. El Sur es un mundo acuático, donde las llanuras de inundación de los ríos son las mayores de Norteamérica, y donde el relieve plano y la escasa pendiente favorece la acumulación de agua allí donde el nivel freático es elevado. El cine nos ha mostrado frecuentemente estos pantanos, cubiertos de altos cipreses que crecen directamente sobre el agua, apoyados en un engrosamiento de su base llamado “rodilla”. Estos cipreses, como los llaman los americanos, no son verdaderos cipreses (Cupressum), sino unas coníferas de nombre Taxodium distichum, y que son las únicas capaces de crecer directamente sobre el agua. 

"Cipreses" de pantano, en el Big Cypress Swamp.

Otras plantas que caracterizan los pantanos del Sur son el tupelo (Nyssa aquatica), y el llamado “musgo negro” o “musgo español” (Tillandsia usneoides), que cuelga abundantemente de los grandes árboles, constituyendo otro signo distintivo de los bosques pantanosos del Sur. Los principales de estos pantanos, entre otros, son: el Atchafalaya, en el Centro-Sur de Luisiana, y que es el mayor de los EEUU, el Okefenokee (Florida/Georgia), el Great Cypress Swamp (de Delaware al Sur de Maryland) o el Great Dismal Swamp, a SE de Virginia. 

Great Dismal Swamp, Virginia

La fauna del Profundo Sur 

Es el momento de hablarte de algunas (muy pocas) de las especies más representativas de la fauna que bulle en estos últimos ecosistemas sureños. Y empezaremos por el mayor de los superdepredadores y verdadero símbolo de la fauna del Sur: el aligátor americano (Alligator mississipiensis). 

Aligator americano

Este crocodiliano pertenece a la familia Alligatoridae, y sólo tiene un pariente congénere en el aligátor chino. Es endémico del SE de los EEUU, encontrándose desde Virginia hasta el Este de Texas. Inicialmente fue descrito con el género Crocodylus, pero Cuvier en 1807 puso las cosas en su sitio acuñando el género Alligator. Es un reptil grande, que puede alcanzar máximos de 4,6 metros (los machos) o 3 metros (las hembras), con un peso de entre 200 y 300 kg, aunque el mayor aligátor conocido fue cazado en 1890 en Marsh Island (Luisiana), arrojando 5,84 m de longitud, y casi la tonelada de peso. 

Vive en pantanos, ríos y lagunas. Es menos tolerante a la salinidad que los cocodrilos, y menos tolerante al frío que el cocodrilo americano Crocodylus acutus, con el que comparte hábitat en el Sur de Florida, y que es el otro crocodiliano de la región. Es un animal considerado “especie clave” por su costumbre de construir pozas llamadas “hoyos de aligátor”, y que retienen agua en la época seca, cuando el nivel de las aguas disminuye mucho. Estas pozas se convierten en refugio de muchas especies acuáticas, amén de proporcionar agua para calmar la sed. Son, también, muy sensibles a los cambios de salinidad e hidrología. 

Consumen invertebrados, peces, aves, tortugas, serpientes, anfibios, mamíferos y, en Luisiana, mantiene controlada la población del coipú Myocastor coipu, un roedor sudamericano introducido en la región, y las nutrias, también invasoras. 

La caza del aligátor ha formado parte de la cultura del Sur

El aligátor ha sido tradicionalmente cazado para consumir su carne y utilizar su piel. De hecho, llegó a estar al borde de la extinción cuando en 1967 fue clasificado como especie “En Peligro”, pasando su caza a estar prohibida en 1973. Su recuperación fue tan rápida (cada hembra pone entre 20 y 55 huevos por puesta), que en 1987 fue levantada la prohibición de cazarlo. De todos modos, se han generalizado las granjas de cría de aligátores en Georgia, Florida, Texas y Luisiana, establecimientos que producen 45.000 pieles al año y 140.000 toneladas de carne anuales, por lo que la presión cinegética es ahora menor que antaño. 

Pero estas aguas pantanosas acogen a otro reptil extraordinario y menos conocido que el aligátor: la tortuga caimán (Macrochelys temminckii). A primera vista, parece un ankylosaurio escapado de la Era Secundaria: un caparazón de osteodermos grandes y picudos, una figura maciza y unas mandíbulas de tremenda mordedura (por eso se llama como se llama) completan esta figura antediluviana. Perteneciente a la familia Chelydridae sólo existen dos géneros, ambos endémicos de América. Se trata de la tortuga acuática más pesada: El récord (no confirmado) está en 183 kilos en un ejemplar capturado en Kansas, 1937. Pero los pesos sí verificados oscilan entre 107 y 135 kilos, aunque lo usual son pesos de entre 8 y 80 kg para longitudes de entre 35 y 80 cm. 

Tortuga caimán

Vive en el SE de los EEUU desde Florida Central al Este de Texas y alcanza por el Norte el Oeste medio. 

A pesar de su boca de aspecto terrorífico, se ha comprobado que no tiene una mordedura más fuerte que la humana. Es un depredador oportunista, pero fundamentalmente carnívoro: peces, moluscos, carroña, anfibios, cangrejos, serpientes, aves acuáticas y otras tortugas. Puede alcanzar los 12 años de vida. 

Para completar el panorama reptiliano, debo decirte que el Sur es muy abundante en serpientes, dado su clima cálido y la abundancia de agua. Algunas de las serpientes más notables de la región son las dos serpientes mocasín (género Agkistrodon), como la mocasín oriental (Agkistrodon piscivorus) , desde el Sur de Virginia hasta el S de Florida y hacia el Oeste hasta el Valle del Mississippi, la serpiente piloto acuática, que puede alcanzar el metro y medio de longitud, o la serpiente arborícola verde, Opheodrys aestivus, la cuello anillado Diadophis punctatus, la índigo oriental (Drymarchon coaris comperi), la serpiente coronada (Tantilla oolítica) o la serpiente listada de Florida (Thamopsis sauritus sackenii). 

Mocasín oriental

Los pantanos, humedales, ríos y abundantes estuarios de la región dan refugio a muchísimas aves palustres, como la garza real, la polla de agua, la garza azul, el airón rojizo o el águila pescadora (Pandion haliaetus), que inverna en el Golfo de México. En Florida es común el flamenco de Florida o el calamón purpúreo (Porphyrula martinica). Pero seguramente el Rey de todas las aves acuáticas del Sur es el pelícano pardo (Pelecanus occidentalis). Es una de las tres especies de pelícanos americanos, viviendo en la Costa atlántica hasta Brasil, y en la Pacífica desde Columbia Británica a Chile. 

Pelícano pardo (foto: Alan Wilson)

Es el ave estatal de Luisiana, y anida en colonias en islas o en zonas protegidas por vegetación. En el Sureste de los EEUU está representado por la subespecie P.o.carolinensis. Es el más pequeño de los pelícanos: una longitud de 1-1,52 metros, envergadura de entre 2 y 2,28 metros, y un peso de entre 2 y 5 kg. Estrictamente marino, prefiere aguas de estuario cálidas y someras, donde se alimenta de pescado, anfibios, crustáceos y huevos. 

Si bien es éste un ambiente con un fuerte protagonismo de los ecosistemas acuáticos, los mamíferos también tienen interesantes especies. Ya te hablé en su momento de la rata almizclera, cuando te hablé del comercio peletero en Norteamérica. Aquí en el Sur es abundante y recibe el nombre de musquash, pero te destacaría la ardilla voladora norteña de Carolina (Glaucomys sabrinus coloratus), una subespecie de la ardilla voladora norteña, clasificada como En Peligro, y que vive en Carolina del Norte, Virginia y Tennessee. Se trata de un relicto de la Edad del Hielo, que se diferenció en áreas elevadas que la aislaron de otras poblaciones. 

Ardilla voladora norteña

El felino más notable de la región es la pantera de Florida, en realidad una subespecie de puma (Puma concolor coryi), que es el único puma que sobrevive en la mitad Este de los EEUU. Tras ser clasificada como En Peligro en 1967, se llevó a cabo un plan de recuperación y en 2008 se contabilizaron unos 240, todos en el Sur de Florida, al Sur del Caloosahatchee. Selecciona hábitats boscosos, pantanos de matorrales y praderas de hierba. Depreda sobre ciervos de cola blanca (Odocoileus virginianus) y cerdos asilvestrados, amén de armadillos, mapaches y conejos. 

Pantera de Florida, en los Everglades

El oso negro de Luisiana (Ursus americanus luteolus) es la subespecie de oso negro americano que habitaba desde el Este de Texas hasta el Oeste de Mississippi, y toda Luisiana, una de las dieciséis subespecies que tiene en total. En 1992 se encontraba amenazado y se ha ido recuperando algo desde entonces, contabilizándose en 2016 entre 500 y 750 a lo largo del curso del Mississippi en Luisiana, con una pequeña población en el Delta, y una pequeña zona de Mississippi lindando con Luisiana. Prefiere los bosques de castaños de las tierras bajas. 

Oso negro de Luisiana

El manatí del Caribe (Trichechus manatus) es uno de los símbolos de Florida, donde está representado por una subespecie, T.m.latirostris, donde se encuentran 6.300 de los 6.500 manatíes antillanos de los EEUU y Puerto Rico. 

Desgraciadamente, tengo que decirte que la Florida se ha convertido en una especie de paraíso de todo tipo de especies invasoras de carácter tropical. Al tratarse de una tierra de clima tropical, todo tipo de especies de este tipo que se han escapado o han sido abandonadas en esta región, acaban prosperando. Para que te hagas una idea, te citaré algunas de estas especies que campan a sus anchas por los pantanos y sabanas del Estado, amenazando a la fauna autóctona: 

Pitón de Birmania, Varano del Nilo, Rata gigante de Gambia, Ciervo sambar, murciélago frugívoro de Jamaica, Coatí, jabalí o nada menos que diez especies de guacamayos y periquitos, iguana verde, pitón africana, anacondas verde y amarilla, cobra egipcia o siete especies de camaleones. Y son sólo unos pocos ejemplos. 

No quiero dejar esta crónica sin hablarte muy brevemente de dos tipos de peces, que me parecen muy notables. El SE de los EEUU es la región con mayor diversidad ictiológica del país, especialmente en la Cuenca del Tennessee. Es un centro de diversidad con 500 especies, el 62% de la ictiofauna continental estadounidense. Quiero hablarte de los pejelagartos, de la familia Lepisosteidae, con dos géneros y siete especies. Son endémicos de la región y grandes depredadores acuáticos. El mayor de todos ellos es Atractosteus spatula, con 280 cm de longitud y 200 kg de peso. Son fósiles vivientes desde el Cretácico, y son los peces óseos de agua dulce más antiguos. Son peces capaces de respirar en el aire lo mismo que bajo el agua. 

Pez aligator capturado en Lago Luna (Cuenca del Mississippi), 1910

Están estrechamente relacionados con otro pez muy primitivo de la región, Amia calva, del Orden Amiiformes, con una sóla especie. Este fósil viviente de 90 cm de longitud usa la vejiga natatoria como un pulmón que le permite también respirar aire atmosférico. Vive en la mitad Este de los EEUU, llegando al S de Ontario y Quebec.

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