La hiena de las cavernas. Potencia en estado puro.

Querida hija: 

Con esta crónica cierro la trilogía que he dedicado a los principales depredadores de la Eurasia de la Edad de Hielo: el león de las cavernas, el leopardo de las cavernas y, ahora, la hiena de las cavernas. Todos llevan el apelativo “de las cavernas” porque la mayoría de sus restos se encontraron en cavernas por diversas razones, aunque de este trío de depredadores, la hiena sí merece el apelativo, ya que sí vivía en cavernas que usaba como cubil. Fuerte y poderosa, tal vez se trató del más formidable depredador de su tiempo. Tal vez. 

La hiena de las cavernas completa la trilogía de grandes depredadores eurasiáticos

Los hiénidos. ¿Qué hay detrás de su mala fama? 

Antes de entrar en materia, merece la pena un pequeño exordio para hablarte sobre los hiénidos, que es la familia (Hyaenidae) del Órden Carnívoros a la que perteneció la hiena de las cavernas. Los humanos somos la monda. Nos gusta mucho colgar sambenitos a otros animales y definirlos con categorías humanas. Las hienas tienen mala fama. Sólo porque son carroñeras. Y además se las tilda de cobardes y desagradables. Siempre hacemos lo mismo con los animales que limpian el monte de cadáveres, nos libran de enfermedades y facilitan el retorno de la materia orgánica al suelo. 

Las cuatro especies actuales de hienas

Pero, de todos modos, no todas las hienas son carroñeras. Los Hiénidos se originaron hará unos 22 millones de años, en el Mioceno (Plioviverrops), y rápidamente experimentaron una explosión evolutiva pues se conocen cien especies fósiles de esta familia. Se desarrollaron dos linajes de hiénidos. Las hienas-perro sucumbieron cuando los cánidos se generalizaron y entraron en competencia con ellas, y por otro lado las hienas-quebrantahuesos que serían el tipo mayoritario hoy día. Actualmente existen cuatro especies de hienas: 

-Hiena manchada Crocuta crocuta

La mayor de todas ellas, con sus 80 kilos de peso. Africana. Contrariamente al sambenito, la hiena manchada es un terrible depredador, y su dieta sólo es carroñera en un 5%. 

-Hiena rayada Hyaena hyaena

Africa y Asia Sudoccidental. Ésta sería la más carroñera de todas las hienas. 

-Hiena marrón Hyaena brunnea

Restringida a África Meridional 

-Lobo de tierra o protelo Proteles cristatus

Único miembro de la subfamilia Protelinae, sólo vive en África austral y están especializados en el consumo de termitas. Es el único representante actual del antiguo linaje de hienas-perro. 

Las hienas (especialmente la manchada y la rayada) son animales robustos, muy fuertes. Su dentadura está especializada en triturar huesos, y por eso sus músculos masticadores son extraordinarios. Por eso, todo el tren delantero de las hienas está más desarrollado que el trasero. Y las hembras son más grandes que los machos. Viven en grupos familiares liderados por una hembra, y cuando cazan pueden formar grupos de hasta 30 hienas. Cuando se junta semejante grupo de hienas, son capaces de poner en fuga al poderoso león, aunque éste es quien la expulsa si se trata de un solo individuo. 

Las hienas son portentos físicos. Su corazón es muy grande y eso le confiere una resistencia extraordinaria en la carrera. Si una hiena actual es así de fuerte, ¿qué pasaría con la hiena de las cavernas, que era más grande que la hiena manchada, con nada menos que cien kilos de peso?. Vamos a conocer, ahora, a nuestra protagonista. 

La hiena de las cavernas. Auge y caída de un formidable depredador 

Hace unos tres millones de años, los hiénidos eran los carroñeros dominantes en Eurasia. Especialmente interesante era la hiena gigante Pachycrocuta brevirostris, con nada menos que doscientos kilos de peso. Con el transcurso del Pleistoceno se iría experimentando un continuo declive de los grandes herbívoros, que arrastró a los grandes carnívoros. La tendencia era la sustitución de la Megafauna por parientes de tamaño más pequeño. Así, en el Pleistoceno Medio hará unos 460.000 años, el género Pachycrocuta fue sustituido por el género Crocuta. Ya puedo decírtelo: la hiena de las cavernas es considerada una subespecie eurasiática de la hiena manchada, y por eso le corresponde el nombre científico de Crocuta crocuta spelaea

Esqueleto de hiena de las cavernas

El holotipo de esta subespecie (o sea, el ejemplar sobre el que se produjo su descripción), se conserva en Bonn, Alemania, y fue descrito por Goldfuss en 1823. El lugar tipo (o sea, donde se encontró el holotipo) fue la Cueva Zoolitten, en Baviera. 

Sin embargo, con el final de la Megafauna, la hiena de las cavernas sería sustituída, a su vez, por la hiena manchada actual, que es más pequeña. Como recordarás, tanto el león de las cavernas como el leopardo de las cavernas experimentaron evoluciones semejantes: llegados de África, sustituyeron a antecesores de mayor tamaño y, a su vez, fueron sustituidos por los leones y leopardos actuales, más pequeños aún. No podemos negar que esta tendencia a la reducción del tamaño de los mamíferos viene ya desde el Mioceno final, por lo menos. 

Cráneo de hiena de las cavernas. Obsérvese el tamaño de sus dientes

Desde el Pleistoceno Medio, la hiena de las cavernas se extendería hacia el corazón de Eurasia, alcanzando la actual China del Norte. Su rango final de distribución iba desde la Península Ibérica hasta Siberia Oriental. La hiena de las cavernas fue siempre un habitante de la estepa fría que definió la Megafauna de Eurasia. Con el declive de los megaherbívoros de los que se alimentaba, inducido a su vez por la desaparición de la estepa del Mamut, hace unos 12.500 años la hiena de las cavernas desaparece. En Europa Occidental, su declive comienza con el último máximo glacial hace 20.000 años, para desaparecer hace entre 14.000 y 11.000 años. 

Y depredaba a base de bien: sus presas principales eran el rinoceronte lanudo, el caballo salvaje y el bisonte de estepa, y más secundariamente también depredaba sobre renos, ciervos gigantes, rebeco, cabra montesa y asno salvaje europeo. Todo esto lo sabemos porque en las cuevas donde vivían los grupos familiares de hienas se acumulaban todo tipo de huesos procedentes de sus presas. Debes saber que las hienas de las cavernas eran los mayores responsables de acumulación de huesos en cuevas, tras los humanos. 

Distribución de yacimientos europeos con hiena de las cavernas

Las hienas de las cavernas fueron contemporáneas de los humanos, empezando por el Hombre de Neandertal. ¿Cómo eran las relaciones entre ambos depredadores?. Porque los Neandertales también cazaban. Y cazaban bien. ¿Eran, acaso, competidores?. De momento, tal vez competían por las cuevas que les servían de refugio, porque se han encontrado cuevas donde claramente se había producido alternancia de ocupación entre humanos y hienas. 

Pero en materia de presas, parece que había una cierta segregación trófica entre ellos. Según los estudios realizados, las hienas depredaban sobre todo sobre bóvidos y équidos, mientras que los neandertales se especializaron en cérvidos en su mayoría. Por otro lado, las hienas depredaban sobre una mayor variedad de especies que los humanos. Por consiguiente, a pesar de que las hienas debieron imponer respeto a los Neandertales, pareció existir una entente cordiale entre ellos. 

En cuanto a los humanos modernos, las hienas de las cavernas han sido representadas en su arte rupestre, por ejemplo en las cuevas de Chauvet o Lascaux.

Hiena representada en la Cueva de Chauvet (Francia)

Un lugar típico donde se han encontrado hienas de las cavernas asociadas a sus presas es la Cueva Sloup (Moravia, República Checa). Aquí se han encontrado restos de hienas adultas y juveniles, así como 139 huesos de presas: mamut lanudo, rinoceronte lanudo, uro, ciervo gigante y reno. Todos ellos, como ves, animales de gran tamaño. Y las hienas de las cavernas posiblemente podían abatirlos realizando cacerías en grupo como hacen las hienas manchadas actuales, lo que les permite cazar presas de hasta 250 kilos de peso. 

En la Península Ibérica son también frecuentes los restos de hienas de las cavernas, como por ejemplo en el sitio arqueológico Los Aprendices, descubierto en 2012 en la zona del Moncayo (Zaragoza) con una cronología de hace entre 143.000 y 38.900 años. Aquí se halló el esqueleto de hiena de las cavernas más completo de la Península, y uno de los más completos de Europa. Aquí la presa representada era Capra pyrenaica que, como vimos, también era depredada por el leopardo de las cavernas. 

En la Cueva de Nerja (hace 25.000 a 3.000 años) se encontraron también coprolitos de hiena (o sea, su caca fosilizada), datada hace entre 25.000 y 20.000 años. O también la Cueva de La Reixidora (Ribadesella, Asturias), donde se encontró un ejemplar completo de hace 37.000 años, en un contexto interpretado como que entró en la cueva atraída por el olor de cadáveres en descomposición, y luego no pudo volver a salir, muriendo de inanición. Aquí está asociada a restos de rinoceronte lanudo, bisonte y reno. El último resto de hiena encontrado en nuestro territorio proviene de la Cueva de Las Ventanas (Granada), hace 12.700 años. 

Esqueleto de hiena de la Cueva de Los Aprendices (Zaragoza). Su peso estimado era de 103 kilos.

Es bastante interesante la relación de la hiena de las cavernas con el oso de las cavernas. Se han encontrado evidencias de que la hiena, al igual que hacía el león de las cavernas y el leopardo de las cavernas, depredaba sobre cachorros de oso cuando estaban en hibernación. Esto se ha deducido de la gran cantidad de huesos de oso fragmentados que se han encontrado en las cuevas, lo que se interpreta como depredación por hienas, ya que los felinos no machacan los huesos. Se ha constatado la segregación espacial: en altitudes medias y bajas eran los leones y las hienas los que depredaban sobre los osos hibernantes, mientras que a altas altitudes era el leopardo quien lo hacía. Esta depredación de osos fue más abundante en los tiempos del Último Máximo Glacial (hace entre 26.000 y 24.000 años), cuando presumiblemente había menos abundancia de ungulados. 

Se ha comprobado que, en respuesta a esta triple depredación, el oso de las cavernas (que era herbívoro) elegía para hibernar cuevas cada vez más profundas, en lugares cada vez más interiores. El hecho de que los tres grandes depredadores de las cavernas depredasen sobre el oso, arroja cierta luz sobre su destino. Su extinción (en el Norte de Europa, al menos desde el Weichseliano final) se debió en parte a esta triple presión depredadora, combinada con el cambio climático y una acción humana que, hasta el momento, no acaba de concretarse. 

Historia de las poblaciones de hienas 

Los estudios genéticos realizados tanto en las hienas actuales como en los restos de hienas de las cavernas han arrojado luz sobre la Historia de esta familia. El origen de las hienas de Eurasia (primero la hiena de las cavernas, y luego la hiena rayada) se encuentra en tres eventos de dispersión desde África: 

Hace 3,5 millones de años, desde África hasta Asia Central y Oriental 

Hace entre 1,5 y 1,3 millones de años. Desde el Este de África hacia el Norte y Sur de África, Oriente Medio y Europa. 

Hace 0,36 millones de años. Desde el Sahel a Europa y el Norte de Eurasia. 

Hace 0,13 millones de años. Protagonizado por la hiena rayada, desde el Valle del Nilo al Norte y Centro de África, el Cuerno de África, Oriente Medio y Asia Meridional. 

Eventos de dispersión de las hienas

Se conformaron, así, cuatro linajes (o haplotiplos) dentro de la población de hienas manchadas de Eurasia: 

A: Europa y África del Norte 
B: Europa  
C: África Meridional 
D:Asia Oriental

Cladograma de los haplotipos de hienas

La población eurasiática (hienas de las cavernas) se fragmentó para dar origen a cada haplotipo. Hace entre 400.000 y 230.000 años, quedó aislada la población de China del norte (Asia Oriental). Hace entre 145.000 y 50.000 años, dos linajes que estaban presentes en Oriente Medio regresaron a África, donde llevaron los haplotipos A y B a las poblaciones del Norte y del Sur de África. Es decir, que en parte de las hienas manchadas africanas actuales pervive parte del genoma de las hienas de las cavernas euroasiáticas. Se interpreta que África se comportó como un refugio climático y ecológico para las hienas de las cavernas, habitantes de la estepa fría, según ésta iba desapareciendo poco a poco. 

Eran pues, refugiadas climáticas que buscaban la pervivencia de su hábitat ideal. No en balde las hienas manchadas actuales, en África, siguen viviendo en praderas y sabanas, donde continúan abatiendo grandes herbívoros.

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