Los mamuts, iconos de la Prehistoria
Querida hija:
Uno de tus personajes favoritos es, sin duda, Manny el Mamut de la serie de películas Ice Age. Me gustaría que conocieras algo más sobre los mamuts, aparte de ser grandes, entrañables y espectaculares. En efecto, los mamuts son junto con los dinosaurios, los iconos indiscutibles de las faunas prehistóricas. Pero no sabemos mucho más sobre ellos. ¿Es lo mismo un mamut que un mastodonte? ¿qué relación hay entre mamuts y elefantes?. Te lo cuento todo aquí y ahora.
Familia de mamuts lanudos (Velizar Simeonovski) |
Introducción
Históricamente fue muy común encontrar restos de mamuts a lo largo de toda Siberia. No sólo fueron abundantes allí sino que, por las características del permafrost, o suelo congelado permanentemente, estos restos se conservaban (y se siguen conservando) muy bien. Por eso los mamuts eran viejos conocidos de los pueblos indígenas siberianos como los Janti y Mansi, que daban a esos "cuernos de tierra" que encontraban el nombre mang ont, de donde seguramente derivó la palabra rusa mammot, de la que deriva nuestro "mamut", aunque hay varias otras interpretaciones.
Estos pueblos siberianos consideraban a los mamuts como unos "topos" de tierra que vivían excavando túneles subterráneos y que morían al ver la luz solar. Por eso, a pesar de ver tantos restos de mamuts, nunca se veía ninguno vivo.
Durante los siglos XVII y XVIII, con la expansión del Imperio Ruso por estos territorios, empezó una explotación de estos "colmillos" (que, en realidad, son incisivos) cuyo marfil era vendido a la cercana China, gran consumidora de marfil. Estos hallazgos empezaron a llamar la atención de viajeros, diplomáticos, comerciantes y exploradores occidentales, que comienzan a expandir en Europa las noticias de estos intrigantes restos.
Dibujo de mamut lanudo, con anotaciones de Johann Blumenbach |
Así, en el siglo XVII fueron el viajero holandés Nikolaas Witsen y el embajador ruso en Pekín Ysbrand Ides, y en el siglo XVIII el inglés John Bell (1722), o la Segunda Expedición de Vitus Bering a Kamchatka (1734 - 1744), seguida por la Expedición de la Academia de Ciencias de San Petersburgo (1768 - 1774) liderada por los naturalistas Pallas, Gmelin y Müller, quienes daban cada vez más información sobre los hallazgos de mamuts.
En 1728 Hans Sloane fue el primer científico europeo que examinó estos restos y fue el primero en asignarlos a algún tipo de elefante, siendo Georges Cuvier en 1796 el primero en afirmar que se trataba de una nueva especie, y que esta especie se había extinguido. A partir de los trabajos de Cuvier, fue el naturalista Johann Friedrich Blumenbach quien, en 1799 dio a la nueva especie el nombre científico de Elephas primigenius, esto es, el mismo género que los elefantes asiáticos que, como te expliqué en mi crónica sobre el elefante en la India, es su pariente vivo más cercano. Finalmente, sería Joshua Brooks quien, en 1828, acuñaría el género Mammuthus para la nueva especie.
Había nacido el mamut lanudo, el primero de su género en ser descrito.
Posteriormente se irían descubriendo y describiendo el resto de especies de mamut, hasta un total de diez especies, que vivieron en Eurasia, Norteamérica (incluyendo México y parte de Centroamérica) y África, estando ausentes de Sudamérica y Australia.
Posteriormente se irían descubriendo y describiendo el resto de especies de mamut, hasta un total de diez especies, que vivieron en Eurasia, Norteamérica (incluyendo México y parte de Centroamérica) y África, estando ausentes de Sudamérica y Australia.
Quiénes son los mamuts
Tal como afirmaron aquellos naturalistas, los mamuts son Proboscídeos fósiles, que pertenecen al género Mammuthus (¡importante!), y están asignados a la familia Elephantidae, la misma que los elefantes actuales pues están estrechamente emparentados.
Comparativa del mamut de Columbia, el elefante africano y el mamut lanudo, con el humano |
Es importante que no confundas el mamut con el mastodonte. Sucede que el señor Blumenbach era un cachondo y, al mismo tiempo que asignó al mamut lanudo el género Elephas, acuñó el género Mammut para los mastodontes, y ya tenemos el lío servido. Los mastodontes constituyen un linaje de Proboscídeos muy diferente al linaje de los Elefántidos (mamuts + elefantes), que se separó del tronco proboscídeo mucho antes que los mamuts.
Los mamuts y los mastodontes se diferencian básicamente en tres cosas:
- Las defensas del mamut son curvadas (incluso muy curvadas), y las del mastodonte son más rectas
- En el mamut, los hombros están más altos que la cadera, mientras que en el mastodonte, hombros y caderas están más niveladas
- La dentición del mamut se estructura en láminas paralelas, mientras que la dentición del mastodonte se estructura en cúspides acusadas.
Dicho esto, vamos a ver qué características generales tenían los mamuts. Había un poco de todo: había especies cuyo tamaño era muy similar al de los elefantes actuales, había también especies que eran más grandes y también había especies enanas o pigmeas, de las que te hablaré más adelante. Es decir, las mayores especies alcanzaban una altura en la cruz de unos 4 metros, pero lo normal era entre 2 y 3 metros. Ambos sexos estaban dotados de largos colmillos que presentaban diversos grados de curvatura, con una máxima longitud documentada de 5 metros pero lo normal serían unos dos metros y medio. Por otro lado, las especies pigmeas que, como verás más adelante, eran producto del aislamiento insular, alcanzaban alturas de entre 1 y 2 metros.
Debido a la gran cantidad de fósiles encontrados, de todas las edades, se sabe que la primera dentición aparecía a los seis meses, y era reemplazada por la dentición definitiva a los 18 meses. La cabeza era abombada y la trompa musculosa y fuerte, con dos lóbulos al final en comparación con un sólo lóbulo de los elefantes actuales. Las orejas eran, en general, pequeñas, dada su adaptación a climas cada vez más fríos hasta culminar en el mamut lanudo, que vivió las últimas glaciaciones del Pleistoceno y que estaba cubierto con un hirsuto pelo rojizo.
Los mamuts eran vegetarianos. El análisis de su dentición y de sus heces fosilizadas han demostrado que se alimentaban de una gran variedad de material vegetal como hierba, pasto, matorrales y también podían ramonear especies como el aliso o el alerce. La última especie de mamut, el mamut lanudo, culminó sus adaptaciones a la llamada "Estepa del Mamut", que se extendió por el norte de Eurasia hasta Alaska, y que estaba compuesta principalmente por plantas con flores, muy nutritiva.
Origen, evolución y especies de mamut
Los mamuts fueron animales relativamente abundantes en su tiempo y espacio, y al haberse recuperado muchos fósiles en todo el mundo, los paleontólogos han podido reconstruir bastante bien su historia evolutiva.
El origen del género Mammuthus hay que buscarlo en África, algo nada sorprendente dado que los Proboscídeos se originaron en ese continente. Allí se origina Mammuthus subplanifrons durante el Plioceno, que será el antecesor de formas posteriores, y M. africanavus en el Plio-Pleistoceno. El primero vivió hace unos 5 millones de años en África austral y oriental, donde alcanzó alturas de 3,68 m, uno de los más grandes. En cuanto al mamut africano, fue el segundo en aparecer hace unos 3 millones de años, durante el Plioceno final, llegando hasta el Pleistoceno inicial. Sus restos han aparecido en el África sahariana y norteña: Libia, Chad, Marruecos y Túnez, indicando cómo la especie iba desplazándose hacia el Norte, hasta abandonar África y entrar por primera vez en Europa hace unos 3,2 millones de años.
La primera especie de mamut que se desarrolla en Europa es M. rumanus, conocido en Europa oriental, Inglaterra y, posiblemente, Italia. Esta especie desempeñó un papel importante en la dispersión de los mamuts por Europa. A partir de aquí, los paleontólogos son capaces de seguir la evolución de los mamuts, con algunas tendencias claras:
- Aumento del número de láminas de esmalte en los molares
- Acortamiento y enaltecimiento del cráneo
- Decrecimiento del grosor del esmalte
- Aumento del índice de hipsodontia (altura de las coronas dentales)
Adaptaciones todas ellas para un clima progresivamente más frío y una alimentación cada vez más pacedora y esteparia.
A partir del "mamut rumano", surge una cronoespecie formada por tres especies que se suceden en el tiempo una detrás de la otra, mutuamente descendientes entre sí:
En primer lugar, M. meridionalis, o mamut sureño, que continúa con la forma intermedia presente en el tránsito Pleistoceno superior/medio (hace entre 2,5 y 1,5 millones de años). Este fue uno de los mayores mamuts, con una altura de 4 metros hasta el hombro y un peso estimado de 10 toneladas. Vivía en una Europa cuyo clima era ligeramente más cálido que lo que es hoy día.
Después del mamut meridional, vino M. trogontherii, o "mamut de estepa", que vivió hace entre 600.000 y 370.000 años en Eurasia. Este mamut se extendió hacia Siberia y Japón y una población de esta especie pasó por primera vez a Norteamérica a través de Beringia, iniciando el linaje de los mamuts norteamericanos que veremos luego. También se trataba de un mamut grande, con algunos ejemplares que alcanzaron los 4 metros de altura y colmillos con una notable curvatura. El ejemplar más completo que se ha descubierto procede de Kikinda, Servia, y alcanzaba los 3,7 m de altura.
Finalmente, la serie de mamuts eurasiáticos culmina y termina en el mamut lanudo M. primigenius, caracterizado por unos colmillos muy curvados y un pelo lanoso y rojizo para protegerse del frío de las glaciaciones, donde vivió en la Estepa del Mamut, hasta Alaska. Es el mejor conocido de los mamuts por haberse descubierto más fósiles e incluso ejemplares completos congelados en el permafrost siberiano. Era el más pequeño de las tres cronoespecies que te he indicado, con un tamaño similar al de los actuales elefantes africanos, con una altura entre 2,7 y 3,4 m. Se ha podido analizar la alimentación presente en el estómago de ejemplares congelados (de ahí se ha podido reconstruir la vegetación de la Estepa del Mamut), y también es la especie presente en muchas pinturas rupestres.
El mamut lanudo fue el último de los mamuts, y su extinción se produjo en tiempos relativamente recientes. La última población continental desapareció en la Península de Kyttyk, Siberia, hace 9.650 años y la última insular en la Isla siberiana de Wrangel, hace unos 4.000 años, una pequeña población de ejemplares de pequeño tamaño, acosada por el hambre. Existió también una curiosa población de mamuts lanudos en la Isla de Saint Paul, Alaska, en el grupo de las Pribilof, que se extinguió hace 5.725 años, que mostró ciertas variaciones morfológicas que no se podían atribuir únicamente a la insularidad, sino que se piensa que fueron los últimos representantes de una subpoblación que se originó en Beringia, y que evolucionó allí en relativo aislamiento.
En Norteamérica, por su parte, tras la entrada del mamut de estepa por Beringia, éste evoluciona en el mamut de Columbia, M. columbi, que fue el genuino mamut norteamericano y que fue contemporáneo del mamut lanudo que, por su parte, penetró hasta Alaska hasta donde llegaba la Estepa del Mamut. El mamut de Columbia vivió en ambientes abiertos y fue uno de los mayores mamuts con sus 4 metros de altura. Al igual que el mamut lanudo, el mamut de Columbia fue contemporáneo de los humanos, y está muy bien representado en el fabuloso yacimiento del Rancho La Brea, en California, del que ya te hablé. Sus últimos restos datan de hace 10.900 años.
Los mamuts pigmeos
A lo largo de la evolución de los mamuts, han existido especies enanas debido a la existencia de poblaciones que quedaron en aislamiento genético en islas, según la conocida Regla de las Islas: si un animal grande en el continente queda aislado en una isla, al disponer de menos recursos le será más ventajoso disminuir de tamaño para su mejor aprovechamiento.
En Norteamérica existió una de esas especies enanas, M. exilis, cuando una población de mamuts de Columbia quedó en las Islas del Canal, en California frente a Los Ángeles. Concretamente vivieron en las islas norteñas de Santa Rosa, Santa Cruz y San Miguel. Tenía una altura de 1,72 m y un peso de 750 kg. Su extinción, hace unos 13.000 años, pudo deberse a la llegada de los humanos a sus islas.
El resto de especies enanas se localizaron en islas mediterráneas: M. creticus fue el mamut enano de Creta, que fue el mamut más pequeño de todos con 1 metro de altura y 310 kg de peso. Vivió allí durante el Pleistoceno y también se extinguió durante el Evento de Extinción Masiva del Cuaternario, de hace 10.000 años. Si bien anteriormente se pensaba que el mamut de Creta descendía de otro proboscídeo continental, Palaeoloxodon antiquus, hoy está demostrado que se trata de un verdadero mamut, que desciende posiblemente de M. meridionalis o, tal vez, del mamut rumano.
Finalmente, el tercer mamut enano lo encontramos en Cerdeña, con la especie M. lamarmorai, que vivió allí hace entre 450.000 y 40.000 años. Su altura era intermedia entre el mamut de Creta y el de las Islas del Canal; 1,4 m. y un peso de 550 kg. Su antecesor continental pudo ser el mamut de estepa, que pudo alcanzar la isla nadando cuando, en las glaciaciones, el nivel del Mediterráneo era mucho menor que ahora.
Los mamuts en la Península Ibérica.
¿Hubo mamuts en la Península Ibérica?. La respuesta es sí. De hecho, nuestra península fue una especie de paraíso para estos (y otros) proboscídeos. En nuestro territorio se hallan presentes todas las especies de mamuts desde la llegada de este género a Europa, si bien existen dudas sobre la identificación de un posible mamut rumano en el yacimiento de El Rincón - 1 (Albacete).
Los Proboscídeos tuvieron una presencia importante en las famosas Terrazas del Manzanares y el Jarama, donde se encuentra una de las mayores (si no la mayor) concentración de elefantes y mamuts de Europa, con muchos indicios del aprovechamiento de ellos por parte de los humanos que habitaron esta tierra.
M. meridionalis está muy bien representado en yacimientos como Incarcal, Gerona, o Cueva Victoria, Cartagena, pero donde está extraordinariamente bien representado es en la Cuenca de Guadix (Granada), con yacimientos como Cortes de Baza, Cortijo de las Sabinas, Zújar, Huélago y Orce, entre el Plioceno final terminal y el Pleistoceno inicial. Esta Cuenca es otro de los lugares clave en Europa en cuanto a restos de mamut se refiere, donde también hallamos restos de M. trogontherii.
Por supuesto, el mamut lanudo también estuvo bien representado en la Península Ibérica. Durante las fases más frías del estadio llamado Isotópico - 2, más o menos en torno al Último Máximo Glacial, este mamut experimenta una gran expansión hacia las Penínsulas mediterráneas. En España, el mamut lanudo se encuentra en yacimientos sobre todo de la mitad norte, pero el clima frío permitió a este mamut llegar hasta Andalucía: en el yacimiento granadino de El Padul, justo al Sur de Sierra Nevada se documenta el punto más meridional de Europa que alcanzó: a 37º de Latitud N.
Extinción de los mamuts.
No parece haber ninguna duda acerca del motivo de la extinción de la mayoría de los mamuts continentales: el clima cambiante (con su vegetación cambiante) impone nuevos modos de vida en los que las especies más aptas sobreviven, y las que no se adaptan se extinguen. Este es el principio de la extinción en la Naturaleza.
Incluso has podido ver cómo las cronoespecies no desaparecen exactamente, sino que ciertas poblaciones de ellas evolucionan hasta convertirse en especies diferentes, como sucedió en la serie mamut meridional - estepario - lanudo.
En cuanto a dos de las tres especies de mamuts enanos, el de Creta y el de las Islas del Canal, no parece haber ninguna duda de que fue el ser humano quien los exterminó, mientras que el mamut sardo pudo sucumbir debido a su final inadaptación a un ambiente insular con cada vez menos recursos.
Existe controversia sobre la extinción del mamut lanudo. Hay quien sostiene que fue el importante cambio climático y ecológico que se experimentó en Eurasia al retirarse los hielos glaciales, y hay quien piensa que fue víctima de los seres humanos. Ya razoné mi postura en mi crónica sobre la Extinción de la Megafauna, y no la repetiré aquí. Pero también puedo decirte que el concurso del ser humano, como nuevo depredador de este mamut, no puede tampoco infravalorarse, pues formó parte de este enorme cambio ecológico global que se experimentó hace unos 10.000 años.
MÚSICA RECOMENDADA: Ramin Djawadi - A Symphony of Ice and Fire (II - Winter is coming)
Diferencias entre mamut y mastodonte |
Dicho esto, vamos a ver qué características generales tenían los mamuts. Había un poco de todo: había especies cuyo tamaño era muy similar al de los elefantes actuales, había también especies que eran más grandes y también había especies enanas o pigmeas, de las que te hablaré más adelante. Es decir, las mayores especies alcanzaban una altura en la cruz de unos 4 metros, pero lo normal era entre 2 y 3 metros. Ambos sexos estaban dotados de largos colmillos que presentaban diversos grados de curvatura, con una máxima longitud documentada de 5 metros pero lo normal serían unos dos metros y medio. Por otro lado, las especies pigmeas que, como verás más adelante, eran producto del aislamiento insular, alcanzaban alturas de entre 1 y 2 metros.
Debido a la gran cantidad de fósiles encontrados, de todas las edades, se sabe que la primera dentición aparecía a los seis meses, y era reemplazada por la dentición definitiva a los 18 meses. La cabeza era abombada y la trompa musculosa y fuerte, con dos lóbulos al final en comparación con un sólo lóbulo de los elefantes actuales. Las orejas eran, en general, pequeñas, dada su adaptación a climas cada vez más fríos hasta culminar en el mamut lanudo, que vivió las últimas glaciaciones del Pleistoceno y que estaba cubierto con un hirsuto pelo rojizo.
Esqueleto de mamut de Columbia. Museo George Page, Los Angeles |
Los mamuts eran vegetarianos. El análisis de su dentición y de sus heces fosilizadas han demostrado que se alimentaban de una gran variedad de material vegetal como hierba, pasto, matorrales y también podían ramonear especies como el aliso o el alerce. La última especie de mamut, el mamut lanudo, culminó sus adaptaciones a la llamada "Estepa del Mamut", que se extendió por el norte de Eurasia hasta Alaska, y que estaba compuesta principalmente por plantas con flores, muy nutritiva.
Origen, evolución y especies de mamut
Los mamuts fueron animales relativamente abundantes en su tiempo y espacio, y al haberse recuperado muchos fósiles en todo el mundo, los paleontólogos han podido reconstruir bastante bien su historia evolutiva.
El origen del género Mammuthus hay que buscarlo en África, algo nada sorprendente dado que los Proboscídeos se originaron en ese continente. Allí se origina Mammuthus subplanifrons durante el Plioceno, que será el antecesor de formas posteriores, y M. africanavus en el Plio-Pleistoceno. El primero vivió hace unos 5 millones de años en África austral y oriental, donde alcanzó alturas de 3,68 m, uno de los más grandes. En cuanto al mamut africano, fue el segundo en aparecer hace unos 3 millones de años, durante el Plioceno final, llegando hasta el Pleistoceno inicial. Sus restos han aparecido en el África sahariana y norteña: Libia, Chad, Marruecos y Túnez, indicando cómo la especie iba desplazándose hacia el Norte, hasta abandonar África y entrar por primera vez en Europa hace unos 3,2 millones de años.
Mammuthus subplanifrons |
La primera especie de mamut que se desarrolla en Europa es M. rumanus, conocido en Europa oriental, Inglaterra y, posiblemente, Italia. Esta especie desempeñó un papel importante en la dispersión de los mamuts por Europa. A partir de aquí, los paleontólogos son capaces de seguir la evolución de los mamuts, con algunas tendencias claras:
- Aumento del número de láminas de esmalte en los molares
- Acortamiento y enaltecimiento del cráneo
- Decrecimiento del grosor del esmalte
- Aumento del índice de hipsodontia (altura de las coronas dentales)
Adaptaciones todas ellas para un clima progresivamente más frío y una alimentación cada vez más pacedora y esteparia.
A partir del "mamut rumano", surge una cronoespecie formada por tres especies que se suceden en el tiempo una detrás de la otra, mutuamente descendientes entre sí:
En primer lugar, M. meridionalis, o mamut sureño, que continúa con la forma intermedia presente en el tránsito Pleistoceno superior/medio (hace entre 2,5 y 1,5 millones de años). Este fue uno de los mayores mamuts, con una altura de 4 metros hasta el hombro y un peso estimado de 10 toneladas. Vivía en una Europa cuyo clima era ligeramente más cálido que lo que es hoy día.
Esqueleto de mamut meridional, Museo de Historia Natural, París |
Después del mamut meridional, vino M. trogontherii, o "mamut de estepa", que vivió hace entre 600.000 y 370.000 años en Eurasia. Este mamut se extendió hacia Siberia y Japón y una población de esta especie pasó por primera vez a Norteamérica a través de Beringia, iniciando el linaje de los mamuts norteamericanos que veremos luego. También se trataba de un mamut grande, con algunos ejemplares que alcanzaron los 4 metros de altura y colmillos con una notable curvatura. El ejemplar más completo que se ha descubierto procede de Kikinda, Servia, y alcanzaba los 3,7 m de altura.
Mamut de estepa. Zhalainuoer, Mongolia Interior (China) |
Finalmente, la serie de mamuts eurasiáticos culmina y termina en el mamut lanudo M. primigenius, caracterizado por unos colmillos muy curvados y un pelo lanoso y rojizo para protegerse del frío de las glaciaciones, donde vivió en la Estepa del Mamut, hasta Alaska. Es el mejor conocido de los mamuts por haberse descubierto más fósiles e incluso ejemplares completos congelados en el permafrost siberiano. Era el más pequeño de las tres cronoespecies que te he indicado, con un tamaño similar al de los actuales elefantes africanos, con una altura entre 2,7 y 3,4 m. Se ha podido analizar la alimentación presente en el estómago de ejemplares congelados (de ahí se ha podido reconstruir la vegetación de la Estepa del Mamut), y también es la especie presente en muchas pinturas rupestres.
Mamut lanudo |
El mamut lanudo fue el último de los mamuts, y su extinción se produjo en tiempos relativamente recientes. La última población continental desapareció en la Península de Kyttyk, Siberia, hace 9.650 años y la última insular en la Isla siberiana de Wrangel, hace unos 4.000 años, una pequeña población de ejemplares de pequeño tamaño, acosada por el hambre. Existió también una curiosa población de mamuts lanudos en la Isla de Saint Paul, Alaska, en el grupo de las Pribilof, que se extinguió hace 5.725 años, que mostró ciertas variaciones morfológicas que no se podían atribuir únicamente a la insularidad, sino que se piensa que fueron los últimos representantes de una subpoblación que se originó en Beringia, y que evolucionó allí en relativo aislamiento.
En Norteamérica, por su parte, tras la entrada del mamut de estepa por Beringia, éste evoluciona en el mamut de Columbia, M. columbi, que fue el genuino mamut norteamericano y que fue contemporáneo del mamut lanudo que, por su parte, penetró hasta Alaska hasta donde llegaba la Estepa del Mamut. El mamut de Columbia vivió en ambientes abiertos y fue uno de los mayores mamuts con sus 4 metros de altura. Al igual que el mamut lanudo, el mamut de Columbia fue contemporáneo de los humanos, y está muy bien representado en el fabuloso yacimiento del Rancho La Brea, en California, del que ya te hablé. Sus últimos restos datan de hace 10.900 años.
Mamut de Columbia acechado por humanos de la Cultura Clovis |
Los mamuts pigmeos
A lo largo de la evolución de los mamuts, han existido especies enanas debido a la existencia de poblaciones que quedaron en aislamiento genético en islas, según la conocida Regla de las Islas: si un animal grande en el continente queda aislado en una isla, al disponer de menos recursos le será más ventajoso disminuir de tamaño para su mejor aprovechamiento.
En Norteamérica existió una de esas especies enanas, M. exilis, cuando una población de mamuts de Columbia quedó en las Islas del Canal, en California frente a Los Ángeles. Concretamente vivieron en las islas norteñas de Santa Rosa, Santa Cruz y San Miguel. Tenía una altura de 1,72 m y un peso de 750 kg. Su extinción, hace unos 13.000 años, pudo deberse a la llegada de los humanos a sus islas.
Esqueleto de M. exilis. |
El resto de especies enanas se localizaron en islas mediterráneas: M. creticus fue el mamut enano de Creta, que fue el mamut más pequeño de todos con 1 metro de altura y 310 kg de peso. Vivió allí durante el Pleistoceno y también se extinguió durante el Evento de Extinción Masiva del Cuaternario, de hace 10.000 años. Si bien anteriormente se pensaba que el mamut de Creta descendía de otro proboscídeo continental, Palaeoloxodon antiquus, hoy está demostrado que se trata de un verdadero mamut, que desciende posiblemente de M. meridionalis o, tal vez, del mamut rumano.
Tamaño de mamut de Creta comparado con humano |
Finalmente, el tercer mamut enano lo encontramos en Cerdeña, con la especie M. lamarmorai, que vivió allí hace entre 450.000 y 40.000 años. Su altura era intermedia entre el mamut de Creta y el de las Islas del Canal; 1,4 m. y un peso de 550 kg. Su antecesor continental pudo ser el mamut de estepa, que pudo alcanzar la isla nadando cuando, en las glaciaciones, el nivel del Mediterráneo era mucho menor que ahora.
Comparativa del mamut sardo con otros mamíferos contemporáneos suyos |
Los mamuts en la Península Ibérica.
¿Hubo mamuts en la Península Ibérica?. La respuesta es sí. De hecho, nuestra península fue una especie de paraíso para estos (y otros) proboscídeos. En nuestro territorio se hallan presentes todas las especies de mamuts desde la llegada de este género a Europa, si bien existen dudas sobre la identificación de un posible mamut rumano en el yacimiento de El Rincón - 1 (Albacete).
Los Proboscídeos tuvieron una presencia importante en las famosas Terrazas del Manzanares y el Jarama, donde se encuentra una de las mayores (si no la mayor) concentración de elefantes y mamuts de Europa, con muchos indicios del aprovechamiento de ellos por parte de los humanos que habitaron esta tierra.
M. meridionalis está muy bien representado en yacimientos como Incarcal, Gerona, o Cueva Victoria, Cartagena, pero donde está extraordinariamente bien representado es en la Cuenca de Guadix (Granada), con yacimientos como Cortes de Baza, Cortijo de las Sabinas, Zújar, Huélago y Orce, entre el Plioceno final terminal y el Pleistoceno inicial. Esta Cuenca es otro de los lugares clave en Europa en cuanto a restos de mamut se refiere, donde también hallamos restos de M. trogontherii.
Localización de El Padul, el lugar más meridional para el mamut lanudo enj Europa |
Por supuesto, el mamut lanudo también estuvo bien representado en la Península Ibérica. Durante las fases más frías del estadio llamado Isotópico - 2, más o menos en torno al Último Máximo Glacial, este mamut experimenta una gran expansión hacia las Penínsulas mediterráneas. En España, el mamut lanudo se encuentra en yacimientos sobre todo de la mitad norte, pero el clima frío permitió a este mamut llegar hasta Andalucía: en el yacimiento granadino de El Padul, justo al Sur de Sierra Nevada se documenta el punto más meridional de Europa que alcanzó: a 37º de Latitud N.
Extinción de los mamuts.
No parece haber ninguna duda acerca del motivo de la extinción de la mayoría de los mamuts continentales: el clima cambiante (con su vegetación cambiante) impone nuevos modos de vida en los que las especies más aptas sobreviven, y las que no se adaptan se extinguen. Este es el principio de la extinción en la Naturaleza.
Incluso has podido ver cómo las cronoespecies no desaparecen exactamente, sino que ciertas poblaciones de ellas evolucionan hasta convertirse en especies diferentes, como sucedió en la serie mamut meridional - estepario - lanudo.
En cuanto a dos de las tres especies de mamuts enanos, el de Creta y el de las Islas del Canal, no parece haber ninguna duda de que fue el ser humano quien los exterminó, mientras que el mamut sardo pudo sucumbir debido a su final inadaptación a un ambiente insular con cada vez menos recursos.
¿Fue el ser humano responsable de la extinción del mamut lanudo? |
Existe controversia sobre la extinción del mamut lanudo. Hay quien sostiene que fue el importante cambio climático y ecológico que se experimentó en Eurasia al retirarse los hielos glaciales, y hay quien piensa que fue víctima de los seres humanos. Ya razoné mi postura en mi crónica sobre la Extinción de la Megafauna, y no la repetiré aquí. Pero también puedo decirte que el concurso del ser humano, como nuevo depredador de este mamut, no puede tampoco infravalorarse, pues formó parte de este enorme cambio ecológico global que se experimentó hace unos 10.000 años.
MÚSICA RECOMENDADA: Ramin Djawadi - A Symphony of Ice and Fire (II - Winter is coming)
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ResponderEliminarA 20 minutos de Valencia, situada en las estribaciones del parque natural de Sierra Calderona se encuentra Hipica La Calderona con salida directa a la montaña. Una ubicación privilegiada donde disfrutar de una experiencia ecuestre por la montaña. Viene a visitarnos.
De seguro si el humano no hubiese existido alguna especie de mamut habria sobrevivido y llegado al presente,aunque solo en poblaciones muy pequeñas
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