Morir de éxito: los trilobites

Querida hija:

Si los dinosaurios fueron los fósiles más característicos y el icono de la Era Mesozoica, en la Era Paleozoica lo fueron los trilobites. La facilidad de fosilización de su exoesqueleto y su fantástica variedad de especies cifrada en 5.000 géneros y 22.000 especies en todo el mundo han hecho de los trilobites uno de los grupos zoológicos de mayor éxito evolutivo y también uno de los mejor estudiados gracias a la enorme variedad y calidad de sus fósiles. Su estudio no sólo nos permite conocer todo lo relativo a estos animales sino que sus fósiles prestan a la Ciencia muchos servicios. Hoy te quiero hablar de lo que sabemos de estos animales desaparecidos.

Los trilobites presentan una gran variedad de tipos dentro de una misma estructura básica

Los trilobites: qué son y cómo son

Los trilobites son Artrópodos. El examen de sus fósiles no deja duda sobre ello ya que su plan de organización corporal se basa en una serie de segmentos ordenados desde la región cefálica hasta la posterior, y de cada segmento cuelga una serie de pares de apéndices. Ésa es la organización de un artrópodo. Dentro de los Artrópodos, los trilobites ocupan el tercer gran grupo junto con los Mandibulados  (Insectos, Miriápodos y Crustáceos) y los Quelicerados (Arácnidos, Picnogónidos y Xifosuros, o cangrejos cacerola). Los trilobites forman el grupo llamado Trilobitomorfos, el único de los Artrópodos enteramente fósil. Está más relacionado con los Quelicerados.

Filogenia básica de los Artrópodos

Su estructura corporal es muy característica, inconfundible diría yo, y consta de los siguientes elementos:

Estructura corporal básica de un Trilobite

- Su cuerpo, de forma ovalada, se divide en tres grandes regiones desde el punto de vista antero-posterior: región cefálica o cefalon, tórax y pigidio. De éstas, sólo el tórax presenta una estructura a base de segmentos articulados entre sí.

- Desde el punto de vista transversal, el Trilobite está dividido en tres lóbulos (lo que le da el nombre al grupo: "tres lóbulos") simétricos respecto del eje longitudinal: un lóbulo central más ancho llamado glabela en el céfalon y raquis en el tronco (tórax + pigidio) y dos laterales, uno a cada lado del central, llamados genas o mejillas en el céfalon y pleuras en el tronco. Estos tres lóbulos están claramente delimitados y separados por sendas suturas longitudinales.

- El cuerpo es aplanado dorsoventralmente. La parte superior estaba cubierta por un exoesqueleto de carbonato de calcio o quitina mientras que la parte inferior era blanda.

- En la parte inferior se abre la boca (bajo el céfalon), un par de antenas preorales y un par de apéndices birrámeos locomotores, con los que el animal se desplazaba. La rama próxima de los apéndices locomotores era plumosa y se cree que tenían función respiratoria ya que como verás luego, los trilobites eran organismos exclusivamente marinos.

- Existencia de un par de ojos compuestos en la parte superior del céfalon. Se cree que los trilobites fueron de los primeros organismos en desarrollar ojos complejos. Estaban compuestos por multitud de facetas y se sabe que sus lentes, de calcita, tenían gran resolución óptica.

Tamaños de algunos de los trilobites más grandes. Ilustración: Patrick Smith

También existía una enorme variedad en su tamaño. Desde el más pequeño conocido, Acanthopleurella stipulae, que medía 1,5 mm, a los 72 cm del mayor conocido: Isotelus rex, que vivió en el Ordovícico de Norteamérica.

Bien, ya sabes qué es y cómo es (o era) un Trilobite. Ahora vamos a profundizar más. Cómo vivían.

Origen y biología

Como te indiqué antes, los trilobites fueron organismos marinos que dominaron los mares nada menos que durante 300 millones de años, desde su aparición en el Cámbrico hace 520 millones de años hasta su extinción hacia el final del Pérmico hace 250 millones de años. Y eso es tener mucho pero mucho éxito evolutivo, sin haber cambiado gran cosa su plan de organización durante esos 300 millones de años.

En efecto, los primeros trilobites conocidos aparecen en rocas de lo que hoy son Siberia, el Oeste de los EEUU, Marruecos y España. Son Profallotaspis jakutensis, Fritzaspis spp. Hupetina antiqua y Serrania gordaensis, y géneros como Fallotaspis y Lemdadella. Los trilobites más antiguos conocidos pertenecen a un Orden llamado Redlichiida o redlíquidos, que tienen el honor de ser los Artrópodos conocidos más antiguos.

Cronología de los principales tipos de trilobites

Los trilobites alcanzan su periodo de máximo esplendor en los periodos Cámbrico y Ordovícico, con un máximo de 60 familias conocidas. Desde ese máximo entre ambos periodos la diversidad de los trilobites empieza a decaer ya que las extinciones masivas afectaban cada vez a un enorme grupo de trilobites sin afectar a la totalidad del grupo: el Silúrico empieza con casi 20 familias, que se reducen a unas 4 en el Carbonífero, y al llegar al Pérmico sólo un grupo de trilobites sobrevivía: los proétidos (Proetida), que finalmente no podrían resistir la más letal de todas las extinciones masivas de la historia geológica, la del Pérmico. Este grupo vivía en aguas someras de arrecifes, cuyo hábitat fue destruido por las regresiones marinas que hubo en aquel momento.

Por tanto, cierto es que los trilobites como grupo duraron nada menos que 300 millones de años pero no es menos cierto que tras un momento de esplendor en el tránsito del Cámbrico al Ordovícico, el grueso de su historia no es sino la de una larga decadencia.

Cómo vivían

Dada su anatomía, se cree que los trilobites eran organismos bentónicos, es decir, que se desplazaban en los fondos marinos donde se alimentaban filtrando sedimentos y comiendo los microorganismos que allí vivían. Por tanto, se pueden clasificar como "detritívoros", si bien en el transcurso de su evolución lograron colonizar todo tipo de ambientes marinos, empezando por los ambientes someros de poca profundidad hasta desarrollar incluso formas pelágicas nadadoras. También se cree que otras especies de trilobites podrían haber sido carroñeras o incluso depredadoras sobre pequeños organismos blandos, no protegidos por exoesqueletos ni corazas.

Diversidad de fósiles de trilobites. Ilustración: Fossilguy.com

Hablando de su exoesqueleto. Está tan bien articulado que los especialistas no dudan de que los trilobites podían enrollarse formando una bola. Al parecer fue una tendencia evolutiva que fue perfeccionándose con el tiempo, llegando incluso a desarrollarse ganchos en el céfalon y en el pigidio que engranaban entre sí al enroscarse haciendo más perfecto el cierre. Lo que nos sugiere que las presiones de los depredadores fueron en aumento. Parece que sus principales depredadores fueron los moluscos nautiloideos. Incluso se han conservado icnitas, o huellas fósiles dejadas en fondos marinos, concretamente de Rusophycus (comportamiento de descanso), Cruziana (desplazamiento sobre el fondo y alimentación de micrófagos), y Diplichnites (impresiones de los apéndices al caminar sobre fondo blando).

Como cualquier otro Artrópodo, los trilobites tenían un ciclo vital con una fase larvaria. Las larvas nacían con un céfalon bajo el que iban creciendo sucesivamente los segmentos del tórax. En cada fase de crecimiento los trilobites necesitaban mudar el exoesqueleto para dejar espacio al nuevo, dejando detrás la "exuvia", de la que se conocen fósiles por supuesto. Parece también fuera de duda que eran ovíparos.

Ciclo de desarrollo de un Trilobite. Según Stubblefield (1926) y Waisfeld et. al. (2001)

Ecológicamente hablando, los trilobites se expandieron a varios tipos de fondos marinos partiendo de aguas someras llegando a colonizar arrecifes, facies sublitorales abiertas y también aguas abiertas. Se habla de tres tipos de trilobites atendiendo a su tipo de hábitat preferente: 

- Los miómeros eran trilobites pelágicos, que vivían en aguas oceánicas o en aguas neríticas (plataforma continental) en comunicación con el mar abierto.

- Los polímeros eran bentónicos que formaban parte del bioma sublitoral, y de carácter nectobentónico, es decir, que podían nadar al menos cerca del fondo.

- Los polímeros cosmopolitas en el bioma sublitoral circalitoral pero también en menor medida infralitoral.

Trilobites bentónicos. Ilustración: Heinrich Harder (1916)

Los fósiles de los trilobites son también importantes como indicadores bioestratigráficos: en razón a su abundancia, la presencia de determinadas especies indica un nivel geológico dado, que ayuda a la datación del mismo. Por otro lado, la enorme abundancia de sus fósiles, en tantos tipos y Ordenes taxonómicos durante 300 millones de años, ha proporcionado a los especialistas que los estudian valiosa información sobre procesos evolutivos zoológicos.

No está mal para un Artrópodo, ¿no?

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