Mar de Coníferas: la fauna de la taiga

Querida hija:

Contrariamente a lo que suponemos popularmente, el mayor bosque del mundo no es la selva amazónica, sino la taiga siberiana. Y, a su vez, la taiga siberiana es una parte de toda la taiga mundial, que forma un cinturón circumpolar continuo en las latitudes frías del Hemisferio Norte, con las únicas interrupciones del Estrecho de Bering y el Atlántico Norte, lo que convierte a la Taiga en el segundo bioma más grande del mundo tras los Desiertos, y el mayor bioma forestal de la Tierra con 17 millones de km2. ¿Entonces, por qué conocemos tan poco sobre este gigantesco bosque y sus criaturas?. Hoy voy a hablarte sobre ello.

El lince eurasiático es uno de los animales icónicos de la taiga

Introducción: qué es la taiga

La palabra rusa taigá viene de una palabra de los yakutos (pueblo que vive en Siberia Central) que significa algo así como "espesura salvaje", y define un cinturón de vegetación forestal que se extiende en la región Holártica justamente por debajo de la tundra ártica, si bien su nombre técnico es "Bosque Boreal", yo usaré indistintamente aquí ambos términos.

El bosque boreal se extiende, en Norteamérica, desde Alaska Central hasta Quebec en una faja continua que se interrumpe en el Atlántico Norte, y en Eurasia se reanuda en Suecia y continúa por Finlandia y toda la extensión de Rusia hasta el Estrecho de Bering, en una faja de este a oeste. Si miras el mapa te darás cuenta que, en Norteamérica, la taiga forma una diagonal, empezando en Alaska más al Norte y terminando en Quebec más al Sur. Esto es debido a la acción de la corriente cálida de Kuro Shivo en la costa oeste de Norteamérica, que "corre" hacia el Norte todas las franjas de vegetación en su área de influencia.

Mapa de situación de la taiga. Fuente: Guorong Deng et. al. Asymmetric Effects of Daytime and Nightime Warming on Boreal Forests Spring Phenology - Remote Sensing - 2019

Se trata fundamentalmente de un bosque de coníferas, en el que dominan cuatro géneros: abetos (Abies), pinos (Pinus), piceas (Picea) y alerces (Larix), éstos últimos de hoja caduca a diferencia de los primeros que tienen hoja perenne. También, dependiendo de los lugares y latitudes, ciertos géneros de árboles caducifolios se intercalan con las coníferas, como por ejemplo abedules (Betula), alisos (Alnus), sauces (Salix) o álamos (Populus). El sotobosque es pobre, debido a la pobreza del suelo de la taiga, con algunas especies de matorrales y, sobre todo, musgos y líquenes.

Estamos hablando de un bosque de clima subártico: el límite norte de la taiga es directamente la tundra ártica, y el límite sur varía: en las zonas donde hay más humedad y temperatura media más alta, limita con el bosque caducifolio templado, y allá donde hay menos humedad y mayor continentalidad, con la estepa fría. Y es un clima mucho más duro que el de la tundra debido a la extrema continentalidad de las tierras donde se da el bosque boreal: el récord de temperatura baja fuera de las regiones polares está en Yakutia, en la Meseta de Oymyakon, con -71 ºC, y donde en invierno son habituales las temperaturas entre -40 y -50 ºC.

Taiga en Yakutia Central. Foto: Pavel Kazachkov

El invierno extremadamente frío y una temporada vegetativa relativamente corta, junto con largos veranos en cuanto a horas de luz son los factores que definen a los árboles de la taiga: son de hoja perenne para aprovechar la función fotosintética todo el año aun con los rayos de Sol más débiles, estas hojas son en forma de aguja y la forma de los árboles es muy recta y con las ramas poco salientes del tronco para evitar la acumulación de nieve en ellas. Su sistema de raíces es amplio y superficial debido a que el suelo está permanentemente helado en gran parte de estos territorios (permafrost). Este suelo impide también un drenaje adecuado y se forman pantanos y turberas en toda la extensión de la taiga. 

Debido al origen glaciar reciente de este terreno (la actual taiga se forma cuando se retiran los últimos hielos del Pleistoceno hace entre 12.000 y 5.000 años), existen muchísimos lagos de origen glaciar. De hecho, los yakutos dicen que, en su tierra, existen tantos lagos como estrellas hay en el cielo. Esta abundancia de lagos, lagunas y humedales son clave también para la vida salvaje de la taiga.

Existen dos tipos principales de taiga. La taiga septentrional se encuentra más al norte, está más cerca de la tundra y el clima es más árido y frío. Por eso, aquí los árboles se presentan separados y dispersos, intercalándose con praderas. La taiga meridional, por su parte, está más al sur y goza de un clima más húmedo y benigno. Por tanto, aquí el bosque es cerrado y más espeso que en la parte norte.

La taiga en el Parque Nacional Wood Buffalo, Canadá. Foto: Paul Colangelo

A lo largo de toda la extensión de la taiga se han definido numerosas áreas protegidas, de las cuales te daré aquí algunos pocos ejemplos:

En Alaska: Parque Nacional Yukon-Charley Rivers

En Canadá: Parque Nacional Wood Buffalo, el mayor del país y uno de los mayores del mundo. Se trata de un verdadero "punto caliente" de biodiversidad en la taiga pues aparecen allí todos los grandes mamíferos del bosque boreal: el bisonte, el alce, el reno, el lobo, el oso y el lince, además del castor.

En Suecia: Parque Nacional Björnlandet ("Tierra de Osos")

En Finlandia: Parque Nacional Hossa

En Rusia: Debido a su enorme extensión, la taiga rusa goza de la existencia del mayor número de áreas protegidas en este bioma. Destacaré aquí el Parque Nacional Paanajärvi, en Carelia, y el Parque Nacional Shorsky, en Siberia Occidental.

La fauna del bosque boreal: generalidades.

Ya sabes que soy un pesado y siempre te repito lo mismo: que cuando estudiamos la fauna de un determinado territorio, antes de ir a un listado de animales residentes (que también te daré), hay que intentar entender el por qué y el cómo de esa fauna. Lo que yo llamo "el carácter" de dicha fauna. ¿Cuál es el carácter de la fauna que habita el bosque boreal?. Para saberlo, hay que entender algunas cosas antes.

En primer lugar, en comparación con los otros ecosistemas forestales que hay en nuestro planeta, la taiga es el menos biodiverso de todos. Tanto a nivel botánico como a nivel zoológico hay relativamente pocas especies (debido fundamentalmente al duro clima subártico y a la pobreza de su suelo) y con un nivel bajo de endemismos. Es decir, la mayoría de las especies que te vas a encontrar en la taiga puedes encontrarlas también en otros ambientes templados y fríos como los ambientes montanos o los bosques templados. No obstante, la vida se abre camino también aquí y la taiga ofrece una biodiversidad relativamente alta en relación a la dureza del ambiente donde se desenvuelve.

El castor es una de las especies representadas en ambas Taigas con especies diferentes. Foto: Brian Lansenby

Se trata de bosques monótonos (pero de gran belleza) en los que se encuentran los mismos recursos en enormes extensiones de territorio, por lo que las especies animales son muy móviles: se mueven continuamente en extensos territorios para encontrar abundancia local de recursos cuando hay escasez local en algún lugar aunque no podemos hablar de "migraciones" en el sentido estricto entre los animales que viven permanentemente aquí.

A pesar de ello, y dependiendo de las condiciones geográficas, climáticas y ecológicas dadas puede haber regiones con una gran biodiversidad. Voy a destacarte aquí dos.

- En la taiga de Siberia oriental, el aislamiento geográfico impuesto por su extrema continentalidad ha creado aquí lo más parecido a un "punto caliente" de biodiversidad, mucho más rica que en la taiga de Siberia occidental, con taxones botánicos endémicos. La fauna es más "antigua" que su equivalente en Siberia Occidental, y tenemos especies como el ciervo almizclero (Moschus moschiferus), el bellísimo ruiseñor azul (Larvivora cyane), el camachuelo de Pallas (Carpodacus roseus), el vencejo del Pacífico (Apus pacificus), la tórtola oriental (Streptopelia orientalis), el urogallo manchado (Tetrao urogalloides), etc.

Urogallo manchado en Saja, Yakutia. Foto: Alexander Dersu

Parte de la riqueza animal de Siberia oriental se debe al límite zoogeográfico que constituye el río Yenisei-Angara, que se conoce como Línea de Johnstone. Se trata de un límite geográfico que separa la llanura baja de Siberia occidental del territorio más montañoso y rudo de Siberia oriental. Muchas especies o subespecies encuentran en ese río su límite oriental u occidental, según el caso. Por ejemplo, algunas especies que no atraviesan el Yenisei hacia el Este son: la agachadiza del Baikal (Gallinago megala), o el pinzón vulgar (Fringilla coelebs), mientras que la cerceta del Baikal (Sibirionetta formosa) o el alce de Siberia oriental (Alces alces pfizenmayeri) sólo se encuentran al Este del Yenisei. Otra subespecie de alce, el alce europeo (A. a. alces) sustituye a aquél al Oeste del Yenisei, algo que sucede con muchas otras subespecies de otros animales.

Y hablando de alces. Al Este del Yenisei existe mucha mayor densidad de ungulados que en el Oeste.

- En el Parque Nacional Wood Buffalo, en Canadá, se encuentra casi toda la cadena trófica en biodiversidad total: el caribú de bosque (Rangifer tarandus caribou), el alce, la mayor población mundial del bisonte de los bosques (Bison Bison athabascae), el mayor ungulado de la taiga y razón por la cual se creó este parque nacional, si bien existe un fuerte grado de hibridación con bisontes de pradera introducidos por los humanos hacia 1920. De esta subespecie, en 2006 30 ejemplares fueron enviados a Yakutia Central, provincia de Saja, para un proyecto de reintroducción, dado que allí los bisontes vivieron hasta hace 5.000 años. Su población fue reforzada en 2011 con otros 30 individuos. Hoy hay 77. 

Bisonte de Bosque. Foto: ADF&G Photo

También en este Parque Nacional están presentes el lobo (Canis lupus), el oso negro americano (Ursus americanus), el lince canadiense (Lynx canadensis), etc.

En general, en la taiga norteamericana y en la eurasiática se encuentran básicamente los mismos tipos de animales, debido a la comunicación que hubo por el Puente de Beringia. Así, en Norteamérica está el castor canadiense (Castor canadensis) y en Eurasia el castor europeo (C. fiber), en Norteamérica el lince canadiense y en Eurasia el lince boreal, o diferentes subespecies de alce a ambos lados del Estrecho de Bering.

Los reptiles y los anfibios tienen en la taiga un desafío para su supervivencia, dado el clima desfavorable para ellos. Con todo, son capaces de sobrevivir allá donde las condiciones locales son más favorables, sobre todo para los anfibios, dada la abundancia de humedales para ellos. Así, el bosque boreal es hogar de la salamandra azul punteada (Ambystoma laterale), la rana boreal (Pseudacris maculata), la culebra rayada (Thamnophis sirtalis) o la víbora europea (Vipera berus), todos ellos hibernantes durante el invierno.

Salamandra azul punteada

¿Cómo sobrevive la fauna de la taiga a su rudo clima?. Básicamente siguen varias estrategias:

- Grupo 1: Aves migratorias que crían en la taiga aprovechando la abundancia de insectos durante el verano y vuelven al Sur en invierno.

- Grupo 2: Aves que viven en la taiga todo el año, diversificando su alimentación al máximo

- Grupo 3: Mamíferos que viven todo el año en la taiga, e hibernan durante el invierno

- Grupo 4: Mamíferos que viven todo el año en la taiga y no hibernan. Fundamentalmente depredadores.

Voy a hablarte de ellos más en detalle en los siguientes apartados.

Grupo 1: aves migratorias

Los insectos son la base alimentaria de estas aves (y de otros animales residentes). El bosque boreal favorece la existencia de insectos xilófagos y también aquellos que viven o crían en los numerosos humedales y pantanos. El verano es su época de esplendor y los mosquitos llegan a formar terribles enjambres que hacen la vida casi imposible para cualquier otra criatura. Sólo en Canadá se cree que hay 32.000 especies de insectos en sus bosques boreales, y son el menú perfecto y disponible para multitud de especies de aves que pasan el invierno en latitudes más sureñas y vuelven a la taiga para criar.

Entre ellos, puedo citarte el zorzal siberiano (Geokichla sibirica), que cría en la taiga siberiana e inverna en el Sureste asiático, el gorrión de garganta blanca (Zonotrichia albicollis), que cría en la taiga canadiense e inverna en la Costa del Pacífico, el Este y el Sur de los EEUU y en México, o la reinita dorsiverde (Setophaga virens), que cría tanto en la parte oriental de la taiga canadiense como en los bosques templados del este de los EEUU, e inverna en Centroamérica y Norte de Sudamérica.

Gorrión de garganta blanca. Cap Tourmente, Quebec. Foto: Cephas

Grupo 2: aves residentes

Dentro de este grupo podemos distinguir los pájaros carpinteros, ampliamente representados en los bosques boreales, como el pito negro (Dryocopus martius) que vive en todo el cinturón eurasiático de la taiga, siendo uno de sus equivalentes norteamericanos el pito crestado (D. pileatus). Estos pájaros se alimentan de larvas y adultos de insectos que viven bajo la corteza de los árboles.

Otro gran subgrupo de aves residentes en las zonas de bosque boreal son las Tetraónidas, aves galliformes de la familia Phasianidae propias de las altas latitudes de nuestro planeta y de áreas montañosas del Hemisferio Norte. Son de gran tamaño y viven normalmente en el suelo. Estas aves se alimentan fundamentalmente de hojas, brotes y ramitas si bien los pollos incluyen invertebrados en su dieta. Estas aves son clave en la taiga porque son de los pocos animales que pueden comer las agujas de las coníferas, que rechazan la mayoría de los demás animales. Esa es la clave de su supervivencia en los duros inviernos boreales y un ejemplo más de cómo la vida se abre camino, adaptándose a los recursos que se ofrecen por difíciles de explotar que sean.

Pito negro. Foto: Santiago García Velasco

Algunos ejemplos de estas notables aves son: el urogallo occidental (Tetrao urogallus), el urogallo siberiano (T. urogalloides) o el gallo lira (Lyrurus tetrix) en Eurasia, mientras que en la taiga norteamericana se encontrarían el urogallo canadiense (Falcipennis canadensis) o el grévol engolado (Bonasa umbellus)

Las aves rapaces constituyen el otro gran subgrupo dentro de las aves residentes, pues depredan tanto sobre otras aves como en pequeños vertebrados. Especialmente interesantes son las rapaces nocturnas como el cárabo de los Urales (Strix uralensis) o su equivalente norteamericano el cárabo lapón (Strix nebulosa), que también vive en la taiga eurasiática, convirtiéndose en una rapaz holártica. Entre las rapaces diurnas te puedo dar como ejemplo el azor común (Accipiter gentilis) o la ampliamente representada a nivel mundial águila pescadora (Pandion haliaetus), que saca partido del abundante pescado presente en los ríos, lagos y lagunas de toda la taiga.

Cárabo de los Urales. Foto: Alexei Levashkin

Grupo 3: mamíferos hibernantes

Una estrategia muy clara en estas latitudes norteñas sometidas a un largo y duro invierno es la hibernación. Los mamíferos hibernantes acumulan reservas de grasa en su cuerpo durante el verano y el otoño, como los osos (de los que en la taiga encontramos dos especies: el oso pardo (Ursus arctos) y el oso negro americano (U. americanus) pero también pueden acumular directamente alimento recolectado en las mismas estaciones en el interior de los nidos como hacen los Roedores, tal vez el grupo más importante de estos mamíferos residentes pero hibernantes.

Paradójicamente, es la nieve el mejor aliado de estos animales, dado que es grande su poder aislante térmico de tal forma que los túneles o madrigueras excavados directamente bajo la nieve pueden alcanzar temperaturas realmente confortables sobre todo si se tapizan con hierbas o plumas. Ahora bien, los animales que acumulan reservas suelen tener periodos de hibernación más cortos y se despiertan en pleno invierno. Pero ahí tienen su comida almacenada para poder sobrevivir.

Ardilla de Siberia. Foto: Sergei Yeliseev

Dentro de este grupo puedo citarte como ejemplos la ardilla siberiana (Eutamias sibiricus), la ardilla voladora eurasiática (Pteromys volans), que se refugia usando como nidos los agujeros hechos por los pájaros carpinteros y, aunque no hibernan como tal, sí pueden pasar varios días seguidos en letargo durante lo más crudo del invierno, o entre los Lagomorfos, la pika siberiana (Ochotona hyperborea), que no hiberna en absoluto pero sí acumula comida para el invierno.

Grupo 4: mamíferos no hibernantes.

Si bien el grueso de este grupo lo constituyen los depredadores, existen dos grandes herbívoros que también entran en él. El alce se alimenta durante la primavera y el verano de plantas acuáticas, dada la abundancia de humedales que hay en toda esta ecorregión. Durante esta época acumulan reservas de grasa de las que "tirarán" durante el invierno, ya que se alimentan menos y fundamentalmente de ramas y tallos secos de sauces y otras plantas.

Por su parte, los renos estarían sólo en parte en este grupo ya que son migratorios. Pasan el verano en la tundra ártica, y los inviernos bajan a la taiga para hozar en la nieve y descubrir los líquenes de los que se alimentan fundamentalmente.

Otros mamíferos de este grupo que no son depredadores son las liebres. Son fundamentales como base de la cadena trófica para los depredadores porque están activas todo el años, alimentándose de cortezas de árboles durante el invierno. Tenemos aquí la liebre americana (Lepus americanus) o su equivalente eurasiática la liebre de montaña (L. timidus).

Comadreja siberiana. Foto: Peter Lindenburg

Lo que más predomina en la taiga son los pequeños depredadores arborícolas como los mustélidos, que desarrollan durante el invierno un pelaje denso y cálido que les hizo ser explotados por la industria peletera. Y en el bosque boreal hay un buen número de especies, que tienen a su disposición pájaros y pequeños mamíferos para devorar: el armiño (Mustela erminea), con su hermoso pelaje blanco invernal, la comadreja siberiana (M. sibirica), la comadreja (M. nivalis), la marta cibelina (Martes zibellina), la marta americana (Martes americana) o la marta pescadora (Pekania pennanti), entre otras muchas.

Y finalmente los grandes depredadores que son, seguramente, los animales más conocidos de la taiga: el lince eurasiático, el lince canadiense, el lobo gris o el zorro rojo.

MÚSICA RECOMENDADA: Jerry Goldsmith - The Edge



Comentarios

  1. Además de tetrápodos y coníferas ¿habrá más seres vivos?

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    1. Por supuesto, pero por razones de espacio no puedo hablar de los invertebrados, se trata de un post divulgativo no de un tratado de fauna. No me queda más remedio que poner el "corte" en algún sitio.

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    2. Claro, pero, mejor un poco de mucho, que mucho de poco. Y la fauna es una pequeña parte de la biomasa de los ecosistemas, que impide hacerse una idea de lo global.

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  2. La taiga es el principal ejemplo donde la darwiniana 'lucha por la existencia' entre pares es inexistente. Bien nos lo dijo Kropotkin, que bastante bien se la pateó.

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